agosto 2023 - Página 2 de 4 - Mi Negocio Veterinario
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Claro que se puede. Y a continuación, te compartimos tres ideas que sin dudas pueden ponerse en marcha de manera rápida y práctica. ¿Te animás?

Al revisar las recomendaciones de los referentes en la materia, es claro que sí es posible desde las veterinarias realizar acciones para atraer a nuevos clientes y lograr así un mayor movimiento en la empresa.

En ese marco, les compartimos a continuación una serie de consejos que ya están siendo puestos en práctica por cientos de veterinarios en Argentina y la región.

Crear contenido digital

Una de las mejores formas de dar a conocer tu clínica veterinaria es crear contenido de calidad y relevante para tu público objetivo. Puedes aprovechar las redes sociales, el blog, el email marketing y el vídeo marketing para compartir información útil, consejos, curiosidades, casos de éxito y testimonios sobre el cuidado de los perros y gatos. Así, podrás generar confianza, credibilidad y autoridad en tu sector, además de mejorar tu posicionamiento en los buscadores.

Ofrece atención personalizada

Los dueños de los perros y gatos quieren lo mejor para sus mascotas, por lo que valoran mucho el trato cercano, profesional y empático que les brindes. Para ofrecer una atención personalizada, puedes usar herramientas como el chat en vivo o los chatbots en tu página web, enviar recordatorios de citas y vacunas por email o SMS, hacer seguimiento post-consulta, enviar felicitaciones por el cumpleaños de la mascota o regalar algún detalle como un collar o un juguete.

Organiza eventos y talleres

Otra forma de atraer clientes a tu clínica veterinaria es organizar eventos y talleres relacionados con el mundo de los perros y gatos. Por ejemplo, puedes hacer charlas sobre educación canina, adiestramiento, alimentación, salud, higiene, etc. También puedes participar en ferias locales, rodeos y muestras de perros y gatos para publicitar tu clínica y dar a conocer tus servicios. Estas actividades te permitirán captar la atención de los amantes de los animales, generar interacción, fidelizar a tus clientes actuales y crear sinergias con otras empresas del sector.

En resumen, es importante comprender que siempre tenemos una chance de realizar acciones que, desde la propia veterinaria, estimulen el caudal de nuevos clientes. ¿Es sencillo? Claro que no, pero es mejor que quedarse esperando…

En un evento organizado junto con su distribuidor local, Chimiray, se presentó el producto ante más de 250 veterinarios. Luciano Aba -de Mi Negocio Veterinario- compartió una charla sobre gestión y ventas.

De la redacción de Mi Negocio Veterinario
info@minegocioveterinario.com

A finales de julio se llevó adelante el lanzamiento oficial de Power Gold en Paraguay. Esto ocurrió en un evento organizado de manera conjunta entre el laboratorio y su distribuidor local -Chimiray- en el Salón del Comité Olímpico de Paraguay, ubicado en Asunción.

Allí se dieron cita cerca de 250 veterinarios, quienes escucharon atentamente la presentación a cargo de Diego Goldstein, del laboratorio Brouwer.

“Power Gold es un bocadito masticable, a base de Fluralaner, que está indicado y aprobado para el control de pulgas y garrapatas en perros, por un período de 90 días”, explicaba el referente de la empresa. Además, agradeció la participación del público y el acompañamiento de Chimiray en los planes de expansión en Paraguay.

Asimismo, repasó las distintas presentaciones de Power Gold, destacó su seguridad y eficacia y respondió preguntas concretas por parte de los asistentes.

Diego Goldstein (Brouwer) y Luciano Aba (Mi Negocio Veterinario)

Gestión y ventas

Del encuentro fue parte también el editor de Mi Negocio Veterinario, Luciano Aba, quien fue invitado por los organizadores a llevar adelante una actividad práctica sobre gestión y ventas en las clínicas veterinarias bajo el título de “¿Cómo convierto mi pasión por los animales en ganancias?

Con una serie de dinámicas interactivas, encuestas y ejercicios prácticos, la charla tuvo una hora de duración y se orientó a compartir con los asistentes distintas herramientas que sirven para mejorar su desempeño comercial día a día.

“Fue importante interactuar con los veterinarios y dejarles algunas recomendaciones bien concretas en cuanto a la importancia de conocer bien el perfil de sus clientes, además de definir y ordenar la propuesta de valor de sus emprendimientos”, nos decía Luciano Aba. Y completaba: “También repasamos las mejores maneras para orientar los servicios a la venta, a la vez de insistir en herramientas sencillas para establecer y dar seguimiento a los indicadores más relevantes del negocio”.

