octubre 2024 - Mi Negocio Veterinario
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El segundo episodio de la temporada 2 del podcast “Líderes Vet Latam by Eliana Mogollón” presenta a Ivana de Aguiar, fundadora de Best for Cats en Costa Rica. Con una inspiradora historia de transformación empresarial, Ivana comparte cómo pasó de gestionar una tienda de mascotas a especializarse en medicina felina, convirtiendo la competencia en una oportunidad de crecimiento.

Durante la entrevista, Ivana recuerda: «Llegué a un punto en donde dije: No puedo seguir compitiendo por precios… Cambié la línea de negocio de tienda de mascotas a clínica especializada en medicina felina». Además, resalta cómo la competencia cercana fue clave para su éxito: «Después de 9 años, le doy gracias a mi vecino, porque si ellos no hubieran abierto, mi clínica no sería lo que es hoy».

Ivana también reflexiona sobre los retos de emprender, como la importancia de separar la vida personal de la empresarial y el miedo de los veterinarios a cobrar por sus servicios: «El mayor miedo de los médicos veterinarios es cobrar. Tememos ponerle valor a nuestro trabajo».

Este episodio está lleno de valiosas lecciones sobre cómo convertir desafíos en oportunidades y cómo crecer profesionalmente en el sector veterinario. ¡Escúchalo ya en Spotify y descubre cómo Ivana de Aguiar logró especializarse y liderar Best for Cats en Costa Rica!

Estas ideas no solo ayudan a que los clientes visiten la veterinaria durante el verano, sino que también fomentan la venta cruzada de productos y servicios que complementan el cuidado preventivo.

El verano es una temporada especial para las mascotas y sus dueños, ya que implica cambios en las rutinas, viajes y muchas veces una mayor exposición a riesgos específicos de la época. Esta es una oportunidad ideal para que las veterinarias en Argentina se acerquen a sus clientes con mensajes estratégicos, fomentando tanto el cuidado de los animales como la frecuencia de visitas a la clínica. A continuación, te presentamos tres mensajes clave que pueden atraer a más personas a la veterinaria y, además, impulsar la venta cruzada de productos y servicios esenciales.

1. Consulta previa y Kits de vacaciones

Antes de emprender un viaje con tu mascota, asegúrate de que esté en óptimas condiciones. Realizar una consulta previa en la veterinaria permite evitar imprevistos, y contar con un «kit de vacaciones» te ayudará a cuidar a tu mascota durante el trayecto y la estadía.
Invitar a los clientes a realizar una «consulta pre-viaje» es una forma efectiva de que visiten la veterinaria. En esta consulta, el veterinario puede revisar el estado de salud de la mascota, asegurarse de que esté al día con las vacunas y ofrecer recomendaciones para el viaje (como el uso de antiparasitarios, en caso de que el destino sea una zona de riesgo).
Además de la consulta, la veterinaria puede ofrecer un “kit de vacaciones” que incluya antiparasitarios, productos de primeros auxilios, gotas para el mareo, y una guía de recomendaciones. Este kit podría presentarse de forma visible en el mostrador y promocionarse como una opción “completa y práctica” para dueños que planean llevar a sus mascotas de viaje. Al hablar con el cliente, el veterinario puede sugerir este kit y detallar cómo cada artículo contribuirá a un viaje seguro y cómodo para su mascota.
Este mensaje genera conciencia sobre la importancia de prevenir posibles inconvenientes, fomenta una visita extra a la veterinaria y abre la puerta a la venta de productos esenciales. Además, la consulta pre-viaje permite detectar necesidades adicionales en la mascota que pueden ser atendidas en el momento o en futuras visitas.

