agosto 2022 - Página 3 de 4 - Mi Negocio Veterinario
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Escribe Luciano Aba
Editor Revista 2+2
info@dosmasdos.com.ar

El contexto nos condiciona. De eso no hay duda. Existen variables externas que como emprendedores no podemos dominar. La economía, las guerras, el dólar, el ánimo de los productores agropecuarios, el poder adquisitivo de los tutores de las mascotas… y tantas otras sobre las cuales poco podemos influir.

Sin embargo, esto no quiere decir que el destino de las clínicas veterinarias deba resignarse al azar o que se deje llevar para donde “quiera” el viento.

Se puede definir un rumbo y plantear estrategias generales para lograr el orden inicial que toda empresa veterinaria debe tener si pretende ser sustentable en un contexto de alta inflación y bajas en la demanda, como se ha percibido en los últimos meses, en las actividades ligadas a los animales de compañía.

Es imprescindible tomar cartas en el asunto y destinarle tiempo y recursos a la gestión administrativa, a la vez de ejecutar acciones para mejorar la atención de clientes dispuestos a invertir en el bienestar de sus animales, pero cada vez más informados y exigentes.

Llegó la hora de ser proactivos y “salir a buscar a la gente” para que no pierda de vista la relevancia de la consulta veterinaria.

Claro que el momento que atraviesa la economía nacional es complejo, pero más nos afectará si no contamos con datos certeros en cuanto a las ventas, las compras y los incrementos de precio, como una base mínima sobre la cual avanzar. No es tiempo de manejar las veterinarias a ciegas. Todo lo contrario.

UN MANUAL PARA ARRANCAR HOY MISMO

En este marco, recomendamos la lectura de esta nueva edición de la Revista 2+2.

Una muestra más de la sintonía entre nuestra apuesta y las necesidades que surgen en el día a día de quienes administran veterinarias.

Lo sabemos. De hecho, recorrimos recientemente las provincias de Corrientes y Misiones, donde interactuamos con veterinarias, veterinarios y estudiantes, debatiendo sobre temas de gestión, ventas, marketing e innovación.

Las problemáticas son comunes a todos y las soluciones también.

Por eso cobra cada vez más valor contar con una publicación como la nuestra, donde no solo podrán acceder a contenidos de altísima calidad en cuanto a la gestión de los talentos humanos y las habilidades básicas que todo líder debe tener para alcanzar el éxito con su emprendimiento, sino que también artículos a partir de los cuales podrán -por ejemplo- aprender a desarrollar un presupuesto anual de ventas.

Así es. En las próximas páginas encontrarán herramientas para poder poner en marcha un proceso ya indispensable: la administración ordenada y consiente de las veterinarias.

A cargo de columnistas que conocen el sector, los artículos de esta edición permitirán conocer casos de éxito en lo que son procesos de innovación concretos, así como el detalle de una serie de tendencias a considerar para no perderle el paso al crecimiento del sector.

Disponiendo de la información necesaria, podemos hacer mucho más que esperar que las personas y los pacientes nos visiten.

Pero ¿cuál es esa información? ¿Qué números sí o sí tenemos que conocer?

¿Para qué pueden servirnos?

Todo esto (y más), se los contamos en esta edición de agosto de la Revista 2+2.

En la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE, más de 60 alumnos se reunieron para interiorizarse en la gestión de las veterinarias en una charla a cargo de Luciano Aba.

Los Consejos profesionales de estas provincias y la FCV de la UNNE fueron sede de una serie de charlas, en las cuales desde esta Revista 2+2 pudimos exponer las tendencias y desafíos para los próximos años.

De la redacción de Revista 2+2
info@dosmasdos.com.ar

No es solo un tema generacional. Los cambios nos cuestan a todos; nos interpelan, nos exponen y nos obligan a salir de la zona de confort.
Es así. A nivel general, no nos gusta cambiar. Nos cuesta. Pero muchas veces igualmente hay que hacerlo.
Con esta premisa en mente, la distribuidora radicada en Corrientes capital, Servicios Veterinarios Profesionales tomó la posta y organizó una serie de charlas y conferencias a cargo del editor de esta Revista 2+2, Luciano Aba, para debatir junto a las y los veterinarios de la región el futuro de sus emprendimientos en esta etapa de la pospandemia.
Con el acompañamiento de la marca Sieger, la distribuidora de productos veterinarios y alimentos balanceados para las mascotas fomentó de esta manera un intercambio al que se sumaron los Consejos de médicos veterinarios de Corrientes y Misiones, así como también la FCV de la UNNE, no solo poniendo a disposición sus instalaciones, sino también participando activamente de la convocatoria para difundir la propuesta.

TENDENCIAS Y RECOMENDACIONES

Contemplando las jornadas realizadas en Corrientes capital y en Posadas, Misiones, fueron más de 70 los profesionales que se dieron cita para repasar junto a Luciano Aba una serie de aprendizajes y tendencias para aplicar en las veterinarias tras la pandemia por COVID19.
“Son evidentes los cambios que ha vivido el mercado de productos destinados a las mascotas en los últimos años, a los cuales se suman novedades vinculadas no solo a la digitalización, sino también a un mayor cuidado y expectativa de vida de los animales”, aseguró el editor de esta Revista 2+2. Y sembró el primer foco de debate entre los presentes: “De la misma manera, es visible la transformación del perfil de los tutores de perros y gatos, en lo que es una cada vez mayor exigencia hacia los profesionales, sobre la base de la humanización de los animales. Pero las veterinarias, ¿también cambiaron?”.
Frente a esto y considerando que no son pocos quienes piensan que “la pandemia dejó una muestra gratis del potencial en cuanto a lo que puede ser el mercado”, Aba llamó a los asistentes a pensar en acciones proactivas para no dejar caer los niveles de medicalización y visitas a las veterinarias de los años anteriores.

Sí podemos hacer algo

El primer encuentro se realizó en el Consejo profesional de Corrientes.

Durante buena parte de su presentación, Luciano Aba hizo hincapié en que, si bien no es sencillo, los comercios veterinarios tienen herramientas concretas para medir su desempeño y accionar en busca de ser cada vez más eficientes.
“Tenemos que conocer el número de clientes activos de la veterinaria, el ticket promedio de cada uno de ellos y su frecuencia media de visita. Es en base a estas tres variables que no solo podremos determinar el punto de equilibrio de la veterinaria (empate entre lo que facturo y lo que gasto), sino también establecer acciones en caso de que lo necesitemos”, sostuvo el editor de Revista 2+2.
Y ejemplificó: “Si en algún punto notamos que tenemos menos clientes en la veterinaria, podremos jugar sobre las otras dos variables para nivelar el nivel de facturación proyectado. ¿Cómo? Por ejemplo, impulsando una mayor frecuencia de visita de aquellos clientes que aún conservamos”.
Claro que esto motivó el intercambio con los asistentes a las charlas de Corrientes y Misiones, quienes compartieron sus experiencias, vivencias y casos de éxito. Tanto como lo hizo el hecho de plantear la importancia de diferenciar administrativamente la venta de servicios veterinarios, de la venta de productos.
“¿Cuál de estas unidades es más rentable? ¿Sobre cuál de ellas no deberíamos plantear descuentos, sino más bien, agregar valor?”, se preguntó Aba en clara referencia a la venta de servicios médicos en las veterinarias.
Y avanzó también en claves y recomendaciones concretas para ir siguiendo el porcentaje de costos totales sobre la facturación de la empresa, contemplando sueldos (incluido el del dueño/a de la veterinaria), los gastos de estructura y la compra de insumos.
“Hoy la situación exige que las veterinarias se focalicen en dos ejes centrales: su administración y la buena atención de sus clientes”, enfatizó el disertante, destacando la importancia de buscar empatizar con los clientes como primera instancia en consultas que deben tener el objetivo de ir generando vínculos efectivos y de largo plazo con las personas.

