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El tono y la estructura en base a la cual se arman los mensajes juegan un rol clave en la mayor adherencia a los tratamientos que proponen los veterinarios a sus clientes.

Luciano Aba
Editor de la Revista 2+2.
info@dosmasdos.com.ar

Captar la atención de las personas y transmitir correctamente nuestros mensajes no son tareas sencillas. Nunca lo fueron y menos en los hiperconectados tiempos en los que vivimos.
Cientos son los “ruidos” que interfieren entre lo que queremos decir, lo que decimos y lo que los otros escuchan y entienden.
Por eso, en un contexto dominado por múltiples temas que distraen nuestro día a día, es importante comprender que esta problemática nos afecta a todos.
¿Por qué es clave entonces que las y los veterinarios ajusten la forma en que se comunican con sus clientes? Por varios motivos.
En primer lugar, hacerlo les permitiría mejorar el nivel de confianza con sus clientes y colaboradores. Luego (y no menor), comunicar de manera efectiva permitirá evitar malos entendidos y sus posteriores consecuencias. A la vez, hacerlo, posibilitará un mayor porcentaje de adhesión a las recomendaciones.

¿Qué hacer?

Claro que en 3.085 caracteres es imposible abordar de manera digna la problemática de la comunicación efectiva.
Sin embargo, en ese espacio, buscaremos dejar dos conceptos estratégicos que muevan su propio interés por el tema.

Es clave comprender la importancia de identificar correctamente al receptor de nuestros mensajes, definir el tono con el cual lo abordaremos y, fundamentalmente, la estructura en la que lo comunicaremos para lograr el objetivo que estemos buscando.

1. Definir qué quiero decir y a quién

No es lo mismo hablar con el tutor de un perro, que con el de un gato o hacerlo con otro profesional veterinario. Si para los tres casos usamos el mismo tono, estaremos incurriendo en un primer error.
Es por eso que una vez que tengamos en claro a quién le vamos a hablar, avancemos en estructurar primero en nuestras mentes qué es puntualmente lo que le quiero decir y cómo se lo voy a decir.
No menor será también poder transmitir la importancia de nuestro mensaje.
Uno de los principales desafíos de la comunicación en Veterinaria es dejar de describir qué hacemos o vendemos y posicionarnos sobre el cuándo, el cómo hacerlo y por qué lo recomendamos.

2. Ordenar el discurso.

Si pudiéramos hablar como escribimos sería todo más fácil. Pero no.
El orden que podemos tener en un texto es realmente difícil de trasladar a la palabra. Si cuando hablamos, pudiéramos evitar desviarnos en paréntesis, estirar con puntos seguidos y distraer con paréntesis o palabras repetidas, todo sería mejor.
Pero no, tampoco eso es posible en todos los casos.
Por más predispuestos que estemos, es complejo desarrollar ideas expresadas y separadas por el pocas veces valorado «punto y aparte».
Difícil sería asegurar que “hablar bien es un arte”, pero seguramente debería.
Sobre todo, si consideramos los riesgos de no hacerlo.
De allí entonces, la importancia de comprender que es clave identificar correctamente al receptor de nuestros mensajes, definir el tono con el cual lo abordaremos y, fundamentalmente, la estructura en la que lo comunicaremos para lograr el objetivo que estemos buscando.

Más beneficios

No olvidemos que poder comunicarnos de manera efectiva con los clientes, nos permitirá también llevar una vida equilibrada y evitar el sentimiento de agotamiento, así como otros trastornos psicológicos.
Esta buena práctica también mejora el bienestar emocional y la autoestima, además de propiciar un incremento en los beneficios económicos de la empresa.

El problema no es en conctreto la falta de tiempo, sino el poco conocimiento que existe para lograr gestionarlo.
Compartimos aquí algunas estrategias para ser más organizados y eficientes en el día a día.