2. Productos de hidratación y refrescantes

En verano, las mascotas son especialmente vulnerables al golpe de calor, una condición peligrosa que puede evitarse con cuidados simples. Asegúrate de que tu mascota esté bien hidratada y fresca durante los días calurosos.
Este mensaje permite atraer clientes a la veterinaria para consultas de prevención y promoción de productos diseñados para mantener la frescura y el bienestar de las mascotas en el calor. Estos pueden incluir bebederos portátiles, snacks hidratantes y camas refrescantes.
La veterinaria puede instalar una sección destacada con productos de hidratación y refrigeración, y ofrecer asesoramiento sobre cómo utilizarlos. Por ejemplo, el veterinario puede mencionar durante la consulta los riesgos del golpe de calor y sugerir productos como bebederos portátiles (ideal para paseos), toallas refrescantes o snacks especiales. Además, se puede realizar una campaña de redes sociales para educar sobre los síntomas del golpe de calor, invitando a los clientes a pasar por la veterinaria para obtener recomendaciones personalizadas.
La protección contra el golpe de calor no solo promueve el bienestar de la mascota, sino que también incentiva a los dueños a adquirir productos útiles para el verano. Esta campaña educativa refuerza la autoridad de la veterinaria como especialista en el bienestar animal y genera ingresos adicionales al ofrecer soluciones específicas y visibles en el mostrador.

3. Revisión de parásitos

El verano es una temporada en la que las pulgas, garrapatas y otros parásitos están especialmente activos. No dejes que afecten la salud de tu mascota ni la tranquilidad de tu hogar. Realiza una revisión antiparasitaria y asegura su protección con productos adecuados.
Proponer una “consulta de revisión antiparasitaria” posiciona a la veterinaria como un lugar de prevención y cuidado continuo. Esta consulta abre la puerta para recomendar productos de protección continua, como collares antipulgas, pipetas, comprimidos y champús especiales.
Durante la consulta, el veterinario puede revisar la piel y pelaje de la mascota en busca de parásitos, aconsejando tratamientos según el caso. En el mostrador, se puede exhibir una línea de productos antiparasitarios con opciones diferenciadas según el tamaño, peso y estilo de vida de la mascota. Para atraer a más clientes, la veterinaria puede ofrecer un paquete especial de verano que incluya una consulta y un tratamiento con un descuento o beneficio adicional (como la aplicación gratuita del producto).
Este mensaje promueve visitas periódicas a la clínica y, al mismo tiempo, alienta la compra de productos esenciales para la salud de las mascotas. Mantener una protección constante contra parásitos no solo es un servicio valorado por el cliente, sino que también fortalece la relación de confianza con la veterinaria, al recibir un asesoramiento oportuno y personalizado.

Conclusión

Estos mensajes estratégicos no solo ayudan a que los clientes visiten la veterinaria durante el verano, sino que también fomentan la venta cruzada de productos y servicios que complementan el cuidado preventivo. Al comunicar la importancia de una revisión pre-viaje, la protección contra el golpe de calor y la prevención de parásitos, las clínicas veterinarias pueden fortalecer su relación con los clientes y asegurar un verano seguro y saludable para las mascotas.

La digitalización, sostenibilidad y eficiencia financiera son variables estratégicas que, bien implementadas, pueden asegurar que una clínica veterinaria no solo sobreviva, sino que prospere el año que viene.

Las clínicas veterinarias en Argentina enfrentan un panorama desafiante para 2025, caracterizado por cambios económicos, avances tecnológicos y consumidores cada vez más exigentes. Planificar estratégicamente no es solo una opción, sino una necesidad para mantener la competitividad.

Aquí analizamos tres variables fundamentales que toda clínica veterinaria debe considerar para prosperar el próximo año.

 

  1. Digitalización: Mejorando la experiencia del cliente

La digitalización ya es una realidad ineludible en la industria veterinaria. Desde la gestión de citas hasta el historial médico, los clientes valoran cada vez más la eficiencia y conveniencia que la tecnología puede ofrecer.

Para 2025, una estrategia efectiva de digitalización no solo debe incluir la automatización de procesos internos, sino también brindar a los clientes una experiencia intuitiva y accesible.

Por ejemplo, una clínica podría implementar una aplicación móvil o mejorar su sitio web para que los clientes puedan programar y reprogramar citas de forma autónoma, acceder a recomendaciones postconsulta y recibir notificaciones de recordatorio para vacunas o revisiones periódicas.

También podría integrar una sección de telemedicina para consultas menores, permitiendo a los veterinarios brindar asesoramiento a distancia en casos que no requieren visitas presenciales, lo cual mejora la fidelización.

