Enterate cuáles son algunas de las herramientas de Inteligencia Artificial que podés incorporar para avanzar en esas acciones estratégicas que muchas veces no se concretan por falta de tiempo, conocimiento o recursos.
Hay días en que ser veterinario se parece más a hacer malabares que a ejercer una profesión.
Es como si con una mano sostuvieras una consulta con un tutor que no entiende por qué no podés atenderlo “solo un minutito”; con la otra respondés mensajes desde el WhatsApp de la veterinaria; y con el pie (o con el alma), tratás de mantener el equilibrio entre las cuentas, los turnos, el equipo y una pila de tareas administrativas que no para de crecer.
Si te pasa, no sos un caso aislado.
En buena parte de las clínicas veterinarias de Argentina y de la región, la figura del “veterinario malabarista” es más común de lo que nos gustaría. Y aunque la vocación sigue intacta, el cansancio avanza.
La buena noticia es que existe un conjunto de herramientas que, bien utilizadas, pueden aligerar esa carga, ser más eficiente y ayudarte a recuperar tiempo, foco y creatividad… hablamos de la Inteligencia Artificial.
No es «el mal», ni tampoco ciencia ficción
Cuando hablamos de IA, muchos podrían pensar en robots que reemplazan personas o en un futuro de computadoras y celulares tomando decisiones médicas. Pero la realidad es mucho más simple (y útil).
La IA hoy es una tecnología accesible, en buena parte gratuita, que se integra a herramientas cotidianas y que puede ayudarte a organizar mejor tu trabajo, comunicarte de forma más efectiva y liberar tiempo para lo importante.
No reemplaza tu criterio, ni tu formación, ni tu experiencia. De hecho, puede convertirse en tu mejor aliado.
¿Dónde puede ayudar?
Durante las distintas conferencias en las cuales los referentes de Mi Negocio Veterinario han participado a lo largo de este 2025, se propuso una mirada concreta: pensar la Inteligencia Artificial como un kit de herramientas estratégicas aplicables en ejes estratégicos para el día a día en la veterinaria, como son la capacitación contínua, las habilidades blandas, la gestión del negocio y el marketing, tanto en el punto de vista, como en digital. Veamos cómo se traduce esto en la práctica.
La IA no reemplaza tu criterio, ni tu formación, ni tu experiencia. Pero puede llegar a ser tu mejor asistente.
1. Actualizáte, se terminaron las excusas para no hacerlo
Como se dijo anteriormente, la IA no reemplaza el saber médico; lo potencia. Y mucho de esto puede verse ejemplificado en el ámbito de la actualización técnica, contando los profesionales con herramientas que les permiten romper barreras idiomáticas y organizar en nuevos formatos sus tiempos de estudio.
• NotebookLM es una alternativa para que los veterinarios y dueños de veterinarias exploren sus beneficios a la hora, por ejemplo, de traducir, sintetizar y generar mapas mentales de todo tipo de paper técnico que se le comparta (PDF, URL, textos). Además, tiene la capacidad de generar Podcast sobre el contenido, facilitando así el contacto con los materiales de forma más amigable.
2. Ponele el foco a estimular tus habilidades blandas
Algunos veterinarios sienten que viven apagando incendios. . Por eso, qué mejor que contar con un asistente (la IA) que permita realmente organizar bien las reuniones de equipo, “escuchar” mejor a los clientes, gestionar emociones, explicar con claridad y hasta contener en momentos difíciles.
• Notion ofrece múltiples funciones que pueden ayudar a organizar mejor las tareas del equipo de trabajo, pero además juega un rol clave en las reuniones de trabajo, gracias a su función de grabar y documentar todo lo que en ellas se decida. No solo genera un resumen y expone el rol y las tareas de cada quien, transcribiendo ese audio a texto de manera prolija y organizada. ¿Cuántas veces terminaste una reunión con el equipo de la veterinaria y no quedó claro qué hay que hacer, ni quién, ni cuándo? Ahora tenés la posibilidad de hacerlo.
Además, con este Kit de Inteligencia Artificial, algunas tareas pueden automatizarse, con foco por ejemplo en responder preguntas, crear contenido y por qué no ayudar en múltiples tareas del día a día.
• ChatGPT es un aliado para dar respuesta a consultas frecuentes, así como para redactar mensajes difíciles con el tono ideal, entre otras tantas funcionalidades.
En este caso, una oportunidad de uso está vinculada a la posibilidad de responder mensajes negativos en el Google My Business de las veterinarias. ¿Cómo hacerlo? Si bien en el recuadro que completa esta nota destacamos las 5 claves para escribir un Prompt exitoso, el que compartimos a continuación seguramente podrá serte de gran utilidad, como ya lo fue, para muchos veterinarios que adoptaron la recomendación de Mi Negocio Veterinario.
“Recibí una reseña negativa en mi negocio veterinario que tengo en Google Maps, escribieron lo siguiente: «pésima atención, tardaron muchísimo en atenderme». Quisiera que me ayudes a responder con las mejores prácticas de respuestas a reseñas, dame 5 opciones de respuestas, algunas con soluciones y otras sin soluciones, así puedo yo elegir”.
Te invitamos a que hagas la prueba, colegas tuyos lo hicieron, con buenos resultados.
5 claves para armar un prompt exitoso
Es lo que le decís a una IA para que te ayude con algo. Darle una instrucción o hacerle una pregunta. Por ejemplo: “Creá un posteo para Instagram con consejos para cuidar gatos en invierno”.
Es como hablar con un asistente muy inteligente, pero por escrito o audio.
¿Qué claves los hacen exitosos?
Brindar contexto completo
Especificar el formato deseado
Indicar el tono o estilo
Iterar y pedir mejoras
Asignar un rol a la IAAdoptando este formato, podríamos consultar, por ejemplo, con ChatGPT.»Soy dueño de una veterinaria para perros y gatos, ubicada en el centro de Córdoba, frente a una plaza, con 3 empleados y atención 24 horas. ¿Podés ponerte en rol de experto en marketing y generar una infografía en PDF donde se destaquen por qué hay que vacunar contra la rabia a los perros. Por favor que sea con tono empático y profesional. La voy a usar para imprimir un Flyer».
3. Una solución para los temas de Marketing que querés impulsar
Múltiples son las herramientas con las que contamos hoy en día para abordar este rubro y agilizar el despegue de las veterinarias tanto en el mundo físico, como en el digital. Pero vayamos directamente a las herramientas.
• Canva con IA: es una aplicación que permite diseñar contenido fácilmente, a la vez de generar plantillas personalizadas y colaborar en tiempo real.
Incluso, ya hemos tomado contacto con profesionales que la han utilizado para mejorar el logo de sus empresas e incluso para diseñar flyers que luego terminan compartiendo con sus clientes.
Además, te puede ayudar a la hora de planificar y hasta dejar armado un calendario completo de posteos para tus redes sociales. Hoy incluye asistentes de texto e imagen generativa. Podés escribir “Diseñá un flyer para promocionar la vacunación antirrábica en primavera” y te da opciones visuales, colores, íconos y textos editables.
• Y es en este caso particular, donde también Chat GPT puede colaborar agregando valor. Claro, si no sabés cómo pedirle que te ayude a calendarizar las publicaciones en tu Instagram, por ejemplo, hacele el siguiente pedido: “Qué debo incluir en un buen prompt para pedir calendario mensual de posteos para Instagram para una clínica veterinaria? Creá un Prompt con estas características. Mi clínica veterinaria se especializa en gatos”.
¿Querés probarlo? El resultado te sorprenderá. De igual manera que las herramientas con las que podés contar hoy para la generación de imágenes.
• Sobre la base de Chat GPT, podés aprovechar para trabajar con ImageFX y Recraft, aplicaciones que sin dudas te harán notar un antes y un después en las imágenes que podés generar para la difusión, por ejemplo, de los servicios veterinarios que ofrecés.
3. ¿La clave? una buena gestión de la clínica veterinaria
Este tema que suele ser “un dolor de cabezas” en muchas clínicas y profesionales, puede también recibir soporte de la Inteligencia Artificial. Aunque claro, no es magia, los números deben ser reales y propios para que las decisiones a tomar sean certeras.
• Gemini: aporta mucho valor en distintas áreas, pero sin dudas debe ser considera a la hora de calcular márgenes de ganancia o establecer indicadores económicos propios de la empresa.
• Google Sheets: es otra herramienta clave a la hora de compartir planillas con información real de la empresa a fin de que te ayude a calcular indicadores como tu punto de equilibrio, el ticket promedio de tus clientes y hasta su frecuencia media de visita.