EN PRIMERA PERSONA

Durante las jornadas de las cuales participaron también los representantes de Servicios Veterinarios Profesionales (José González, Sergio Esquivel, Ana Viudes, Diego Cayo, Constanza y Milena González) y por medio de un Código QR, los asistentes pudieron participar de una serie de encuestas en vivo.
Allí se vio que cerca del 90% de los participantes se dedicaban al sector de animales de compañía, siendo el 75% del total los dueños/as de sus veterinarias.
A nivel general, la enorme mayoría de los encuestados consideró que los resultados comerciales de sus empresas son mejores o iguales en la actualidad que incluso en 2020 y 2021. Sin embargo, un dato llamativo y que pone en duda esta afirmación es que 7 de cada 10 de los profesionales aseguró no tener establecidos indicadores comerciales para su veterinaria.
Asimismo, y planteando también un desafío en este punto, buena parte de los asistentes no tiene calculado, ni controla, el punto de equilibrio de su empresa, ni tiene establecida una política sólida de precios. Un tema relevante, desencadenante del éxito o el fracaso del emprendimiento, independientemente de la calidad o capacidad médica de sus veterinarios.
En esta encuesta, se pude ver también que aún hay mucho por trabajar en acciones que promuevan la medicina preventiva, mientras que buena parte de los presentes ha sumado en los últimos 2 años algún servicio específicamente destinado a la atención de pacientes felinos.
¿Y en cuanto a los equipos de trabajo? A nivel general, los encuestados manifestaron estar conformes con la formación de sus grupos de veterinarios y auxiliares, aunque esa percepción baja cuando se les suman habilidades de comunicación, marketing y gestión a las estrictamente médicas.

ACCIONES PROACTIVAS

En esto de ser proactivos, Luciano Aba hizo hincapié en dos conceptos bien claros: “Por un lado, tendremos que buscar siempre sostener a nuestros clientes actuales activos, a la vez de trazar estrategias concretas para que incrementen su frecuencia de visita a la veterinaria. Además, será clave ir sumando nuevas unidades de negocio a la empresa, como puede ser atención de urgencias, servicio a domicilio, diagnóstico, planes de medicina preventiva, etc”.
Y concluyó: “Sin buena medicina, no hay éxito posible. Pero sin clientes, tampoco”.

 

Del ideal a lo posible, también en la Facultad de Veterinaria de la UNNE

Ramón Bordón, Luciano Aba, Fabiana Cipolini y Enrique Almirón.

También con el soporte de la distribuidora Servicios Veterinarios Profesionales y la marca Sieger, el editor de esta Revista 2+2, Luciano Aba, visitó la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE, donde fue recibido por su Decana, la Dra. Fabiana Cipolini, y también tuvo la posibilidad de llevar adelante una jornada junto a más de 60 estudiantes de las últimos años de la Carrera.
En el auditorio central de la Facultad, se compartieron recomendaciones para abrir una veterinaria, tema más que relevante frente a un auditorio que siguió atentamente los conceptos y se sumó a todos los debates propuestos.
Además, se repasaron de manera didáctica los cambios que ya se vislumbran en los perfiles de los productores agropecuarios, así como de los dueños de los perros y los gatos, futuro clientes de los asistentes.
¿Cómo lo sabemos? Es que mediante de una serie de encuestas llevadas a cabo en la jornada, cuyos resultados generales compartiremos en nuestra próxima edición, los alumnos de la UNNE manifestaron que, a nivel general, una vez recibidos se insertarán en el rubro laboral o bien por medio de sus propias veterinarias, o sumándose a alguna como veterinarios privados.

Los errores más frecuentes

En un formato práctico, Luciano Aba compartió con los presentes un listado con los errores más comunes que se cometen a la hora de abrir la primera veterinaria. Entre ellos, destacó:

  • Falta de estrategia previa a iniciar el emprendimiento.
  • Falla en las habilidades interpersonales dentro de la veterinaria.
  • Foco exclusivo en los animales y no en la atención de los clientes.
  • Resistencia a generar procesos de venta e indicadores de rendimiento comercial.
  • Falta de foco en la gestión administrativa de la empresa.

Asimismo, se compartieron algunas claves de acciones que se sabe funcionan hoy en día en veterinarias que logran ser sustentables:

  • Brindar un servicio profesional de calidad.
  • Cuidar la imagen off line y on line de la veterinaria.
  • Conocer a los clientes.
  • Seguir un plan, de manera organizada.
  • Fijar metas de corto y mediano plazo.

¿Qué cosas no funcionan?

Culminando ya su presentación, Luciano Aba compartió un listado de situaciones o acciones que, con el paso del tiempo y la realidad de quienes las han implementado, demostró que ya no funcionan:

  • Cambiar de estrategia periódicamente.
  • Negarse a los adelantos tecnológicos.
  • Sobrecargarse de trabajo.
  • Regalar las consultas.

“Nadie gestiona mejor el mostrador que un veterinario capacitado y con ganas de hacerlo. Sin embargo, es clave tener en cuenta que pocos gestionan peor una veterinaria, que un veterinario sin capacitación, ni ganas de hacerlo”, concluyó el editor de esta Revista 2+2 en su paso por la FCV de la UNNE.

La Dra. Luka con su asistente, Rocío Zárate.

La gestión de un proyecto propio implica un gran desafío desde el punto de vista de la gestión. Servicios médicos, eficiencia administrativa y marketing de servicios son los tres pilares de esta aventura.

Escribe Natalia Luka
Directora de Dra. Luka Medicina Felina y Regenerativa
dralukat@gmail.com

Ser dueña, o mejor dicho gestora y directora del proyecto personal que es mi clínica veterinaria especializada en felinos, representa un antes y un después en mi profesión.

En este artículo les quiero contar qué cosas tuve que incorporar y aceptar como parte de mi rutina de trabajo, cosas que como veterinaria jamás había tenido en cuenta.

Desde el momento en que somos el motor de nuestro propio proyecto podemos sentarnos a evaluar qué queremos y hacia dónde vamos.
Es cuando se ve la diferencia significativa de ser, de alguna manera, nuestro propio jefe.

La gestión de una clínica veterinaria se divide en tres ítems que nosotros como directores del proyecto debemos evaluar para impulsar.

SERVICIOS MÉDICOS

Desde la especialidad de cada uno, gestionar nuestros servicios médicos es el pilar fundamental. Hago énfasis en la organización de los turnos, algo que llegó para quedarse desde la pandemia. Y esto va de la mano de la gestión de la pre-visita. ¿Qué es esto? La consulta en medicina felina comienza en la casa, pero ¿cómo hacemos para que el tutor lo sepa?