Escribe Eliana Mogollón
Consultora en Gestión y Marketing Veterinario.
elianamogollonvergara@gmail.com

Vivir agobiados por la falta de tiempo se ha vuelto un fenómeno originador de dificultades de salud a nivel mundial. Este mal afecta a profesionales en diferentes sectores de la economía y por supuesto, la industria veterinaria no es la excepción.
Es usual escuchar a los profesionales veterinarios decir cosas como: “no tengo tiempo para gestionar o gerenciar adecuadamente la clínica”, “no tengo tiempo para hacer seguimiento de los pacientes que salieron de hospital”, “no me queda tiempo para manejar las redes sociales de la empresa”… Y lo más grave de todo, cuando dicen: “no tengo tiempo para tener una vida social o familiar apropiada”.
Este problema debe tener una solución urgente, pues está comprobado que la sensación de sentir que el tiempo no es suficiente causa improductividad y frustración en los equipos de trabajo y, por ende, aumenta el nivel de estrés laboral.
El reto de saber gestionar el tiempo, se vuelve determinante en el camino del crecimiento empresarial de las clínicas veterinarias. Aquellas empresas que logren resolver este desafío tienen una mayor probabilidad de desarrollo.
Veamos algunas estrategias para poder lograr una mayor optimización del tiempo en sus labores:

El reto de saber gestionar el tiempo se vuelve determinante en el camino del crecimiento empresarial de las clínicas veterinarias. Aquellas empresas que logren resolver este desafío tienen una mayor probabilidad de desarrollo.

1. Objetivos claros, metas visibles.

Tener claro el objetivo o la meta que quieren conseguir debe ser siempre el primer paso para poder organizar su tiempo.
No tener claridad de esto es similar a desconocer cuantos kilómetros deben correr en una maratón. No sería racional salir a “correr” por largas horas sin conocer en qué distancia encontraran la meta, pues únicamente conseguirán estar extenuados e insatisfechos y en algún momento el cansancio les hará abandonar la competencia.
Hagan una pausa, tómense unos minutos y piensen en lo que quieren lograr, en esos sueños que quieren conseguir con sus empresas. Les aseguro que hacer ese ejercicio es la mejor inversión de tiempo que pueden hacer.

2. “Ladrones” de tiempo.

Luego de tener claros sus objetivos, una tarea importante que aportará valor en la organización del tiempo, será identificar cuáles son esas fuentes de distracción que les restan concentración en el día a día.
Realicen una lista de sus “ladrones” de tiempo y evítenlos al máximo.
Aquí les dejo tres de los más comunes:

  • Excesivo consumo de contenido en redes sociales.
  • No saber decir que NO a todo lo que les piden hacer o solucionar.
  • No evadir personas distractoras en el equipo de trabajo.

3. No improvises, planifica.

Aquí llegamos a paso fundamental. Organizar su mes, semana o día es importante para saber en qué punto de evolución están sus tareas pendientes. Precisamente esto hará que evalúen de manera más objetiva el valor del tiempo.
Vamos con un pequeño ejemplo.
Supongamos que uno de sus objetivos semanales es llamar a 5 pacientes para hacer seguimiento de su tratamiento. Esta tarea la dividen en 5 días, por lo cual tendrán que llamar cada día a 1 paciente.
Si pasados 4 días apenas han logrado llamar a 2 pacientes, deberán entonces organizar mejor su tiempo para adelantar las 3 llamadas pendientes. El cumplimiento de estas pequeñas metas hará que su mente minimice ansiedad por falta de tiempo.
En este punto tengan en cuenta que los imprevistos también necesitan un espacio.
Siempre aparecerán cosas que no estaban programadas y requieren solución inmediata, por eso es necesario que una parte de su día la dejen libre para evitar que luego se les acumulen excesivamente las tareas.