¿Aliada o amenaza? Esa es la pregunta equivocada
La IA no va a reemplazarte. Pero sí va a marcar una diferencia entre quienes la integren como aliado estratégica… y quienes la ignoren hasta quedar desfasados.
No es cuestión de tecnología, sino de actitud. Como en cualquier profesión, adaptarse es parte del crecimiento.
Y hoy adaptarse implica aprender a trabajar con estas herramientas que pueden ayudarte a gestionar mejor tu tiempo, tomar decisiones con información y comunicarte con más impacto.
La Inteligencia Artificial llegó para quedarse. Vos decidís si llega también a tu clínica veterinaria y/o a tu vida profesional. Podés seguir haciendo malabares solo, o sumar un asistente digital que te ayude a sostener algunas pelotas.
La vocación no cambia. Pero la forma de gestionar, sí. Y la IA puede ser esa herramienta silenciosa que te devuelve algo valioso: tiempo para pensar, descansar y decidir mejor.
Hay palabras que no siempre están en el radar de quienes eligen la profesión veterinaria. Palabras que parecen menores, livianas, casi «malas». Pero que, con el correr del tiempo, se revelan como una necesidad vital. Tranquilidad, por ejemplo.
En buena parte de los años de actividad profesional, la tranquilidad suele ceder ante la urgencia, el entusiasmo o la vocación. Las horas pasan en quirófanos, tras mostradores o atendiendo consultas a domicilio, y el foco está puesto en resolver, ayudar, salvar. Pero a medida que la carrera avanza —y las responsabilidades se acumulan—, la pregunta empieza a tomar forma: ¿cómo se construye una vida profesional más ordenada, menos caótica, más vivible?
Esa pregunta tiene tantas respuestas como veterinarios hay. Pero hay una que aparece cada vez con más fuerza: gestionar.
Sí, gestionar. Administrar los recursos, organizar los turnos, entender los números, planificar los tiempos, delegar, comunicar, liderar. Palabras que, lejos de alejarse del consultorio, ayudan a sostenerlo. Palabras que ya no suenan frías. ni corporativas, sino humanas. Porque ordenar no es lo opuesto a cuidar.
Al contrario: permite hacerlo mejor.
No se trata de correr más, ni de facturar a cualquier precio.
Se trata de construir un método que permita trabajar bien y vivir más tranquilos.
Claro que no es sencillo. Porque a nadie lo formaron en gestión durante la Carrera. Porque todavía hoy hay cierto prejuicio sobre lo que significa “profesionalizar” una clínica. Porque, en el fondo, muchos siguen asociando la tranquilidad a un estado emocional —una utopía que llegará cuando el éxito toque la puerta— y no a un proceso que se puede diseñar, con herramientas, método y acompañamiento.
Por eso, desde Mi Negocio Veterinario decidimos impulsar este año la campaña VTVet. Si, como la VTV que se le realiza a los autos, pero orientada a clínicas y profesionales.
¿El objetivo de esta Verificación Táctica Veterinaria? Medir el nivel de actualización en tres grandes áreas para el futuro de la actividad: la comunicación, el marketing y la gestión.
¿Por qué estas tres?
Porque son las que más influyen en el vínculo con los clientes, en la experiencia del equipo y, por supuesto, en los resultados del negocio.
Sabemos que para muchos veterinarios estos temas siguen pareciendo lejanos. Incluso aburridos. Pero también, que cuando realmente se convierten en herramientas reales para ordenar el trabajo, generan un impacto concreto.
Porque cuando un profesional empieza a planificar mejor, comunicar con más claridad, cobrar a tiempo o liderar con empatía, no solo mejora su rentabilidad: también recupera tiempo, energía y, sí, tranquilidad.
Este número de Mi Negocio Veterinario es una invitación abierta a sumarse a esa búsqueda. No se trata de correr más, ni de facturar a cualquier precio, ni de convertirse en empresario de un día para otro.
Se trata de construir, paso a paso, un modo de llevar adelante las clínicas veterinarias y el trabajo profesional que sea sostenible en el tiempo sin que se lleve puesta la vida personal. La clave es lograr una clínica que funcione bien, sin depender exclusivamente del sacrificio individual; o un equipo que trabaje con compromiso, sin desgaste constante.
La tranquilidad, al fin y al cabo, no es un lujo ni un destino final. Es un estado posible… si se decide gestionarlo.
El uso de las nuevas herramientas digitales nos poner frente nuevos desafíos, a la hora de plantear soluciones inexistentes tiempo atrás. ¿Cuáles no te podés perder? ¿Querés un paso a paso para adoptarlas?
Hasta hace poco, la inteligencia artificial (IA) parecía algo lejano e inalcanzable para quienes trabajamos en sectores como el veterinario en el que nos encontramos cargados de tareas diarias y con presupuestos ajustados. Pero hoy, la realidad cambió.
La IA está al alcance de todos. No es necesario ser programadores ni millonarios. Solo hay que saber qué puede hacer por vos, y cómo empezar a usarla.
Soy Virginia Vallejo, fundadora de Hoteles de Gatos Mishmosos y estudiante de la Maestría en Negocios Digitales de la Universidad de San Andrés. Desde hace más de una década lidero un negocio especializado en bienestar felino, y en los últimos años descubrí cómo la IA puede mejorar la eficiencia, liberar tiempo (activo más valioso) y hacer que nuestro servicio sea todavía más humano.
¿Qué es un “prompt” y por qué importa?
Una de las herramientas más conocidas es ChatGPT, pero su eficacia depende de algo muy sencillo: el prompt. Es decir, la instrucción que le das.
Esto que te cuento es clave: la calidad de la respuesta de la IA dependerá de la calidad de tu pregunta. Por eso, en vez de escribir: “Quiero mejorar mi veterinaria”. Podés probar con: “Tengo una veterinaria en una ciudad de 80.000 habitantes. Trabajo con tres personas y quiero aumentar visitas en temporada baja sin hacer grandes inversiones. ¿Qué ideas de marketing local podrías sugerirme?”
Cuanto más contexto brindás, mejor será la respuesta. Aprender a usar prompts es una habilidad esencial, y no hace falta saber programación para dominarla. Solo entender tu negocio, tener claridad, y animarte a explorar.
¿Qué puede hacer la IA por tu negocio veterinario?
Estos son algunos ejemplos de tareas concretas que ya resolvemos con IA en Hoteles de Gatos Mishmosos:
• Atención al cliente automatizada: Usamos un chat con IA que responde todas las consultas frecuentes: precios, requisitos, fechas disponibles, formas de pago. Está activo 24/7, mejora con el tiempo gracias al aprendizaje automático, y reduce más del 60% del trabajo administrativo.
• Inteligencia sobre el cliente: Nuestro chatbot no solo responde: también nos dice qué quieren saber las personas, qué productos consultan más y cuáles son los obstáculos más comunes al momento de reservar. Esa información vale oro.
• Contenido profesional en minutos: Desde posteos para Instagram hasta emails personalizados o instructivos educativos para nuestros clientes, la IA se ha convertido en una aliada de todos los días. Nos permite generar borradores de calidad en cuestión de minutos, que luego adaptamos con nuestro tono y estilo de marca. Lo que antes nos llevaba horas, hoy lo resolvemos de forma ágil y con resultados aún mejores. ¿La mejor parte? Con la versión premium, que cuesta solo 20 dólares mensuales, accedés a funciones avanzadas, respuestas más precisas y herramientas que realmente marcan la diferencia en el día a día.
• Automatización de tareas repetitivas: Usamos herramientas que programan turnos, envían recordatorios, preparan listas y resúmenes. Esto libera tiempo para lo verdaderamente importante: la atención personalizada y la estrategia.
• Formación interna y externa: Creamos materiales de capacitación para nuestro equipo y recursos didácticos para los tutores de gatos. Usamos IA para organizar y traducir información compleja en piezas simples y claras.
Lo que vi en la Global Pet Expo
En marzo de 2025 participé de la Global Pet Expo en Orlando, uno de los eventos más grandes e influyentes del mundo en el sector de mascotas. Allí se reunieron más de 1.000 expositores y miles de visitantes profesionales.