Se trata de gestión. Sugiero enviar información al tutor sobre cómo tiene que venir preparado para la consulta, así como también pedirle que nos indique si su gato es agresivo para que podamos indicarle una medicación y que la consulta sea lo más amigable posible.

Estos detalles son fundamentales, y créanme que los tutores lo valoran porque ayuda a que las consultas sean las mínimas indispensables y a que todo sea más fácil para todos.

Con respecto a los servicios diferenciados (otros especialistas, cirugías, estudios) podemos manejarnos de la misma manera y así impulsar en forma coordinada y organizada toda la gestión para el servicio hacia el paciente. Esto hará que esté contento, se sienta bien tratado y vuelva.

Hoy, en la era de los servicios, esto debe estar lo más automatizado posible.

¿ADMINISTRACIÓN O GESTIÓN?

Somos médicos, no administrativos. Y a muchos de nosotros la administración no nos gusta, o nos aburre, o no sabemos hacerla. Entonces… ¿qué es lo mejor? Delegar, tener una persona formada en administración, gestión y que además ame lo que hace. Esas son las características que un asistente debe cumplir.

Les hablo de Rocío Zárate (foto). Cuando abrí mi veterinaria ya la había elegido, capacitado y entrenado. Así formamos un equipo de tres: ella, mi contador y yo. Contar con alguien como Rocío es fundamental para poder gestionar una clínica veterinaria. Una persona en quien confiar las tareas administrativas en las que nosotros debemos dirigir y tomar decisiones, delegar con tranquilidad para poder cumplir nuestra función: ser los médicos de nuestra clínica.

También sumamos una herramienta online de gestión tanto para las fichas clínicas, como para el manejo de ventas, stock y toda la parte financiera y económica. Con estos datos podemos saber de qué barrio vienen más clientes, si llegan por derivación de colegas, por las redes sociales o por Google, qué suelen comprar, etc.

Además, podemos evaluar el aspecto médico: cantidad de consultas, controles, ecografías, cirugías. Y también la dimensión económica: la facturación, comparar con meses anteriores, ajustar los aumentos y variaciones de precios, y un sinfín de datos que nos ayudarán a evaluar cómo va nuestro negocio, ajustar detalles y finalmente decidir si nos gusta el camino que va tomando.

MARKETING DE SERVICIOS

Vivimos en una era virtual y debemos aceptarlo. Nos guste o no, tenemos que estar visibles en una variedad de lugares, dependiendo de nuestro perfil de clientes.

Lo primero que necesitamos es saber el rango de edad de la mayoría de los clientes e identificar cómo nos buscan y encuentran. Esto nos ayudará a elegir la mejor herramienta.

La comunicación debe ser amplia, ya que habrá clientes que nos buscan en Google (para lo que se necesita una página web) o por redes sociales (Facebook e Instagram), otros que llegan a través del Mailing, o que llaman por teléfono.

Y, es más, recomiendo que contacten por varias vías al mismo cliente ya que no todos utilizan los mismos canales de comunicación y puede pasar que quizás no lean algo que enviamos (es la inmensa mayoría).

Recomiendo que consideren invertir en un sistema de gestión personal y también online (o el que te resulte más fácil). No es un gasto. Cuando te das cuenta de que las cosas salen fáciles y estás con tu tiempo bien distribuido y delegado, podés sentir que te dedicás expresamente a ser veterinario con muchísima felicidad y comodidad.

Dispuestos a trasladarse varios kilómetros para llevar a su mascota a una veterinaria que cubra sus necesidades, los tutores de pacientes felinos comienzan a romper con determinados paradigmas arraigados en el sector.

Escribe Luciano Aba
Director Revista 2+2
info@dosmasdos.com.ar

Además de imponer una serie de transformaciones en la capacitación de los y las veterinarias, en la planificación edilicia de las clínicas y en el perfil de sus nuevos clientes, el «mundo de los gatos» se encuentra impulsando cambios también en determinadas tendencias que parecían indiscutibles.

Históricamente se ha dicho, incluso en esta Revista 2+2, que variables como la confianza de las personas y la cercanía con su veterinaria eran las principales motivadoras de la mayor afluencia de público a las clínicas.

Sosteníamos entonces que cuanto más y mejor vinculación tengan las personas con los profesionales, mayor sería el nivel de visitas a la clínica. Y eso no solo se ha mantenido, sino que ha crecido a lo largo del último tiempo.

Sin embargo, las clínicas veterinarias dedicadas a felinos han venido a romper con aquella segunda variable tantas veces mencionadas. “Las veterinarias deben nutrirse de clientes que estén a determinadas cuadras a la redonda. Es ese su alcance máximo”, sintetizábamos hace un tiempo.

Sin embargo, no son pocos los y las profesionales que en diálogo con esta Revista 2+2 ya comentan que sus clínicas han comenzado a romper esta barrera.

  • “Tengo varios clientes que viajan hasta 80 kilómetros para traer su gato a la veterinaria”, nos dicen algunos.
  • “Han venido de otras provincias a tratarse sobre una determinada patología con su felino”, indican con orgullo otros tantos.
  • “El tenedor de gatos es distinto al de los perros. Están dispuestos a hacer lo que sea por dar con un servicio de calidad y una atención personalizada”, aseguran varios de nuestros entrevistados.

GOOGLE PARA ROMPER PARADIGMAS

Este tipo de tutores de animales tiene otra particularidad.

Muchas de sus búsquedas están basadas en recomendaciones concretas y directas de amigos o familiares, pero cada vez más influenciadas por las redes sociales y, fundamentalmente, por la puntuación de sus «pares» en las búsquedas de veterinarias vía Google.

¿Están visibles ustedes en Google Maps con una correcta descripción de la clínica?

No lo duden, cada vez más este tipo de herramienta romperán la barrera de las distancias o las cercanías al momento de elegir una veterinaria y premiarán a aquellos que mejor reputación (atención) muestren en los buscadores o en las redes sociales.
Es lógico. Nos pasa a nosotros como consumidores y les pasa también a los tutores de perros y gatos.

¿QUÉ HACER?

Para avanzar, en primer lugar se debe tomar nota de los cambios que manifiestan los clientes de las veterinarias. Clave será incluir una pregunta bien sencilla y básica cada vez que arriba una persona por primera vez a nuestra recepción. “¿De qué manera tomaste contacto con nuestra veterinaria?”. Es el puntapié inicial para empezar a medir esta cuestión.

En base a la respuesta de cada persona y consolidando una base de respuestas que contemple al menos a la mitad de los clientes activos de la veterinaria, se podrán tomar decisiones estratégicas.

Por ejemplo:

  • Si la mayoría de los nuevos clientes se acercan a la veterinaria por recomendación de clientes antiguos, podríamos estimular aún más esto con acciones concretas, premios y estímulos.
  • Si quienes comienzan a visitarlos manifiestan haberse enterado del buen servicio de la veterinaria a través de Google o de las redes sociales, clave será tomar cartas en el asunto e impulsar con inversiones y dedicación aquello que realmente comienza a funcionar.

Desde hace tiempo venimos destacando cambios y transformaciones tanto en los tutores de las mascotas, como en los servicios veterinarios con los cuales más empatizan.

