septiembre 2020 - Página 5 de 6 - Mi Negocio Veterinario
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El vínculo entre las personas y los animales, sumado a la transformación que viven productores agropecuarios y dueños de perros y gatos, genera un combo a considerar. ¿Llegaron estos consumidores a sus empresas?

Luciano Aba
@aba_luciano
luciano@motivar.com.ar

Durante muchos años y con buen tino, las empresas que ofrecen servicios y productos (como lo hacen las Veterinarias) basaron sus estrategias de segmentación de clientes en criterios que tenían que ver con la ubicación geográfica (ciudad, región, provincias, países), el comportamiento individual en base a su estrato social, su conducta en relación con las marcas y cuestiones demográficas como lo son la edad, el sexo los ingresos promedios y la formación académica, entre tantos otros.
Si bien estas variables siguen vigentes y las Veterinarias dedicadas a pequeños y grandes animales, deberían conocer las que aplican específicamente a cada uno de sus clientes, el vínculo actual entre las personas y los animales, así como también los nuevos hábitos de los productores agropecuarios y los dueños de perros y gatos llevan a realizar un replanteo en cuanto a cómo medir y volver a conocer a quienes visitan estas empresas.
Sobre todo, si es que se pretende dejar atrás aquello de “ofrezco lo que a mí me sirve y cuando a mí me conviene” para avanzar a una situación donde el servicio y los productos que se ponen a disposición están pensados para los clientes que tenemos y, lógicamente, los que queremos tener a futuro. Es por esto por lo que, en esta Revista 2+2 les preponemos repasar juntos algunos datos distintivos de los nuevos clientes que ya están visitando las miles de veterinarias que hay en nuestro país.

Tendencias en la producción animal

Es cierto que existen prácticas y comportamientos muy arraigados en los usos y costumbres de los hombres y las mujeres que se dedican a la producción agropecuaria en nuestro país. De hecho, aún hoy y en base a lo que han sido los resultados del último Censo Agropecuario publicado por el INDEC el año pasado, vemos que el 91% la gestión cotidiana es llevada delante de manera directa por el productor o miembros de la sociedad.

Más allá de los avances que se han generado en este último tiempo, el relevamiento nacional sigue indicando números que no deben perderse de vista a la hora de plantear acciones sustentables en este campo: no más del 60% de los establecimientos relevados realiza alguna gestión técnica – administrativa, el 34% utiliza computadora y 35% tiene acceso a Internet en el campo. Asimismo y tal como muestra un trabajo realizado por el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, se ven ya algunas transformaciones con relación al perfil de quienes no solo están hoy cambiando las tendencias, sino también moldeando los nuevos mercados del futuro. En este relevamiento, el promedio de los productores tienen 45 años, con preponderancia de varones.
¿Cuántos de los clientes actuales en sus veterinarias cumplen con esta característica? A la vez y tal como se muestra en el Gráfico N° 1, el trabajo destaca que estos productores tienden a considerarse más analíticos que intuitivos en su toma de decisiones… En ese marco y tomando en cuenta que hablamos ya de productores mixtos, que ven a la producción animal como una fuente de agregado de valor a la producción de granos esperan crecer de cara a 2022 en distintos rubros pero específicamente en la cantidad de cabezas de ganado en sus campos. Esta es una tendencia tanto en establecimientos grandes, medianos y pequeños, siendo la producción porcina una de las más destacadas por su potencial a futuro.

Gráfico N° 1 : ¿Cómo se consideran los productores agropecuarios a la hora de tomar decisiones?

¿Están preparadas las veterinarias para atender esta demanda?
Estas personas que -como dijimos- se dedican de manera “pura” o mixta a la producción primaria de carne comienzan a mostrar una serie de desafíos estratégicos a la hora de ofrecerles productos y servicios que ya existen en el país. En primer lugar, es clave considerar que hoy lo más importante para estas personas es no descapitalizarse. Independientemente de nuestra opinión, la ganadería sigue siendo una reserva de valor.
Logrado este objetivo, buscan sí que los animales puedan expresar su máximo potencial, a fin de generar la mayor cantidad de kilos por hectárea y así recuperar -en un tiempo prudencial- las inversiones que realiza en infraestructura, alimentación, genética, manejo y sanidad.
Para ello sin dudas requieren de herramientas concretas y asesoramiento para una toma de decisiones ágil y previsible a mediano plazo.
Aquí el rol de los veterinarios es central, tan central como el poder reconocer qué necesitan los productores de sus proveedores, entrando aquí en juego variables como la disponibilidad física -en tiempo y forma- de productos; financiación y precios competitivos; información y, como se dijo, constancia en el asesoramiento. Todo un desafío, sobre todo si tenemos en cuenta que, los productores están frente a la encrucijada de modificar su forma de producción, no solo incrementando sus niveles de eficiencia, sino adecuando toda su estructura a las nuevas exigencias que plantean los mercados locales e internacionales.
La falta de Recursos Humanos capacitados hace que recurran al asesoramiento externo con el objetivo de mejorar la sustentabilidad de su empresa. Será clave entonces que desde las veterinarias se considere el valor de proporcionar información que le permita tomar decisiones inteligentes.
Claro que los productores necesitan disponer de herramientas crediticias / seguros específicos que le permitan proyectar el mediano y largo plazo, pero también de asesoramiento profesional calificado para eficientizar sus esquemas.

Gráfico N° 2: Dueños de mascotas por género, alrededor de 22 países.

Adecuar la comunicación

¿Cuál es entonces el desafío para las veterinarias que ofrecen productos y servicios para la producción animal? Sin dudas, salir del esquema de “Honorarios + mostrador” para pasar a uno más sustentable, que contempla el trinomio: “Honorarios + Planes sanitarios + mostrador”. Esto permitirá un mayor grado de estabilidad y previsibilidad.
Cambios como el mencionado son estratégicos al tener en cuenta que no más del 20% de las problemáticas técnicas que los productores plantean en las veterinarias logran convertirse en visitas reales a los campos. De hecho, 6 de cada 10 veterinarios consultados por esta Revista 2+2 han manifestado que la relación entre consultas técnicas recibidas en el mostrador y la concreción de trabajos pagos en los establecimientos es de 1 en 10.
¿Y por qué esto es importante? Porque si consideramos por ejemplo la situación actual del rodeo bovino en argentina veremos que del total de las pérdidas ocurridas por los vientres que no se preñan; por lo que se preña, pero no nace, y por lo que nace, pero no se desteta, aproximadamente el 50% se deben a problemas sanitarios. Ni más, ni menos.
¿Lo saben sus clientes?
Si hablamos de los productos de mayor rotación en las veterinarias orientadas a este rubro, veremos que se destacan las vacunas, los kits de reproducción destinados a IATF, antiparasitarios, antibióticos y caravanas.
¿Se seguirán comercializando estos del mismo modo que hasta aquí? ¿Vale la pena proponer cambios? Uno bien concreto puede orientarse a dejar de comunicar solamente la característica de los productos y servicios que se ofrecen, para pasar a un segundo nivel, destacando en cada caso sus ventajas y beneficios para la producción en particular.
No podemos aquí perder de vista que, si bien los productores acceden a informaciones, datos, tendencias y números, el conocimiento es otra cosa y -en materia de sanidad animal- lo siguen teniendo los veterinarios.
La llegada de los Millenials y la consolidación de temas ligados al bienestar tanto de las personas, como de los animales, así como el medio ambiente y el uso prudente de antibióticos y antiparasitarios son cada vez más tenidos en cuenta (por convicción u obligación de los mercados) por estos “nuevos” clientes.
A su vez, manifiestan un avance en su vocación por incorporar tecnologías en sus campos. ¿Las ofrecen en sus veterinarias?
Temas como el diagnóstico de precisión; sensores, balanzas, collares para monitoreo, etc, no solo son interesantes desde lo comercial, sino también herramientas estratégicas para generar alertas que promuevan el uso de las tecnologías adecuadas, en el momento justo para solucionar inconvenientes de impacto sanitario y, lógicamente, económicos.
Muchos son los cambios que se vienen y diversos los desafíos. Un dato clave: la palabra, el buen servicio y la confianza, sin dudas, seguirán siendo valores imprescindibles en el vínculo entre las veterinarias y sus clientes.

Transformaciones en las familias

Capacitaciones en el campo.

Lejos quedó la figura del perro guardián que nos cuidaba desde el fondo de nuestra casa. De hecho, en la última década, el papel de las mascotas en la vida de las personas ha experimentado un cambio radical. No lo duden: los perros y los gatos son miembros de la familia, dejando atrás aquello de ser considerados “el amigo no humano”, para avanzar en una la relación cuasi parenteral.
Claro que esto no es casual y menos aún luego de la pandemia por COVID19. La urbanización y cada vez mayor concentración de la población mundial; la humanización de los perros y los gatos; el refuerzo del vínculo afectivo y emocional con las personas y su mayor longevidad, se suman a la cada vez mayor predisposición por parte de sus “tutores” a invertir en cuidados sanitarios, nutricionales y otros tantos más vinculados con el placer, como pueden ser la vestimenta, el ocio, los viajes y los accesorios.
No perdamos de vista que según reportes internacionales, casi el 60% de los consumidores en todo el mundo tienen una mascota (Ver Gráfico N° 2). De allí, el cada vez mayor interés de Bancos y Fondos de inversión por participar de esta industria, con distintas oportunidades.
¿Qué otras características juegan a la hora de definir este nuevo perfil y considerarlo en las acciones que se tomen desde la veterinaria?
En primer lugar, plantear que las personas hoy tienen la “percepción” de que las mascotas son cada vez más importantes en su vida diaria. Tanto perros, como gatos, son considerados menos dependientes que los niños y ello es clave para hombres y mujeres que priorizan la vida profesional o incluso viajes.
Esta es una tendencia que, por ejemplo, se ha hecho visible en Brasil, donde según el Instituto de Geografía y Estadística, las personas cada vez se casan menos entre sí, se divorcian más y decidir tener menos hijos. Incluso en Argentina ya hay más perros y gatos que chicos de entre 10 y 14 años (INDEC), situación que fomentará un avance también en este sentido.

