En las buenas “gestiona” cualquiera
En un mundo ideal, la demanda de productos y servicios veterinarios sería mayor a la oferta y los clientes irían “solos” a la consulta con sus mascotas, sin la necesidad de recordarles la importancia de prevenir las enfermedades que afectan el bienestar de los animales, pagando lo que corresponde, en tiempo y forma.