Tener en claro cuál es el perfil de cada uno y generar una propuesta a medida ya no es una elección, sino una necesidad clara y concreta. El impulso lo renueva «el mundo felino», pero seguirá avanzando hacia los distintos segmentos.

¿Qué están haciendo para adelantarse a estas tendencias que se hacen realidad?

Los veterinarios se enfrentan al desafío de adaptarse a grandes cambios tecnológicos y formativos sin perder su profunda motivación. ¿Qué lugar queda para el clínico en la era de la medicina preventiva?

Escribe Javier Paoloni
Director Veterinaria Vida, Río Cuarto, Córdoba.
veterinariavida@hotmail.com

Mucho se habla de cambiar. Los veterinarios debemos reconocer los cambios del mercado y adaptarnos. Lo que pasó en la pandemia nos obligó a cambiar rápido.

Mucho se habla de innovación y creatividad, habilidades esenciales para el desarrollo de “veterinarios del futuro”.

Mucho se habla de incorporar tecnología para llegar de manera más rápida y precisa al diagnóstico. Sabemos que a través de la tecnología podemos cambiar nuestros modelos de negocio.

Se habla y se habla mucho, a veces se habla tanto que no se escucha nada, ni a nadie. Hoy muchos profesionales jóvenes corren presurosos a realizar una especialidad y muchos la hacen “en tiempo récord”.

La hacen sin haber recorrido el camino de la clínica, no digo 10 años de clínica general, digo 10 meses.

¿Y si estos cambios no son tan positivos? ¿Y si nos vendieron un buzón? Trataré de explicarme.

La hipertecnologización nos ha alejado peligrosamente de nuestros valores más preciados, nos ha alejado de nuestra humanidad, empatía y compasión.

Nos está pasando lo que pasa en medicina humana: empezamos a recibir pacientes que toman “17 pastillas por día”, como lo hace mi madre.

No solo pasa esto de recibir pacientes con “pastilleros colmados” sino que muchas veces la medicación es incompatible con alguna patología de base. ¿Por qué pasa esto?

  • El traumatólogo indica carprofeno, meloxicam, firocoxib, etc. sin saber que el paciente tiene gastritis crónica o que es imposible darle algo por vía oral.
  • El dermatólogo indica corticoides sin saber que es un paciente hipertenso.
  • El cardiólogo indica amiodarona sin saber que ese paciente padece una hepatopatía, sin saber que es hipotiroideo o que tiene hígado graso.
  • El endocrinólogo indica insulinización sin contemplar que el dueño tiene 80 años y tiene artrosis en sus manos.

Como ven, aquí aparecen más problemas: las fallas en la comunicación en el equipo de trabajo. Cada uno se preocupa por cuidar su “quintita”.

Cada uno está inmerso en un círculo de individualismo que es precisamente la vereda opuesta de lo que debe primar: el colaboracionismo dentro de los equipos de trabajo.

Ese colaboracionismo tiene un pilar realmente estratégico: la comunicación.

Si no hay comunicación, difícilmente haya un equipo de trabajo con bases corporativas, igualitarias y colaboracionistas.

¿Está mal haber medicado con amiodarona esa taquiarritmia?

¿Está mal haber dado carprofeno para esa artrosis?

¿Está mal haber indicado prednisolona a esa atopía?

¿Está mal haber indicado la insulina glargina?

No, claro que no, la indicación terapéutica es la correcta, lo que está mal es no haber escuchado al propietario, no haber levantado la cabeza para mirarlo, mirar sus manos, no haberse comunicado con el médico de cabecera o haberse tomado dos minutos para leer la historia clínica del paciente.

Parecería que el médico veterinario clínico es una especie en extinción.

El clínico es quien dirige, guía, orienta, escucha, ríe, establece un orden de prioridades y es quien -cuando lo cree conveniente- deriva su paciente a un especialista.

Los clínicos también tenemos que “recoger el guante” porque la hipertecnologización nos ha alejado de lo que somos.

“¿Para qué auscultar si está el ecógrafo?”, dicen algunos.

“¿Para qué demorar escuchando al propietario si hago un análisis de sangre en cinco minutos y tengo la posta?”, aseguran otros.

“¿Para qué ver caminar un perrito con claudicación si puedo sacar todas la rx digitales que quiera?”, sostiene un tercero.

¿Por qué pasa esto?

Porque no tenemos tiempo, porque andamos siempre a 1.000 km/hora.

Porque siempre hay alguien apurado con un gato en la sala de espera.

¿Y SI BUSCAMOS INNOVAR VOLVIENDO AL PASADO?

¿Qué les parece si bajamos un cambio (o dos) y volvemos a escuchar a nuestros clientes; si nos tomamos un tiempo para escuchar y tratar de entenderlos primero para que ellos nos entiendan después?

¿Qué les parece si mejoramos nuestras maneras de comunicarnos?

Porque si escuchamos y prestamos atención estimularemos nuestras neuronas espejo (las responsables de la empatía) y así, quizás, podamos responder de la manera en que el cliente espera que respondamos.

¿Qué les parece si hablamos menos y nos alejamos de la “verborragia del veterinario”?

Esa que anula la posibilidad de intervención del interlocutor, esa que aleja personas de la veterinaria.

¿Qué les parece si empoderamos al veterinario clínico y mejoramos la comunicación en el equipo de trabajo donde intervienen muchos especialistas?

Les aseguro que, si eso pasa, los pacientes que “toman 17 pastillas” dejaran de ser algo común en la veterinaria.

La hipertecnologización y la hiperespecialización vinieron para quedarse, pero creo que en la humanización del servicio está la verdadera estrategia de diferenciación.

Humanizar nuestro servicio en la era de las “híper” es para mí la clave del éxito.

Y para humanizar el servicio hay que volver a las bases, hay que volver a lo que éramos varias décadas atrás, imaginarnos en esa época donde no había casi posibilidades de hacer “muchos estudios”, a veces no podíamos hacer ninguno.

En esa época necesitábamos el relato del propietario, lo escuchábamos atentamente para tener “alguna idea” de lo que podía estar pasando con ese perro o con ese gato. Exprimíamos el examen clínico para sacarle el jugo a ese paciente y así orientarnos hacia el diagnóstico.

BALANCE: TRADICIONAL Y LO INNOVADOR

¿Y si formamos equipos de trabajo con profesionales “veteranos” junto a jóvenes recién recibidos?

Los fracasos empresariales, aunque se le busquen respuestas intrincadas y rebuscadas, tienen una causa mayoritaria: falta de experiencia real en el rubro en el que se intentó la aventura de negocios.

Muchos llaman experiencia a lo que es un vasto conocimiento teórico de un asunto.

¿Y si los más “viejos” aconsejamos a los más jóvenes a hacer primero buena base en la clínica para después de algunos años ir hacia una especialidad?

¿No creen que habrá especialistas que fracasen menos?

¿No creen que habrá veterinarios que fracasen menos?

Quienes en los negocios sufren falta de experiencia no es otra cosa más que falta de realidad. Un especialista que no recorre el camino de la clínica no conoce la realidad.

Mucho se habla de cambiar, pero una cosa es hablar de cambiar y otra es comprometerse y hacerlo.

¿Y si desafiamos a nuestros clientes a desarrollar una nueva medicina?

Por décadas (o siglos) hemos desarrollado una medicina reactiva, es decir, reaccionamos después de que nuestros pacientes muestran signos.