Perrijos y gatijos

¿Cómo pueden las veterinarias asimilar estos contextos y amoldar sus servicios? En primer lugar, contemplando que hoy la mitad de los Millennials hispanos tienen un perro o un gato. Estos no solo son y serán los principales consumidores, sino que también están dando forma a los hábitos de la próxima generación.
Creen que “las mascotas merecen ser mimadas” y les gusta comprar en tiendas especializadas. ¿Ya llegaron a sus veterinarias? Es clave saberlo porque otro dato distintivo tiene que ver con que prefieren invertir dinero en “vivir experiencias” y no tanto comprar productos.
Además, y al cambiar la dinámica familiar e incluir un fuerte vínculo con las mascotas en sus distintos formatos, las veterinarias deben asegurarse mensajes concretos para abordar a grupos de personas que ya no tienen apuro en formar una familia tal como la conocimos.
Hablamos de un perfil donde los hombres también han modificado su rol “en la casa” y en el cual los usuarios han decidido tomarse tiempo para sí mismos.

Gráfico N° 3: Movimientos en los formatos de hogares entre 2019 y 2030

Tal como se ve en el Gráfico N° 3, a nivel mundial los hogares donde vivan una sola persona serán los de más rápido crecimiento, acompañados también por padres y madres solteras y parejas sin hijos. ¿Desaparecerán las familias tradicionales? Claro que no, pero su ritmo de crecimiento será menor en relación a estos otros formatos mencionados.
Hablamos de personas con ideas y filosofías propias opuestas a sus antecesores, están a favor de las causas sociales, el cuidado del medio ambiente, el respeto por los animales, la igualdad y a favor de una política participativa. ¿Encontrarán una respuesta en sus veterinarias?
No podemos por ello perder de vista a un segundo grupo de clientes que cada vez muestra más interacción con las veterinarias: los adultos mayores. Ellos encuentran en sus mascotas la posibilidad de “llenar un vacío”, alcanzando compañía y alegría. Esto se entrelaza con diversas encuestas y estudios que refuerzan este vínculo en favor del bienestar emocional de las personas. De hecho, en el Reino Unido, más del 90% de los propietarios de perros y gatos aseguran que tener una mascota los hace sentir felices y “mejora su calidad de vida”.
Vemos que este nuevo perfil de clientes llevará a las veterinarias a definir muy concretamente cuál es su público objetivo y qué tienen realmente para ofrecerles. Los clientes estarán cada vez más en el centro de la escena. Por ello, entender los valores y las emociones que mueven a las personas pasará a jugar un rol estratégico en cualquier plan de acción que se pretenda establecer a futuro.

Fuentes consultadas: Consultora GFK, Euro monitor Internacional, Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.

Sin dudas, el éxito de estas empresas demanda trabajo en su gestión. Profesionalizar la administración de la clínica incluye realizar presupuestos al detalle para identificar los problemas y solucionarlos a tiempo. Sí, claro que sirve.

Por José Luis Villaluenga
www.rentabilidadveterinaria.es

Cuando nos nombran la palabra “presupuesto” nos pueden venir a la mente diferentes cosas: el presupuesto de una reparación de un automóvil, de una refacción en la clínica, de una campaña de marketing, de un viaje de vacaciones… Pero también podemos pensar en el presupuesto de ingresos que queremos conseguir este año en la veterinaria, los presupuestos que debemos entregar al cliente antes de realizar servicios veterinarios complejos (cirugía, limpieza de boca, castración) o de los gastos estimados en determinadas partidas. En esta nota, nos vamos a centrar en el presupuesto de ingresos y analizaremos por qué hay que hacerlo y cómo.

¿Qué es y cómo hacer un presupuesto en una veterinaria?

Presupuestar es adivinar o predecir con antelación los números que se van a conseguir de determinadas variables.
Es pronosticar e intentar acertar en las previsiones que se hacen. Generalmente, son datos numéricos y están circunscritos a un periodo determinado de tiempo.
Para hacerlos, se toman los números históricos de los últimos 3-5 años de las variables que queramos presupuestar y se ajustan las cifras en función del entorno PESTEL (político, económico, social, tecnológico, ecológico y legal), el entorno competitivo (clientes, competencia y proveedores) y nuestras fortalezas y debilidades.
En el caso de que no exista un histórico, que no tengamos acceso a los datos anteriores o que iniciemos la actividad por primera vez, presupuestar será más difícil y habrá que intentar averiguar cómo les fue a empresas competidoras en sus inicios, a otros sectores industriales parecidos o contratar a un consultor especializado en el área de gestión. En este caso, posiblemente haya una mayor dificultad a la hora de presupuestar.

Presupuesto de ingresos

Todas las clínicas veterinarias deberían planificar el presupuesto de ingresos anual dos o tres meses antes de acabar el año anterior. Es decir, el presupuesto de ingresos de tu veterinaria para el año 2021, lo deberías hacer en octubre-noviembre de este año.
Veamos, a través de un ejemplo real, cómo se calculó el presupuesto de ingresos totales de una veterinaria española para el año 2020. Utilizando una planilla de Excel, hemos identificado los ingresos totales y los ingresos por servicios (clínica), productos (tienda) y peluquería de los últimos siete años, aunque con cinco años podría ser suficiente (Ver Figura N° 1).

FIGURA N° 1: INGRESOS ANUALES SIN IVA EN EUROS POR ÁREAS DE NEGOCIO
2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019
Clínica 110,343 107,979 107,769 110,279 110,216 110,081 118,059
Tienda 38,031 32,678 32,024 30,886 31,992 28,17 28,43
Peluquería 6,467 6,338 6,651 7,268 5,71 6,012 6,492
Total 154,841 146,995 146,444 148,433 147,918 144,263 152,981
% +/- Año anterior -5,00% 0,30% 0,60% -0,50% -2,00% 6%

Al analizar el histórico de ingresos y su comportamiento, vemos que la clínica, después de 5 años de unas ventas cercanas a los 150.000 euros (por ejemplo), creció un 6% en el 2019 e invirtió la tendencia de los años anteriores.

¿Qué presupuesto estimaremos para el año 2020?

Con estos números en la mano, analizaremos el entorno PESTEL y el entorno competitivo del sector. Valoraremos el crecimiento estimado del sector (siempre habrá alguna fuente que lo pronostique), valoraremos las fortalezas y debilidades y cómo actuar sobre estas últimas, y definiremos el plan comercial de la veterinaria para el siguiente año.
En este caso real (evidentemente sin contar el papel del COVID19 porque en ese momento no sabíamos nada de él) el entorno era positivo. Nos propusimos implementar herramientas de fidelización de clientes y un mayor control de los recordatorios de la medicina preventiva, además de contratar a media jornada a un nuevo auxiliar. Por otro lado, planificamos ofrecer bonificaciones con puntos por la venta de alimentación y accesorios, y poner en marcha un nuevo servicio de autolavado de mascotas dentro de la peluquería, en las horas que no se brinda este servicio.
Entonces, en el presupuesto de ingresos por áreas de negocio y global se estimó un crecimiento anual del 9%, como se ve en la Figura N° 2.

FIGURA N° 2: PRESUPUESTO ESTIMADO 2020
Ingresos € Año anterior +/-
Clínica 129,865 10%
Tienda 29,881 5%
Peluquería 6.817 5%
Total 166,533 9%

Control y seguimiento

Nos queda un aspecto importante para analizar: cómo controlamos y hacemos seguimiento del presupuesto anual para saber si se está cumpliendo y, en caso de no ser así, tomar las acciones necesarias para corregirlo.
Pues la única opción es mensualizar el presupuesto anual global (total) y hacer un control y seguimiento mensual y acumulado, según se vayan sumando los meses sucesivos.
¿Y cómo hacemos esto?
Si dividimos 166.533 unidades monetarias por 12 meses nos quedan 13.877,75 unidades monetarias mensuales.
¿Es esto correcto? No, porque hay estacionalidad en determinados meses y por lo tanto trimestres. ¿Qué se debería hacer?
Tomar los últimos 3-5 años y sus ventas mes a mes, y calcular la media aritmética de cada uno de los meses. Todos ellos sumarán el 100%. Para mensualizar ese presupuesto de 166.533 unidades monetarias deberemos multiplicar esa cantidad por el porcentaje resultante de cada uno de los meses. Aquí hemos repartido en los 12 meses del año un presupuesto anual de 484.214 euros para el 2020, multiplicando esta cantidad por la media aritmética de cada uno de los meses, haciendo el histórico de los últimos cinco años (2015 a 2019). Veremos que en cada mes hay una cantidad diferente.
Esta es la mejor forma de controlar mes a mes la evolución de los ingresos globales y analizar desvíos potenciales para poder tomar decisiones.
Podríamos incluso “rizar más el rizo” y disponer de un presupuesto de ingresos globales diario. ¿Cómo hacerlo? Tomando cada mes el presupuesto monetario global asignado y dividirlo por el número de días de trabajo, descontando domingos y feriados.
En la Figura N° 3 podemos ver un ejemplo real de una clínica veterinaria.


En el mes de marzo de 2020, con un presupuesto mensual de 45.572 euros y 26,5 días de trabajo (esta clínica abre los sábados y domingos por la mañana por lo que el fin de semana lo contamos como un día completo), se obtuvo un presupuesto de 1.720 euros por día.
Al sumar día a día se ve cómo va el acumulado mensual a esa fecha.