La importancia de la innovación y el enfoque en la experiencia del cliente en el sector veterinario.

En un mercado cada vez más competitivo, las veterinarias se enfrentan al desafío de destacarse y diferenciarse de sus competidores. Para lograrlo, es fundamental contar con una propuesta diferencial que atraiga a los clientes y los fidelice. A continuación, se presentan algunas claves para que las veterinarias logren destacarse en el mercado.

 

  1. Innovación en servicios y tecnología

Las veterinarias deben estar a la vanguardia en cuanto a servicios y tecnología. Esto implica ofrecer servicios especializados, como cirugías avanzadas, terapias alternativas y tratamientos personalizados. Además, es importante utilizar tecnología de última generación, como equipos de diagnóstico avanzados y sistemas de gestión de información eficientes.

 

  1. Atención personalizada y calidad en el servicio 

Brindar una atención personalizada y de calidad es esencial para diferenciarse en el mercado. Los clientes valoran la cercanía y el trato amable por parte del personal veterinario. Además, es importante contar con un equipo capacitado y comprometido, que se preocupe por el bienestar de los animales y esté dispuesto a resolver cualquier duda o inquietud de los clientes.

 

  1. Enfoque en la experiencia del cliente

La experiencia del cliente es clave para lograr una propuesta diferencial. Las veterinarias deben asegurarse de que los clientes se sientan cómodos y satisfechos durante su visita. Esto implica contar con instalaciones limpias y acogedoras, tiempos de espera reducidos y una comunicación clara y efectiva. Además, se pueden implementar programas de fidelización y promociones especiales para premiar la confianza y preferencia de los clientes.

 

  1. Educación y prevención

Las veterinarias pueden diferenciarse al ofrecer programas de educación y prevención. Esto implica brindar información y consejos sobre cuidados básicos, alimentación adecuada y prevención de enfermedades. Además, se pueden realizar charlas y talleres gratuitos para la comunidad, promoviendo la conciencia sobre la importancia de la salud y el bienestar animal.

 

  1. Responsabilidad social y compromiso con la comunidad.

Las veterinarias pueden destacarse al demostrar su compromiso con la comunidad y el bienestar animal. Esto implica participar en campañas de esterilización y adopción, colaborar con organizaciones sin fines de lucro y promover la tenencia responsable de mascotas. Además, se pueden establecer alianzas estratégicas con otras empresas o instituciones relacionadas con el mundo animal para ampliar el alcance de su propuesta.

 

En conclusión, para lograr una propuesta diferencial en el mercado, las veterinarias deben enfocarse en la innovación, la atención personalizada, la experiencia del cliente, la educación y prevención, así como en la responsabilidad social. Estas claves permitirán a las veterinarias destacarse y fidelizar a sus clientes en un mercado cada vez más competitivo.

Es una aplicación en la que los tutores de mascotas pueden encontrar atención veterinaria cerca de su zona de residencia.

Ya está disponible en el mercado MeemoVet (www.meemo.vet), la App que busca conectar a los veterinarios con los usuarios que buscan atención a domicilio. 

Nació en 2020 bajo la idea de darle a los veterinarios un espacio donde desarrollarse como independientes. Es como el Uber de los veterinarios o, por lo menos así lo entiende Pablo Varga, cofundador de la plataforma que ya puede descargarse desde los celulares. 

“El tutor da de alta a su mascota en la App con todas las características del animal y, cuando necesita un servicio, lo solicita a domicilio”, así de sencillo nos lo explica Pablo Varga. ¿Y los veterinarios? Se loguean y desloguean cuando quieren y la App le facilita consultas cerca de su ubicación para ir a atender. “El veterinario cobra la consulta por adelantado, siempre respetando los honorarios del consejo veterinario”, indicó Varga para una App que tiene planes de expansión a nivel nacional, pero que hoy tiene base sólida en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires. 

¿Con qué se va a encontrar el veterinario al descargar la App?

  • Flexibilidad para definir los horarios de atención y zonas de cobertura.
  • Practicidad para gestionar la historia clínica de los pacientes.
  • Seguridad de recibir los pagos antes de la visita. 
  • Agilidad para acordar las visitas con los tutores de las mascotas. 
  • Simplicidad para promocionar los servicios. 

La independencia de elegir cómo, dónde y cuándo trabajar es una de las cosas que más destaca Varga. “Hay profesionales que trabajan todas las mañanas porque dejan a los chicos en el colegio y quedan libres algunas horas. Y también hay veterinarios que trabajan en alguna clínica y deciden hacer algunas consultas extra, por su cuenta, los fines de semana”.  Es la libertad que da la nueva manera de hacer veterinaria. 