La IA fue uno de los temas más discutidos. En el panel “AI Unleashed: Transforming the Pet Industry” se habló de asistentes virtuales que interpretan el lenguaje corporal de las mascotas para detectar signos de dolor o ansiedad, plataformas que diseñan planes de alimentación personalizados y sistemas que predicen necesidades de reposición en Petshops según patrones de compra. Otra tendencia también fueron las plataformas que analizan el historial clínico de cada mascota y proponen protocolos sanitarios adaptados al paciente. Todo, en tiempo real, con interacción simple y sin necesidad de hardware costoso.
Realmente la IA ya está presente en muchos países, y su gran accesibilidad nos ayudará a no quedarnos atrás.
¿Te va a reemplazar?
No. Pero sí va a reemplazar ciertas formas de trabajar que quedaron obsoletas.
La IA no es una amenaza: es una herramienta que permite que vos hagas mejor lo que nadie más puede hacer: conectar con tus clientes, liderar tu negocio y pensar en grande. ¿Y si no sabés por dónde empezar?
1. Elegí una tarea simple. Por ejemplo: responder una consulta frecuente, redactar un mensaje o clasificar turnos.
2. Probá una herramienta. ChatGPT, Canva con IA, Notion, Copy.ai, WhatsApp con respuestas automáticas. No todas son complejas. Algunas funcionan como cualquier app del celular.
3. Pedí ayuda. Buscá mentores tecnológicos. Alguien joven de tu equipo, un/a colega, tu sobrina, un consultor. Alguien que te diga: “Probemos juntos”.
4. Capacitate de a poco. Seguí una cuenta de LinkedIn que hable de IA, mirá un video por semana, sumate a webinars. Yo estoy haciendo una maestría y aprendo tanto en clase como en los pasillos.
5. Documentá. Anotá lo que probaste, qué funcionó, qué no. Aprendé de vos mismo.
¿Y si no hago nada?
La tecnología no va a esperar. Quedarse quietos hoy no es neutral: es retroceder.
Incorporar IA a tu negocio no significa perder el control. Todo lo contrario: significa ganar libertad, foco y capacidad de crecimiento. A mayor eficiencia, mayor posibilidad de ser más humano en lo que hacés.
Preguntas frecuentes (que quizás también te hiciste)
1. ¿Y si no tengo tiempo? Empezá con 15 minutos por semana. Probá una herramienta, hacé una pregunta, mirá un video. No necesitás hacerlo todo de golpe.
2. ¿Qué pasa si me equivoco? Nada grave. La IA aprende, y vos también. Lo importante es intentarlo. Como todo en nuestro rubro: se mejora con la práctica.
3. ¿Voy a perder mi estilo o la conexión con mis clientes? Para nada. La IA no reemplaza tu tono, ni tu esencia. Solo te ayuda a construir sobre eso, con más consistencia y velocidad.
4. ¿Necesito pagar algo? Muchas herramientas tienen versiones gratuitas o muy accesibles. Empezá por esas; luego verás si vale la pena invertir.
5. ¿Puedo involucrar a mi equipo? ¡Debés! La IA funciona mejor cuando toda la organización la adopta. Incluí a tu recepcionista, a tu Community manager, a quien gestione WhatsApp. Van a sorprenderte.
En resumen
La inteligencia artificial ya está acá. No para reemplazarnos, sino para amplificarnos. Usarla no te va a quitar autenticidad, ni cercanía; te da herramientas para ser más efectivo/a, más presente y competitivo/a. Y lo mejor: no necesitás ser experto/a, solo tener curiosidad. Yo ya lo estoy haciendo. Y si llegaste hasta acá, creo que vos también estás listo para empezar.
¡Nos vemos en el camino! Y si querés compartir lo que vas descubriendo, podemos escribirme por mail: virginiamvallejo@gmail.com.
Hay palabras que no siempre están en el radar de quienes eligen la profesión veterinaria. Palabras que parecen menores, livianas, casi «malas». Pero que, con el correr del tiempo, se revelan como una necesidad vital. Tranquilidad, por ejemplo.
En buena parte de los años de actividad profesional, la tranquilidad suele ceder ante la urgencia, el entusiasmo o la vocación. Las horas pasan en quirófanos, tras mostradores o atendiendo consultas a domicilio, y el foco está puesto en resolver, ayudar, salvar. Pero a medida que la carrera avanza —y las responsabilidades se acumulan—, la pregunta empieza a tomar forma: ¿cómo se construye una vida profesional más ordenada, menos caótica, más vivible?
Esa pregunta tiene tantas respuestas como veterinarios hay. Pero hay una que aparece cada vez con más fuerza: gestionar.
Sí, gestionar. Administrar los recursos, organizar los turnos, entender los números, planificar los tiempos, delegar, comunicar, liderar. Palabras que, lejos de alejarse del consultorio, ayudan a sostenerlo. Palabras que ya no suenan frías. ni corporativas, sino humanas. Porque ordenar no es lo opuesto a cuidar.
Al contrario: permite hacerlo mejor.
No se trata de correr más, ni de facturar a cualquier precio.
Se trata de construir un método que permita trabajar bien y vivir más tranquilos.
Claro que no es sencillo. Porque a nadie lo formaron en gestión durante la Carrera. Porque todavía hoy hay cierto prejuicio sobre lo que significa “profesionalizar” una clínica. Porque, en el fondo, muchos siguen asociando la tranquilidad a un estado emocional —una utopía que llegará cuando el éxito toque la puerta— y no a un proceso que se puede diseñar, con herramientas, método y acompañamiento.
Por eso, desde Mi Negocio Veterinario decidimos impulsar este año la campaña VTVet. Si, como la VTV que se le realiza a los autos, pero orientada a clínicas y profesionales.
¿El objetivo de esta Verificación Táctica Veterinaria? Medir el nivel de actualización en tres grandes áreas para el futuro de la actividad: la comunicación, el marketing y la gestión.
¿Por qué estas tres?
Porque son las que más influyen en el vínculo con los clientes, en la experiencia del equipo y, por supuesto, en los resultados del negocio.
Sabemos que para muchos veterinarios estos temas siguen pareciendo lejanos. Incluso aburridos. Pero también, que cuando realmente se convierten en herramientas reales para ordenar el trabajo, generan un impacto concreto.
Porque cuando un profesional empieza a planificar mejor, comunicar con más claridad, cobrar a tiempo o liderar con empatía, no solo mejora su rentabilidad: también recupera tiempo, energía y, sí, tranquilidad.
Este número de Mi Negocio Veterinario es una invitación abierta a sumarse a esa búsqueda. No se trata de correr más, ni de facturar a cualquier precio, ni de convertirse en empresario de un día para otro.
Se trata de construir, paso a paso, un modo de llevar adelante las clínicas veterinarias y el trabajo profesional que sea sostenible en el tiempo sin que se lleve puesta la vida personal. La clave es lograr una clínica que funcione bien, sin depender exclusivamente del sacrificio individual; o un equipo que trabaje con compromiso, sin desgaste constante.
La tranquilidad, al fin y al cabo, no es un lujo ni un destino final. Es un estado posible… si se decide gestionarlo.
Enterate cuáles son algunas de las herramientas de Inteligencia Artificial que podés incorporar para avanzar en esas acciones estratégicas que muchas veces no se concretan por falta de tiempo, conocimiento o recursos.
Hay días en que ser veterinario se parece más a hacer malabares que a ejercer una profesión.
Es como si con una mano sostuvieras una consulta con un tutor que no entiende por qué no podés atenderlo “solo un minutito”; con la otra respondés mensajes desde el WhatsApp de la veterinaria; y con el pie (o con el alma), tratás de mantener el equilibrio entre las cuentas, los turnos, el equipo y una pila de tareas administrativas que no para de crecer.
Si te pasa, no sos un caso aislado.
En buena parte de las clínicas veterinarias de Argentina y de la región, la figura del “veterinario malabarista” es más común de lo que nos gustaría. Y aunque la vocación sigue intacta, el cansancio avanza.
La buena noticia es que existe un conjunto de herramientas que, bien utilizadas, pueden aligerar esa carga, ser más eficiente y ayudarte a recuperar tiempo, foco y creatividad… hablamos de la Inteligencia Artificial.
No es «el mal», ni tampoco ciencia ficción
Cuando hablamos de IA, muchos podrían pensar en robots que reemplazan personas o en un futuro de computadoras y celulares tomando decisiones médicas. Pero la realidad es mucho más simple (y útil).
La IA hoy es una tecnología accesible, en buena parte gratuita, que se integra a herramientas cotidianas y que puede ayudarte a organizar mejor tu trabajo, comunicarte de forma más efectiva y liberar tiempo para lo importante.