Es posible

Parece trabajoso, pero vale la pena hacer estos presupuestos anuales, mes a mes y día a día. Cuanto más al detalle bajemos y controlemos, más fácil será tomar decisiones si no se alcanzan los objetivos porque nos permitirá analizar detalladamente en qué día o mes está el problema y valorar las causas.
Igualmente, si utilizamos los ingresos mensuales para incentivar al personal de la clínica, es importante que las personas sepan día a día si están cerca o lejos de los objetivos, para poder tomar acciones correctoras y al final alcanzarlos.
Una veterinaria es una empresa y cómo tal hay que contemplarla.
Para trabajar de forma profesional, es necesario realizar este y otros presupuestos. Si no, te quedarás desfasado y no podrás seguir coescribiendo el libro de futuro del rubro de animales de compañía.

Entrevistamos a Mariano Tischler, director ejecutivo del Latam Business Veterinary, con quien analizamos la actualidad del management profesional en la región y las posibles secuelas que dejará la pandemia.

Guadalupe Varelli
guadalupe@motivar.com.ar

El Latam Business Veterinary es el congreso regional para dueños y administradores de empresas veterinarias. Tiene su origen en Chile y el éxito de los encuentros en formato presencial llevó a sus organizadores a expandirse hacia Colombia y Panamá. Hoy, la pandemia causada por COVID19 lleva el evento al campo de la virtualidad.
Para conocer los detalles de esta nueva propuesta, Revista 2+2 conversó con Mariano Tischler, médico veterinario, emprendedor y director ejecutivo del congreso. Tischler es uno de sus organizadores junto a Marcelo Zysman, director científico; Carolina Jiménez, directora logística, y Malú Carvajal, Product Manager.

Revista 2+2: ¿Cuál es el origen del Latam Business Veterinary?

Mariano Tischler: Organizamos congresos veterinarios de management y business presenciales desde 2015 en Chile, donde nos reunimos una vez al año en un hotel cinco estrellas durante tres días y dos noches. Es un momento de encuentro entre los dueños y administradores de clínicas veterinarias junto con los gerentes de laboratorios y distribuidoras para conversar y hacer buenos negocios.
La propuesta es combinar los negocios con el esparcimiento para promover la mayor instancia posible de networking. Este modelo fue muy exitoso, por lo que lo replicamos en Cartagena, Colombia, y en Panamá.

¿Cómo hacer un congreso de este tipo en medio de una pandemia?

Decidimos adaptarnos a la nueva normalidad. A razón de eso fusionamos los congresos de Chile, Colombia y Panamá y organizamos el Latam Business Veterinary, que es el gran congreso latinoamericano de management, pero en su versión virtual. Para este evento contamos con conferencistas de talla mundial, tanto de América Latina como de España. El programa está muy bien enfocado y los disertantes nos dan seguridad y garantía de éxito.

¿Qué características tiene el formato virtual?

A diferencia de otros congresos virtuales, vamos a transmitir en vivo y en directo durante cinco días, del 21 al 25 de septiembre.
El objetivo es hacer un congreso en el que los asistentes puedan interactuar tanto con los moderadores como con los conferencistas.
También es clave destacar que las conferencias serán cortas, de no más de 30 minutos, de tal forma que lo que más se enriquezca sean los debates. Por cada charla tendremos entre 25 y 30 minutos de preguntas, diálogo y conversación.
Por otro lado, el abanico de conferencista que tenemos en una sola instancia no es posible en un congreso presencial.

¿Volverán al formato presencial?

Cuando se pueda, sí. Creo que vamos a volver y lo más probable es que mantengamos los dos formatos. Uno es bien masivo, el virtual, que creo que llegó para quedarse, pero el presencial tiene otro enfoque. Los médicos veterinarios que tenemos clínica trabajamos mucho, y lo que nos permite el congreso presencial es liberar un poco del estrés, conocer otra realidad, despejar la mente, conversar incluso de otros temas.
Eso es algo que no se puede perder.

¿Cuál es tu visión sobre la gestión y el marketing veterinario en la región?

Dentro del contexto latinoamericano, Chile está mejor posicionado, es un tema del que empezamos a hablar desde el 2010/11 en congresos y diplomaturas. Hace dos o tres años también en México, Colombia y Argentina está empezando a crecer y te diría que va a tomar mayor fuerza todos los años porque es algo que lamentablemente no se puede dejar de tocar.
Hay que tener en cuenta que el veterinario, una vez que se decide a instalar su propionegocio, ya sea una clínica, un hospital o un petshop, deja de ser solo un veterinario y se convierte también en un emprendedor, un empresario de la industria veterinaria. Y como tal tiene que pensar y capacitarse en cuestiones de management y todo lo que tiene que ver con el manejo no médico de una veterinaria.

¿Cómo reaccionaron los veterinarios de la región ante la pandemia?

Una de las fortalezas que tuvimos en América Latina en general es que supimos lo que había pasado en Europa y en Asia meses antes de que pasara acá, por lo que la inmensa mayoría de los países se prepararon para lo que venía. La información estaba sobre la mesa, y creo que muchas de las veterinarias, por lo menos en Chile, y estoy seguro de que en otros países también, han reaccionado bastante bien para enfrentar esta crisis.
En el caso de Chile, el gobierno dio muchas facilidades para hacer reducción de personal y términos de contrato manteniendo el vínculo. Se ofrecieron créditos accesibles sin interés para las clínicas veterinarias y se dio apoyo para pagar una parte del sueldo a los trabajadores. Además, como veterinarias, por ser un servicio esencial, hemos tenido la suerte de seguir trabajando aún en cuarentena. Eso ha contribuido a que nuestro sector no se haya visto tan perjudicado.

Dialogamos con el veterinario especialista en gestión Nacho Mérida Isla, quien compartió su visión sobre los cambios en el mercado y los desafíos para evolucionar en la atención de los animales de compañía.

Luciano Aba
@aba_luciano
luciano@motivar.com.ar

Nacho Mérida Isla es médico veterinario especializado en animales de compañía, consultor de clínicas veterinarias, escritor y conferencista. Su foco actual: la gestión de veterinarias, los números y las tendencias de la actividad.
Autor del Manual Práctico para la Gestión de Centros Veterinarios y gestor de La Taverna del tío Hilario, con sus #decañasconlagestión a través de su canal de YouTube (Nacho Mérida Isla), el referente se sumó a una entrevista realizada vía Zoom desde Santander, España, en la cual dialogó con esta Revista 2+2.
Compartió su visión sobre los cambios en el mercado y los desafíos que enfrentan las clínicas veterinarias dedicadas a los animales de compañía.
Según el especialista, la gestión de estas empresas tiene un lugar cada vez más relevante en un mercado altamente competitivo y se presenta como la herramienta más eficaz para adaptarse a las transformaciones en curso.
El video completo con la entrevista realizada ya se encuentra disponible aquí y las redes sociales de la Revista 2+2. Quienes deseen acceder al mismo por otra vía, pueden escribirnos a info@dosmasdos.com.ar.
Interesante será repasar el diálogo con Nacho Mérida Isla, también para conocer su acercamiento al tema que nos ocupará en las próximas líneas.
“Cuando estaba buscando qué especialidad seguir en el rubro veterinario me di cuenta de que nadie se enfocaba específicamente en la gestión, y pensé que era importante ser capaz de hacerlo desde el punto de vista de los números y también de los recursos humanos”, recordó el profesional que desde aquel entonces ha planteado múltiples proyectos a partir de www.assisvba.es.
Estuvo presente en el reciente Congreso Veterinarios de León (virtual) y se encuentra también promocionando un Taller a la distancia, el próximo 25 de septiembre, con los interesados que se registren desde los países de América Latina vía a exito@assisvba.es.

Revista 2+2: ¿Por qué considerás que, en el mundo, se toma como referencia los modelos de gestión de las clínicas veterinarias españolas?

Nacho Mérida: La veterinaria es la misma en todo el mundo, pero los mercados están en distintas edades; y cuanto más maduro es un mercado, más necesaria es la gestión. Eso es lo que diferencia la gestión de las clínicas veterinarias de España de las de Argentina y América Latina, en general. Es una cuestión de tiempo. España comenzó antes y ha llegado antes. Y en realidad es un grupo aún pequeño el que se dedica eficientemente a estos temas sobre una base de 6.000 clínicas, aproximadamente, en todo nuestro país.

¿En qué momento se dieron cuenta de que la base está en tener números, en poner en marcha un sistema de gestión?

Todavía están en ello. Pero el primer golpe fuerte fue en la crisis anterior, en 2007/2008, que a la veterinaria llegó un par de años más tarde. Ese fue el puntapié; pero ahora se está acentuando porque ha venido capital externo buscando adquirir clínicas y esto ha hecho que mucha gente quiera dar un paso más; ya sea para vender mejor o para intentar competir con estos nuevos jugadores.

En ese contexto, ¿es un buen negocio tener una veterinaria?

Si no lo fuera, no vendría gente de afuera a comprarlas. Es una buena forma de vida, lo difícil es dar el paso para que sea un buen negocio. La mayoría de las clínicas en España son formas de autoempleo. El salto lo das cuando te das cuenta que tenés la responsabilidad de pagar sueldos y pocos conocimientos de gestión. Hay dos opciones: trabajar duro y confiar en que los clientes sigan entrando, o invertir en soluciones diferentes. Las dos opciones son igual de respetables; es decisión de cada uno.

¿Cuáles son las variables que deben tener en cuenta quienes quieran dar ese salto?