4. Sistema de agenda.

En la clínica veterinaria es necesario optar por un sistema que permita organizar y programar con anterioridad las citas de los servicios que ofrecen (consultas, cirugías, ecografías, baños y peluquerías entre otros).
Esto permitirá organizar a diario el tiempo aproximado de ejecución de cada uno de ellos y la capacidad del número de personas que necesitan para brindar con calidad cada servicio.
Si aún no cuentan con un sistema de gestión (software), pueden utilizar Excel como herramienta para organizar esta labor.

5. Urgente Vs. Importante.

Urgente e importante no tienen el mismo significado y saber diferenciarlos es clave en esta gestión.
Lo urgente requiere de acción inmediata, lo importante aporta valor, pero puede tener un plazo más extenso de ejecución.
Les dejo la matriz Eisenhower que pueden utilizar como herramienta para clasificar las tareas que tienen pendientes y así ejecutarlas en el orden adecuado.
Con lo anterior es muy importante que intenten no dejar tareas a la mitad, es decir, que no inicien una tarea sin haber terminado la que tenían programada anteriormente. De lo contrario todo les resultará urgente en algún momento.

6. Zapatero a tus zapatos.

Es común ver a los médicos veterinarios (en especial a los propietarios de clínica) tratando de cumplir con tareas en múltiples áreas.
Fácilmente en un mismo día pueden llegar a ser administradores, líderes de mercadeo, jefes de recursos humanos y cirujanos al mismo tiempo.
Esto es común cuando recién se inicia un emprendimiento por la limitante en el presupuesto, pero con el tiempo debe ser diferente y deben aprender a delegar funciones a otras personas.
Evalúen cuáles son sus aptitudes y actitudes más poderosas y potencialícenlas a favor de la clínica. Al mismo tiempo, consideren cuáles son sus debilidades y deleguen estas funciones en personas con perfil adecuado para tal fin.
Recuerden que, si no dominan bien una labor por falta de conocimiento o habilidad, no solo les costara mucho más tiempo ejecutar la tarea, sino que su proceso puede desgastarlos física y emocionalmente y sus resultados, desanimarlos.

7. Entorno organizado y personal bien enfocado.

Muchas veces pasamos por alto este punto, pensando que no tiene mucho que ver con la gestión del tiempo, pero definitivamente no es así.
Tener todo limpio y organizado es clave para lograr procesos más rápidos y efectivos. Aquí les dejo unos ejemplos, que respaldan lo anterior.

  • En el quirófano: Tener listo, organizado y esterilizado el material quirúrgico que el médico va a requerir en las cirugías del día, ayudará a agilizar el tiempo de cada intervención y disminuirá los atrasos por eventualidades.
  • En hospital: Asignarle un espacio a los insumos y bitácoras de cada paciente, ayudará a gestionar y disminuir los tiempos de dosificación de cada uno de ellos. Así mismo disminuye la posibilidad de confusión en el tratamiento médico de cada mascota. También les recomiendo que tengan un tablero con las tareas pendientes de hacer para que en cada cambio de turno se pueda hacer seguimiento de estas.
  • En consulta: Tener organizados y de fácil alcance los elementos básicos (termómetro, guantes, fonendoscopio, equipo de órganos), no solo evita que el médico gaste tiempo en ir por ellos a otro lugar, sino que también genera una buena experiencia con el cliente.

8. No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.

No pospongan las tareas, con independencia a que algunas resulten ser más retadoras que otras.
Si dejan para mañana lo que deben hacer hoy, seguramente aumentará su ansiedad y adicionalmente que con menor tiempo o plazo de entrega su nivel de concentración no será el mismo.

9. Comunicación con el equipo.

Aun si sus equipos son pequeños, es necesario que hagan pequeñas reuniones que les permitan conocer qué novedades pueden estar desconociendo y con esto puedan darles trámite en el momento necesario, antes de que esta se vuelva un imprevisto nuevo.
Para finalizar, podemos concluir que el problema no es la falta de tiempo, el verdadero problema es la falta de gestión del mismo.
Me sentiría muy satisfecha si después de que lean este artículo, deciden hacer una pausa para pensar en el verdadero objetivo que quieren lograr, ese que va más allá de un crecimiento empresarial, ese objetivo que sí vale la pena conseguir: tener una mejor calidad de vida, una tranquilidad emocional o un equipo de trabajo más feliz, por ejemplo.
Y repitan esta reflexión de Jim Rohn: “El tiempo es más valioso que el dinero. Puedes obtener más dinero, pero no puedes obtener más tiempo”.