Meemo Vet está presente ya en el mercado y planea seguir creciendo, incluso más allá de nuestras fronteras, para llegar, a nivel regional, a cubrir distintos países de América Latina. Hoy por hoy los servicios que se ofrecen en la aplicación son:

  • Especialidades.
  • Colocación de chips.
  • Atención médica primaria. 

Además, se busca que paseadores, peluqueros y guarderías se sumen para ampliar el catálogo de servicios para los tutores de mascotas.

¿Cómo nació la idea de MeemoVet?

La necesidad de atención veterinaria a domicilio hace tiempo existe, pero con algunos contratiempos, como el hecho de que cuando los profesionales aceptaban las consultas, se las cancelaban a mitad de camino. Además, si bien había un boca a boca que los publicitaba, no existía ninguna herramienta que los agrupara y centralizara la información.

Por otro lado, luego de la Pandemia, es cada vez más evidente la resistencia de muchos profesionales en relación a pasar de 8 a 10 horas trabajando en un consultorio. Los veterinarios ya no quieren exponerse al burnout, quieren tener la libertad de trabajar manejando sus tiempos. “Es como quien se acostumbró al home office, no quiere volver nunca más”, indicó nuestro entrevistado. Incluso los más jóvenes prefieren todo a domicilio, tienen la tecnología en la punta de la mano y lo que quieren consumir lo quieren hacer así. 

Es así como nació la idea de Meemo Vet entendiendo la necesidad de los veterinarios y la búsqueda de los tutores de mascotas por una atención diferencial.

 

Con eventos en Córdoba y Buenos Aires, la XI Gira de la empresa contó con una serie de acciones vinculadas a poner sobre la mesa la problemática actual y compartir consejos para abordarla.

Celebrando 20 años de la iniciativa, Royal Canin llevó adelante su 16° Gira Técnica que involucró eventos para profesionales veterinarios en Córdoba y la Ciudad de Buenos Aires, así como también estudiantes de la Carrera de la Veterinaria de la UBA.

Así fue cómo la Doctora en Psicología María Roca y también Alicia Galfasó abordaron temas como “Salud mental y bienestar profesional: Aprendiendo a cuidar nuestro mejor capital” y “Autocuidado profesional Parte 1: el cuidado emocional”, respectivamente, quedando pendiente para el 5 de septiembre la segunda parte de este combo para los estudiantes universitarios de la mano de la psicóloga Galfasó.

En este marco, Mi Negocio Veterinario fue parte de la jornada realizada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde se juntaron cerca de 300 veterinarios y veterinarias para compartir experiencias y conocimientos sobre el bienestar profesional, acciones complementadas con una disertación a cargo de Estanislao Bachrach, sobre el diseño de las emociones.

 

ACCEDÉ A LAS CHARLAS

 

“Esta vez nuestra Gira pone el foco en la salud de los veterinarios. En ese bienestar que se necesita para que estos profesionales también piensen en cuidarse a ellos mismos”, nos decía Liliana Guazzora, jefa de asesores técnicos veterinarios de Royal Canin, quien durante su presentación mostró los resultados de la encuesta realizada por Mi Negocio Veterinario a comienzos de año, en la cual se demuestra el impacto que tiene el cansancio sobre el rendimiento personal y profesional de los veterinarios.

Y agregó: “Esperamos que este sea un puntapié para la reflexión, para darnos cuenta de lo que nos pasa, ponerlo en palabras y romper con este tabú de la salud mental”.

A su turno, también dialogamos con Damián Rubens, director de marketing de la empresa, enfatizó que estas acciones están ligadas a la vocación de Royal Canin por colaborar con la comunidad veterinaria y ayudarlos a mejorar, entendiendo que quien no puede estar bien del cuerpo y de la cabeza, no puede desarrollar a pleno su trabajo, que solamente con disponer de las mejores herramientas para realizar nuestro trabajo, no es suficiente.

“Por eso, decidimos involucrarnos con esto que tiene que ver con el manejo del stress y el día a día”, nos decía.

Y agregaba: “Este es uno de los pilares de la compañía a nivel global, que se traslada en acciones concretas que no terminan ni esta noche, ni este año, sino que forma parte de un calendario estratégico a futuro”.

¿Qué podemos hacer distinto?

Mano a mano también estuvo con Estanislao Bachrach, minutos antes de su presentación, para conocer los principales temas de su participación en el evento.

