¿Lo compro o no lo compro? - Mi Negocio Veterinario
MNVet – Descargar Impreso – Main
HomeInstagram¿Lo compro o no lo compro?

¿Lo compro o no lo compro?

Analizamos qué se debe tener en cuenta al momento de decidir la compra de un equipo de ecografía en una veterinaria y cómo rentabilizarlo.

Escribe José Luis Villaluenga Besaya
Docente del Posgrado de Gestión y Marketing Veterinario en VetesWeb
jlvillaluenga@rentabilidadveterinaria.es

En España, cerca de un 80% de los centros veterinarios de animales de compañía disponen de equipo de ecografía. Pero esto no se corresponde con el uso diario de este equipo, ya que hay al menos un 50% de casos en los que se ha comprado y no se usa habitualmente.
A esto se suma que la curva de aprendizaje es larga y exige una formación teórico-práctica continuada que no siempre se concreta.
De allí que se hacen menos ecografías de las que se deberían realizar.
Está el equipo físicamente, pero se usa poco o no se usa.

El costo de un ecógrafo debería ser amortizado en 5 años, pero esto generalmente no se consigue porque no se usa lo suficiente, ni genera servicios complementarios.

A estos equipos los llamo “percheros”: sirven más para dejar la ropa que para ganar dinero en la clínica.
El ecógrafo es un equipo muy útil para un centro veterinario porque su uso mejora el diagnóstico y genera la prescripción de otros servicios: cirugías, citologías, pruebas de laboratorio, entre otras.
Su costo es importante y debería ser amortizado en un plazo máximo de 5 años.
Pero esto generalmente no se consigue en muchos casos, porque no se recupera el dinero inicial de la inversión, ni genera servicios complementarios.
Entonces, el dinero empleado en su compra está mal utilizado… quizás empleado en otro menester nos hubiese dado más beneficio.

¿Qué hago antes de comprar un ecógrafo?

Esta debe ser una compra razonada, no impulsiva. Algunas veces compramos un equipo porque el comercial de turno nos dice que tiene una promoción con descuento y/o que le ha vendido ya un equipo a una clínica competidora; y picamos. O vemos que tenemos dinero en las cuentas de la empresa y decidimos comprar algo, para desgravarnos el IVA; pero según cómo lo compremos podremos desgravarnos todo el IVA o periódicamente, por lo que hay que pensarlo muy bien antes.

Es relevante estar de acuerdo en cuestiones estructurales. Antes de comprar cualquier equipamiento veterinario, hay que hacer una evaluación que incluya al menos tres factores: liquidez, riesgo y rentabilidad.

Comprar un ecógrafo es una inversión, y constituirá un activo tangible de nuestra empresa veterinaria.
En España, los equipamientos de este tipo (al igual que los de bioquímica, hematología, etc.) pierden aproximadamente un 20% de su valor cada año que pasa (esta cantidad la restamos como amortizaciones en nuestra cuenta de resultados para pagar menos impuestos). El equipo de radiología pierde un 10% de su valor, por lo que las amortizaciones llegan a los 10 años.
Antes de comprar cualquier equipamiento veterinario, hay que hacer una evaluación que incluya al menos tres factores:

  • Liquidez: facilidad de convertirlo en dinero a corto plazo sin pérdidas o con las mínimas posibles.
  • Riesgo: capacidad de impago de algunas cuotas.
  • Rentabilidad: beneficio / costo de la adquisición.

Siempre es mejor hacer números antes de comprar el ecógrafo y ver si, en un plazo de 3 a 5 años, podemos obtener una rentabilidad antes que hacer números al final y comprobar que no salen y que no hemos rentabilizado.
Una inversión viene caracterizada por tres parámetros:

  • Costo de la inversión (A).
  • Vida del equipo (n).
  • Flujos de caja (Q): ingresos (I) menos gastos/pagos (P).