No reemplaza tu criterio, ni tu formación, ni tu experiencia. De hecho, puede convertirse en tu mejor aliado.
¿Dónde puede ayudar?
Durante las distintas conferencias en las cuales los referentes de Mi Negocio Veterinario han participado a lo largo de este 2025, se propuso una mirada concreta: pensar la Inteligencia Artificial como un kit de herramientas estratégicas aplicables en ejes estratégicos para el día a día en la veterinaria, como son la capacitación contínua, las habilidades blandas, la gestión del negocio y el marketing, tanto en el punto de vista, como en digital. Veamos cómo se traduce esto en la práctica.
La IA no reemplaza tu criterio, ni tu formación, ni tu experiencia. Pero puede llegar a ser tu mejor asistente.
1. Actualizáte, se terminaron las excusas para no hacerlo
Como se dijo anteriormente, la IA no reemplaza el saber médico; lo potencia. Y mucho de esto puede verse ejemplificado en el ámbito de la actualización técnica, contando los profesionales con herramientas que les permiten romper barreras idiomáticas y organizar en nuevos formatos sus tiempos de estudio.
• NotebookLM es una alternativa para que los veterinarios y dueños de veterinarias exploren sus beneficios a la hora, por ejemplo, de traducir, sintetizar y generar mapas mentales de todo tipo de paper técnico que se le comparta (PDF, URL, textos). Además, tiene la capacidad de generar Podcast sobre el contenido, facilitando así el contacto con los materiales de forma más amigable.
2. Ponele el foco a estimular tus habilidades blandas
Algunos veterinarios sienten que viven apagando incendios. . Por eso, qué mejor que contar con un asistente (la IA) que permita realmente organizar bien las reuniones de equipo, “escuchar” mejor a los clientes, gestionar emociones, explicar con claridad y hasta contener en momentos difíciles.
• Notion ofrece múltiples funciones que pueden ayudar a organizar mejor las tareas del equipo de trabajo, pero además juega un rol clave en las reuniones de trabajo, gracias a su función de grabar y documentar todo lo que en ellas se decida. No solo genera un resumen y expone el rol y las tareas de cada quien, transcribiendo ese audio a texto de manera prolija y organizada. ¿Cuántas veces terminaste una reunión con el equipo de la veterinaria y no quedó claro qué hay que hacer, ni quién, ni cuándo? Ahora tenés la posibilidad de hacerlo.
Además, con este Kit de Inteligencia Artificial, algunas tareas pueden automatizarse, con foco por ejemplo en responder preguntas, crear contenido y por qué no ayudar en múltiples tareas del día a día.
• ChatGPT es un aliado para dar respuesta a consultas frecuentes, así como para redactar mensajes difíciles con el tono ideal, entre otras tantas funcionalidades.
En este caso, una oportunidad de uso está vinculada a la posibilidad de responder mensajes negativos en el Google My Business de las veterinarias. ¿Cómo hacerlo? Si bien en el recuadro que completa esta nota destacamos las 5 claves para escribir un Prompt exitoso, el que compartimos a continuación seguramente podrá serte de gran utilidad, como ya lo fue, para muchos veterinarios que adoptaron la recomendación de Mi Negocio Veterinario.
“Recibí una reseña negativa en mi negocio veterinario que tengo en Google Maps, escribieron lo siguiente: «pésima atención, tardaron muchísimo en atenderme». Quisiera que me ayudes a responder con las mejores prácticas de respuestas a reseñas, dame 5 opciones de respuestas, algunas con soluciones y otras sin soluciones, así puedo yo elegir”.
Te invitamos a que hagas la prueba, colegas tuyos lo hicieron, con buenos resultados.
5 claves para armar un prompt exitoso
Es lo que le decís a una IA para que te ayude con algo. Darle una instrucción o hacerle una pregunta. Por ejemplo: “Creá un posteo para Instagram con consejos para cuidar gatos en invierno”.
Es como hablar con un asistente muy inteligente, pero por escrito o audio.
¿Qué claves los hacen exitosos?
Brindar contexto completo
Especificar el formato deseado
Indicar el tono o estilo
Iterar y pedir mejoras
Asignar un rol a la IAAdoptando este formato, podríamos consultar, por ejemplo, con ChatGPT.»Soy dueño de una veterinaria para perros y gatos, ubicada en el centro de Córdoba, frente a una plaza, con 3 empleados y atención 24 horas. ¿Podés ponerte en rol de experto en marketing y generar una infografía en PDF donde se destaquen por qué hay que vacunar contra la rabia a los perros. Por favor que sea con tono empático y profesional. La voy a usar para imprimir un Flyer».
3. Una solución para los temas de Marketing que querés impulsar
Múltiples son las herramientas con las que contamos hoy en día para abordar este rubro y agilizar el despegue de las veterinarias tanto en el mundo físico, como en el digital. Pero vayamos directamente a las herramientas.
• Canva con IA: es una aplicación que permite diseñar contenido fácilmente, a la vez de generar plantillas personalizadas y colaborar en tiempo real.
Incluso, ya hemos tomado contacto con profesionales que la han utilizado para mejorar el logo de sus empresas e incluso para diseñar flyers que luego terminan compartiendo con sus clientes.
Además, te puede ayudar a la hora de planificar y hasta dejar armado un calendario completo de posteos para tus redes sociales. Hoy incluye asistentes de texto e imagen generativa. Podés escribir “Diseñá un flyer para promocionar la vacunación antirrábica en primavera” y te da opciones visuales, colores, íconos y textos editables.
• Y es en este caso particular, donde también Chat GPT puede colaborar agregando valor. Claro, si no sabés cómo pedirle que te ayude a calendarizar las publicaciones en tu Instagram, por ejemplo, hacele el siguiente pedido: “Qué debo incluir en un buen prompt para pedir calendario mensual de posteos para Instagram para una clínica veterinaria? Creá un Prompt con estas características. Mi clínica veterinaria se especializa en gatos”.
¿Querés probarlo? El resultado te sorprenderá. De igual manera que las herramientas con las que podés contar hoy para la generación de imágenes.
• Sobre la base de Chat GPT, podés aprovechar para trabajar con ImageFX y Recraft, aplicaciones que sin dudas te harán notar un antes y un después en las imágenes que podés generar para la difusión, por ejemplo, de los servicios veterinarios que ofrecés.
3. ¿La clave? una buena gestión de la clínica veterinaria
Este tema que suele ser “un dolor de cabezas” en muchas clínicas y profesionales, puede también recibir soporte de la Inteligencia Artificial. Aunque claro, no es magia, los números deben ser reales y propios para que las decisiones a tomar sean certeras.
• Gemini: aporta mucho valor en distintas áreas, pero sin dudas debe ser considera a la hora de calcular márgenes de ganancia o establecer indicadores económicos propios de la empresa.
• Google Sheets: es otra herramienta clave a la hora de compartir planillas con información real de la empresa a fin de que te ayude a calcular indicadores como tu punto de equilibrio, el ticket promedio de tus clientes y hasta su frecuencia media de visita.
¿Aliada o amenaza? Esa es la pregunta equivocada
La IA no va a reemplazarte. Pero sí va a marcar una diferencia entre quienes la integren como aliado estratégica… y quienes la ignoren hasta quedar desfasados.
No es cuestión de tecnología, sino de actitud. Como en cualquier profesión, adaptarse es parte del crecimiento.
Y hoy adaptarse implica aprender a trabajar con estas herramientas que pueden ayudarte a gestionar mejor tu tiempo, tomar decisiones con información y comunicarte con más impacto.
La Inteligencia Artificial llegó para quedarse. Vos decidís si llega también a tu clínica veterinaria y/o a tu vida profesional. Podés seguir haciendo malabares solo, o sumar un asistente digital que te ayude a sostener algunas pelotas.
La vocación no cambia. Pero la forma de gestionar, sí. Y la IA puede ser esa herramienta silenciosa que te devuelve algo valioso: tiempo para pensar, descansar y decidir mejor.
Te compartimos los temas destacados en la primera edición de un evento internacional sobre gestión veterinaria realizado en México. Luciano Aba, de Mi Negocio Veterinario, fue el representante argentino.
Referentes de distintos países se reunieron para debatir, compartir datos y trazar una radiografía común sobre los principales retos que enfrentan hoy clínicas y hospitales veterinarios en América Latina y otras regiones del mundo.
Esta 1° Cumbre Internacional de Gestión Veterinaria, realizada el 7 de julio en Ciudad de México, fue mucho más que un evento: fue un punto de inflexión.