“El tópico es ver cómo puedo regular mis emociones. Hay cosas que no podemos manejar (la situación del país, del barrio), pero sí algunas otras que dependen de nosotros mismos para, ya que las vamos a atravesar, hacerlo del mejor modo posible”, nos explicaba el profesional que luego destacó la importancia de hacer una pausa y pensar, antes de tomar decisiones.

“Cuando uno se siente mal por algo que le está pasando, lo más normal es culpar al otro, quejarse y creer que uno tiene la razón. Es un tema que afecta a todos los seres humanos, de todos los países y de todas las edades. No es exclusivo de los veterinarios. El desafío es ver qué hacemos nosotros frente a las situaciones difíciles que nos toca vivir”, concluyó Bachrach.

Te compartimos una serie de acciones ineludibles para poner en marcha estrategias inteligentes para enfrentar los desafíos económicos de los negocios veterinarios.

En medio de un contexto económico desafiante, dueños y dueñas de los negocios veterinarios se enfrentan hoy a la inflación de los precios y a una incipiente caída en sus ventas. Esto ocurre en Argentina, y también en otros países de la región.

Ante esta situación, es fundamental considerar una serie de acciones que les permitan hacer frente a estos desafíos y mantener la rentabilidad de la empresa. 

¿Qué debemos tener en cuenta?

  • Analizar bien los costos y los precios

Es clave realizar un análisis exhaustivo de los costos de los productos y servicios ofrecidos por la veterinaria. Esto implica evaluar proveedores, buscar alternativas más económicas y negociar precios.

Asimismo, es importante revisar los precios de venta y ajustarlos de manera acorde a la inflación (siguiendo indicadores válidos), manteniendo un equilibrio entre rentabilidad y competitividad.

  • Diversificar a tiempo los servicios

Ante la caída en las ventas de productos (fármacos, vacunas o alimentos balanceados), es recomendable diversificar los servicios ofrecidos por la veterinaria. Esto puede incluir la incorporación de servicios de peluquería canina, adiestramiento de mascotas, consultas a domicilio, entre otros. La ampliación de la oferta permitirá atraer a nuevos clientes y generar ingresos adicionales.

  • Ahora sí, fidelizar a los clientes

En momentos como el actual, resulta importante mantener una relación cercana con los clientes de la veterinaria. ¿Qué implica esto? Básicamente brindar un servicio de calidad, establecer programas de fidelización, ofrecer descuentos especiales y promociones (cuando corresponda). Además, es importante mantener una comunicación constante en el punto de venta, tanto como a través de las redes sociales, correo electrónico o mensajes de texto, informando sobre novedades, promociones y vencimiento de vacunas, por ejemplo.

  • Establecer alianzas estratégicas

Generar alianzas con otros negocios relacionados. Esta puede ser una estrategia efectiva para aumentar la visibilidad y atraer a nuevos clientes. Estas alianzas pueden incluir la realización de eventos conjuntos, promociones cruzadas o descuentos especiales para los clientes de ambas partes.

  • Optimizar los recursos

Esto implica reducir gastos innecesarios, negociar contratos con proveedores, buscar alternativas más económicas y aprovechar al máximo el espacio físico de la veterinaria. Además, es importante capacitar al personal para que sean más eficientes en su trabajo y puedan ofrecer un servicio de calidad.

En resumen y tal como destacan distintos expertos en el mundo digital, los dueños de veterinarias deben enfrentar la inflación de precios y la caída en las ventas con estrategias sólidas y adaptativas. 

El análisis de costos y precios, la diversificación de servicios, la fidelización de clientes, las alianzas estratégicas y la optimización de recursos son claves estrategias para mantener la rentabilidad y el éxito del negocio veterinario en tiempos difíciles.

En un nicho de mercado que crece día a día es clave encontrar aquello que diferencia a una veterinaria de la otra. Por medio de estrategias que agreguen valor, no solo conseguiremos eso, sino también la fidelidad del cliente.

Camila Montaña
camila@minegocioveterinario.com

Pensar en el cliente y buscar satisfacer sus necesidades es uno de los pilares en los que se basa el proceso de fidelización en la veterinaria. Por eso se hace tan importante pensar en el valor agregado que se ofrece tanto en materia de productos, como de servicios. Pero, ¿qué es el valor agregado y qué ofrecerle al cliente para ser diferente de los demás? 

Eso es lo que trataremos a continuación. 