Herramientas de apoyo para abordar el tema

Actualmente encontramos muchas opciones de aplicaciones o programas en el mercado que nos ayudan con la organización del tiempo.
Evalúen según sus necesidades cuál se adapta mejor a sus empresas. Aquí les dejo algunas opciones para que investiguen:

  • Trello.
  • Asana.
  • Monday.
  • Todoist.

Sin embargo, si ustedes evidencian que les funcionan herramientas más sencillas como Excel o una simple libreta, pueden seguir usándolas.
Lo importante es que tengan control del “Check list” de sus labores pendientes y que estas las logren optimizar en el tiempo.

Rhabdo-Like Recombinante es la primera vacuna biotecnológica contra esta zoonosis creada a partir de partículas pseudovirales y generada en células genéticamente modificadas. Fue desarrollada por científicos UNL-CONICET y llega al mercado de la mano de Zoovet y Biotecnofe.

A partir de una investigación que comenzó en 2008, un equipo de científicos y científicas de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y CONICET desarrollaron la primera vacuna biotecnológica contra la rabia a partir de partículas pseudovirales y generada en células animales modificadas por ingeniería genética.
Denominada Rhabdo-Like Recombinante (VLPs), la producción de esta vacuna es un logro alcanzado gracias al trabajo articulado entre el sector público y el privado ya que el conocimiento del sistema científico nacional fue potenciado por las capacidades de Zoovet, Cellargen Biotech y Biotecnofe para permitir que este avance innovador sea realidad.
“El nuevo hito en torno a este desarrollo es que el 30 de marzo recibimos por parte del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) el Certificado de Aprobación del primer lote a control de la vacuna para la enfermedad de la rabia animal. El próximo paso es producirla a escala industrial y comenzar la comercialización”, aseguró Claudio Prieto, investigador de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la UNL quien además se desempeña como director del proyecto y es titular de dos de las empresas involucradas.
Al respecto, el rector de la UNL, Enrique Mammarella, remarcó: “Este logro es muy importante para el sistema científico público. Implica, además, un gran orgullo que una investigación de esta naturaleza se desarrolle en el ámbito de una universidad pública como la UNL y subraya nuevamente el valor del trabajo articulado con el sector privado. Se trata de una tecnología desarrollada integralmente en nuestros laboratorios y marca un salto tecnológico a nivel mundial”.

El producto es una vacuna antirrábica para ser aplicada en perros, gatos y el ganado que tiene la misma eficacia que otras disponibles en el mercado. “Se trata de una vacuna innovadora, de características especiales, ya que no emplea virus en su sistema productivo, lo que lo hace mucho más seguro. Se realiza en base a una partícula similar a virus (virus like particle), que hemos desarrollado en la Universidad Nacional del Litoral, en la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas. Luego de un proceso de investigación y desarrollo, que llevó aproximadamente unos 15 años, hoy podemos producirla para ser empleada para la sanidad animal”, explicó Prieto. Su innovación está en su método de producción, que al estar basado en proteínas recombinantes no involucra al virus de la rabia: “las células fueron modificadas en su genoma para producir una estructura o partícula pseudoviral compuesta de glicoproteínas idénticas a las que presenta el virus pero sin contener su genoma. Esa partícula es incapaz de provocar una infección, pero sí protección en el animal vacunado”, comentó Prieto. Esto es beneficioso para los animales vacunados, ya que desencadena una respuesta inmune protectora y anticuerpos neutralizantes del virus de la rabia, y que, a diferencia de otras vacunas actualmente disponibles, no provoca efectos adversos como manifestaciones de dolor.