Lo primero, y más difícil, es saber qué quiere uno para su clínica veterinaria. En realidad, son tres opciones: ganar más dinero, tener más tiempo libre, tener prestigio profesional. Si bien no son del todo incompatibles, hay que elegir una que sea la que realmente te motive y te de una dirección.

Luego del impacto de la actual pandemia por COVID19 ¿ves más interés de los veterinarios por la buena gestión de sus empresas?

Las crisis son catalíticas, aceleran los procesos de cambio. Todo lo que está ocurriendo ya estaba pasando. Está en la naturaleza humana, es mucho más sencillo negar el cambio que abrazarlo y aceptar que eso es lo que nos toca. Entiendo al veterinario que quiere volver a “como estaba antes” pero eso no va a ocurrir. Tenemos que salir de la zona de confort y afrontar la situación actual, no podemos cambiar la realidad, pero sí nuestra forma de pensar el futuro de nuestro negocio. En las veterinarias, les pedimos a nuestros clientes que inviertan un poco más de dinero en hacer pruebas para estar más seguros del diagnóstico, pero a nuestro negocio lo llevamos guiados por sentimientos.
¿No nos iría mejor si miráramos los números también?

¿Cuáles son los indicadores que hacen que una veterinaria sea más o menos sustentable?

La veterinaria es la misma en todo el mundo, pero los mercados están en distintas edades; y cuanto más maduro es un mercado, más necesaria es la gestión.

Si tienes una empresa de servicios, como es la clínica veterinaria, al menos el 70% de tus ingresos tienen que venir por servicios.
Si no, tienes un negocio diferente en la cual se dan servicios veterinarios. Es clave conocer el foco del negocio de cada uno. Esto es importante porque los servicios dejan más margen y tienen menos competencia de fuera del sector. Pero lo más relevante es que los números te están diciendo que no estás facturando bien tus servicios. Entonces hace falta diagnosticar. Hay distintos modelos de clínicas. En España se habla de 70% de ingresos por servicios y 30% por tienda. En el Reino Unido hay modelos de clínicas 80/20 o 90/10 dependiendo del caso. Por tanto, el primer ejercicio que puedes hacer en tu clínica es identificar por donde está entrando el dinero y, una vez que lo sepas, vas a poder decidir qué áreas quieres potenciar.

¿Cómo nos podés explicar el concepto de rentabilidad y por qué es mayor en la parte de servicios que en la de productos?

Si yo aplico una vacuna después de hacer un chequeo, el único costo variable que tengo es el coste de la vacuna que pueden ser US$ 2 o 3 y lo puedo vender a US$ 25. Son US$ 23 de beneficio, una rentabilidad alta. En cambio, los productos tienen márgenes más pequeños.
Por eso es importante sentarse 15 minutos y hacer cuatro números para darse cuenta de que si potenciamos el área de servicios vamos a ganar más dinero, logrando a la vez una mayor rentabilidad. Los servicios profesionales alcanzan mucho más rápido el punto de equilibrio que los productos.

¿Cómo se evoluciona en búsqueda de lograr esa relación entre facturación de productos y de servicios?

Cobrando todo y cobrándolo bien; teniendo un catálogo de precios que te permita cobrar justamente, ni más ni menos, y que tú estés a gusto con él. Cuando hayas hecho eso, entonces miramos las estrategias, pero lo primero es cobrarlo todo y cobrarlo bien. El siguiente paso es querer; decidir ganar más dinero ahora para poder jubilarte unos años antes. Todo lo que ganes hoy de más son años que vas a ganar de vida al final de tu carrera profesional.

Además, el burnout profesional está relacionado con la incapacidad de realizarse económicamente al tiempo que se trabaja mucho…

En las veterinarias, les pedimos a nuestros clientes que inviertan un poco más de dinero en hacer pruebas para estar más seguros del diagnóstico, pero a nuestro negocio lo llevamos guiados por sentimientos. ¿No nos iría mejor si miráramos los números también?

Es así. Las necesidades personales varían a lo largo de la vida. Cuando ya llegas a los 40 años y ves que te quedan muchos más por delante al frente de clientes. La única opción es llegar a jubilarnos antes y alcanzar este objetivo no tiene que ver con trabajar más, sino con trabajar mejor. La gestión te compra tiempo. Es importante que los profesionales veterinarios nos demos cuenta de que ganar más dinero tiene que ver con dejar de trabajar antes.

¿Cómo ves el futuro, la gente irá más a la veterinaria?

El problema es la competencia, que no es otra clínica sino Netflix, los tragos, el cine. Los dueños de las mascotas tienen un salario con el que primero cubren lo imprescindible y, a partir de ahí, les queda un remanente que va para imprevistos, el veterinario, el ocio. Una cosa se ha demostrado en esta pandemia, en los dos meses que los bares han estado cerrados, y es que los veterinarios han hecho récord de facturación porque las personas no pueden ir a ningún otro sitio y se han pasado 24 horas viendo al perro. Tenemos que aprender de esto, tenemos que aprender que los clientes se van a gastar la plata en los centros si lo encuentran más atractivo que Netflix y los bares.

En esta región se empiezan a ver grupos de compra que se acercan al sector, ¿qué modelo de veterinaria despierta mayor interés?

Hay una palabra que a mí me gusta en inglés pero que odio cuando se traduce al español, “specialization”. La traducción literal, especialización, se confunde en el rubro veterinario con un significado diferente. Cuando hablamos de la especialización de una clínica no nos referimos a un tema médico, sino a la especialización en la oferta de los servicios. Eso significa que habrá clínicas que se dedicarán a la primera opinión, vacunar y enfermedades leves; otras que serán centros muy especializados, y otras que estarán en el medio: cubrirán aquellos clientes que no quieran ir a un centro de primera opinión barato pero que tampoco quieran ir a un centro demasiado caro. Cada una servirá a un cliente diferente.

Esa es la especialización a la que se dirigen todos los mercados, cada uno a su ritmo, pero eso es lo que va a ocurrir y cada centro tiene que decidir dónde se va a colocar. Si no es así, puede ocurrir lo que sucedió en el Reino Unido donde los grandes grupos han absorbido las consultas de primera opinión y, una vez que tuvieron suficientes clientes, han montado hospitales especializados.  Ese es el modelo que quiero evitar y el motivo por el que estoy en gestión. Creo que las veterinarias se merecen ser diferentes, de calidad; pero tienen que saber muy bien de dónde vienen su dinero, quiénes son sus clientes y cómo los van a ayudar.

El nuevo perfil de los clientes de las veterinarias busca vivir experiencias en lugar de comprar cosas. Considerarlo, es clave para la sustentabilidad.

¿La cercanía y la confianza siguen siendo dos variables estratégicas?

Sí, para ciertos servicios sí. Pero eso no significa que el veterinario que está en el barrio tenga que cubrir todas las necesidades. Las puede ofrecer en su mismo centro a través de otros especialistas con los que genere sinergia y que le aporten el valor añadido al centro. En ese caso, será un profesional veterinario de primera consulta y un gestor de las otras especialidades. El problema vendrá si esos acuerdos se hacen sobre la marcha y con personas que se eligen por cuánto cobran o qué comisión dejan.

¿Qué cosas empiezan a calar profundo en estos últimos meses vinculadas a la gestión de las veterinarias?

Veo que empieza a haber ya una sensación de que las soluciones están en las propias clínicas, pero ya no en la mera consulta, sino principalmente en las oficinas de los veterinarios. Desde la consulta se pueden hacer muchas cosas, pero es probable que se crezca más rápido y mejor si nos detenemos en el despacho antes de ir a la camilla.

Nacho Mérida en 5 frases

Resumimos a continuación en solo 5 frases, muchos de los conceptos que esta Revista 2+2 pudo repasar con el consultor español en gestión de clínicas veterinarias, Nacho Mérida Isla.

  1. «La mayoría de las clínicas en España son formas de autoempleo. El salto lo das cuando te das cuenta que tenés la responsabilidad de pagar sueldos y pocos conocimientos de gestión».
  2. «Con nuestras veterinarias tenemos tres opciones: ganar más dinero, tener más tiempo libre, tener prestigio profesional. Si bien no son incompatibles, hay que elegir una que nos motive y muestre el camino para avanzar».
  3. «Si tenés una empresa de servicios, como es la clínica veterinaria, al menos el 70% de tus ingresos tienen que venir por este rubro. Los servicios profesionales alcanzan mucho más rápido el punto de equilibrio que los productos».
  4. «Decidir ganar más dinero ahora para poder jubilarte unos años antes. Todo lo que ganes hoy de más son años que vas a ganar de vida al final de su carrera profesional. La gestión te compra tiempo. Es importante que los veterinarios nos demos cuenta de que ganar más dinero tiene que ver con dejar de trabajar antes».
  5. «Desde la consulta se pueden hacer muchas cosas, pero es probable que se crezca más rápido y mejor si nos detenemos en el despacho antes de ir a la camilla».

La conexión entre cliente y empresa va más allá de estrategias de venta, es necesario contenido que emocione e impacte para generar valor.