Líderes de 8 países, con experiencia en gestión, marketing, comunicación y liderazgo veterinario, analizaron el presente y proyectaron el futuro del sector.
Los participantes fueron: Iker Asteinza, Marygela Álvarez y Alex Grassie (México), Rhys Giannarelli (Canadá), Luciano Aba (Argentina), Eliana Mogollón Vergara, Guillermo Lugo y Harold Benavidez (Colombia), Mariano Tischler Araujo (Chile), José Hilario Martín (España), Joao Buck (Brasil) y Esteban Sotomayor (Ecuador).
Entre sus múltiples coincidencias, todos los convocados a la Cumbre Internacional de Gestión Veterinaria destacaron el momento bisagra que se encuentra atravesando la actividad.
Dolores compartidos
El encuentro inició con una comparativa de indicadores a cargo de Iker Asteinza, en cual se evidenció que el precio de una consulta general en Estados Unidos multiplica ampliamente el valor promedio que se cobra en países latinoamericanos. Mientras que la brecha se reduce en servicios especializados, donde la formación y la tecnología permiten cierto nivel de convergencia.
Más allá de los números, lo más revelador fue el consenso generalizado sobre los “dolores” comunes que aquejan a las clínicas y hospitales veterinarios.
«Los temas a resolver son muy similares: administración deficiente, marketing ausente, sobrecarga operativa y desafíos en la gestión del recurso humano», sintetizó Luciano Aba, editor de Mi Negocio Veterinario, durante su intervención.
Y agregó: “En ese contexto, muchas veces vemos que, más que hacerse millonarios con sus empresas, los veterinarios elegirían vivir mejor, más tranquilos, disponer de sus fines de semana, y poder administrar su tiempo y sus vínculos con mayor equilibrio. Es ese punto de dolor el que tenemos que poder resolver para que se vea el real impacto de avanzar en la gestión eficiente”.
¿Nuevas reglas?
Uno de los temas centrales de la Cumbre fue la transformación del ecosistema veterinario. El crecimiento exponencial de la oferta de profesionales (particularmente en países como Brasil, con más de 38.500 clínicas, 28.000 tiendas de mascotas, 1.475 hospitales veterinarios y 586 facultades) plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de ciertos modelos de negocio.
A esto se suma la irrupción de formatos “low cost” y cadenas con propuestas integradas (consulta, vacuna, desparasitación y chip por apenas tres o cinco dólares) que compiten con los modelos tradicionales y obligan a repensar no solo la propuesta de valor, sino también la forma de comunicarla y sostenerla.
También se destacó cómo la tecnología está acelerando la llegada de nuevos jugadores: plataformas digitales, apps de salud animal, Marketplace y otras comienzan a ganar espacio en la vida de los tutores, generalmente más jóvenes.
¿Y el precio justo?
Otro tema de debate tuvo que ver con que, si bien hay coincidencia en que muchas veces los valores de las consultas y los servicios veterinarios deberían incrementarse para permitir que clínicas y hospitales sigan invirtiendo, la realidad indica que las clases medias a nivel mundial están disminuyendo y con ello se reduce también el poder de compra de uno de los segmentos más proclives a invertir en la salud de las mascotas.
Frente a esto y hablando de indicadores, uno de los más destacados por los expertos fue el de mejorar la frecuencia media de visitas. Es decir, trazar acciones para aumentar la cantidad de contactos con cada cliente (paciente) a lo largo del año a fin no solo de mejorar la rentabilidad, sino que fortalece el vínculo y ofrecer un cuidado más integral a las mascotas.
Una radiografía completa
Desde España, José Hilario Martín brindó una radiografía de la situación en su país: 7.000 clínicas veterinarias, 45.000 empleos directos, y una facturación que superó los 2.850 millones de euros en 2024, con un crecimiento del 9% respecto al año anterior. Además, explicó cómo se segmenta el sector en función de la facturación anual: clínicas pequeñas (menos de €250.000), medianas (€250.000–€500.000), grandes (€500.000–€1.000.000) y muy grandes (más de €1 millón). También abordó el fenómeno de las consolidaciones y destacó que en el ideal de los casos, “el 50% de los ingresos de un centro veterinario debería provenir de la medicina preventiva”.
A su turno, uno de los representantes de México en la Cumbre, Iker Asteinza, promovió el intercambio con el resto de los líderes, compartiendo datos que pusieron de manifiesta la transformación y las oportunidades que aún restan explorar. “Es evidente que hay un camino por recorrer en distintas temáticas vinculadas al manejo de los equipos de trabajo y al seguimiento de indicadores que permitan gestionar de manera más eficiente nuestras empresas”, agregó.
Desde Brasil, Joao Buck compartió cifras contundentes del mercado pet: el país es uno de los más grandes del mundo en número de veterinarios y centros de atención, lo que ha derivado en una feroz competencia interna.
Por Chile, Mariano Tischler Araujo analizó los desafíos culturales y generacionales de la gestión veterinaria, destacando siempre la idea de inculcar en los dueños de estos emprendimientos de delegar y fomentar el crecimiento de sus equipos de trabajo para poder crecer. “Estamos
en la industria de las emociones, debemos estar a la altura y ofrecer lo mejor para satisfacer a la demanda”, agregó en su presentación.
Mientras que Guillermo Lugo (Colombia) reflexionó sobre el rol que deberían tener las empresas proveedoras de productos, alimentos balanceados, insumos y servicios en el desarrollo de capacidades de gestión veterinaria. “Hoy más que nunca, la industria debe ser aliada estratégica”, resumió.
A su turno, Marygela Álvarez, de México, puso el foco en los recursos humanos que emplean las clínicas y hospitales veterinarios. “Si bien pocas veces se logra, mantener un equipo profesional estable y capacitado es la base del crecimiento en productividad y rentabilidad”. Además de esto, Marygela destacó a la alta rotación del personal y la falta de cultura organizacional, como dos de los grandes desafíos para el futuro inmediato.
Eliana Mogollón (Colombia) invitó a repensar quién está realmente “del otro lado” cuando hablamos de gestión: ¿el veterinario? ¿el dueño? ¿el administrador? ¿el equipo? “Hoy en la región se vive un crecimiento del rubro pero muchas veces sin el desarrollo de estructura que pareciera necesitarse”, aseguró la referente para luego destacar la importancia de trabajar para minimizar los riesgos de seguir avanzando en el “síndrome del gestor improvisado”.
También en representación de Colombia, Harold Benavidez centró su participación en la necesidad de formalizar distintos aspectos de las empresas veterinarias y planteó la importancia de concientizar a los dueños de las mismas en cuanto a la importancia y el valor de trabajar bajo el marco de presupuestos, tanto de compras, como de ventas, para hacer más eficiente y previsible el negocio. “Ganar dinero no es el objetivo, es el fruto de ofrecer buena medicina y una buena respuesta a los clientes”, aseguró.
Por su parte, Esteban Sotomayor (Ecuador) puso el foco en la cuestión organizativa de las empresas del rubro, destacando que -incluso más en la que son de perfil familiar- “se debe trabajar en la definición de roles y tareas, generando un directorio que esté compuesto por algunos miembros más, además de los parientes”. Y agregó: “Es muy común todavía que los dueños no logren separar las finanzas personales de las de la empresa”.
Asimismo, los presentes escucharon las palabras de Rhys Giannarelli (Canadá), quien fue contundente en que es clave transmitirle a quienes gestionan clínicas y hospitales veterinarios la idea de delegar. “No hay que perder tiempo en algo que ya sabemos que otro hace mejor, nuestra función debería ser la de ir acompañando al equipo para que cumpla sus objetivos, escuchándolos y fomentando que sus propuestas e ideas lleguen a buen puerto”.
Y cerró: “Es vital pasar de managers a coaches, a fin de promover una cultura que potencie a los profesionales”.
Finalmente, Alex Grassie (México) llevó adelante una mesa de debate en la cual quedó clara la necesidad de trabajar sobre los mensajes que se transmiten, a la vez de fomentar propuestas de valor cada vez más consolidadas por parte de las empresas. “Es clave fomentar el liderazgo de los colegas. En definitiva, si las clínicas y los hospitales veterinarios, crecemos todos”.
Lo que viene
La Cumbre no cerró con respuestas definitivas, sino con nuevas preguntas.
Pero sí dejó una certeza: la gestión veterinaria merece un espacio protagónico. Y ese espacio debe nutrirse de datos, experiencias, intercambios regionales y formación continua.