De la Universidad a la sociedad

Adriana Ortolani, decana de la FBCB-UNL, valoró que “la temática de estas partículas comienza a partir de un proyecto de tesis doctoral en el marco de una de las carreras de posgrado de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas y culmina atravesado por un proyecto de vinculación y transferencia de tecnología. En este sentido, valoramos la contribución del sector público en el desarrollo y en la innovación que tiene necesariamente que articularse con el sector productivo para poder llegar a la sociedad y así constituirse en agentes de desarrollo de la comunidad”.
En este sentido, Diego Fontana, también docente investigador de la UNL y el Conicet, comentó que “el trabajo empezó en el año 2008, cuando estaba cursando mi proyecto de fin de carrera de la Licenciatura en Biotecnología, donde empezamos a procesar la idea y a hacer los experimentos. Como los resultados fueron positivos continué las investigaciones en mi trabajo de tesis doctoral. Avanzando con el desarrollo científico, y en mi caso ya como investigador del Conicet y en la FBCB, analizamos la eficacia de la vacuna. Luego tuvimos que vincularnos con el sector productivo, con empresas del sector de la sanidad animal para que pueda convertirse en un producto, una tecnología que sea efectiva, y que pueda ser aplicada en animales para afrontar una enfermedad como la rabia”.

Articulación público-privada

“Es un proyecto conjunto en el que intervienen varias entidades, por un lado, la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas, donde comenzamos a hacer los primeros ensayos y desarrollos. Luego fundamos una empresa biotecnológica, que se denomina Cellargen Biotech, que continuó con parte del desarrollo de esta vacuna. A partir de la fundación de esa empresa, spin off universitario, surgió la posibilidad de vincularnos con el sector productivo veterinario y dio lugar a la creación de otra empresa que hoy es Biotecnofe SA, donde se va a realizar la producción del principio activo y luego finalmente comercializarse a través de la empresa Productos Veterinarios SA (Zoovet) que se encuentra en el Parque Tecnológico del Litoral Centro”, agregó Claudio Prieto.

Además de ser el lugar donde se realizó todo el proceso de investigación básica, que incluyó la creación de un laboratorio específico en la facultad, el Laboratorio de Desarrollo Biotecnológico, desde la Universidad Nacional del Litoral, a partir de su Secretaría de Vinculación Tecnológica e Innovación se acompañó al proyecto en financiamiento de Capital Semilla y en la búsqueda de financiamiento público para avanzar con el proceso. También en la búsqueda de información tecnológica, en el proceso de conformación de las dos empresas y en la relación con el Parque Tecnológico del Litoral Centro.
Un rol importante jugó la reconocida empresa, radicada en el PTLC, Productos Veterinarios SA, que desde hace más de 25 años produce y comercializa medicamentos para la salud animal, bajo la marca Zoovet. Su titular, Enrique Ariotti, expresó que se sumaron al proyecto a partir de conocer sus características innovadoras. “Nuestra empresa pretende comercializar medicamentos para la sanidad animal que sean innovadores y que respeten las normas de bienestar animal. Desde la empresa participamos en las etapas finales de este desarrollo coordinando los ensayos de eficacia en los animales de destino con nuestro plantel de médicos veterinarios y en la coordinación del dossier para presentar en el SENASA. A partir de ahora, comenzaremos a comercializar este nuevo producto empleando nuestra fuerza de marca y permitiendo así una rápida penetración en el mercado. Estamos habilitados para comercializar en Argentina y pronto lo estaremos para Latinoamérica”.
“Asimismo, me interesa resaltar la sinergia generada entre todos los entes intervinientes: Universidad Nacional del Litoral, Cellargen Biotech SRL, Biotecnofe SA y Productos Veterinarios SA, gracias al compromiso y la dedicación de todos, estas innovadoras ideas hoy se transforman en productos veterinarios de nueva generación”.
“A partir de ahora, cuando este producto se venda, un porcentaje de esa venta vuelve a la universidad para que se pueda generar más desarrollo de conocimiento, formación de profesionales e investigación, para seguir desarrollando otros productos. Todo mi trabajo académico, termina en una tecnología palpable que se transfiere al mercado. Es un círculo virtuoso”, finalizó Fontana.