Daniela Salinas Jiménez*
dnisalinasjimenez@gmail.com

El Storytelling busca encontrar puntos en común para conectar personas y organizaciones. Las personas se ven reflejadas en los sucesos de cada historia y esa es la razón por la cual se conectan con cualquier organización.
¿Qué pasaría si le cuentas una historia a tu público y le vendes tus productos sin que ellos sientan que estás vendiendo? ¿Funcionaría? Capturar la audiencia va más allá de ofrecerle nuevos servicios y productos que satisfagan sus necesidades: es necesario compartirles una experiencia real de lo que son como Centro Veterinario, no de lo que están ofreciendo.
Según Simon Sinek, las personas no compran qué estás vendiendo, compran por qué lo estás haciendo. “El cerebro humano está dividido en tres componentes principales: la neocorteza o neocórtex responsable de los pensamientos analíticos y del lenguaje y las dos secciones del medio forman nuestro cerebro límbico, responsable de los sentimientos, comportamientos humanos y no del lenguaje”.
Si la comunicación se transmite desde el qué, datos, hechos, problemáticas, estás comunicando a la parte racional del cerebro. Sin embargo, los comportamientos de compras se basan en experiencias desde la emoción.
Las historias son necesarias para una empresa porque cuentan la razón por la que hacen lo que hacen y les brindan a los clientes una experiencia real de compra con la cual se identifican, entenderán por qué es importante adquirir el servicio que estás ofreciendo y no qué beneficios tiene que son iguales a otros del mercado.
Además, la vida de cada ser humano es una historia. Está hechas de recuerdos y sucesos que a diario emocionan, finalmente, le estás ofreciendo una solución a una persona para su mascota no directamente a su mascota. Entonces por qué no contarle una historia sobre cuál es tu propósito, por qué lo haces, qué quieres lograr y mientras narras, le dices por qué la experiencia en tu Centro de Servicios Veterinarios es diferente.
Las personas deben sentir una emoción cuando visitan tu veterinaria, más allá de tranquilidad en que vas a curar a su mascota o darle una respuesta a la causa de su malestar. Es necesario que sientan empatía a través de la comunicación en tus redes sociales, página web y veterinaria física. Cada historia humaniza la veterinaria, conecta emocionalmente a los clientes y genera fidelidad por parte de ellos. “Las personas olvidarán lo que dijiste, olvidarán lo que hiciste, pero nunca olvidarán cómo las hiciste sentir”, Maya Angelou, poeta, actriz y activista por los derechos civiles en Estados Unidos.

¿Qué tipo de historia contar?

Definir el objetivo a lograr con cada historia que le narres es el primer paso antes de crearla. Lo segundo, es definir cuál va a ser tu historia utilizando los siguientes elementos:

  1. Llamada a la acción: Cada historia debe generar una acción concreta, por ejemplo, leer el blog, comprar un producto, visitar tu veterinaria. Esto lo logras creando un personaje que se conecte con la identidad corporativa de tu veterinaria. Las acciones que el personaje vaya resolviendo en la historia deben estar conectadas al objetivo que quieres alcanzar.
  2. ¿Quién eres?: Narra tus debilidades, oportunidades y fortalezas. Los consumidores se atraen fácilmente por marcas humanas transparentes en su comunicación.
  3. Valores: A través de la historia narra tus valores corporativos, emociona con situaciones de la vida real, de hechos cotidianos de veterinarias, para lograr que los lectores o espectadores se identifiquen con los hechos que les presentas.
  4. Educa: Entrega información de valor que le permita a tus clientes aprender.
  5. Elige el canal: Esto dependerá del formato que más alineado esté con el objetivo que busques cumplir. Si artículos, contenidos cortos para redes sociales, vídeos, podcast, juegos o incluso infografías.

Enamora con historias

Imagina que estás escuchando tu canción favorita, te emocionas y la cantas cada vez que la escuchas. Pero ¿por qué te gusta? Probablemente la letra te genera un recuerdo de un momento de la vida o de una persona. La letra de tu canción favorita le está comunicando a tus emociones, es decir, al cerebro límbico, mencionado previamente, logrando que generes una conexión más allá de si te gusta el grupo musical; la canción no solo logró que te conectaras con la banda, sino que pagaras para ir a los conciertos porque te identificaste con la letra.
El neuromarketing es la respuesta del Storytelling en el cerebro humano, es la forma como las veterinarias pueden comunicar su ventaja competitiva, narrar el mensaje que quieren que a sus clientes les llegue y emocionarlos sin que sientan que le estás vendiendo.
Entre más publicidad compartes en cualquiera de tus canales de comunicación, menos atractiva será la veterinaria para las personas porque las decisiones de compra son procesos emocionales. Es importante crear un personaje que humanice la historia y con el que el público objetivo se sienta identificado, ofréceles primero la razón por la que eres veterinario, la razón que hace que trabajes cada jornada, tus creencias como veterinario y no qué servicios o productos tienes.

Conecta las sensaciones

Conquistar el corazón de tus clientes antes que la razón se logra a través de historias. Por ello, las historias como Centros de Servicios Veterinarios deben reflejar a dónde quiere llegar tu veterinaria, cómo lo están haciendo, cuál es el propósito de valor que entregan a los clientes cada día y deben creer lo que están comunicando. David JP Philips, experto en neurología, psicología y biología expresa cómo lograrlo conectando estas tres hormonas del cerebro:

  • Dopamina: las emociones que sientes por acciones inesperadas cuando eres parte de una historia están controladas por la dopamina, un neurotransmisor del cerebro encargado de darte motivación, concentración y que recuerdes hechos importantes.
  • Oxitocina: es la hormona responsable de que ames, seas fiel y compasivo. Los efectos de la oxitocina te hacen sentir más generoso, bondadoso y confiable. A través de las historias puedes lograr que tus clientes sientan que tienes o trabajas en una veterinaria que es empática, los entiende y les dará la solución que necesitan a las necesidades que creaste durante tu historia.
  • Endorfina: son sustancias químicas naturales producidas por el cerebro y responsables de la felicidad, de que te sientas tranquilo, más creativo, aumentando tu estado de bienestar y liberando el dolor emocional.

¿Cómo impactar con historias?

El uso de las historias para generar contenido de valor en las veterinarias narra la misión, visión y evidencia los valores corporativos. Cada historia debe ser narrada por fragmentos con el fin de despertar “curiosidad” en el público que la lee.
El impacto real del Storytelling se refleja en el efecto que causan las historias para inspirar destacando el propósito de valor de una veterinaria, logrando posicionamiento y fidelidad por parte de sus clientes. Las historias tienen el poder de solidificar conceptos abstractos.
Si una veterinaria logra conectarse con su público de manera auténtica los impulsará a la acción. Además, crear una narrativa pensando la veterinaria como si fuera una persona que tiene una personalidad, una comunicación, unos hábitos y habilidades diferentes humanizará la veterinaria e inspirará con cada relato que narre.
Las historias deben transmitir experiencias memorables en cualquier canal que se publique. A su vez, el Storytelling permite educar a los clientes sobre el conocimiento veterinario, despertando curiosidad y confianza hacia el Centro de Servicios Veterinarios. Esto logra, además de entretener a quien lee o visualiza el contenido, tener conocimiento sobre información relevante en cuanto a sus mascotas.

Claves para contar una historia

Estos son seis principios para narrar una historia según Chip Heath y Dan Heath, expertos en Storytelling.

  1. Simple: ¿cuál idea vas a comunicar? ¿cuál es el objetivo que buscas alcanzar?
  2. Inesperado: capturar la atención de las personas es necesario abrir “brechas” e irlas respondiendo durante la historia.
  3. Concreto: el cerebro está diseñado para recordar hechos concretos, explica tu problemática, necesidad u oportunidad en acciones humanas, es decir, da información sensorial.
  4. Creíble: ¿cómo logras que la idea sea creíble? Aporta contexto a la historia.
  5. Emotivo: ¿cómo logras que a la gente le importe? A las personas las emocione acciones que la impactan y no acciones abstractas.
  6. Sucesión de hechos: simula problemas y soluciónalos.

Del Storytelling al Storydoing

El Storydoing es una técnica de marketing que consiste en llevar un paso más allá la historia en acciones reales, es decir, pasar del dicho al hecho. Los protagonistas de la narrativa son los clientes quienes viven la experiencia dentro de la veterinaria, en este caso, tal cual como sucede. Además, las historias que involucran a gente real son fáciles de comunicar porque logra conexión con quien la visualiza. Al pasar de la historia a la acción, se crea mayor credibilidad de la idea que se quiere transmitir. Entre sus características principales están:

  • Las historias son experiencias reales de los clientes en un Centro de Servicios Veterinarios.
  • ¿Qué gustos o necesidades tiene la veterinaria en común con sus clientes?
  • La interacción que tienen los clientes dentro de su participación en la historia.
  • Comunicar cada experiencia con autenticidad y transparencia.

*Comunicadora Social-Periodista (Universidad Pontificia Bolivariana). Se desempeña con enfoque hacia las áreas de mercadeo, periodismo y audiovisual (fotografía, edición de vídeos y audios).

Percibir que vendemos una propuesta sin diferenciación nos lleva a renunciar a oportunidades para mejorar la rentabilidad. ¿Cómo “descommoditizarnos” y tomar el control de los precios?