Se entiende al valor agregado en la economía, los negocios y el marketing como aquello que ayuda a diferenciar el producto o servicio que se presta. Conociendo el valor agregado de la clínica veterinaria, se puede ser más competitivo, posicionarse mejor en el nicho de mercado y satisfacer las necesidades del cliente

Un cliente o tutor de mascota que cada vez está más atento a la selección de los productos y servicios que adquiere para su mascota. 

Pero, construir el valor agregado de la veterinaria no es un proceso simple que se realice de la noche a la mañana. Para hacerlo, se debe escuchar al cliente con la mente abierta a recibir comentarios tanto negativos, como positivos. Además de  mantenerse actualizado a las tendencias del mercado y pensar estrategias direccionadas a los clientes y a sus mascotas. 

También se deben analizar los procesos internos y externos para saber en qué se debe mejorar. Observar a la competencia para identificar las fortalezas y oportunidades que se tienen frente a ella y ofrecer eso único al mercado. En todo caso, es clave tener en cuenta que hablamos de un proceso continuo, dinámico y que se debe evaluar constantemente.

Tres razones para crear valor agregado en la veterinaria 

Son varios los motivos por los que es importante identificar y crear el valor agregado en la veterinaria. Compartimos tres que pueden ayudar a sentar las bases para trabajar en su definición. 

  1. El precio no importa: Cuando el tutor de la mascota ve que su animal de compañía recibe un buen trato, que los tratamientos que recibe son efectivos y que el servicio está pensado para satisfacer sus necesidades, está dispuesto a pagar por ello. 
  2. La clínica se diferencia de las otras: Las actividades que realizan las veterinarias son naturalmente similares. De allí la importancia de encontrar la manera de hacer diferente aquello que en apariencia es similar a la competencia. ¿Cuáles son esos distintivos en tu negocio veterinario?
  3. Los clientes te recomiendan: Cuando el tutor de una mascota está buscando una veterinaria para que atiendan a su animal de compañía, generalmente realiza una búsqueda en Internet. Si no es el caso, pregunta a familiares, amigos y conocidos. En ambas alternativas, siempre se piensa en la recomendación. Lo cierto es que cada vez el cliente presta más atención a lo que otros opinen sobre el servicio para tomar la decisión de compra. 

 

Cuatro ejemplos de cómo generar valor agregado en la veterinaria

Luego que entender su importancia, ahora se debe crear ese valor agregado para el cliente. Por eso, compartimos estos cuatro ejemplos que se pueden implementar en la veterinaria. Lo más importante acá es conocer a profundidad quién es el tutor de la mascota y qué necesidades busca satisfacer. 

  1. Conoce todo sobre la mascota: Desde la fecha de cumpleaños, lo que más le gusta comer, hasta qué tipo de actividades disfruta más. Esta información puede ser usada en la consulta o como estrategia de fidelización. Por ejemplo, enviando una tarjeta de regalo en su cumpleaños o subir su foto en la cuenta de instagram de la veterinaria. Los clientes disfrutan y se fidelizan cuando son tratados de manera especial.
  2. Regala cursos y asesorías para los clientes más fieles: Los cursos o talleres pueden ser sobre comportamiento animal, nutrición o prevención de enfermedades. La selección dependerá del tipo de cliente de tu veterinaria. Estos eventos pueden ser exclusivos y gratuitos o los asistentes pueden ser seleccionados en concursos que se gestionen en las redes sociales.
  3. Crea alianzas estratégicas: Los clientes están acostumbrados a recibir beneficios por medio de puntos por las compras que realizan. Qué tal si con ese sistema se permite redimir premios o descuentos con por ejemplo, criadores de mascotas, hoteles o peluquerías, las posibilidades son infinitas.
  4. Realiza programas de seguimiento y control de salud: Estar atento a los periodos de vacunación, desparasitación y enfermedades estacionales para mantener al tanto a los clientes. 

Con estas estrategias como base se puede generar valor agregado para el cliente. El objetivo es que por medio del mejor servicio posible, se creen experiencias positivas. 