Fuente: www.unl.edu.ar

Más allá del desgaste mental, emocional y físico que genera, la sobrepoblación de tareas encuentra una limitante clara y concreta: la falta de tiempo. Por eso, hay que organizarse.

Luciano Aba
Editor de la Revista 2+2.

Más allá del desgaste mental, emocional y físico que genera, la sobrepoblación de tareas encuentra una limitante clara y concreta: la falta de tiempo.
El año tiene 12 meses en 365 días de 24 horas cada uno. Podemos intentarlo de distintas maneras, pero será imposible hacer más cosas de las que ese límite nos permita.
Por eso, hay que organizarse. Y más en un sector veterinario que a los desafíos intrínsecos que nos propone nuestro país le suma desafíos propios, vinculados con temas técnicos y profesionales, pero cada vez más también con otros del día a día… de todos los días.
En nuestras charlas con veterinarios y veterinarias de todo el país se habla de esto y más aún cuando muchos buscan incluso acortar -con justa razón- jornadas laborales que pocas veces culminan antes de las 20 horas.
Tal es el perfil multitasking de las clínicas y comercios veterinarios en nuestro país, que incluso muchos profesionales han optado en el último tiempo por montar sus emprendimientos sin instalaciones propias.
A los ya instalados asesores veterinarios que se dedican a grandes animales sin una veterinaria, se han comenzado a sumar también los veterinarios que, a domicilio, atienden mascotas en todos los puntos del país.
“Al menos nos sirve para manejar un poco mejor nuestros tiempos y salir del día a día que conlleva una veterinaria con atención al público”, coinciden muchos de los profesionales cuando hablan con esta Revista 2+2.
La problemática existe, es clara y palpable.
Pero no está sola, se le suman una serie de condimentos que hace ya imprescindible que los dueños y dueñas de las veterinarias puedan “refundar” su visión sobre el negocio, estableciendo acciones concretas para salir del pantano en el que muchos hoy se encuentran.

Hoja de ruta

Esta Revista 2+2 hace su primera aparición de 2022 con información relevante para nuestros más de 5.500 lectores en Argentina, a los que se suman miles seguidores que nos acompañan en las redes de @revistadosmasdos o bien consultando permanentemente los contenidos de nuestros periodistas y columnistas en la Web www.dosmasdos.com.ar.

  • Organización del tiempo.
  • Comunicación efectiva.
  • Emprendedorismo.
  • Estrategias de gestión.
  • Planificación.
  • Y una propuesta de “reconversión” para las veterinarias que -como empresa- busquen trascender profesional y económicamente.

Todo esto y mucho más en una edición que llega a todos ustedes gracias al aporte constante de nuestro equipo de trabajo, al apoyo de nuestros anunciantes y el invalorable cariño y acompañamiento de la comunidad veterinaria.
Serán 6 publicaciones este año, en las cuales compartiremos claves, consejos y opiniones sobre temas relevantes del día a día de los veterinarios en nuestro país.
¿Cuáles son esos temas? Muchos y diversos, pero sin dudas el de la organización del tiempo y la gestión de los recursos humanos tendrán un rol central. Porque lo tienen en distintos ámbitos, y porque no abordarlos nos mantendrá siempre del lado de los que, queriendo pensar en el largo plazo, solo logran subsistir en el día a día.

La distribuidora Drovet anunció el regreso a la presencialidad de su ya tradicional Congreso Veterinario Latinoamericano.

Es así que este año, el mismo volverá a realizarse en Rosario, Santa Fe, los próximos 1 y 2 de julio.
Allí, habrá una destacada agenda para profesionales veterinarios dedicados a animales de compañía, así como también para aquellos ligados al sector de la sanidad en producción de cerdos y también de bovinos (carne y leche).