Por Ariel Baños
www.fijaciondeprecios.com

Cuando mi propuesta es un commodity, es decir, que carece de diferenciación respecto de otras que se ofrecen en el mercado, la única alternativa es alinearme con los precios cobrados por los competidores. No hay soluciones mágicas.
Sin embargo, y por fortuna, en el 99% de los casos la situación no es tan dramática como inicialmente se percibe.
El concepto de commodity está muy arraigado en la mentalidad de quien vende, o inclusive en los mismos directivos de la empresa… pero no así en el bolsillo del cliente.
Con frecuencia el comprador valora y paga por aspectos que van más allá del producto físico o del servicio básico que ofrece la empresa, que de hecho puede ser equivalente a otros disponibles en el mercado. Esto representa una enorme oportunidad para destacarse del resto de los competidores, y así sacar al precio del primer plano en el análisis del cliente.
Veamos un ejemplo para ilustrar esta situación. Tenía que cambiar la batería de mi auto. Luego de un buen tiempo parado debido a las restricciones de circulación por la pandemia, la batería se había descargado completamente y ya tenía un buen tiempo de uso.
Tenía en claro qué tipo de batería quería comprar, ya que deseaba mantenerme con la misma marca que me había dado un buen resultado en el pasado.
Luego de algunas consultas on-line recibí dos cotizaciones de comercios que me ofrecían la misma marca y modelo de la batería que estaba buscando. La situación no podía ser más sencilla y transparente para tomar la decisión de compra: simplemente comparar precios y elegir la opción más barata. Ambos proveedores vendían lo mismo, ¿o en realidad no era así?
Bueno, sucedió que al leer en forma detallada las propuestas, en uno de los casos, quién me ofrecía el precio inferior, requería que llevara mi vehículo a su taller para realizar el recambio de la batería. Este no era un dato menor, ya que mi auto en esos momentos estaba parado, con la batería sin funcionar. Entonces implicaba llamar a un auxilio mecánico para remolcar el vehículo o para que al menos me hicieran una recarga de batería de emergencia (ambos servicios suponían tiempos y costos adicionales).
En el segundo caso, de precio superior, se incluía el servicio de recambio a domicilio, lo cual me solucionaba un gran problema al tener el auto inmovilizado.
Como imaginarán, este último dato “descommoditizó” inmediatamente la segunda propuesta. Este vendedor ofrecía un valor agregado que para mí resultaba crítico, y de esa forma pagué gustosamente el precio cotizado, que no era justamente el más barato.
Entonces, si vencemos la barrera mental de la commoditización, identificando y comunicando aquellos valores agregados que van más allá de nuestra propuesta básica, y que resultan importantes para nuestros clientes, tendremos la oportunidad de llevar nuestra rentabilidad a otro nivel.
Así, nuestra estrategia de precios nos podrá ayudar a capturar el valor que generamos para nuestros clientes, y que muchas veces no logramos ver.
Aspectos complementarios al producto físico o al servicio básico pueden transformarse en valiosos diferenciales que ayuden a descommoditizar nuestra propuesta, y así defender los precios cobrados.
Aquí siguen ejemplos de atributos para ayudar a descommoditizar su propuesta (¡y hay más!) y sumar diferenciales:

  • El plazo y la condición de entrega.
  • La cercanía.
  • Los horarios y la rapidez de atención.
  • La facilidad de acceso (estacionamiento propio, etc).
  • El plazo de financiamiento y la aceptación de diferentes medios de pago.
  • La experiencia y trayectoria del vendedor de la empresa.
  • El packaging.
  • La capacitación y asesoramiento que se brinda al cliente.
  • El servicio de atención al cliente.
  • Los servicios específicos de instalación y mantenimiento.
  • El servicio de asistencia técnica.
  • El cumplimiento de normas de higiene y seguridad (post-COVID19).

¿Qué diferenciales puede identificar o incorporar en su propuesta para huir de la trampa de la commoditización?

Presentamos algunas claves para armar un Currículum Vitae que logre su objetivo: concretar una entrevista laboral. Todos los consejos, a cargo de un especialista en Research.

Guadalupe Varelli
guadalupe@motivar.com.ar

Buscar trabajo es una tarea de tiempo completo. Implica, en primer lugar, estar atento a las búsquedas que difunden las agencias, las páginas web especializadas, los grupos de chat, las redes sociales y LinkedIn. El segundo paso es saber leer esas búsquedas e identificar cuáles son interesantes, provienen de fuentes confiables y son una oportunidad real de acuerdo con el perfil de cada uno.
El tercer momento, que es el que nos ocupa en esta nota para Revista 2+2 es postularse, destacarse entre la multitud y conseguir una entrevista personal.
La postulación a una búsqueda laboral se hace a través de un Curriculum Vitae.
Ese CV es la primera impresión y, quizás, la última. Por eso su confección es tan importante. No se trata solo de poner los datos personales y la experiencia laboral en una hoja en blanco. Tampoco de llenar la falta de información con diseños innecesarios. Se trata de hacerlo bien.
Para entender un poco mejor cómo “hacerlo bien” charlamos con José María Boidi, responsable de Research de Alex Pitasi Consultores Asociados, quien nos dio algunos consejos para hacer un buen CV y lograr la tan ansiada entrevista laboral.

Revista 2+2: ¿Qué información se debe incluir en un CV?

José María Boidi.

José María Boidi: El CV será la primera impresión que tendrán de nosotros y debe dejar una imagen definida de quiénes somos en poco espacio, por eso sugiero no abundar en información innecesaria. La información que no debe faltar, además de los datos personales y la experiencia laboral, son los objetivos, la formación académica y los idiomas (ver detalles en el CV modelo que acompaña esta nota).

¿Cuál es el diseño más adecuado para el sector veterinario?

No existe un modelo ideal. El CV tiene como fin mostrar un resumen de nuestra carrera profesional y académica. Por lo tanto, debe ser atractivo y tiene que generar ganas de leerlo a los responsables del proceso de selección. La intención es coordinar una entrevista personal. Debe tener síntesis y claridad en el texto, seguramente la persona que lo reciba tendrá que revisar muchos currículums para encontrar a los candidatos más adecuados. Tiene que ser de fácil lectura, debe poder leerse rápido. Mi consejo es utilizar un lenguaje sencillo, frases cortas y no usar tamaños de letra incómodos.

¿Es importante orientar la búsqueda a un sector específico?

Es importante descacar los objetivos. No es lo mismo orientar la búsqueda a la práctica asistencial que apostar a un desafío profesional en la industria.

Sí, efectivamente no es lo mismo orientar la búsqueda a la práctica asistencial (clínica, veterinarias, establecimientos agropecuarios) que apostar a un desafío profesional en la Industria Farma (Animal Health). Por lo general, esta última opción se vincula con posiciones técnico-comerciales. Se trata de perfiles técnicos que articulan con el área comercial a modo de asesor específico. Por ejemplo, existen laboratorios que se dedican a la fabricación de vacunas para la industria de aves y porcinos que requieren de un veterinario que sepa los aspectos técnicos y que acompañe, no siempre, al representante comercial. Muchas veces es el mismo veterinario quien cierra una operación comercial. Otra oportunidad de trabajo dentro de la industria es desempeñarse exclusivamente dentro del área técnica (desarrollo, calidad, etc).

¿Cómo lograr hacer un CV eficiente cuando no se tiene mucha experiencia laboral?

Por lo general, este tipo de situaciones se presenta a los recién graduados en el contexto de programas de jóvenes profesionales o pasantías. En estos casos, lo importante es hacer hincapié en el objetivo laboral, es decir, ser claro en la exposición de dónde desea desarrollarse. En el CV de primer empleo, donde por lo general solo se contemplan estudios cursados o en curso, es importante destacar, de ser posible, promedios altos, premios recibidos y, en caso de ser un joven profesional, cursos de postgrado, becas y todos aquellos datos que den cuenta de la formación y capacitación. En estos casos puede acompañarse de una carta de presentación.

LinkedIn es la red social del mundo del trabajo, ¿es importante tener un perfil?

Considero que efectivamente hay que estar. LinkedIn es el sitio donde muchos profesionales de Recursos Humanos o responsables de procesos de búsquedas recurren como fuente de reclutamiento, por lo que se aconseja tener un perfil allí. Pero quien está en búsqueda activa de trabajo debe enviar su CV a cuanto sitio haya y estar atento a las ofertas que sean compatibles con su perfil.

Tips para armar un buen CV

Compartimos a continuación una serie de ítems que deben considerarse en la actualidad para confeccionar y enviar un CV, acorde a los tiempos que corren. Más allá de esto, destacamos la importancia de su corrección gramatical y ortográfica como primera gran medida orientada a reforzar la imagen profesional.

Casos de Peste bubónica en Mongolia y China reavivan el impacto de la enfermedad. Es imprescindible resaltar la muerte de un hombre en Estados Unidos luego de ser picado por una pulga.

Por Vet. Pablo J. Borrás
pablojesusborras@gmail.com

Seguramente en medio de tantas noticias, los lectores de esta columna se habrán percatado de la aparición en escena de una enfermedad con tintes medievales. En estas semanas, los diarios del mundo comentaban casos de peste bubónica: primero en Mongolia, por el consumo de carne de marmota, luego dos casos en China y posteriormente, la muerte de un hombre en California luego de ser picado por una pulga.
Como si no tuviéramos poco con el COVID19, se nos suma este año la reemergencia de una enfermedad con sabor apocalíptico.
Porque todos hemos escuchado, ya sea cuando estudiamos en el colegio o por haber visto el final del DVD de la película Ratatouille (hay una infografía sobre este tema), de la Peste Negra que azotó al mundo occidental conocido durante la baja Edad Media. Se estima que, en ese momento, murió un cuarto de la población europea por acción de esta bacteria.
Fue el pavor de una sociedad, que veía aterrorizada como sucumbían personas de toda clase social en diferentes puntos del continente. Nadie conocía los mecanismos verdaderos de transmisión de la enfermedad y creyeron que el fin de los tiempos se acercaba.
La Peste Negra (o Bubónica) es una enfermedad producida por una bacteria conocida como Yersinia pestis.
Es una zoonosis de distribución mundial en la que se encuentran involucrados los roedores. Los seres humanos actúan, en el ciclo de transmisión, como hospedadores accidentales.

Este patógeno puede ser transmitido por la picadura de pulgas, por medio de aerosoles que se producen cuando tosemos o estornudamos, por arañazos de animales infectados o por consumo de carne contaminada.