Eso debe cambiar.

Por décadas (o siglos) la gente ha ido al médico cuando tiene síntomas de alguna enfermedad y por carácter transitorio, llevan sus perros y/o gatos al veterinario cuando a estos les pasa lo mismo. Es decir, cuando muestran signos de enfermedad.

Eso debe cambiar.

Sabemos que el éxito está en diagnosticar las enfermedades en fases iniciales o inclusive asintomáticas. Lo sabemos, sabemos que ahí está la clave del éxito.

Con nuestra tradicional mirada de la medicina, ¿cuándo encontraremos el éxito entonces?

Debemos de dejar de ser reactivos para definitivamente ser proactivos y preventivos, poner perros y gatos sanos en la camilla para hacerles estudios.

¿CÓMO?

Construyendo fortalezas de confianza, ladrillo a ladrillo, consulta a consulta.

El clínico es el obrero principal en la construcción de fortalezas de confianza.

Si le ofrecemos un entorno agradable y equipado, el obrero construirá un palacio.

Si le ofrecemos un ambiente lúgubre, lleno de competencia entre los miembros del equipo, plagado de individualismo, con suerte construirá “pieza, cocina y baño”.

Únicamente si confían en nosotros nos llevarán perros y gatos sanos a la veterinaria. El médico clínico es el motor principal de este cambio de rumbo, de este viraje hacia la medicina preventiva.

Es quien escucha, interactúa, propone, prioriza y deriva cuando es necesario, es la locomotora que tracciona del tren de la medicina preventiva.

El médico clínico, lejos de ser una “especie en extinción”, recuperará el lugar que tenía antaño, se empoderará para generar cambios y abastecerá permanentemente a especialistas que primero fueron clínicos.

El trabajo en equipo y la comunicación serán los lubricantes que harán que esta maquinaria funcione y conduzca a cualquier veterinaria del mundo hacia un futuro exitoso con ideas de un pasado innovador.

VetAvi24 está remodelando su fachada y ampliando instalaciones con el objetivo de ofrecer un ingreso diferenciado a pacientes felinos y caninos.

El MV Gabriel Pettigrosso nos cuenta cómo avanza la inversión por medio de la cual VetAvi24 contará con un servicio diferencial para perros y gatos en pleno Ramos Mejía, zona Oeste del Gran Buenos Aires.

Escribe Camila Montaña
info@dosmasdos.com.ar

Buscando brindar un espacio de tranquilidad en la atención de pacientes caninos y felinos, así como de sus tutores, la veterinaria VetAvi24 avanza en un una obra de expansión por medio de la cual se busca mejorar la experiencia en la visita a la clínica que opera en Ramos Mejía (GBA) desde mediados de 2017.
En diálogo con uno de sus responsables, el MV Gabriel Pettigrosso, esta Revista 2+2 profundizó sobre la importancia de innovar en equipamiento e infraestructura, pero también en la atención de los clientes con acciones claras y concretas.
Con la inversión en curso (para generar un doble ingreso en su fachada y ampliar las instalaciones generales), VetAvi24 busca crear nuevas condiciones para que los pacientes y sus tutores puedan recibir una atención veterinaria completa y diferenciada para perros y gatos. Un solo lugar donde solucionar todo; pero en espacios diferentes, según la especie.
Entre menos sea el estrés que genere para los animales la visita a la veterinaria, mejor será la atención. Es claro que tanto el felino como el canino sufren por el olor, el ruido y la situación con la que llega a la consulta y que las personas también se alteran ante estas situaciones. Es por ello que esta es una gran apuesta en el servicio de atención al cliente en la VetAvi24.
Según Pettigrosso la clave de su innovación está en comprender que existe una triada inseparable y fundamental entre el médico veterinario, el animal de compañía y el tutor. Si no existe esta comunión, se daña la comunicación y la tarea del veterinario se hace más compleja, corriendo además el riesgo de que los clientes y sus mascotas pasen un mal momento.
“A veces en la consulta se deben dar malas noticias y se debe saber cómo manejar los momentos de tensión”, aseguró Pettigrosso. Es por eso que se requiere ser claro y preciso en las necesidades y soluciones del animal.
Hoy en día las mascotas ocupan un lugar muy importante en la vida de las personas y por eso en la atención al cliente se debe trabajar teniendo en cuenta esa relación. “Si no trabajamos con la parte humana, la contención y la empatía, buscando comprender lo que está pasando el tutor del animal, es muy difícil dar un servicio de excelencia” concluyó. Y agregó: “No es menor comprender que esta relación haya sido visiblemente modificada con el tiempo: antes el perro estaba afuera de la vivienda, luego entró a la cocina y ahora duerme en la habitación”, completó nuestro entrevistado.

Una mirada que complementa

Pettigrosso. «Existe una triada inseparable y fundamental entre el médico veterinario, el animal de compañía y sus tutores».

¿Cuál es la importancia de innovar en un negocio veterinario? ¿Existen barreras para hacerlo?
Para responder estas preguntas consultamos también a la MV. Cecilia Henriquez Coronado, CEO y fundadora de (R)evolutionvet y docente en VetesWeb.
“La innovación en veterinaria ayuda a ser más eficientes y productivos, a diferenciarnos para ser más competitivos, a disminuir costos y a resolver problemas y ofrecer nuevas soluciones”, nos decía la referente nacida en Chile que hoy se encuentra radicada en Francia.
“Creatividad es pensar cosas nuevas. Innovación es hacer cosas nuevas” dijo Theodore Levitt y comparte Henríquez en un artículo publicado en LinkedIn.
Según Henriquez Coronado esta innovación en la «experiencia del cliente centrada en el paciente», puede ser clasificada como “copimprove”. Es decir, reproducir éxitos y adaptarlos a nuestro mercado en versión mejorada inspirándose en negocios nacionales o extranjeros e innovación gradual.
“La relación y el vínculo hombre-animal, ha evolucionado. Hoy encontramos a padres de mascotas o pet parents que buscan servicios más amigables e individualizados para los nuevos miembros de su familia, quieren un “pediatra veterinario” de cabecera más cercano y disponible” afirmó. Los tenedores necesitan hoy profesionales capacitados y adaptados a sus necesidades particulares donde se respete el vínculo y se le de tratamiento especial a cada caso.

MEJORAR LA EXPERIENCIA DEL CLIENTE

Para lograr esta innovación, la veterinaria VetAvi24 ha trabajado en la capacitación del personal en ciencias blandas y en la importancia del trabajo en equipo.
“Nuestro equipo trabaja capacitándose en cómo relacionarse con las personas, en cómo comprenderlo. Es fundamental ser claro en el servicio que se hace, qué sugiere hacer el profesional”, aseguró Gabriel Pettigrosso.
Además, indicó que se debe ser claro en las indicaciones que se le da al tutor de los animales y en la importancia de tener empatía y de saber escuchar.
“Estas dos últimas son claves por parte del profesional. Se tratar de comprender qué es lo que plantea el propietario, cuál es su emoción en ese momento. La consulta empieza con la escucha, con el contacto visual entre el veterinario y el cliente, luego es con la mascota. No puedo dejar de lado a la persona para tratar de dar una solución médica”, afirmó.
Y se preguntó: «¿Entonces atendemos mascotas o propietarios? Tiene que estar la habilidad del profesional para entender la triada entre mascota, veterinario y el dueño del animal”, concluyó.