Todos estos parámetros se relacionan mediante una fórmula matemática que valora el valor actual neto (VAN) de un activo.
El VAN es un criterio de inversión que consiste en actualizar los ingresos y los pagos de una inversión para conocer cuánto se ganará o perderá en esa inversión y cuándo.
El VAN sirve para tomar dos tipos de decisiones: en primer lugar, ver si las inversiones son efectuables y, en segundo lugar, ver qué inversión es mejor que otra en términos absolutos.
Los criterios de decisión van a ser los siguientes:

  • VAN > 0: El valor actualizado de los ingresos y pagos futuros de la inversión, a la tasa de descuento elegida generará beneficios.
  • VAN = 0: El proyecto de inversión no generará ni beneficios, ni pérdidas, siendo su realización, en principio, indiferente.
  • VAN < 0: El proyecto de inversión generará pérdidas, por lo que deberá ser rechazado.

Ejemplo práctico

Compramos un ecógrafo que nos cuesta 10.285 euros (sin IVA) y añadimos dos cursos de formación en ecografía (uno básico y otro avanzado) que nos cuestan 1.800 euros.
En total la inversión nos sale por 12.085 euros.
Tenemos que intentar amortizarlo en los 3-5 primeros años: que el VAN sea positivo a partir del tercer año mejor que en el quinto.
Para hacer el cálculo del VAN cada año vamos a usar los supuestos expresados en la Tabla N° 1.


Esta tabla es real, ya que en un estudio realizado en 120 clínicas veterinarias de la Comunidad de Andalucía (sur de España), la media de ecografías semanales era de 1,5 y el precio medio oscilaba entre 35-45 euros. Asimismo, en la Tabla N° 2, calculamos el costo unitario de cada ecografía: 11 euros.


Hemos calculado el salario del veterinario y del auxiliar, dividiendo el coste para la empresa (salario + seguridad social + impuestos) mensual por 40 horas semanales (180 horas mensuales).
Suponemos que, igual que sube el precio de la ecografía 2 euros cada año; también sube 2 euros el costo de estas.
Si aplicamos la fórmula del VAN, obtendríamos los resultados que se muestran en la Tabla N° 3.


Es evidente que, con tan pocas radiografías a la semana, no se consigue rentabilizar el equipo en los 5 años en que hay que amortizarle.
En resumen: no se debería comprar el equipo. ¿Cómo podríamos hacer rentable el equipo?
Haciendo más ecografías semanales y/o subiendo el precio de la ecografía.

Conclusiones

Antes de comprar el equipo, es clave hacer esta simulación con el costo del equipo y los ingresos netos que quedarían cada año. Si en los 3 primeros años no se consigue cubrir los costos/gastos del equipo, no comprarlo.
Este dinero se puede invertir en algo que nos sea más rentable.
O si lo compramos, algo tendrá que cambiar: por ejemplo, protocolizar las ecografías en varios procesos diagnósticos y subir precios y/o reducir el coste de las mismas.
En este mismo ejemplo, haciendo 10 ecografías al mes (2 a la semana) y cobrando 60 euros, se podría ganar dinero ya a partir del tercer año.
Esto habría que realizarlo con la compra de cualquier equipo importante que se vaya a comprar.
No se valoran los ingresos indirectos que se derivan de actos quirúrgicos o tratamientos originados por los resultados de las ecografías.

Más sobre José Luis Villaluenga

Licenciado en Ciencias Biológicas. UCM. 1979 (España). Consultor Gestión Empresarial Centros Veterinarios (19 años) y Clínicas Equinas (10 años). Dipl. Dirección de Marketing. UPM. 1985. Master Universitario Marketing Digital. EAE -UB. 2016. Máster Universitario Dirección y Gestión de RRHH. EAE -UB. 2018. Profesor A. Facultad de Veterinaria. UAX. (desde 2012) Gestión Empresarial – 2° de Veterinaria. Docente en el Curso de Posgrado en Gestión y Marketing Veterinario de www.vetesweb.com.

Comentarios

COMPARTIR:
Valoración: