“Estoy convencida: estar en las redes hace la diferencia” - Mi Negocio Veterinario
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“Estoy convencida: estar en las redes hace la diferencia”

Sofía Rivera es médica veterinaria y se anima a TikTok e Instagram. Conversamos con ella sobre la promoción de la salud preventiva, el trabajo independiente y el esfuerzo que se esconde detrás de unos pocos segundos de video.

Escribe Guadalupe Varelli
De la redacción de Revista 2+2

La vimos en TikTok e Instagram y quisimos conocerla. Son pocos (¿todavía?) los veterinarios que se animan a mirar a cámara, apretar el botón de grabar y tratar los temas de la profesión al ritmo de la canción del momento. Sofía Rivera lo hace y no porque quiera ser famosa sino porque sabe que su crecimiento está ligado a las redes sociales.
Desde que se recibió en la UBA (2017) fueron muchos los caminos que emprendió buscando su lugar en la profesión. Una de sus pasiones es la promoción de la salud preventiva, un motor que impulsa su trabajo en las redes, tanto como sus ganas de crecer como profesional.

Revista 2+2: ¿Qué te llevó a elegir el trabajo independiente?

Hasta antes de la pandemia trabajaba en dos veterinarias y estaba agotada de la rutina del consultorio, el estrés que genera tener un paciente atrás del otro y no poder tomarme el tiempo para atenderlos tranquila. Ese ritmo de trabajo y esa presión son comunes en el campo veterinario.
Hacía un tiempo que sentía que tenía que frenar. A veces me pasaba de tener que salir de hacer una eutanasia y, sin pausa, ir a vacunar a un cachorro; no tenía tiempo para recuperarme. Cuando llegó la pandemia y la clínica veterinaria donde trabajaba cerró, dije “me la juego” y renuncié. Desde entonces trabajo haciendo consultas a domicilio y virtuales.

¿Qué beneficios encontraste?

Creo que es generacional, hay muchas personas de mi edad que quieren trabajar de forma independiente o hacer su propio camino y no estar siempre a la sombra de un centro veterinario. En las clínicas el camino ya está marcado, te limita para crecer y explotar todo tu potencial.
En cambio, al ejercer por tu cuenta podés elegir cómo trabajar y con quién.
Hoy, si un cliente me trata mal o no me siento cómoda le digo que prefiero que lo atienda otra persona y no siento culpa por eso. En una clínica eso no lo podés hacer.

Sofía Rivera y sus redes:@srveterinaria en Instagram y TikTok, donde ya tiene más de 20K Me Gusta

¿Cómo fueron tus primeros pasos?

Al principio me costó, especialmente los primeros meses, esperar los llamados de los clientes que no llegaban… Empecé hablando con la gente del barrio, los vecinos, que me fueron recomendando, pero el crecimiento llegó con la difusión de mi trabajo en Internet.
Siempre estuve en las redes sociales, desde Facebook y Fotolog, y veía que Instagram le estaba dando potencial a emprendedores, pero no había muchos veterinarios promocionando su trabajo en esa plataforma, al menos allá por 2018.
Creo que lo sentían como una pérdida de tiempo.
Decidí apostar por eso y de a poco me empezó a llamar mucha gente que me conoció a través de Instagram.

¿De qué hablás en tus redes sociales?

Las redes sociales me dan la oportunidad de promover la salud de una manera preventiva, de concientizar a los tenedores de mascotas para evitar muchas enfermedades que nos podemos contagiar nosotros como humanos pero que a su vez son riesgosas para los animales. Veo que falta mucha información con respecto a manejos básicos, de cuidado de mascotas.
Al mismo tiempo que Instagram o Tick Tock me sirven como plataformas para llegar a nuevos clientes, también lo uso para que otras personas comprendan que la medicina veterinaria va más allá de dar una vacuna una vez por año.

¿Cómo llegaste a TikTok?

Las redes sociales me dan la oportunidad de promover la salud de una manera preventiva, de concientizar a los tenedores de mascotas para evitar enfermedades que nos podemos contagiar nosotros como humanos pero que a su vez también son riesgosas para los animales.

Siguiendo las redes me di cuenta de que la tendencia ahora es hacer videos y me animé, pero no fue nada fácil. Me costaba filmarme, pensaba que iba a parecer una tonta, me preocupaba lo que fueran a pensar mis colegas. Pero la realidad es que estoy teniendo muy buena recepción.
Además, los videos implican mayor exposición porque soy yo la que está ahí diciendo lo que digo. Eso me obliga a leer, investigar, estar segura. La contrapartida es que la gente me conoce y confía porque me ve. Entonces, con videos que parecen súper básicos logro que se entiendan los conceptos que quiero transmitir y, una vez que entendieron el concepto, como me tienen confianza, me llaman para solicitar el servicio. Es un gran combo.

¿Cuál es la diferencia entre TikTok y las otras redes sociales?

La primera es que demanda más trabajo porque tenés que estar muy activo para ser visto. Pero la más importante es la audiencia: TikTok es una plataforma para gente más joven, adolescentes. Ellos no son los que llaman al veterinario, pero están aprendiendo lo que sí deberían hacer con su perro o su gato y pueden trasladar todo ese conocimiento a sus padres, que son los que lo van a llevar al veterinario porque van a estar más atentos a situaciones que antes consideraban normales.
Creo que es importante que ya desde chicos sepan que la tenencia responsable abarca un montón de cosas y TikTok me ayuda a llegar a ellos. Si logramos concientizar y educar a la gente más joven para que sean tutores responsables cuando tengan un perro o un gato llegará el momento en que dejemos de ver tantos perros callejeros o maltratados.

¿Cómo elegís los temas para cada red?

En general trato de que el tema sea similar en las dos redes por una cuestión de tiempo, pero entiendo que van a diferentes públicos. Entonces busco adaptar el contenido a cada una. Generalmente empiezo por Instagram, porque es donde me siento más cómoda, y a veces replico el mismo contenido en TikTok.
Otras veces, genero contenidos solo para esta red siguiendo las tendencias del momento, como una canción de moda o un challenge.

¿Es difícil adaptar los temas de la veterinaria al lenguaje de las redes?

Cuando recién empecé a subir contenido a Instagram usaba un lenguaje muy técnico. Eso lo fui viendo y aprendiendo sobre la marcha.
Es todo un esfuerzo encontrar las palabras justas para hablar de temas médicos complejos de manera sencilla sin que por eso pierdan importancia o precisión.
Es un equilibrio que a veces cuesta, requiere mucho trabajo: pensar la idea, investigar, armar el tema, encontrar la forma de contarlo, filmarlo, editarlo. A veces estoy horas para llegar a unos pocos segundos de video.

¿Vale la pena el tiempo y esfuerzo en crear contenido para redes?

Estoy 100% convencida de que hacen la diferencia, porque uno puede mostrar el trabajo desde otro lugar.
Si bien se pueden promocionar los servicios que ofrece una veterinaria o los productos que vende, las redes te dan la posibilidad de humanizar la relación con el cliente, de mostrar no solo cuál es el servicio sino cómo lo hacés, cómo tratás a los pacientes, llevarles seguridad y darles una razón para que te elijan a vos para llevar a su perro o gato.
A mí me funcionó. Las redes me ayudaron un montón. Tengo muchos clientes que llegaron por Instagram, siento que supe cómo manejarlo en mi zona, supe explotar eso que a veces le falta a las veterinarias físicas, la posibilidad de llegar al cliente desde otro lado, generar una “lealtad” que nace del contacto más personal, de la relación de cercanía con la familia, la casa y su dinámica.

¿Qué balance hacés de tu experiencia hasta el momento?

Siempre pensaba que para poder crecer tenía que tener un lugar físico, una clínica, un equipo quirúrgico, pero a medida que fueron pasando los años vi que en las clínicas donde trabajaba había una parte que faltaba explotar, que tiene que ver con promocionar tu trabajo no desde cuánta infraestructura tenés, sino destacando el servicio que brindás.
Empecé en mayo del año pasado haciendo visitas a domicilio y a distancia, poniendo el eje en brindar el mejor servicio posible con las herramientas que se cuentan dentro de lo que es una consulta a domicilio.
Hoy tengo 400 pacientes, que puede parecer poco pero para mí es un montón.

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