Si no trabajamos con la parte humana, la contención y la empatía, buscando comprender los momentos por los que atraviesa el tutor de la mascota, será muy difícil dar un servicio de excelencia

¿QUÉ VEN CUANDO NOS VEN?

Interesante en nuestra entrevista fue analizar con qué se encuentran pacientes y clientes al momento de ingresar en las veterinarias.
Según el referente de AviVet24, son al menos tres los aspectos que se tienen en cuenta en su empresa.
1. Una persona que atiende y recibe en el mostrador. Pide los datos y escucha las necesidades del paciente y el tenedor. La sala de espera está dividida entre felino y canino, tiene café y buena música para reducir el estrés.
2. El paciente y el tenedor pasan al consultorio, el MV escucha y atiende. Escribe la receta, las recomendaciones, todo a puerta cerrada. Se le indica cuándo volver, se corrobora que todo esté claro y se resuelven dudas.
3. Se acompaña a la mascota y al tenedor hasta la recepción, se le dice a la recepcionista qué tiene que hacer. Queda claro dentro del consultorio qué servicio se le brindó y cuánto le costó.

Cuando se le preguntó a Pettigrosso si su innovación es para diferenciarse de la competencia, respondió que se enfoca en la calidad y el servicio, en la sanidad y en la simbiosis entre el animal y la persona. Básicamente en hacer crecer su negocio enfocándose en dar el mejor servicio posible.
Los motivos para innovar pueden ser muchos, lo importante es entender que no es una opción sino una necesidad. No innovar es perder oportunidades de crecimiento, de diversificar productos y servicios, de cautivar talento.
Es, según Henriquez Coronado “algo innegable para las empresas actuales y del futuro, que quieren ser atractivas, aportar valor y responder a las necesidades actuales de los clientes. Es desarrollar nuevas estrategias, crecer, escalar, ser más competitivos, diferenciables y rentables”.
Sin embargo, existen barreras como el miedo al cambio o pensar que es complicado o caro hacerlo. Innovar es dejar de hacer las cosas como antes, como siempre las he hecho o como me gusta hacerlo y comenzar a ser creativos, a inspirarse en las tendencias, a escuchar y comprender lo que «busca el cliente actual de un médico veterinario y tratar de adaptarnos con nuestros medios y con nuestro estilo o forma de ser y trabajar al mercado actual”, cerro tras nuestras consultas la MV. Henriquez Coronado desde Francia.

En el marco de su 20° Aniversario, la distribuidora de productos veterinarios y alimentos balanceados, Krönen, mantiene activas sus múltiples acciones en el mercado y suma un ciclo de capacitaciones que incluye no solo a los veterinarios, sino también a su propia fuerza de ventas y las de sus clientes.

Tanto de manera presencial, como virtual, la participación de los profesionales ha sido destacada en las cuatro capacitaciones que la empresa ha realizado junto a Tecnovax, König, Brouwer y Fawna (Baires) desde abril a esta parte.

Las sedes físicas elegidas para reunirse con los veterinarios fueron tanto la sala de capacitación propia que tiene Krönen en La Plata, Buenos Aires, tanto como en la Biblioteca de la FCV de la ciudad platense.

Los temas desarrollados en ellas fueron los siguientes:

• Actualización en vacunología canina – MV. Leonardo Mauro, responsable técnico de Animales de Compañía en Tecnovax.
• Actualización sobre el uso de feromonas – MV. Jésica Singermann, del laboratorio König.
• “Soplo cardíaco: ¿una simple Valvulopatía?” – MV. Fernando Gómez.
• Hipotiroidismo canino e hipertiroidismo felino – MV. Luciano Casas.

Más allá de esto, Krönen avanzó en este tiempo con capacitaciones destinadas al personal de los sectores de atención al público, veterinaria y peluquería de algunos de sus clientes, como es el caso de Veterinaria Mitre, de Matías López, en la ciudad bonaerense de Chascomús, junto al laboratorio Zoovet.

Asimismo, el personal de la distribuidora que este año celebra su 20° aniversario en el sector continúa recorriendo laboratorios proveedores y capacitándose de la mano de empresas aliadas como las ya mencionadas, a las cuales también se suma el laboratorio Chinfield.

“Seguimos acompañando e impulsando el crecimiento profesional de estudiantes y médicos veterinarios”, resaltaron desde la empresa e invitaron a los interesados a seguir el cronograma de capacitaciones para lo que resta del año a través de sus redes @kronenvet.

En diálogo con esta Revista 2+2 durante el Congreso Veterinario Latinoamericano de Drovet, el jefe de Marketing de Holliday Scott, Diego Gómez, dio detalles respecto de uno de los últimos lanzamientos de la empresa: Neovita.

“Se trata de un nuevo producto de nuestra familia de biomoduladores que ya cuenta con 11 soluciones concretas a disposición de los médicos veterinarios; una línea enfocada en la medicina preventiva”, aseguró Gómez. Y avanzó: “Este producto viene a satisfacer una necesidad concreta en el campo del seguimiento de los tratamientos oncológicos en los animales de compañía”.

¿QUÉ ES NEOVITA?

Se trata de un suplemento dietario en comprimidos palatables, que ayuda a mantener y mejorar las funciones vitales del paciente oncológico. Aporta los nutrientes requeridos una vez finalizado el tratamiento, ya sea quirúrgico, quimioterapia, rayos u otro, o bien en la etapa de cuidados paliativos.

En su formulación, contiene: L-Arginina clorhidrato; Ajo (extracto seco de bulbos); Cúrcuma (extracto seco de rizomas); Espirulina (extracto seco de alga entera); L-Glutamina 100 mg; Vitamina C recubierta; Gluconato de Zinc; Vitamina A Palmitato y Vitamina E.

“Neovita está indicado para preservar la calidad de vida del paciente tras la recuperación en terapias exitosas con el fin de evitar el estrés oxidativo que daña a las células pudiendo generar nuevos desordenes”, aseguran desde Holliday Scott, destacando que se trata de una herramienta de elección para los profesionales en períodos de convalecencia prolongados, acompañando el tratamiento paliativo con el objetivo de aportar nutrientes esenciales que mejoren la calidad de vida del paciente.

Más allá de esto, Diego Gómez destacó que la empresa se encuentra trabajando en nuevos desarrollos. “Iremos comunicando novedades en los próximos meses», adelantó.

Además, mencionó que en octubre Holliday Scott organizará el tercer encuentro latinoamericano de cardiología veterinaria, el cual posiblemente sea presencial.

Y finalizó: “Siempre la mirada a futuro es optimista, somos una empresa nacional que trabaja día a día para que la industria siga creciendo, generando fuentes de trabajo, ingresos; para que los profesionales tengan lo que necesitan en la clínica diaria”.

Las clínicas necesitan tener objetivos prefijados para poder comparar lo realizado con lo estimado; analizar desvíos; identificar razones y poner en marcha acciones para alcanzar los ingresos proyectados.