Luciano Aba
@aba_luciano
luciano@minegocioveterinario.com

Al momento de destacar las tendencias y transformaciones que vive la profesión veterinaria en Argentina y el mundo, ya no alcanza con afirmar que buena parte de los egresados y nuevos profesionales son mujeres y que mayoritariamente se dedican al área de animales de compañía, sino que cada vez más tenemos que considerar otros fenómenos, como lo es hoy la atención a domicilio.
Esta práctica que se inició en las grandes ciudades, paulatinamente se fue extendiendo por distintos lugares y logró un nuevo impulso terminada la pandemia. Hoy es un campo laboral más que apetecible para los médicos y las médicas veterinarias.
“Me organizo mejor el tiempo y nadie me está apurando”, nos dicen los profesionales con los que Mi Negocio Veterinario estuvo dialogando sobre este tema, entre tantas otras frases que podríamos resumir en las siguientes:
• “Trabajar a domicilio es menos estresante que hacerlo en una veterinaria”.
• “Cuando no me gusta un cliente, elijo no volver a ir”.
• “Gano más plata de esta manera”.
Y muchas más.
Pero ahí no termina el fenómeno.
Más allá de las Apps que ya existen en el mercado para vincular este tipo de servicios profesionales, de manera geolocalizada, con tutores de perros y de gatos, vale decir que el servicio también es brindado por veterinarios y veterinarias que, teniendo otro empleo, “aprovechan” algunas horas de su día o fin de semana como extra a sus ingresos.

Unipersonales

Aunque no tengan un local propio, ni un equipo a cargo, los veterinarios a domicilio también enfrentan el desafío de autoadministrarse como empresa que son. Generan sus propios ingresos, pagan sus gastos y se capacitan.
En ese marco, cobra trascendencia el hecho de poder determinar correctamente cuánto vale su hora de trabajo, cuáles son los viáticos que se ponen en juego en cada visita y cuál debería ser el promedio de consultas diarias a lograr para asegurar los ingresos pretendidos.
Claro que más allá de esto, el marketing también atraviesa a estos profesionales de manera personal. ¿Cómo dan a conocer sus servicios? ¿Qué canales de diálogo tienen abiertos con sus clientes?
No por el hecho de trabajar solos o solas debemos olvidarnos de la venta, de ofrecer el servicio y generar vínculos duraderos para lograr empresas saludables.

Casi 7 de cada 10 dueños y dueñas de veterinarias asegura no estar cobrando el 100% de los productos y servicios que efectivamente venden. ¿Podemos hacer algo para mejorar?

Luciano Aba
@aba_luciano
luciano@minegocioveterinario.com

¿Doctor/a, le debo algo?”.
Esta es una de las preguntas que sin dudas más sorpresa (e indignación) genera en los veterinarios y las veterinarias de toda América Latina durante el vínculo diario que entablan con sus clientes. Es real y sigue sucediendo.
Claro que debe «algo», señor / señora.
Por supuesto.
Acaba de recibir un servicio vehiculizado a través de una consulta, un servicio o la venta de producto. Es obvio que se paga.Sin embargo, no es lo más frecuente.
De hecho, en las últimas encuestas que hemos realizado desde Mi Negocio Veterinario este año entre 400 veterinarios y dueños de empresas veterinarias en Argentina y Colombia nos deja un dato alarmante: cerca del 70% de los consultados aseguró no estar cobrando el 100% de lo que vende.
Es más, si profundizamos sobre este porcentaje, nos encontramos con que al menos el 65% de ellos y ellas sospechan no estar cobrando como mínimo un 20% de lo que deberían, en relación con los productos y servicios que efectivamente venden en sus empresas.
¿Saben qué es peor? Que de ese total de dinero que se les escapa entre las manos, buena parte tiene que ver con el no pago por parte de los clientes de consultas médicas. Justo en el rubro más rentable y que más tiempo y esfuerzo les costó a los profesionales: su conocimiento.

¿Y qué hacemos?

Como primera medida, comprender la importancia de establecer una buena estrategia de precios, bonificaciones y descuentos, además de tomar en consideración cuestiones que sin dudas se pueden poner en la práctica en sus veterinarias.
1. No prejuzgar el poder adquisitivo de los clientes.
2. Comunicar los valores de los servicios, previo a brindarlo.
3. Mirar a los ojos al cliente y ser explícitos cuando hablamos de dinero.
4. No disculparse por cobrar honorarios.
5. No justificar honorarios en base a nuestros costos o aumentos de gastos. A los clientes esto poco les interesa.
6. Mostrarse a disposición de evaluar otras alternativas de precios en el caso que la ofrecida no sea viable.
7. No mencionar valores exactos de inmediato: dar rango de precios.
Y fundamentalmente, comprender que una mala administración de las cobranzas puede desencadenar en una ruinosa bancarrota, incluso para el más experimentado de los veterinarios.
¿Tienen temor de perder a los clientes por cobrar lo que corresponde?
A respirar profundo y tomar valor: si eligen a otro profesional, no se preocupen no era para ustedes. Es mejor perderlos que poner dinero de sus bolsillos por ellos.