Al simplificar y agilizar el contacto con la clínica, no solo se optimiza el tiempo del personal, sino que se eleva la satisfacción del cliente. Esto puede reflejarse en una mayor frecuencia de visitas y en una mejor percepción de la clínica como un establecimiento moderno y confiable.

 

  1. Sostenibilidad y Responsabilidad Social: agregando valor

Los consumidores actuales están cada vez más interesados en el compromiso de las empresas con el medio ambiente y la sociedad. En el contexto veterinario, implementar prácticas sostenibles y participar en actividades de responsabilidad social puede marcar una diferencia significativa en la percepción de la clínica, especialmente en un país como Argentina, donde el cuidado de los animales es un tema de gran sensibilidad.

Por ejemplo, la clínica podría reducir el uso de plásticos, optar por materiales reciclables y asociarse con organizaciones protectoras de animales para organizar campañas de adopción o jornadas de vacunación gratuita en barrios vulnerables. Otra acción podría ser ofrecer productos ecológicos en la tienda (como juguetes y accesorios sostenibles) o promover alimentos balanceados para mascotas de origen responsable.

Este enfoque no solo atraerá a clientes que buscan alternativas más éticas, sino que también fortalecerá la imagen de la clínica en la comunidad y en redes sociales. La fidelidad del cliente aumenta al percibir que su veterinaria está alineada con sus valores personales, generando mayor confianza y lealtad.

 

  1. Optimización y eficiencia: respondiendo al contexto

El contexto económico en Argentina exige que las clínicas veterinarias evalúen sus costos con regularidad para mantener la rentabilidad. Esto implica no solo ajustar precios, sino también revisar qué prácticas o servicios pueden optimizarse para mejorar la eficiencia. Controlar costos fijos, negociar con proveedores y mantener una estructura flexible puede ser la clave para el crecimiento.

De esta manera, una clínica podría implementar un sistema de análisis de costos y precios para asegurarse de que sus servicios se mantengan competitivos sin sacrificar la rentabilidad. Además, revisar contratos de alquiler o servicios externos es fundamental para garantizar que el gasto no exceda un porcentaje saludable de la facturación (por ejemplo, mantener el costo de alquiler debajo del 15% de los ingresos). Negociar descuentos o acuerdos de pago con proveedores de insumos médicos puede ayudar a reducir el impacto de la inflación en los costos operativos.

Una estrategia financiera sólida permite a la clínica destinar más recursos a mejorar el servicio y retener al personal. Esto es particularmente importante en un entorno económico incierto, donde una buena gestión de los recursos puede marcar la diferencia entre crecer o estancarse.

 

Conclusión 

La digitalización, sostenibilidad y eficiencia financiera son variables estratégicas que, al ser implementadas adecuadamente, pueden asegurar que una clínica veterinaria en Argentina no solo sobreviva, sino que prospere en 2025.

Estos enfoques permiten adaptarse a un consumidor más exigente y a un contexto económico desafiante, generando un negocio sostenible y competitivo a largo plazo.

Mg. Esp. Vet. Federico Curra Gagliano
fedecurra@gmail.com

Existe un libro que me ha marcado particularmente en la práctica profesional, y no es un texto veterinario. Me refiero a un escrito de Miguel Ángel Ruiz, que seguramente has visto citada en redes sociales, el libro “Los cuatro acuerdos”, basados en la sabiduría tolteca (cultura precolombina que dominó el norte del altiplano mexicano entre los siglos X y XII). Este es un libro simple y muy valioso que desde un lenguaje ameno y aparentemente simple nos permite repensar muchos aspectos en nuestra vida profesional y personal.

Los «Cuatro Acuerdos», ofrece un marco poderoso para mejorar la comunicación y la eficacia personal, adaptándose maravillosamente al contexto de una consulta veterinaria. Para resumirlo en un párrafo, los acuerdos son: «Sé impecable con tus palabras» enfatiza la importancia de una comunicación clara y honesta, crucial para gestionar las expectativas y proporcionar información precisa; «No te tomes nada personalmente» aconseja mantener la objetividad y la calma frente a las reacciones emocionales de los demás; «No hagas suposiciones” ayuda a asegurarnos de entender las necesidades y deseos de nuestros interlocutores, preguntando hasta entender fehacientemente sin adivinar lo que el otro intentaba decir;  «Haz siempre lo mejor» garantiza que hacemos la labor con nuestro mejor esfuerzo.