Escribe José Luis Villaluenga Besaya
Docente del Posgrado de Gestión y Marketing Veterinario en VetesWeb
jlvillaluenga@rentabilidadveterinaria.es

Uno de los principales indicadores de las empresas son los ingresos de la actividad veterinaria. Estos ingresos deben de controlarse periódicamente y ser comparados con unos objetivos mensuales que deberían de estar definidos.
Por lo tanto, todas las veterinarias deberían disponer de un presupuesto de ingresos anual como objetivo prefijado, y aquellos deberían de estar mensualizados.
¿Por qué? Esta será la única manera de comparar lo realizado con lo estimado (o esperado), analizar desvíos, identificar las razones y poner en marcha acciones correctoras para intentar conseguir el presupuesto anual.

Ejercicio práctico 1: Presupuesto mensual

Imaginemos los siguientes ingresos, en unidades monetarias (de cada país) en los últimos cinco años, y con los crecimientos alcanzados (Tabla N° 1).


Han sido unos buenos resultados en el período total, y hasta en el último año se ha crecido un 9%. Pero al saber que en ese mismo tiempo el mercado creció un 14%, vemos que hemos perdido cuota de participación, al crecer por debajo del total.
Sigamos imaginando.
Estamos a finales de 2021 / comienzos de 2022 (ya con los números cerrados). Es este el momento de marcarse objetivos concretos para el año que comienza.

La buena atención de los clientes es tan necesaria como el buen desempeño profesional. Pero nada de esto será posible si la veterinaria no es rentable. Hay indicadores que debemos medir periódicamente.

Vamos a crecer un 10% y eso implica (según la Tabla N° 1), deberemos alcanzar en el año la cifra de 484.214 unidades monetarias.
¿Cómo sabemos en cada mes si vamos bien frente al presupuesto o en el acumulado de varios meses?
Es importante conocer esto para para saber si vamos por encima o por debajo del estimado, y tomar las decisiones más adecuadas en cada situación.
¿Cómo lo hacemos? ¿Dividimos esa cantidad por 12 meses? ¿Pensamos que todos los meses se factura igual?
Eso no es cierto, hay meses que se factura más por motivos estacionales, vacacionales, etc. Debemos saberlo.
¿Qué deberíamos hacer, entonces?
Mi recomendación: anotar en una hoja de Excel la facturación mensual de los últimos tres años. Y luego calcular la media de cada mes, con esta proyección de cinco años (Ver Tabla N° 2).


Estos datos reales corresponden a una clínica veterinaria generalista, en un barrio periférico de Madrid, la capital de España.
Vemos que los meses de abril y junio (el tercer trimestre) son los de mayor facturación mensual (venta mayor de antiparasitarios en primavera, campaña obligatoria de vacunación de rabia); y agosto en el que menos ingresos generamos (mes de las vacaciones generalmente en el país).
¿Qué nos falta por hacer? Pues multiplicar el total de ingresos anuales por los porcentajes medios de cada mes; y de esta forma visualizar el presupuesto mensual (Ver Tabla N° 3).

Ya tenemos el presupuesto mensualizado. De esta forma podemos controlar mes a mes, y el acumulado de varios meses, los ingresos reales de la clínica con los esperados si se cumpliera el presupuesto.
Cómo mínimo, este control debería de hacerse mensualmente. Ver si se cumple el estimado o no, y tomar las decisiones más adecuadas y poner en marcha acciones, una vez analizadas las causas de los desvíos.

Comentario práctico

Estas cifras deben de compartirse con todos los miembros del equipo, comentar y discutir con ellos los potenciales desvíos, para hacerles partícipes de cómo va la clínica y felicitarles o en su caso analizar causas y poner acciones correctoras.
En España hay un porcentaje de veterinarios, afortunadamente cada vez menor, que les estresa estar tan controlados y se sienten presionados por los propietarios y gerentes a realizar acciones de marketing que no les gusta.
Hay que hacerles ver que una clínica veterinaria es una empresa y que debe de tener números positivos para poder pagar a la Administración, a los proveedores, a los trabajadores, a los propietarios, la reposición de equipos, mejoras en el servicio; y sino lo entienden y contribuyen, quizás no nos interesen como empleados.
Esos veterinarios y/o auxiliares que piensan más en el bolsillo de los clientes que en el bolsillo de la clínica no son empleados eficientes, y si son reiterativos habrá que invitarles a que se vayan.
Y busquen quizás trabajo en una ONG.

Ejercicio práctico 2: presupuesto diario de cada mes

En algunos centros veterinarios incluso vamos más allá en el desglose de los ingresos mensuales, convirtiendo éstos en un presupuesto diario.
Aquí lo que se hace es dividir los ingresos mensuales por el número de días de ese mes; resultando una cantidad mínima igual diaria.
Esto permite, como ejemplo, saber cómo vamos cada semana; si necesitamos alguna acción puntual en las últimas dos semanas para poder alcanzar el presupuesto mensual (Ver Tabla N° 4).

Esta clínica tiene un presupuesto mensual en marzo 2022 de 45.572 unidades monetarias. Abre de lunes a viernes jornada continuada de 10 a 21 horas, los sábados y los domingos por la mañana (por eso se contabiliza estos días como uno solo).
En total son 26,5 días y una facturación media diaria de 1.720 unidades monetarias.
Mi consejo es colocar este calendario en un lugar visible para todo el personal, por ejemplo, en un tablón de anuncios en el vestuario o en la sala de reuniones del equipo.
Y añadir cada día (lo puede hacer un auxiliar) la cantidad real diaria y el sumatorio semanal.
De un vistazo rápido podemos ver cómo vamos a nivel de ingresos.

Comentario final

Algunos de los lectores de esta Revista 2+2 podrán decir que no todo en las veterinarias son los números.
Estoy de acuerdo.
Que la atención al cliente es fundamental, que la fidelización del cliente es necesaria, que los empleados estén motivados, que la experiencia del cliente es la que manda.
Pero todo esto será posible si la veterinaria es rentable dando un buen servicio al cliente y, querámoslo o no, hay indicadores que debemos medir periódicamente para saber cómo estamos, hacia dónde vamos y qué acciones correctivas hay que poner en marcha si nos encontramos desvíos en los ingresos.
Porque posiblemente sean éstos uno de los primeros indicadores donde se vean los resultados de todo los demás.
En otro orden de cosas, en muchas veterinarias no he conseguido llegar al desglose mensual porque los propietarios se plegaban a las opiniones de sus empleados porque les generaba ansiedad y estrés (algo erróneo bajo mi punto de vista), pero al menos conseguía que casi el 90% de los centros con los que trabajaba distribuyesen el presupuesto anual en meses e hiciesen un control mensual de los mismos.
Hacerlo no los llevará mucho tiempo.
Su control y posterior análisis os dará mucha información sobre cómo va vuestra clínica cada mes.

Con disertaciones enfocadas en el trabajo diario de los profesionales, se realizó en Rosario, Santa Fe, el Congreso Veterinario Latinoamericano de Drovet. Compartimos las principales conclusiones de los especialistas.