El compromiso de los organizadores y participantes es claro: este fue solo el primer paso de un camino que sin dudas continuará.
No todo lo que te afecta depende de vos. Por eso es clave diferenciar entre lo que es tu área de preocupación y la incidencia concreta que tenés sobre la misma desde tu lugar de acción. ¿Te animás?
Si trabajás en una clínica veterinaria, seguro viviste días en los que todo parece depender de vos: clientes que exigen más de lo que es posible, entregas que no llegan, compañeros agotados… y vos intentando sostener todo al mismo tiempo.
Esa sensación de estar al borde muchas veces no viene solo del trabajo en sí, sino de cómo te relacionás con los problemas que aparecen.
Y acá entra en juego una herramienta clave: aprender a diferenciar entre lo que te preocupa y lo que realmente podés cambiar.
No todo lo que te afecta depende de vos.
Los problemas del día a día pueden tener múltiples causas: personales, interpersonales, institucionales, sociales o económicas. Y aunque todos te afectan, no todos te corresponden. Por eso es tan importante poder identificar dónde vale la pena invertir tu energía… y dónde no.
El área de preocupación
La trampa es poner la energía donde no hay margen de acción
El área de preocupación incluye todo lo que te impacta emocionalmente, pero no podés controlar directamente.
Por ejemplo:
La situación económica general.Las decisiones políticas que afectan precios o normativas del sector.
Las decisiones políticas que afectan precios o normativas del sector.
La percepción social del rol veterinario.
Estos factores influyen en tu trabajo.
Pero si te enfocás en ellos todo el tiempo, sin poder intervenir, te agotás sin obtener resultados.
Esa es la trampa: poner energía donde no hay margen de acción.
El área de incidencia: tu lugar de acción
En cambio, el área de incidencia está compuesta por todo lo que sí podés ajustar, decidir o mejorar, incluso en contextos difíciles.
¿Cómo organizás tus turnos y tus horarios de descanso?
¿Qué y cómo comunicás a los tutores de tus pacientes?
¿Qué protocolos podés revisar o ajustar con tu equipo?
¿Cuándo pedir ayuda y con quién contar?
¿Qué límites necesitás poner (y sostener) para protegerte?
Actuar desde este lugar no solo mejora tu eficacia; también te devuelve sensación de control, que es una de las primeras cosas que se pierde cuando el agotamiento empieza a escalar.
La mejor decisión es no intervenir en lo que no depende de vos y focalizar en lo que sí podés transformar.
Invertir tu energía con criterio también es parte del trabajo.
No se trata de ignorar los problemas externos, sino de reconocer que no todo lo que te preocupa requiere acción de tu parte.
A veces, la mejor decisión es no intervenir en lo que no depende de vos y focalizar en lo que sí podés transformar, por más pequeño que sea.
Cuando trabajás desde tu área de incidencia lográs algunos beneficios que rápidamente comenzarás a notar. Por ejemplo, reducir el desgaste emocional, pero también mejorar tu capacidad de respuesta o para fortalecer tu rol profesional y tus relaciones dentro del equipo.
¿Y a vos? ¿Qué situaciones te están agotando hoy y cuántas de ellas realmente están bajo tu control?
La campaña de Mi Negocio Veterinario tiene un propósito claro y profundo: inspirar a los profesionales a revisar, cuestionar y mejorar sus prácticas en marketing, comunicación efectiva y gestión del negocio. ¿La aprobarías?
Con el objetivo de avanzar de manera ágil y didáctica en la transmisión de contenidos específicos de comunicación efectiva, marketing y gestión, Mi Negocio Veterinario presentó la VTVet, una iniciativa que simula el espíritu de la Verificación Técnica Vehicular (VTV), pero en el mundo veterinario.
¿El objetivo? Chequear el estado de los conocimientos y habilidades de veterinarios y dueños de clínicas en tres áreas que hoy resultan tan esenciales como el saber técnico.
El lanzamiento oficial fue en el Congreso Veterinario Latinoamericano de DROVET, realizado en Rosario, Santa Fe, donde más de 200 profesionales se acercaron al stand de Mi Negocio Veterinario para realizar el test.
Lo mismo ocurrió semanas más tarde en Expo Veterinarias 2025 (CABA), donde otros más de 250 asistentes completaron el recorrido propuesto en el “Box Móvil” de VTVet, generando una experiencia inmersiva, empática y lúdica que ya se perfila como una de las campañas más recordadas del año.
¿Qué es la VTVet?
La VTVet no es un certificado oficial, ni un examen de conocimientos médicos.
Es una propuesta de evaluación, validada por el equipo de Mi Negocio Veterinario, que busca ofrecer una radiografía de la preparación en áreas fundamentales para sostener y hacer crecer una clínica veterinaria hoy.
El mecanismo es simple: se trata de un cuestionario breve, de entre 5 y 8 minutos, que el participante puede completar desde una tablet del stand o desde su propio celular.
Las preguntas son directas, realistas y están bien orientadas a evaluar criterios de decisión cotidiana: desde cómo responder ante un conflicto con un cliente hasta cómo definir precios, comunicar promociones o delegar tareas administrativas en la clínica.
El test cuenta con dos versiones: 1) Para Clínicas Veterinarias: orientada a dueños o responsables de centros veterinarios y 2) Para Profesionales: enfocada en veterinarios que trabajan como colaboradores o de forma independiente, pero que no son responsables de una estructura comercial.
El lanzamiento fue en el Congreso de DROVET.
Aprobaste… ¿y ahora qué?
Quienes aprueban la VTVet reciben su Kit Oficial, que incluye:
Para clínicas: una oblea autoadhesiva para exhibir en el local, stickers institucionales y un llavero de regalo.
Para profesionales: un kit digital para compartir en redes sociales, más stickers y otros regalos.
Además, todos los aprobados son invitados comenzarán a ser parte de la Comunidad VTVet, accediendo no solo al envío de la edición impresa de Mi Negocio Veterinario, sino a una serie de acciones especiales y beneficios específicamente pensados para ellos.
¿CÓMO FUNCIONA LA VTVET (VERIFICACIÓN TÁCTICA VETERINARIA)
El procedimiento es simple, rápido y (muy) revelador para los participantes:
Check-in: En el stand de Mi Negocio Veterinario o desde el celular, los participantes acceden al test express. Son entre 8 y 10 preguntas, orientadas a situaciones reales en una veterinaria.
Test: Se puede hacer desde la tablet del stand, desde el celular dentro del box o incluso desde afuera si hay mucha gente. Siempre hay un “inspector” cerca para orientar, pero no para dar respuestas.
Resultados
Si aprobás, recibís tu Kit Oficial VTVet:
• Clínicas: una oblea autoadhesiva para colocar en el local, más stickers y llavero institucional.
• Profesionales: un kit digital para redes sociales, más regalos físicos para llevarte a casa.
Además, comienzan a ser parte de una comunidad con beneficios exclusivos.
Si no aprobás, no pasa nada. La VTVet sale “con observaciones”. Te llevás la invitación para hacer un webinar gratuito sobre la temática en la que necesitás mejorar. Luego de verlo, podés reintentar aprobar un nuevo cuestionario.
El enfoque es siempre positivo, empático y didáctico. Nadie gana, ni pierde. Lo que importa es el proceso, no solo el resultado.
¿Y si salís «observado»?
Cuando los participantes no aprueban el test, se arroja un resultado “con observaciones”, donde se indica en qué módulo hay que mejorar (comunicación, marketing o gestión).
Esto lejos de generar frustración, se plantea desde el equipo de Mi Negocio Veterinario como una oportunidad para participar en un Webinar gratuito para reforzar los conceptos en los que necesita mejorar.
“Tu VTVet salió observada en gestión”, por ejemplo, no es una crítica, sino una oportunidad. Una vez completado el webinar correspondiente y respondidas unas pocas preguntas finales, el participante podrá recibir su VTVet completa, sumarse a la comunidad y acceder a los beneficios.
Inspirar al sector
Más allá de los kits, las obleas y los sorteos, la VTVet tiene un propósito más profundo: inspirar a los profesionales del sector veterinario a revisar, cuestionar y mejorar sus prácticas de negocio.
En un contexto donde las exigencias aumentan y el tiempo escasea, esta herramienta permite hacer un alto en la rutina, mirar hacia adentro y animarse a un pequeño diagnóstico de situación.
“Es un ejemplo de que es posible capacitarse y divertirse a la vez, sin perder contenido”, dejaron en claro desde Mi Negocio Veterinario en cada uno de los eventos de los cuales participaron.