Este patógeno puede ser transmitido por la picadura de pulgas, por medio de aerosoles que se producen cuando tosemos o estornudamos, por arañazos de animales infectados o por consumo de carne contaminada (Raoult et al, 2012).
Cuando hablamos de pulgas, hablamos principalmente de una que se denomina Xenopsylla cheopis. La misma se encuentra en las ratas, pero ocasionalmente puede picar a las mascotas y al hombre.
El principal reservorio de esta enfermedad es Rattus rattus, la rata común (Raoult et al, 2012; Manson et al, 2015). Actualmente, se continúan produciendo focos epidémicos en países de África, América y Asia. En los últimos años ha habido brotes en China, Madagascar, Bolivia y Estados Unidos, entre otros países.
Recibe el nombre de “Peste bubónica” debido a que la presentación clásica de la enfermedad se caracteriza por fiebre, hipotensión y la presencia de “bubones”. Estos son los ganglios linfáticos superficiales que sufren un proceso inflamatorio severo y se evidencian como bultos en la piel del paciente.
Hay otras presentaciones de la enfermedad: la septicémica, cuando la bacteria circula en sangre generado un shock séptico, y la neumónica, cuando la bacteria ingresa por las vías áreas y produce una neumonía atípica. La enfermedad, sin el tratamiento antibiótico, tiene una letalidad por encima del 50%.

Notificación obligatoria en Argentina

La Peste Bubónica es un evento de notificación obligatoria y prioritaria por el Reglamento Sanitario Internacional (RSI).
En la Argentina, está como un evento sanitario dentro de las Normas de Notificación y se puede denunciar a través del módulo clínico como de laboratorio.
En nuestro país, el último brote de peste bubónica se produjo en el Puerto de Buenos Aires en 1953 y en la provincia de Jujuy, en los años 40. Sin embargo, dos países limítrofes son endémicos: Brasil y Bolivia (OMS, 2015).
En el marco de FOCANLIS 2018-2020, el INEI y el CeNDIE de ANLIS MALBRÁN junto al Instituto de Zoonosis “Luis Pasteur”, el Hospital de Infecciosas “Francisco J. Muñiz”, la FCE de la UBA, el CONICET y el Ministerio de Salud de Jujuy obtuvieron un subsidio para un estudio que posibilitará sentar las bases de la situación epidemiológica de la peste bubónica, evento de notificación obligatoria en la Argentina, prioritaria para el Reglamento Sanitario Internacional (RSI).
El objetivo del trabajo consiste en obtener datos de circulación de Yersinia pestis, en pulgas provenientes de áreas de frontera de nuestro país, la estandarización del procedimiento diagnóstico en humanos en el Laboratorio de Referencia y los correspondientes algoritmos diagnósticos de esta patología.
Esta enfermedad se caracteriza por presentar “silencios epidemiológicos”, aparece después de décadas en forma de brotes. Por eso, es tan importante conocer los posibles escenarios de esta enfermedad en nuestra región.
Y estos trabajos,solo se logran en forma interdisciplinaria, entendiendo una misma realidad desde distintas ópticas, evaluando las diferentes variables. Solo de esa manera, y no de otra, evitaremos volver a la Edad Media.

Se trata de un sector del mercado que continúa en crecimiento y presenta una buena oportunidad de negocio. La tendencia: en el último tiempo aumentó el consumo de accesorios y productos para gatos.

Por Gimena Rubolino

La Argentina es el país con más penetración de mascotas por hogares de la región. Lo hemos dicho ya varias veces en ediciones anteriores de la Revista 2+2 y lo volvemos a decir, esta vez con datos de un estudio realizado en 2018 por la Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal: alrededor del 80% de los hogares argentinos tiene al menos una mascota. Le siguen Chile, México y Brasil.
En lo que respecta a Buenos Aires, el 58% de los hogares conviven con animales, y la proporción es 71% perros y 29% gatos.
No solo son muchos, sino que además los animales son considerados miembros de la familia.
Esto implica que los humanos que los cuidan se preocupan por su alimentación, su salud y también por su vestimenta.
En este gran universo, hay personas con diferentes gustos y costumbres a la hora de elegir las prendas para sus mascotas.
Hay quienes son convencionales, otros buscan diseños novedosos, otros se preocupan por la utilidad de la prenda más que por la estética.
Para todos, el mercado tiene una oferta.
Desde el punto de vista del negocio veterinario, estas cifras y tendencias nos indican que vale la pena evaluar la posibilidad de incluir una sección de vestimenta y accesorios para mascotas como fuente de ingresos pero también como un modo atractivo de vincularse con los clientes.

Perla y Rosa, dos pioneras

Per-Ros es una empresa familiar pionera en este sector que se desarrolló durante la década del 80. Fabrican y distribuyen – desde Mar del Plata, provincia de Buenos Aires, ropa y artículos profesionales para el cuidado, rehabilitación y bienestar de las mascotas.
La marca fue fundada por Perla y Rosa, dos mujeres con destacadas habilidades en la costura destinada a las personas pero que no encontraban lugar para sus prendas en el mercado.
Sin embargo, la adversidad no las dejó con las manos cruzadas.
Un llamado telefónico, una idea y mucho trabajo fueron el puntapié de esta empresa productora y distribuidora de artículos profesionales para el cuidado, rehabilitación y bienestar para las mascotas en nuestro país.
Para conocer más sobre su historia, pero también sobre la visión a futuro específicamente orientada a este sector, entrevistamos al director de Per-Ros (www.per-ros.com), Carlos Steinmann.

Revista 2+2: ¿Qué más podemos contar sobre el inicio de la firma?

Carlos Steinmann

Carlos Steinmann: Mi madre era modista de alta costura y, por esos avatares de nuestra Argentina; en el año 80 se quedó sin su local. Una amiga que se había ido a vivir a Estados Unidos le propuso dedicarse a confeccionar ropa para mascotas. Así fue cómo comenzó con la  fabricación de estas prendas. Mi madre se llamaba Perla y su socia Rosa, de ahí proviene el nombre Per-Ros. Recuerdo que, en esa época, cuando yo visitaba las veterinarias, lo más parecido que había a un accesorio era un collar o una correa. Es decir, no existía un mercado que se dedicara a este negocio. Mi madre supo explotar esa oportunidad.

¿Cómo fueron los primeros diseños generados por la marca?

Cuando empezamos, los modelos eran acordes con la moda de los humanos. Ya en esa época algunas personas empezaban a tener una visión diferente sobre el perro, lo consideraban un integrante de la familia y actuaban en consecuencia. A medida que nuestra empresa fue creciendo, fuimos prestando mucha atención a cuál era el camino que nos marcaban los consumidores. Así fue como empezamos a incorporar pilotos, ropa con fibras de primera calidad, escoceses y demás, cosas muy lindas, llamativas y que tenían un vínculo directo con los seres humanos.

¿Cuál es la actitud de la gente en relación al consumo de accesorios y vestimenta para sus animales?

Vemos que hay una necesidad de buscar distintos tipos de detalles para las mascotas. En respuesta a eso es que contamos con más de cinco mil artículos que van desde un sencillo collar hasta la correa más costosa. Lo mismo sucede con las camas y los diferentes artículos que ofrecemos, para los que pensamos una gran variedad de alternativas.

Los productos pensados y desarrollados específicamente para los gatos vienen ganando terreno también en los mercados, incluso por fuera de los países desarrollados que lideran estas tendencias.

¿Qué productos tienen más rotación habitualmente?

La parte de entretenimiento cobró un rol muy importante. Los juguetes con los que cualquier miembro de la familia puede interactuar con la mascota han tenido un crecimiento exponencial. Esto tiene que ver con la cuarentena y el hecho de compartir muchas más horas con nuestros animales. Algunas cuestiones tienen que ver con la temporada, porque cuando se aproxima el frío, la demanda de ropa, moisés y colchonetas es mayor. No obstante, nosotros fuimos incorporando alternativas que tienen que ver con la moda del verano y ropa para humanos y para sus mascotas en composé.

¿Cuál es el segmento que más creció?

Se observa una marcada tendencia en donde el gato está velozmente escalando las posiciones que tenían los perros y no solo en los países desarrollados. Por otro lado, se ve un crecimiento de las mascotas más pequeñas que también están -por medio de sus dueños- consumiendo mucho más nuestros productos. Algunas razas preponderantes, como el bulldog francés, tienen una mayor demanda de accesorios.

¿Qué debería tener en cuenta una veterinaria antes de incorporar este servicio al local?

Una veterinaria no debería dejar de tener en cuenta el tema de la comodidad: las personas buscan resolver todo en un mismo lugar. Es clave tener una ubicación comercial adecuada y poder desde allí generar un ámbito agradable para las personas. Para eso recomendaría que el veterinario cuente con un colaborador que le ayude a ordenar y presentar los productos de la forma más estética posible. También es importante atender las sugerencias de los clientes.

El Diván es uno de los productos más buscados por los dueños de las mascotas.

¿Qué cambios notás en los dueños de las mascotas a la hora de buscar estos productos?

Uno de los cambios que vemos con el transcurso del tiempo es la cada vez mayor necesidad de encontrar distintas alternativas y variedades, sobre todo en lo que hace a la parte de elementos de distracción y de juego para con la mascota. También, en lo que respecta a los abrigos… Percibimos sin dudas la necesidad de tener algo especial, al igual que las camas y las colchonetas.

Los juguetes con los que cualquier miembro de la familia puede interactuar con la mascota han tenido un crecimiento exponencial, sobre todo durante la cuarentena, ya que compartimos muchas más horas con nuestros animales.

¿Cuáles son los canales de venta más fuertes?

Se vende mucho en forma presencial y también por redes sociales. Estos canales fueron una gran ayuda para poder continuar con nuestras actividades en el contexto de pandemia. Ahora que la parte presencial se vio minimizada, utilizamos mucho el recurso de la videollamada, por ejemplo.