Aplicar los principios de los «Cuatro Acuerdos» de la sabiduría tolteca en una consulta veterinaria puede transformar significativamente la práctica, el ambiente laboral y la experiencia del tutor y nuestro paciente.

En este artículo te explico cómo se podría aplicar cada uno de estos acuerdos en el entorno de una clínica veterinaria.

 

Sé impecable con tus palabras

El lenguaje que usamos configura la percepción del mundo y de ti mismo; las palabras que eliges no solo reflejan tu conciencia, sino que también moldean tus pensamientos, los cuales influyen en tus resultados. Independientemente de tu idioma, cultura y experiencias personales, es mediante el lenguaje que definimos ideas, deseos, objetivos y propósitos. Asimismo, tus relaciones, conexiones y talentos se expresan y toman forma a través de las palabras que utilizas. Las palabras no son inocentes, siempre están cargadas de significado.

Honrar tus palabras significa asumir tu propia responsabilidad, cumplir con los compromisos que estableces, comenzando por los que haces contigo mismo y extendiéndolos luego a los demás. Ser impecable con tus palabras implica que no debes utilizar un lenguaje que te perjudique.

En la práctica veterinaria, honrar las palabras significa, por un lado, comunicarse de manera clara, honesta y compasiva con los tutores de nuestros pacientes. Las explicaciones sobre diagnósticos, tratamientos y procedimientos deben ser precisas y fácilmente comprensibles para evitar malentendidos.

Es vital usar con los tutores un lenguaje que fomente la confianza y el respeto, evitando términos que puedan ser percibidos como críticos o despectivos. Debemos lograr que no solo nos comprendan, sino que también se sientan cómodos y confiados en las decisiones de cuidado de sus mascotas, sin sentirse culpables o bajo juicio.

Por otro lado, ser implacable en la utilización del lenguaje es utilizar términos técnicos correctos en la historia clínica. Estos reportes deben ser meticulosos, precisos y emplear terminología médica adecuada para garantizar que la información sea efectiva, útil y accesible para otros profesionales que puedan consultarla. Esto no solo facilita la continuidad y calidad del cuidado, y el trabajo en equipo de salud, sino que también cumple con los estándares profesionales y legales necesarios en la práctica médica.

En ambos casos, «ser impecable con tus palabras» se manifiesta como una doble responsabilidad: comunicarse de manera que los tutores entiendan y se sientan apoyados, y mantener un registro clínico preciso y profesional que sirva como un documento oficial y detallado del historial médico del animal. Ambos aspectos son fundamentales para la práctica veterinaria eficaz y ética.

 

  1. ¿Cómo podría cambiar el equilibrio en tus conversaciones al aplicar la regla de escuchar el 70% del tiempo y hablar solo el 30%?
  2. ¿Cómo puedes mejorar la precisión de tu lenguaje para asegurarte de que tus ideas sean comprendidas claramente por otros?
  3. ¿De qué manera puedes cuidar tus pensamientos para promover una mentalidad más positiva y productiva?
  4. ¿Estás listo para empezar a evaluar tus palabras antes de hablar, especialmente en situaciones tensas o importantes?
  5. ¿Qué pasos concretos puedes tomar para eliminar la comunicación agresiva de tus interacciones, tanto en entornos personales como profesionales?

 

No te tomes nada personalmente

Los veterinarios y su personal pueden enfrentarse a veces a tutores estresados o frustrados, que vienen con la angustia de ver a su mascota en un estado crítico. Incluso vemos esa frustración reflejada a veces en reseñas y comentarios en redes sociales. Ahí empieza reaccionar nuestro ego, que nos activa enojo, frustración, y un gran desgaste emocional al intentar luchar contra las opiniones y situaciones del mundo en un círculo que va a envenenar tu vida.

Es crucial entender que las emociones y comentarios que recibimos no siempre están dirigidas personalmente hacia nosotros, sino que son a menudo el resultado del miedo o la preocupación por la salud del paciente. Mantener una postura profesional y compasiva sin involucrarse emocionalmente permite gestionar mejor estas situaciones y ayuda a mantener el enfoque en el bienestar del animal.