Más información sobre el Congreso Veterinario Latinoamericano de Drovet en www.drovet.com.ar

Más allá del desgaste mental, emocional y físico que genera, la sobrepoblación de tareas encuentra una limitante clara y concreta: la falta de tiempo. Por eso, hay que organizarse.

Luciano Aba
Editor de la Revista 2+2.

Más allá del desgaste mental, emocional y físico que genera, la sobrepoblación de tareas encuentra una limitante clara y concreta: la falta de tiempo.
El año tiene 12 meses en 365 días de 24 horas cada uno. Podemos intentarlo de distintas maneras, pero será imposible hacer más cosas de las que ese límite nos permita.
Por eso, hay que organizarse. Y más en un sector veterinario que a los desafíos intrínsecos que nos propone nuestro país le suma desafíos propios, vinculados con temas técnicos y profesionales, pero cada vez más también con otros del día a día… de todos los días.
En nuestras charlas con veterinarios y veterinarias de todo el país se habla de esto y más aún cuando muchos buscan incluso acortar -con justa razón- jornadas laborales que pocas veces culminan antes de las 20 horas.
Tal es el perfil multitasking de las clínicas y comercios veterinarios en nuestro país, que incluso muchos profesionales han optado en el último tiempo por montar sus emprendimientos sin instalaciones propias.
A los ya instalados asesores veterinarios que se dedican a grandes animales sin una veterinaria, se han comenzado a sumar también los veterinarios que, a domicilio, atienden mascotas en todos los puntos del país.
“Al menos nos sirve para manejar un poco mejor nuestros tiempos y salir del día a día que conlleva una veterinaria con atención al público”, coinciden muchos de los profesionales cuando hablan con esta Revista 2+2.
La problemática existe, es clara y palpable.
Pero no está sola, se le suman una serie de condimentos que hace ya imprescindible que los dueños y dueñas de las veterinarias puedan “refundar” su visión sobre el negocio, estableciendo acciones concretas para salir del pantano en el que muchos hoy se encuentran.

Hoja de ruta

Esta Revista 2+2 hace su primera aparición de 2022 con información relevante para nuestros más de 5.500 lectores en Argentina, a los que se suman miles seguidores que nos acompañan en las redes de @revistadosmasdos o bien consultando permanentemente los contenidos de nuestros periodistas y columnistas en la Web www.dosmasdos.com.ar.

  • Organización del tiempo.
  • Comunicación efectiva.
  • Emprendedorismo.
  • Estrategias de gestión.
  • Planificación.
  • Y una propuesta de “reconversión” para las veterinarias que -como empresa- busquen trascender profesional y económicamente.

Todo esto y mucho más en una edición que llega a todos ustedes gracias al aporte constante de nuestro equipo de trabajo, al apoyo de nuestros anunciantes y el invalorable cariño y acompañamiento de la comunidad veterinaria.
Serán 6 publicaciones este año, en las cuales compartiremos claves, consejos y opiniones sobre temas relevantes del día a día de los veterinarios en nuestro país.
¿Cuáles son esos temas? Muchos y diversos, pero sin dudas el de la organización del tiempo y la gestión de los recursos humanos tendrán un rol central. Porque lo tienen en distintos ámbitos, y porque no abordarlos nos mantendrá siempre del lado de los que, queriendo pensar en el largo plazo, solo logran subsistir en el día a día.

El problema no es en conctreto la falta de tiempo, sino el poco conocimiento que existe para lograr gestionarlo.
Compartimos aquí algunas estrategias para ser más organizados y eficientes en el día a día.