La MV española, Ana Anglada, destaca un grupo de «pecados» que suelen cometer los profesionales en su día a día, los cuales pueden dañar la imagen y rentabilidad del negocio veterinario si no se los corrige. ¿Cuáles son? ¿De qué manera se puede mejorarlas?

Camila Montaña
camila@minegocioveterinario.com

Ana Anglada es MV experta en medicina felina, asesora de veterinarios en temas de marketing y autora del podcast Business Veterinario, enfocado en ventas y gestión. Desde España, lleva años pensando y repensando maneras para ejercer de mejor manera la profesión. Es así como llegó, en medio de una conversación con colegas, a la idea de que se pueden comparar los 7 pecados capitales, con muchos errores frecuentes de la gestión veterinaria.
¿Y eso cómo es?
“Se trata de un ejercicio en el cual vinculamos algunos de los errores y falencias que tuvimos y tenemos todos en la clínica, con los pecados capitales que todos conocemos”, afirmó la referente española en diálogo con Mi Negocio Veterinario.
Su planteamiento, por demás interesante, busca explicar de qué manera estos “pecados” pueden influir en el ejercicio diario de los veterinarios y las veterinarias, en la gestión de sus emprendimientos.
Por eso, a continuación, les compartimos el detalle de cada uno de los 7 «pecados» de la gestión veterinaria, según Ana Anglada.

1. Avaricia

El primero de estos pecados capitales tiene que ver con el hecho de querer mantener el dinero que ingresa al negocio, sin hacer inversiones que ayuden a mejorarlo. Por ejemplo, evitando pagar por capacitación y asesorías, mejorar el consultorio, la fachada de la veterinaria, etc.
En palabras de Anglada, es “querer mantener tu dinero siempre para ti y no utilizarlo para formarte con otras personas, para pedir asesoramiento o aprender más allá de todas las cosas gratuitas que puedes encontrar en YouTube o redes sociales. A veces no se puede conseguir todo gratis”, indicó nuestra entrevistada.

2. Gula

A la gula se la conoce como el hábito de comer y beber hasta hincharse por hacerlo. Y en la veterinaria, Anglada hace un paralelismo con el “pecado” de no buscar información incansablemente; es el querer saberlo todo, hacer de todo y perder el foco con facilidad.

“Este es un problema real que tenemos en la veterinaria. A veces sumamos demasiada cantidad de contenido y terminamos viviendo una «infoxicación», en lugar de pasar, en la práctica, a la acción”, repasó Anglada.

3. Soberbia

El creer saberlo todo es para Ana uno de los peores pecados, pues siempre se puede aprender algo nuevo de alguien.
Además, el pensar que se sabe todo limita la mente y le pone un techo de cristal; y no hay nada más peligroso que un profesional que no ha avanzado en sus conocimientos.
“Este para mí es uno de los peores pecados que podemos tener en la vida en general y en las clínicas veterinarias: siempre se aprende de alguien, es imposible saber de todo, siempre podemos aprender de compañeros que sepan más o, incluso, menos”, aseguró.

4. Lujuria

Cuando un veterinario busca tener todos los equipos del mercado está cometiendo lujuria según la experta y esto puede desencadenar en pérdidas económicas en el negocio por, gastos innecesarios y mal calculados.
“Hablamos de un apetito desorbitado por querer tener el mejor ecógrafo, el endoscopio, o lo que sea», destacó.

Se trata de vincular algunos de los errores y falencias que tuvimos y tenemos todos en la clínica, con los pecados capitales que todos conocemos.

5. Pereza

Trabajar de la misma manera que se hacía 30 años atrás solo porque no se tiene el interés o la proactividad de buscar algo mejor, es la manera en la que Anglada identifica al pecado de la pereza en la veterinaria.
Es la seguridad de seguir haciendo las cosas como toda la vida se han hecho porque no se tiene la intención de probar con algo nuevo y de pronto, mejor.
“Al final, lo único que hace esta pereza es no dejarnos ir más allá y aprender formas nuevas; te quedas estancado y acabas trabajando como hace años”, sentenció la referente española.

6. Envidia

Cuando se compara a la competencia para ver qué hace bien y cómo lo logra se pueden generar grandes resultados, pero, cuando se mira a la competencia solo para vanagloriarse y criticar sus errores, es cuando la envidia entra a jugar.
Para Anglada, es claro que este pecado dificulta el encontrar el valor agregado y, por lo tanto, diferenciarse de los demás.
“Si nosotros estamos envidiando y mirando únicamente qué hace la competencia, cómo lo hace, qué precios tiene, solo para criticar, nunca vamos a poder ser capaces de centrarnos en nosotros y dar un valor extra”.