La comunicación empática permite a los veterinarios identificar y abordar las preocupaciones subyacentes de los tutores antes de que escalen a conflictos. Entender que las reacciones emocionales son a menudo una expresión de preocupación por el paciente ayuda al personal a no tomar esos comportamientos como algo personal. Al no tomar comentarios o comportamientos estresados de los tutores como algo personal, los veterinarios pueden continuar interactuando de manera compasiva y profesional.

Esto no solo calma a los tutores, sino que también construye una relación de confianza y respeto mutuo.

Al aplicar estos principios, los veterinarios pueden responder más efectivamente a las necesidades emocionales y físicas de pacientes y propietarios. Esto es crucial para proporcionar no solo el cuidado médico adecuado, sino también el apoyo emocional que los tutores valoran enormemente.

El personal que no toma las cosas personalmente está mejor equipado para manejar situaciones de alta carga emocional sin que afecte su bienestar.

Esto es esencial para prevenir el agotamiento y mantener un ambiente de trabajo positivo y con equilibrio emocional.

 

  1. ¿Qué técnicas puedes utilizar para mantener la objetividad cuando te enfrentas a críticas o comentarios negativos?
  2. Cuando algo te molesta, ¿qué estrategias puedes utilizar para encontrar un espacio apropiado y expresar tus sentimientos claramente desde tu perspectiva, sin culpar a los demás?
  3. ¿De qué maneras puede cambiar tu perspectiva emocional al no interpretar las acciones de los demás como ataques personales?
  4. ¿Cómo puedes aplicar el principio de «no tomar nada personalmente» para mejorar tus relaciones personales y profesionales?
  5. ¿Cómo puede ayudarte el acuerdo de «no tomar nada personalmente» a manejar mejor el estrés y la ansiedad en tu vida diaria?

 

No hagas suposiciones

Cuando hacemos suposiciones, partimos de una premisa errónea al considerar que somos los dueños de la verdad absoluta sobre un asunto.

Suponer algo, en términos de seguir la intuición o tener una corazonada, no es el problema: el asunto es cuando uno se convence que eso que supone es verdadero, incluso sin haberlo chequeado ni observado en perspectiva, ni cotejada información alguna. El proceso de suponer es inconsciente y forma parte de los sesgos cognitivos del cerebro. Este enfoque te lleva a confundir suposiciones con hechos, asumiendo que son reales sin haber realizado comprobaciones o experimentaciones previas. En la comunicación con otras personas todo el tiempo estamos tentados a realizar suposiciones sobre lo que dice, sus intencionalidad o lo que quieren de nosotros.

En el contexto veterinario, hacer suposiciones sobre las necesidades o expectativas de los tutores puede llevar a malentendidos y disminución de la satisfacción del cliente. Es esencial hacer preguntas claras y específicas para entender completamente lo que cada persona espera y necesita.

Esto es especialmente importante al explicar opciones de tratamiento, manejar expectativas realistas y obtener consentimientos informados.

La comunicación empática también ejerce un rol central aquí, porque implica escuchar activamente, entender y responder a los sentimientos y pensamientos de los demás. Los veterinarios y su equipo que emplean la comunicación empática son capaces de reconocer estas emociones y abordarlas de manera que haga sentir al tutor escuchado, comprendido y apoyado.

Así como es preciso preguntar hasta tener en claro lo que el propietario tiene que expresar, es igual de importante dar lugar al tenedor para que pueda despejar sus dudas, incluso con preguntas claras: ¿Podrías explicarme con tus palabras qué es lo que te comenté respecto a la enfermedad de tu mascota? ¿Te quedan dudas respecto al tratamiento y los pasos a seguir?