Cientos de profesionales ya participaron.
¿La próxima parada del Box Móvil de la VTVet? Los días 3 y 4 de octubre en el Congreso Internacional Veterinario del Iguazú (CIVI). ¿Se la van a perder?
Vale decir que esta campaña fue diseñada para que pueda replicarse tanto de forma presencial como online (próximamente habrá novedades en nuestra cuenta de Instagram @minegocioveterinario).
De hecho, a partir de las próximas semanas se habilitará una versiones digital para que, desde todo el país, se pueda acceder al test desde sus clínicas o celulares, sin necesidad de asistir a eventos.
Un chequeo, muchas conversaciones
El test se responde en unos siete minutos.
Uno de los mayores logros de la VTVet es la vinculación que genera. En ambos eventos, la estación de salida del stand fue una usina de intercambios: gente sacándose fotos con sus obleas, reflexionando sobre las preguntas, debatiendo sobre los criterios correctos… y reencontrándose con conceptos que, aunque no siempre se enseñan en la Facultad, son cada vez más determinantes.
La VTVet llegó para quedarse.
No como un simple test, sino como una verdadera herramienta de cambio en el mundo veterinario.
Para mejorar, hay que saber dónde estamos fallando. Por eso, te invito a repasar algunos de los errores frecuentes que ocurren en las clínicas veterinarias por no revisar, medir y ajustar lo que corresponde.
Así como controlamos la salud de un paciente, también deberíamos revisar regularmente la de nuestro negocio veterinario.
Seguro ya escuchaste mil veces eso de “lo que no se mide, no se mejora”, pero si se repite tanto, es porque es verdad. Lo que no miramos, con el tiempo, nos pasa factura.
Por supuesto que esto no significa que vos tengas que hacer todo; si pasa el tiempo y ese diagnóstico nunca llega, es una señal clara: necesitás delegarlo.
Alguien tiene que hacerse cargo de revisar, medir y ajustar. Porque los negocios —al igual que los pacientes— no se mantienen sanos por inercia.
El mito del veterinario emprendedor
Michael Gerber lo explica claramente en The E-Myth: muchos emprendimientos surgen cuando una persona con habilidades técnicas (como atender pacientes o hacer cirugías) decide independizarse.
Pero saber hacer algo bien no garantiza saber gestionar un negocio.
Ese «mito del emprendedor» nos hace creer que, si trabajamos mucho, todo va a salir bien pero no siempre es así.
El resultado: veterinarios agotados, negocios que funcionan por inercia y decisiones que se toman a ojo, sin planificación ni datos.
Los errores más comunes (y cómo se ven en la práctica)
1. Confundir ocupación con productividad
Tener la agenda llena no siempre significa que el negocio sea rentable. Un aprendizaje clave en mi camino emprendedor —y también cuando trabajé en relación de dependencia— fue entender cuánto vale realmente mi hora de trabajo; y lo mismo aplica para cada integrante del equipo. Hacer este cálculo, por simple que parezca, cambia nuestra forma de tomar decisiones.
Nos permite identificar tareas operativas que podríamos delegar para liberar tiempo, ganar eficiencia y mejorar los resultados.
Esto no es solo una cuestión de bienestar personal, es una decisión estratégica.
Definir con claridad los perfiles de puestos, estimar el costo por hora de cada rol y analizar qué habilidades requiere cada tarea nos ayuda a asignar recursos de manera inteligente. Así evitamos desperdiciar tiempo y dinero, y reducimos esa sensación de estar corriendo todo el día sin avanzar. Lo más preocupante no es tener muchas tareas, sino dejar para después justamente aquellas que son clave para que el negocio crezca.
Si invertís U$S 15.000 en un ecógrafo, ¿no vale la pena invertir al menos el 10% de eso en contarle al mundo que lo tenés?
2. No comunicar lo que ofrecés también es perder plata
Muchos negocios veterinarios hacen grandes inversiones en tecnología, formación profesional y servicios diferenciales… pero nadie lo sabe.
Tienen ecógrafos de última generación, planes de salud, analizadores de sangre, asesoramiento nutricional, estacionamiento gratuito, baños terapéuticos… y sin embargo, no lo comunican.
Si la gente no conoce lo que ofrecés, no puede valorarlo ni elegirlo. Por eso, comunicar también es vender y el marketing no debería ser un gasto residual: debería estar proporcionalmente alineado con la inversión que hacés en tus servicios. Si invertís U$S 15.000 en un ecógrafo, ¿no vale la pena invertir al menos el 10% de eso en contarle al mundo que lo tenés? La visibilidad es parte del negocio y lo que no se comunica, se pierde.
3. No tener procesos claros, ni delegables
Cuando todo depende del dueño, el negocio está en riesgo: si esa persona se enferma, se toma vacaciones o simplemente necesita desconectarse, todo se paraliza: nadie sabe cómo facturar, cómo responder ante una queja o cómo coordinar un turno; Se pierden ventas, oportunidades, confianza; pero vivir siempre conectado, sin pausas ni descanso, tampoco es sostenible.
Hay algo aún más profundo detrás de esta situación: la falsa creencia de que “nadie lo va a hacer como yo”. Lamento decirte que he comprobado que siempre hay alguien que puede hacerlo mejor (¡por suerte!).
Y cuando delegás con procesos claros y confiás en tu equipo, no solo ganás tiempo: ganás rentabilidad. Yo misma lo viví en mis Hoteles de Gatos: delegué el 95% de las tareas operativas, ¿el resultado? Hoy somos más rentables que cuando yo estaba sumergida en el día a día de la empresa. Esa decisión me permitió salir del modo supervivencia y empezar a pensar de forma estratégica: desarrollar las franquicias, lanzar nuevos productos y crear la Academia de Petsitting.
Delegar no es soltar por soltar, es construir procesos, capacitar con intención y confiar. Porque la creencia limitante de “tengo que hacerlo todo yo” solo te lleva por dos caminos: el fracaso y/o el burnout, ninguno de los dos compatible con un negocio sostenible.
4. Marketing sin estrategia
Hacer publicaciones “cuando hay tiempo” no es hacer marketing. Es simplemente ocupar un espacio sin dirección, sin objetivos definidos ni análisis de resultados.
Es común ver posteos como “Consultas de lunes a viernes”, sin un llamado a la acción, sin destacar qué hace único al servicio, sin una propuesta de valor clara. Ese tipo de comunicación no conecta, no informa de forma efectiva y mucho menos convierte.
El marketing estratégico implica planificar, conocer a quién le hablamos, tener un mensaje alineado con los objetivos del negocio y evaluar qué funciona y qué no. Cada contenido que compartimos debería cumplir una función: atraer, informar, educar, vender o fidelizar.
5. Gestión financiera limitada o ausente
“No sé cuánto gano, pero vendo bastante” es una frase que se escucha más seguido de lo que debería. Vender mucho no siempre significa ganar dinero. Sin una gestión financiera clara, es imposible saber si el negocio es realmente rentable.
Saber cuánto vendés es apenas el primer paso. También necesitás saber cuánto te cuesta vender lo que vendés: el costo real de los productos y los servicios, los gastos operativos, los impuestos, las comisiones, el tiempo involucrado, y cuánto estás reinvirtiendo o dejando de invertir.
La gestión por percepción —basada en el “me parece”— lleva a decisiones mal informadas y pone en riesgo el futuro del negocio. Tener información clara, confiable y actualizada es lo que te permite tomar buenas decisiones, corregir a tiempo y crecer con fundamentos.
6. No profesionalizar la atención
Muchos negocios veterinarios aún atienden como hace 10 años, sin haberse adaptado a las nuevas expectativas de los tutores de mascotas. La experiencia del cliente es confusa, desorganizada y poco memorable.
Muchas de las empresas más exitosas del mundo tienen algo en común: ponen al cliente en el centro y dedican una parte significativa de sus recursos a diseñar, medir y optimizar su experiencia de forma constante. Evalúan cada interacción, escuchan activamente la respuesta del cliente y ajustan en función de su nivel de satisfacción y lealtad. Esa mentalidad es, en muchos casos, la verdadera clave de su éxito.
En el sector veterinario todavía tenemos una enorme oportunidad de mejora en este aspecto. Sabemos que los tutores valoran profundamente la eficiencia, la calidez en el trato, la claridad en la información y la continuidad en el acompañamiento. Esperan ser escuchados, recibir recordatorios, sentirse contenidos luego de una cirugía, y que alguien pregunte cómo siguió su mascota —que muchas veces ocupa el lugar de un hijo más en la familia.