¿Qué aspectos hay que tener en cuenta para lograr un mejor servicio en este contexto?

Es necesario contar con los elementos que faciliten la comunicación a través de Internet de la mejor manera posible. Otra cosa importante es tomar la precaución de advertir a nuestros clientes que los tiempos son distintos a los que estábamos habituados, debiendo adecuarnos a cuestiones operativas que en este contexto son difíciles de modificar.

La innovación debe ser parte de nuestra cultura de trabajo. Podemos innovar en liderazgo, comunicación o gestión. El único límite: nosotros mismos.

Por M.V. Carlos López Delfino
clopezdelfino@gmail.com

Sin quitarle importancia a los efectos visibles de la pandemia, sirve el momento para resignificar la palabra crisis como una etapa, una subtrama que solo es una parte de la historia, que no nos define; pero sí nos pone en un lugar de reflexión.
¿La pandemia, nos planteó un cambio de paradigma? ¿O catalizó un cambio que venía sucediendo a nivel mundial? ¿Estábamos preparados para esto? La aparición del COVID19 produjo un “cambio de escala” en el mundo.
En el sector veterinario local no fue tan drástico al ser considerado servicio esencial, seguimos trabajando. En algunos casos afectó a colegas de especialidades como equinos por suspenderse las actividades hípicas y bovinos por las medidas tomadas por algunas provincias para el ingreso, pero en pequeños animales la mayoría trabajó; con algunas modificaciones en la forma de atender, que incluso hasta sirvió para una mejora en sus negocios.
Recordemos que en estos primeros 20 años del siglo XXI entre epidemias y pandemias tuvimos cinco, SARS, Gripe Porcina, MERS, EBOLA y COVID-19 hechos cada vez más recurrentes. Puede volver a pasar.
Podemos distinguir al cambio según su naturaleza, Marchesan afirma al respecto (A. Marchesan, 2013)1 que existen dos tipos: el cambio previsto, que es un cambio progresivo, esperado y organizado dentro de un mismo contexto, y el cambio de escala, una irrupción abrupta en el eje temporal presente que altera de manera drástica el contexto.
Hay cambios que nos llegan de manera disruptiva, otros que gestionamos y promovemos a partir de una necesidad, pero ¿qué sucede con esos que no percibimos, de los que recibimos señales constantemente y cuando nos damos cuenta ya están alterando nuestra vida y trabajos? Para “surfear” estos acontecimientos debemos estar preparados, generando el contexto que queremos, por eso traigo el tema de la innovación en la gestión veterinaria.

¿Qué entendemos por innovar?

Muchas veces confundimos o usamos como sinónimo innovación y creatividad, pero hay una gran diferencia entre ambas. Según William Coyne (W. Coyne, 2015) la creatividad es pensar en ideas nuevas y apropiadas, mientras que la innovación es la aplicación con éxito de las ideas dentro de una organización. En otras palabras, la creatividad es el concepto y la innovación es el proceso.
Para acordar una definición podemos decir que la innovación entonces es la implementación de un nuevo o significativamente mejorado producto, servicio o proceso, que crea valor para un negocio, gobierno o sociedad. De esto surge que la innovación mira hacia un objetivo tangible y práctico, que recrea algo desde una base, no es necesario inventar algo para ser innovadores.
En estos tiempos, con o sin pandemias, si no innovamos retrocedemos.
No hay que esperar a nada para ser innovadores, es un proceso continuo que debe ser parte de la cultura de nuestro trabajo, de nuestro negocio. La innovación nos pone en una actitud proactiva, capaces de anticiparnos a necesidades o problemas futuros, con una alta capacidad de respuesta y una gestión responsable, lo que es muy diferente a ser reactivos a lo que nos sucede. Con la innovación generamos ventajas competitivas, las que nos diferencian y agregan valor, eso por lo que el cliente se decide a trabajar con nosotros.
Muchas veces escuchamos, “mi o la competencia” hizo tal o cual cosa, refiriéndose a los otros colegas y en base a esto tomamos decisiones en las que generalmente perdemos como profesionales y comerciantes, eso no es innovar. Innovar es superarnos a nosotros mismos y en definitiva superar las expectativas de nuestros clientes entregándoles valor.
Cuando innovamos no es para competir, porque no estaríamos innovando si no reaccionado a lo que el otro hizo, tomando decisiones en base a la realidad del otro y eso no es sostenible, es como ir sacando y poniendo las piezas del juego del Jenga, creemos que vamos construyendo y el juego termina con el derrumbe. Para innovar hay que romper con nuestras maneras heredadas de hacer, interpelarnos, criticar los que venimos haciendo y surfear el cambio. La innovación no es una restricción tecnológica o económica, es una restricción mental.

¿Podemos innovar?

¡Si! Por supuesto, no importa el tamaño del negocio ni la especialidad. Lo primero es definir en qué vamos a innovar, si eso va a agregar valor, definir a dónde queremos llegar con eso, que objetivos y metas queremos conseguir, cómo lo vamos a hacer, si está alineado con nuestra estrategia. ¿Tenemos una estrategia?
En qué áreas de nuestro negocio podemos innovar: comercial y marketing; recursos humanos/colaboradores/equipo; administrativo/económico–financiero o servicios/consultorio
Para definir esto deberíamos hacer un diagnostico e identificar nuestros puntos críticos o en qué puntos crearíamos valor innovando.
Leyendo la lista también vemos que el denominador común en estas áreas es que generalmente es el veterinario propietario de la clínica quien está al frente del negocio.

Empezar por uno mismo

Nuestras acciones van afectar de manera positiva o negativa al negocio y a las personas que lo integran.

Nuestras acciones van afectar de manera positiva o negativa al negocio y a las personas que lo integran.

Durante mucho tiempo nos formamos y preparamos para hacer tareas profesionales, diagnosticar, tratar, prevenir, operar, adquirimos competencias técnicas. Pero al momento de tener un negocio nos encontramos con el desafío de la gestión, de gerenciar las tareas de nuestros colaboradores, administrar y principalmente, nos encontramos liderando, y eso, ¿dónde lo aprendimos?
El liderazgo es una competencia genérica o transversal que se puede aprender y desarrollar, esta sería una buena manera de comenzar a innovar, ya que nuestras decisiones y acciones van afectar de manera positiva o negativa al negocio y a las personas que lo integran.
El liderazgo incluye otras competencias como por ejemplo el trabajo en equipo, ¿nos preparamos para eso? Podemos desarrollar en nuestros colaboradores confianza, compromiso, un estilo de comunicación, cooperación. La importancia del trabajo en equipo es que juntos vemos lo que solos no podemos ver y los mejores resultados tienen que ver con la colaboración.
Nuestra vida, sea en el trabajo o en nuestro hogar, se desarrolla en una red de conversaciones diarias, por ejemplo, coordinando acciones con los colaboradores, con otros colegas, con los clientes. Cuanta mayor calidad tenga esas conversaciones mejores serán los resultados. Desarrollar competencias de comunicación es otra forma de innovar.
Desarrollar la empatía por medio de la comunicación escuchando al otro, entendiendo que no hay un solo punto de vista, que la realidad no es mi realidad, sino que cada uno tiene la propia, priorizar a las personas es priorizarnos.
Somos seres emocionales que pensamos, la mayoría de nuestras decisiones son emocionales por más que las racionalicemos en argumentos que nos hagan sentir que tenemos control sobre ellas.
Aprender sobre la gestión de las emociones es una poderosa herramienta, también podemos innovar en ese sentido.
Como vemos se puede innovar en muchos aspectos, no hay que inventar un objeto, un sistema, una App o algo tangible. Se puede innovar en lo intangible, en el gerenciamiento y liderazgo de nosotros mismos en primera instancia y en la gestión de nuestros negocios para así poder tangibilizar algo tan importante como es nuestro servicio profesional.
La ventaja competitiva de una profesión como la nuestra pasa por nosotros, en como nos agregamos valor mas allá de lo que sabemos hacer dentro del consultorio o en la manga, algo que seguramente también saben hacer los mas de 20.000 veterinarios que hay en la Argentina.

1 Marchesan, A., El líder que sirve, Ed. Leven Anclas, Buenos Aires, 2013.

El cuento de la llave

Esta historia la contó Juan Mateo, un referente en gestión de empresas y liderazgo. Y dice así: Una noche, mientras paseaba por mi barrio, me encontré a un hombre que buscaba desesperadamente algo. Me sorprendió observar que, mientras se llevaba las manos a la cabeza y decía sin cesar “¿dónde se habrán caído?”, daba vueltas y vueltas dentro de un círculo muy reducido cuyo centro era un farol. Me acerqué y le pregunté si le podía ayudar. Cuando me respondió me di cuenta de que, además, estaba algo bebido.
– ¿Puedo ayudarle?
– Sí, claro, por supuesto…
– ¿Qué ha perdido?, le pregunté mientras comenzaba a buscar sin saber qué buscaba.
– ¡¡¡Las llaves de mi casa!!!, me contestó con un tono pastoso de voz y unos ojos brillantes y enrojecidos.
– No se preocupe, seguro las encontraremos, le dije para tranquilizarle.

Me puse a buscar, y mientras lo hacía le pregunté:
– ¿Está seguro de que se le cayeron por aquí?
– La verdad es que no –me contestó– pero aquí hay luz.

Vivimos dentro del cambio y las herramientas para gestionarlo muchas veces están fuera de ese halo de luz del farol, como cuenta la historia.
Existen muchas herramientas que sabemos y conocemos, otras que sabemos que no conocemos y lo mejor, otras que no sabemos que no conocemos.
Es importante salir a buscarlas para innovar. Desafiar nuestras creencias y nuestras interpretaciones de lo que es gestión es clave al momento de innovar.