 

  1. ¿Qué estrategias puedes emplear para hacer más preguntas, ser paciente, reflexionar y mejorar tu conexión con los demás?
  2. ¿Cómo podrías mejorar tu comunicación con otros al evitar hacer suposiciones sobre sus intenciones o sentimientos?
  3. ¿Cómo puedes evitar hacer suposiciones mediante la práctica de la escucha activa y la comunicación asertiva?
  4. ¿De qué maneras podrías relevar hechos y manejar tus emociones durante al menos tres días antes de tomar decisiones impulsivas?
  5. ¿En qué situaciones recientes te has dado cuenta de que hiciste suposiciones que resultaron ser incorrectas, y cómo afectaron esas suposiciones a la situación?
  6. ¿Cómo cambiaría tu enfoque en las conversaciones si siempre pidieras aclaraciones en lugar de suponer que entiendes completamente el punto de vista de la otra persona?

 

Hacé siempre lo máximo que puedas

Dar siempre el máximo esfuerzo no es intentar ser perfecto. Nadie es perfecto. La búsqueda va más allá de la impecabilidad. Se trata aquí de intentar ser excelente. O sea, demostrar constantemente, en todos los aspectos de tu vida, un compromiso profundo con la calidad de tus pensamientos, palabras y acciones.

Este acuerdo es un recordatorio para que los veterinarios y su equipo se esfuercen al máximo en cada aspecto de su trabajo, desde la atención clínica hasta el servicio al cliente. Esto incluye mantenerse actualizados con las últimas prácticas y tecnologías veterinarias, asegurando que cada paciente reciba la mejor atención posible y cada tutor se sienta valorado y entendido.

Te tengo un consejo práctico que es simple pero revolucionario y se aplica en tu carrera de formación continua en veterinaria: tienes que dejar de “asistir” a cursos y conferencias veterinarias, porque no te sirve de nada el diploma de “asistente” que solo dice que estuviste ahí sentado escuchando. Cambia de paradigma: en lugar enfocarte en “asistir” o “sentarte a escuchar”, te propongo algo que va a impactar mejor en tu vida: De cada curso o conferencia que vayas, escribe las ideas o técnicas que puedes llevar a la práctica en tu consultorio. ¿Qué puedo cambiar en mi práctica profesional con esta charlas? ¿Esto se puede aplicar en mi consultorio? ¿Cuáles son los pasos que necesito para llevarlo a la práctica?

Te propongo dejar siempre lugar para anotar tus propios tips que vas sacando de los cursos y tenerlos a mano en tu consultorio, para repasarlos hasta integrarlos en tu rutina. Y así vas mejorando en base a la formación continua.

 

  1. ¿Cómo puedes practicar dar un poco más cada día y esforzarte en aquellos aspectos que necesitas mejorar?
  2. ¿Con quiénes podrías conversar que consideres ejemplares desde tu perspectiva y qué esperas aprender de ellos?
  3. Tras enfrentar un fracaso, ¿cómo puedes revalorizar esa experiencia enfocándote en el aprendizaje que te ha dejado?
  4. ¿Cómo puedes descubrir y aprovechar la fuente inagotable de tu poder personal para ser cada vez más excelente en todos los aspectos de tu vida?
  5. ¿Estás listo para enfocarte en extraer tips de cada charla o curso al que asistas y luego llevarlos a tu práctica profesional?

Al integrar estos acuerdos en la operación diaria de una clínica veterinaria, te garantizo que vas a mejorar la calidad del servicio ofrecido, y además vas a lograr un ambiente de trabajo más armonioso y eficiente.

Además, va a mejorar la experiencia del tutores, fortaleciendo su vínculo y todo va a contribuir a un entorno de trabajo más saludable y productivo para los veterinarios y su equipo.

Como siempre, lo importante no está en este artículo. La clave está en ti. Dependerá de ti saber si quieres leer el libro completo de Miguel Ángel Ruiz, para profundizar estos temas. Repasa las preguntas y reflexiona, puedes empezar aplicar todo en tu vida personal y profesional.


El primer episodio de la segunda temporada del podcast “Líderes Vet Latam by Eliana Mogollón” trae a Federico Bonino, gerente y fundador de Sivet y Mascotas 24 en Argentina. Bonino, quien ha liderado el crecimiento de sus empresas durante los últimos años, comparte su visión sobre la importancia de construir relaciones sólidas con los tutores de mascotas y el reto de hacer frente a un mercado en constante cambio.