7. Ira

 

Los momentos de enojo o estrés pueden existir, pero el enfado constante no debe dominar el trabajo diario en la veterinaria. Mucho menos, si ello conlleva enojo con los compañeros.
“En este punto hacemos referencia a la posibilidad de enfrentarse a las críticas y las quejas de una forma mucho más natural y no tan emocional, personal. Se trata de no sentirse atacado por los clientes o por el equipo de trabajo”, nos decía Ana Anglada en una entrevista que próximamente estará disponible en los Podcast de Mi Negocio Veterinario.

¿Y el burn out?

Mucho se ha hablado ya sobre el síndrome de cansancio en los veterinarios, pero ¿pueden los pecados capitales sentenciados por Anglada generar burnout? Y la respuesta es que sí.
Es una mezcla de varios de los pecados que se generan como consecuencia de un estado de frustración, de ansiedad y de cansancio.
“Puede estar derivado directamente de la avaricia, todo es mío, consigo un montón de información pero veo que no llego, me siento que a lo mejor estoy dando mucha información o estoy intentando ayudar mucho a mis pacientes pero la persona que tengo delante no acepta lo que le estoy diciendo, entonces me llena la ira, porque dices «es que no le puedo ayudar», explica.
Y sigue: «Incluso la soberbia porque dices bueno es que tú no vas a saber más que yo, yo aquí soy el profesional o sea se pueden mezclar muchas cosas”.
Ahora la pregunta es si todos los veterinarios sufren de estos pecados y cómo hacer para evitarlos.
Y sobre esto, Anglada afirma que ella los ha sufrido todos y que lo importante es poder verlos y trabajarlos para avanzar. Como ella misma dice, es “sobre todo contarnos la verdad a nosotros mismos. Muchas veces decimos no, no, esto yo no… y de repente te encuentras que estás firmando un leasing o un crédito de una maquinaria que a lo mejor realmente no necesitas”, sentenció.
O a lo mejor “quieres todos los aparatos del mercado o te da miedo seguir adelante y procrastinas”. Entonces, lo importante es pedir ayuda, siempre saber que hay alguien en quien confiar y que siempre todas las personas tienen algo para enseñar y aportar.

Cuando nos comparamos con la competencia para ver qué hace bien y cómo lo logra, se pueden lograr buenos análisis, pero si se la mira solo para criticar, es cuando la envidia entra en juego.

Clave será también evitar a toda costa la envidia pues, según Anglada, es uno de los peores pecados: no permite ver las habilidades propias. Sin embargo, ver lo que el otro hace bien es clave para poder mejorar.
Ahora bien, ¿se gestionarían mejor las veterinarias si los profesionales no estuvieran condicionados con esas actitudes? Ya está claro que se puede salir de ellos y conseguir la mejor versión de la veterinaria.
Si se piensa en los 7 pecados desde el enfoque de la religión católica, se habla de las siete virtudes y es con ellas que se puede contrarrestar cada uno de los pecados capitales.
Según la religión, la humildad se impone a la soberbia, la generosidad a la avaricia, la castidad a la lujuria, la paciencia a la ira, la templanza a la gula, la caridad a la envidia y la diligencia a la pereza.
¿Se podría hacer lo mismo con los pecados que indica Anglada?
Según la especialista, la primera acción a implementar es darse cuenta de que muchas veces todos y todas caemos en estos errores. Es como decía previamente nuestra entrevistada: contarse la verdad y entender que hay que trabajar, pues las cosas generalmente no se cambian de la noche a la mañana.
Con ese paso adelante, se busca contrarrestarlos.
«Si te enfadas muchísimo porque el cliente viene y te cuenta algo, pues a lo mejor vale la pena tener un poquito de paciencia. El contrario de la envidia es admirar a la persona; y si lo haces el sentimiento que estás teniendo es mucho mejor. Te va a ayudar muchísimo más a tener mejores ideas», nos decía Ana Anglada desde España en nuestro diálogo.
Y culminaba: «Cambiar la soberbia por la humildad, es darte cuenta de que no lo sabes todo, de que nunca vas a saber todo, que nadie sabe todo, que todo el mundo necesitamos ayuda de un tipo o de otro”.

Lo más importante

Aceptar que en el día a día de la gestión de la veterinaria se cometen errores que afectan no solo al negocio, sino también a los equipos de trabajo y, obviamente, a los propios profesionales.
Identificar estas falencias y comprometerse seriamente a mejorarlas, es el camino.