La atención profesional empieza desde el primer contacto —sea presencial, telefónico o digital— y continúa incluso después de que el paciente se fue. Protocolizar, digitalizar y capacitar al equipo no es un lujo: es una necesidad para estar a la altura de un cliente más informado, más exigente y con muchas más opciones.
¿CÓMO HACER TU PROPIO DIAGNÓSTICO?
Esto no es una auditoría contable. Es un chequeo simple, realista y accionable. Te comparto los pasos que usamos en Mishmosos y que también aplico cuando acompaño a otros profesionales:
Revisá tus números básicos
Saber si tu negocio está creciendo no depende de la intuición, sino de los números. Es fundamental conocer tus ingresos, egresos, costos fijos, cuáles son tus productos o servicios más vendidos y, sobre todo, el margen real que dejás en cada operación. Porque vender mucho no siempre es sinónimo de ganar dinero. ¿Estás generando ganancias o simplemente girando en círculos?
Una herramienta simple y efectiva es una planilla mensual de Excel o Google Sheets donde registres:
• Ingresos por servicio o venta de producto.
• Egresos fijos y variables.
• Costo de mercadería vendida (CMV).
• Margen bruto y neto.Esto te permite armar una primera versión del Estado de Resultados, también conocido como EBITDA si excluís amortizaciones e impuestos.
Auditá tus procesos
¿Qué tareas repetís todas las semanas? ¿Hay cosas que siempre hacen de forma improvisada? ¿Podés armar un paso a paso?
Ejemplo: cómo se agenda un turno, cómo se hace la entrega de un medicamento, qué se responde ante una queja.
Herramienta útil: Notion o Trello para listar y asignar tareas.
Escuchá activamente a tus clientes
Hablales, preguntales qué les gusta y qué mejorarían. Las mejores ideas de mejora surgen de quienes nos eligen todos los días.
Herramienta útil: Google Forms, encuestas cortas por WhatsApp, o una simple charla en mostrador con preguntas clave.
Observá tus canales de comunicación
¿Lo que comunicás en redes refleja la experiencia real que ofrecés? Una buena estrategia de comunicación no solo atrae: prepara al cliente para lo que va a vivir. Si tus redes no muestran la calidad del servicio que brindás, estás desaprovechando una oportunidad clave.
¿Tus nuevos clientes llegan por Instagram, por Google, por recomendaciones? ¿Tenés reseñas positivas que podrías estar usando para reforzar tu credibilidad? ¿Lo que mostrás en fotos y videos realmente transmite la experiencia que vivís todos los días dentro de tu clínica?
El marketing y las redes sociales deberían anticipar lo buena que va a ser la experiencia con vos, no subestimarla. Porque si el cliente no lo ve ni lo percibe difícilmente lo elija. Herramienta útil: Google Reviews, Metricool, WhatsApp Business, Instagram Insights.
Evaluá tu rol como líder
¿Sos el cuello de botella del negocio? ¿O estás construyendo algo que puede funcionar sin vos en cada detalle?
El objetivo es que te quedes solamente con las tareas en las que realmente aportás valor y que además disfrutás de hacer.
Reflexioná: ¿qué tareas podrías delegar si tuvieras una persona más? ¿Y si lo hicieras con las que ya tenés?
Señales de alerta a las que prestar atención
Si te sentís identificado con una o varias de estas señales, es momento de poner el foco:
• Tenés muchas tareas pendientes que nunca llegás a hacer.
• Evitás mirar los números porque te abruman.
• Sentís que tu equipo no se involucra.
• Las redes están desactualizadas o no muestran lo que hacés bien.
• Tenés clientes fieles, pero no llegan nuevos.
• No sabés qué servicios te generan más ganancias.
• Te cuesta tomar decisiones sin dudar.
No es tu culpa. Nos formamos para cuidar animales, no para armar negocios.
Pero sí es tu responsabilidad empezar a mejorar.
¿Y si empezás hoy?
Muchos emprendedores no mejoran porque sienten que “tienen que hacerlo todo de una”. Y eso paraliza.
La clave está en empezar de a poco, paso a paso, todos los días. Un día actualizás los precios, otro respondés comentarios en redes, después te sentás una hora con tus números; cada 1% cuenta. Cada decisión pequeña genera una transformación más grande que el caos de intentar hacer todo de golpe. Te invito a que te animes y paso a paso vayas logrando grandes resultados.
Veterinarios, dueños de veterinarias y pet shops, así como otros jugadores del mercado ligado a los animales de compañía dijeron presente e hicieron negocios, en la 9° edición de la muestra.
Más grande, más sólida, más pujante y con 1.500 metros cuadrados adicionales sobre el predio de Costa Salguero (CABA), la 9° edición de Expo Veterinarias reunió a cerca de 5.500 personas ligadas a toda la cadena de valor vinculada al mundo de las mascotas.
“Hemos ido creciendo año a año en la medida que lo va haciendo el mercado, con una propuesta integral, que involucra a los distintos actores que forman parte de ese ecosistema de productos y servicios que le da vida al rubro de los animales de compañía en Argentina”, aseguró Jaime Jalife, uno de los organizadores de la muestra.
¿Quiénes fueron?
Recientemente, Expo Veterinarias dio a conocer las cifras totales de quiénes fueron aquellos que asistieron a la doble jornada llevada adelante los pasados 13 y 14 de julio en la Ciudad de Buenos Aires.
• 5.400 asistentes totales.
• 1.900 veterinarias y médicos veterinarios.
• 2.400 pet shops y forrajerías.
• 370 distribuidores y mayoristas
• 270 fabricantes e importadores.
• 540 peluquerías caninas, criaderos y adiestradores.
¿Más datos? Claro que sí:
• Un 18% del total de los asistentes visitó la expo por primera vez este año.
• Un 79,5% concretó algún tipo de negocio durante el evento.
• 1.548 asistentes tuvieron las jornadas de capacitación, tanto en temas médicos, como también en los de marketing y gestión.
Jornadas científicas
Con muy buena asistencia de profesionales veterinarios, la Expo también contó con un Congreso Científico que dejó contenido, debate y capacitación para todos los asistentes.
En primer lugar, los Dres. Carlos Mucha e Ignacio Cordero llevaron adelante un Simposio de Cardiología, donde se abordó la especialidad en la práctica diaria, así como también la cardiología crítica en el ámbito de animales de compañía.
A su turno, fue la Dra. Fernanda Iglesias quien desarrolló la problemática de los parásitos en caninos y felinos. Otro hito fue marcado con la disertación del Méd. Vet. Sergio Gómez, quien tomó un tema poco frecuente en los congresos como lo es la Veterinaria Forense. Luego llegó el turno de las Dras. Ana Rocchi, Verónica Streitenberger y Nora Calleja, quienes llevaron adelante un nuevo Simposio, esta vez orientado al Diagnóstico por imágenes, ofreciendo un taller práctico de ultrasonido con demostraciones en vivo.
Esta fue la antesala de la conferencia a cargo de la Méd. Vet. Ximena Doxandabarat, quien abordó el tema del uso de antibióticos en felinos.
La Jornada también contó con la participación de la referente Dra. Marina Snitcofsky quien desarrolló el tratamiento biológico no farmacológico en trastornos del comportamiento tanto en perros como en gatos.
El broche de oro estuvo a cargo del Dr. Juan Enrique Romero con su conferencia “Viejos so los trapos: manejo integral del paciente veterinario geriátrico”.
Marketing, RRSS y gestión veterinaria
También el encuentro contó con capacitaciones orientadas a estas temáticas.
La apertura estuvo a cargo de la Méd. Vet. Guadalupe Gallo, quien abordó la problemática que se plantea entre “Ser veterinario o tener una veterinaria en el mundo actual: desafíos y habilidades esenciales para el éxito”. Luego llegó el turno del bloque auspiciado por Mi Negocio Veterinario, donde Luciano Aba, Margarita Briceño y Andrés Amado analizaron distintos aspectos internos de los puntos de venta con el objetivo de salir del caos del día a día y lograr un plan efectivo para crecer.
Más tarde, el Lic. Juan Manuel Liquindol profundizó sobre el uso de premios y snacks para resolver problemas emocionales y comportamentales en perros, y así darle paso al Méd. Vet. Diego Balducchi y a los Groomers, Daniela Scolaro y Nery Gustavo Ruiz Díaz para que desarrollen un Simposio de peluquería canina.