En el episodio, Bonino destaca: «Siempre estoy muy atento al feedback de los tutores, de las familias que me traen a sus mascotas. Una de mis virtudes es poder entablar buenos vínculos y duraderos con ellos”. Además, reflexiona sobre los desafíos que enfrentó durante la pandemia y cómo en más de una ocasión consideró reformular sus servicios.

La clave para Bonino ha sido aprender a delegar, algo que asegura fue fundamental para el crecimiento de sus empresas. “Mi instinto de supervivencia me dijo: No voy a poder hacer todo yo solo y si quiero seguir creciendo, tengo que aprender a formar un equipo», afirmó, destacando que delegar le permitió redistribuir mejor su carga laboral y dedicar más tiempo a la gestión empresarial.

Este episodio está lleno de lecciones sobre liderazgo, gestión del equipo y cómo enfrentar los retos de la rentabilidad en el sector veterinario, particularmente en Argentina, donde solo el 15% de las mascotas están medicalizadas, comparado con el 85% en Estados Unidos.

No te pierdas este inspirador episodio con Federico Bonino, disponible en Spotify, donde descubrirás las claves para liderar con éxito en el competitivo mundo veterinario. ¡Escúchalo ya!

El consultor Ariel Baños hace un repaso por las principales variables a considerar a la hora de establecer los precios de productos y servicios. ¿Qué cosas no se te pueden pasar por alto?

Luciano Aba
@aba_luciano
luciano@minegocioveterinario.com

El precio es la variable ganadora, es la variable Messi de la veterinaria: transforma todo lo bueno que hagan, en resultados económicos que se puedan ver en el bolsillo o la cuenta bancaria”.
Así de clara y concreta fue la primera intervención del economista rosarino y fundador de www.fijaciondeprecios.com en lo que fue su participación en la Academia Boehringer Ingelheim junto a 45 profesionales dueños de veterinarias.
“Muchas veces tenemos una propuesta de valor, brindamos un servicio de alta calidad y representamos a las marcas líderes, pero no logramos cobrar lo que corresponde. Tanto esfuerzo, tanto trabajo por resolver las necesidades de los clientes y al final nada”, sostuvo el referente en el Módulo 1 de una iniciativa puesta en marcha por la empresa multinacional que continuará todo el año.
Allí se hizo un especial hincapié en la importancia de utilizar herramientas profesionales que ayuden a tomar el control de una variable crítica en la rentabilidad de cualquier negocio. Y fue así como Baños llevó adelante su presentación sobre la base de refutar 4 mitos que giran alrededor de los precios.

“El costo determina los precios”

Este fue el primero de los mitos desterrados por el disertante.
“En algunas empresas, esta es la única variable que tienen en cuenta para fijar precios de manera fácil, rápida, transparente, pero peligrosa. No lo recomiendo… a los clientes no les interesa el costo de la veterinaria; las personas no pagan costos… pagan que podamos resolver su necesidad”, explicó Ariel Baños. Y agregó: “Tenemos que abandonar la opción de cobrar más barato (el precio es la variable más fácil de imitar). Las empresas más rentables no suelen ser las más baratas y es aquí donde entra en juego nuestro diferencial.
El problema no es ser más caro, sino no saber explicar por qué lo soy”.
En este marco, el economista compartió el Modelo de las 4C (Ver Gráfico), por medio del cual llamó no solo a considerar al costo del producto o servicio que se ofrezca como un eslabón más, como el mínimo posible de cobrar.
“A esto debemos sumarle los Clientes, los Competidores y el Canal de Ventas.
• Costos. No los podemos ignorar. Deben marcar el piso de mis precios. Lo mínimo que puedo cobrar.
• Clientes. Algunos no discutirán los precios y otros sí, incluso por el mismo servicio o producto. “Por eso debemos personalizar el precio de manera profesional para llegar a cada cliente con el precio adecuado (segmentación de precios)”, aseguró Baños.
• Competidores. En este punto es clave conocerlos para definir qué es lo que me diferencia y agrega valor por sobre ellos.
• Canal de venta. El precio es una variable transversal y de allí la clave de jugar el partido en un contexto en el cual se sigan patrones macro definidos por el canal comercial, en el cual quede claro el rango de valores a cobrar.

El problema no es ser más caro, sino no saber explicar por qué lo soy.