Escribe Belisario Sangiorgio
info@dosmasdos.com.ar

Centenares de veterinarios se dieron cita en el Congreso Veterinario Latinoamericano organizado por Drovet a inicios de julio en la ciudad de Rosario, Santa Fe.
El objetivo fue claro: intercambiar conocimientos para perfeccionarse en el trabajo cotidiano, enfocados en el bienestar animal y en cómo hacer frente una escalada coyuntural de exigencias -sobre todo, por parte de los tutores de las mascotas- en consultorios, clínicas, hospitales.
“Para el programa de disertaciones dedicadas a los animales de compañía incluimos contenidos que puedan ser utilizados en el día a día, en el consultorio, con charlas sobre braquicefálicos, felinos, zoonosis, emergencias y el manejo de los recién nacidos, entre otras”, sostuvo en diálogo con esta Revista 2+2 el MV. Carlos Sorribas, organizador del programa científico de la sexta edición del Congreso.
Según los datos oficiales, más de mil veterinarios y profesionales vinculados con la industria asistieron a las jornadas de formación en el Salón Metropolitano del Alto Rosario Shopping.
“Estamos muy contentos con el desarrollo del encuentro. Volvimos a la presencialidad luego de la pandemia y eso ha sido algo muy positivo. Vemos que nuestro Congreso año tras año se afianza en la agenda del sector», celebró Álvaro Mariezcurrena, gerente de Marketing de Drovet.
La matriz de planificación del evento contempla un contexto del ejercicio de la medicina veterinaria -en clínicas, consultorios y hospitales- que expone con claridad un aumento de la preocupación por el bienestar animal, con un fuerte foco en la medicina preventiva, y especialidades destacadas, como la atención de emergencias, por ejemplo.
En esta línea también se encuentra planteada la agudización de las exigencias de los tutores como otro signo claro: cada vez dedican más tiempo, recursos y atención a sus mascotas, animales de compañía que sin duda son ya un integrante más de las familias.
A su vez y en una entrevista realizada desde el Stand de esta Revista 2+2 que cubrió los dos días de capacitaciones, Mariezcurrena explicó que organizar el Congreso requirió casi ocho meses de dedicación plena y trabajo previo.
Ocurre que la responsabilidad de desarrollar un evento de esta magnitud resulta siempre compleja. Pero, al final, también satisfactoria.

Entrevistamos al MV. Rubén Gatti.

“Recibimos visitantes de todo el país, desde Misiones hasta La Pampa; de la región sur, del centro; también de Paraguay, de Uruguay, de Bolivia. Buscamos garantizar la calidad de los temas, y de las disertaciones”, agregó.
Sobre estos ejes del evento ahondó el MV. Rubén Mario Gatti, especialista en medicina felina.
“En mi caso, atiendo solamente gatos, y tenemos la veterinaria llena, todo el tiempo. Los tutores son muy cuidadosos, y tratan de que los animales sean atendidos por personas que tengan buena capacidad, y cariño por los pacientes. No quieren solamente que sepan, sino que el manejo sea amigable”, aseguró el referente en la materia.
Rubén Gatti tuvo una destacada participación también participando activamente del Congreso con dos disertaciones: la primera sobre el vínculo del estrés con la cistitis intersticial en los pacientes, y otra sobre el uso de las feromonas en la medicina felina.
“El mayor uso de las feromonas empieza en la casa donde vive el gato, allí puede sufrir trastornos de ansiedad o de estrés. Los veterinarios también deben usarlas en el consultorio, porque es una ayuda para el manejo amigable en la consulta. Y, además, las feromonas se pueden usar en patologías o alteraciones de los comportamientos, que pueden molestar inclusive a los propietarios”, aseguró nuestro entrevistado.

Emergencias

El MV. Pablo Borrás tuvo una destacada participación en el Congreso de Drovet.

En un contexto conceptual de bienestar animal, el desarrollo profesional de alto nivel de perfeccionamiento en la especialidad de emergencias cristaliza claramente una igualdad en los niveles de calidad de atención para humanos y animales de compañía, cuando se trata de salvar una vida.
Por eso, el MV. Mario Jensen, especialista en cuidados intensivos, fue otro de los disertantes del Congreso. Y, al ser entrevistado por la Revista 2+2, luego de desarrollar su panel, manifestó sentirse contento por el alto nivel de concurrencia general al evento.
Consultado puntualmente sobre su conferencia sobre “emergencias, el profesional destacó su importancia en la clínica diaria, aseguró que a nivel general todos los profesionales reciben o recibirán, en alguna ocasión, un perro o un gato en shock en sus trabajos.
Al profundizar sobre la conferencia que dirigió a los asistentes del Congreso Veterinario de Rosario, el especialista remarcó: “Las emergencias llegan a todas las clínicas, y hay que estar preparado. En las facultades no se trabaja sobre emergentología, aún cuando sabemos que una duda en estos casos puede costar una vida. Todas las especialidades son importantes, pero cuando llega una emergencia a la clínica, hay que salvar al paciente”.
Concluyó Jensen: “La primera maniobra es clave. Existen protocolos que determinan cómo encarar la situación, sin apurarse. Una mala atención inicial puede llevar a fallas de órganos; por ejemplo, fallas renales. Es importante que, aún sin la infraestructura ideal, el veterinario sepa cómo dar sueros, oxígeno, qué drogas aplicar, cuales no”.

Bulldog francés, inglés, y pugs

Desde el stand de Revista 2+2 realizamos acciones y sorteos con los veterinarios.

Por otro lado, el médico veterinario Christian Clauss, especialista en cirugías de animales de compañía, abordó un desafío que -dijo- “todos los profesionales de la sanidad animal palpan a diario” en los consultorios: el tratamiento de perros, pacientes braquicefálicos.
Explicó en este sentido que se trata de animales que “necesitan de la asistencia del humano para vivir” y que “en Europa está prohibida la cría de razas braquicefálicas extremas como el bulldog francés, inglés, y pugs”.
“Muchas veces -continuó- se subvalora la importancia del síndrome braquicefálico porque se considera que es normal que un paciente braquicefálico tenga estridores inspiratorios, que ronque, que tenga apneas de sueño, que no tolere las altas temperaturas. Pero lejos está eso de ser cierto. No es normal, es común”.
Y, en un consejo tanto para los tutores como para los veterinarios, subrayó Clauss: “Si uno corrige la signología clínica, puede prolongar la vida del animal, y sobre todo aportarles mayor calidad de vida mientras ésta dure», sostuvo.
Y completó: «En este sentido, el que tiene la tarea de concientizar a los tutores es el colega; cuando el perro va a vacunarse en su juventud, el veterinario debe educar, concientizar, acerca de que el síndrome -con el paso del tiempo- puede desencadenar en problemas que acorten la vida del animal, porque es una patología de resolución quirúrgica”.

Conclusiones

También con una destacada participación en el Congreso, el MV. Pablo Borrás, magíster en prevención y control de zoonosis disertó en Rosario, y en el marco de la conferencia realizada en la provincia de Santa Fe, detalló: “La medicina preventiva se trata de la salud del animal, desde los tratamientos y diagnósticos; desde las primeras etapas de la vida, hasta el final”.
“La tenencia responsable de animales tiene como fundamento los controles veterinarios, con un profesional que pueda acompañar al animal en el día a día”, resaltó. Y al hablar sobre la evolución del trabajo en la era digital, enfatizó sobre esta última definición de ampliar la presencia del veterinario mediante dispositivos como smartphones o notebooks para extender la atención al ámbito del hogar
“Se trata de acompañar a los pacientes, controlar, utilizar las herramientas que tenemos”, nos explicó Pablo Borrás.