El precio debe ser igual para todos los clientes

Ante este segundo mito, el consultor Ariel Baños plantó bandera.
“Muchas veces decimos con orgullo que le cobramos a todos los clientes lo mismo, sin contemplar que su disposición a pagar es distinta. No está mal dar descuento, son una herramienta muy importante, el punto es hacer lo de manera inteligente: al que realmente lo necesita; no regalarlo a quien no lo necesita. El descuento es siempre a cambio de algo”, reforzó el disertante en la Academia Boehringer Ingelheim. Y avanzó: “Puedo tener muchos precios diferentes y cero conflicto. El que accede al descuento, hace esto que otro no hizo”.

La inflación solo trae problemas

Sin dudas que la historia inflacionaria reciente en nuestro país genera incertidumbres. Sin embargo, Baños llamó a tomar esto también como una oportunidad para corregir errores y establecer nuevos parámetros.
“En primer lugar, debemos establecer una diferenciación entre lo que es hacer ajustes inflacionarios (subo mi precio en la misma proporción que subieron mis costos, no para ganar más, sino para mantener la rentabilidad), pero también ajustes estratégicos, que nos permitan incluso aumentar por sobre la inflación en función de mis fortalezas y oportunidades”, aseguró.
Asimismo, compartió una serie de claves a considerar:
• El costo relevante que debemos considerar es el costo a futuro, el de reposición. Ese es el costo real al momento de la venta. Ya no interesa cuánto lo pagaste en el pasado.
• No demorar los ajustes de precios. Es preferible aumentar de a poco y no acumularlos para trasladar al cliente.
• Utilizar índices de costos propios de la empresa. A veces no alcanza (o sobra) si trazamos los ajustes en base al IPC, por ejemplo.
• Diferenciar nuestra propuesta de valor, comunicarla y justificarla. De esto dependerá que seamos percibidos como más caros o más baratos.
• “Hay que contarlo. El cliente no se tiene que dar cuenta solo. Hay cosas que para ustedes son evidentes, pero para el que está del otro lado, no. No le puedo echar la culpa al cliente porque se queja de los precios, si no le cuento cuál es mi diferencial”, agregó Baños en este punto.

Si vendo más, gano más…

Para refutar este cuarto mito, Ariel Baños simuló una situación en la cual, desde una veterinaria, y para impulsar las ventas, se toma la decisión de generar promociones y descuentos. ¿Se va a vender más?, seguramente. Pero ¿se va a ganar más dinero? No siempre.
En el ejemplo, se habló de un producto que se vende con un margen del 30% (a $10.000 y tiene un costo de $7.000).
“¿Qué pasa si bajamos 5% el precio de venta y lo ofrecemos al público a $9.500)? ¿En cuánto tienen que crecer la cantidad de ventas para que valga la pena para ganar más?”, se preguntó el disertante para rápidamente ofrecer la respuesta: “Ahora voy a necesitar vender un 20% más para ganar lo mismo. Si vendía 100 unidades al mes, ahora 120 para ganar lo mismo”.
Y el ejemplo se repite: ¿Qué pasa si pasamos a un 10% de descuento y lo ofrecemos a $9.000. Ahora en lugar de vender 100 unidades, tengo que vender 150… Un 50% más para ganar lo mismo que antes.
“Es decir que si logro vender incluso un 40% ni siquiera compensamos el impacto que tiene bajar un 10% el precio que es la variable con más impacto directo en el resultado”, sostuvo Baños.
Y reforzó: “Hay que hacer los cálculos, no solo guiarme por la intuición, de los peores consejeros que existen en la gestión de precios. También puede pasar que subo precio, vendo menos y gano más”.

En resumen

Al finalizar su participación, Ariel Baños hizo un breve repaso por los contenidos compartidos, destacando esas claves estratégicas para tomar definitivamente el control de los precios de la veterinaria.
“Es clave aplicar un modelo integrador de precios y no valernos únicamente del costo de lo que ofrecemos para tomar decisiones. Entre otras cosas, esto nos permitirá establecer un precio para cada segmento de clientes. Y no lo olviden, es clave hacer bien los cálculos, la intuición suele ser un mal consejero que nos lleva a perder dinero”, concluyó.