Escribe Eliana Mogollón
Consultora en Gestión y Marketing Veterinario.
elianamogollonvergara@gmail.com

Vivir agobiados por la falta de tiempo se ha vuelto un fenómeno originador de dificultades de salud a nivel mundial. Este mal afecta a profesionales en diferentes sectores de la economía y por supuesto, la industria veterinaria no es la excepción.
Es usual escuchar a los profesionales veterinarios decir cosas como: “no tengo tiempo para gestionar o gerenciar adecuadamente la clínica”, “no tengo tiempo para hacer seguimiento de los pacientes que salieron de hospital”, “no me queda tiempo para manejar las redes sociales de la empresa”… Y lo más grave de todo, cuando dicen: “no tengo tiempo para tener una vida social o familiar apropiada”.
Este problema debe tener una solución urgente, pues está comprobado que la sensación de sentir que el tiempo no es suficiente causa improductividad y frustración en los equipos de trabajo y, por ende, aumenta el nivel de estrés laboral.
El reto de saber gestionar el tiempo, se vuelve determinante en el camino del crecimiento empresarial de las clínicas veterinarias. Aquellas empresas que logren resolver este desafío tienen una mayor probabilidad de desarrollo.
Veamos algunas estrategias para poder lograr una mayor optimización del tiempo en sus labores:

El reto de saber gestionar el tiempo se vuelve determinante en el camino del crecimiento empresarial de las clínicas veterinarias. Aquellas empresas que logren resolver este desafío tienen una mayor probabilidad de desarrollo.

1. Objetivos claros, metas visibles.

Tener claro el objetivo o la meta que quieren conseguir debe ser siempre el primer paso para poder organizar su tiempo.
No tener claridad de esto es similar a desconocer cuantos kilómetros deben correr en una maratón. No sería racional salir a “correr” por largas horas sin conocer en qué distancia encontraran la meta, pues únicamente conseguirán estar extenuados e insatisfechos y en algún momento el cansancio les hará abandonar la competencia.
Hagan una pausa, tómense unos minutos y piensen en lo que quieren lograr, en esos sueños que quieren conseguir con sus empresas. Les aseguro que hacer ese ejercicio es la mejor inversión de tiempo que pueden hacer.

2. “Ladrones” de tiempo.

Luego de tener claros sus objetivos, una tarea importante que aportará valor en la organización del tiempo, será identificar cuáles son esas fuentes de distracción que les restan concentración en el día a día.
Realicen una lista de sus “ladrones” de tiempo y evítenlos al máximo.
Aquí les dejo tres de los más comunes:

  • Excesivo consumo de contenido en redes sociales.
  • No saber decir que NO a todo lo que les piden hacer o solucionar.
  • No evadir personas distractoras en el equipo de trabajo.

3. No improvises, planifica.

Aquí llegamos a paso fundamental. Organizar su mes, semana o día es importante para saber en qué punto de evolución están sus tareas pendientes. Precisamente esto hará que evalúen de manera más objetiva el valor del tiempo.
Vamos con un pequeño ejemplo.
Supongamos que uno de sus objetivos semanales es llamar a 5 pacientes para hacer seguimiento de su tratamiento. Esta tarea la dividen en 5 días, por lo cual tendrán que llamar cada día a 1 paciente.
Si pasados 4 días apenas han logrado llamar a 2 pacientes, deberán entonces organizar mejor su tiempo para adelantar las 3 llamadas pendientes. El cumplimiento de estas pequeñas metas hará que su mente minimice ansiedad por falta de tiempo.
En este punto tengan en cuenta que los imprevistos también necesitan un espacio.
Siempre aparecerán cosas que no estaban programadas y requieren solución inmediata, por eso es necesario que una parte de su día la dejen libre para evitar que luego se les acumulen excesivamente las tareas.

4. Sistema de agenda.

En la clínica veterinaria es necesario optar por un sistema que permita organizar y programar con anterioridad las citas de los servicios que ofrecen (consultas, cirugías, ecografías, baños y peluquerías entre otros).
Esto permitirá organizar a diario el tiempo aproximado de ejecución de cada uno de ellos y la capacidad del número de personas que necesitan para brindar con calidad cada servicio.
Si aún no cuentan con un sistema de gestión (software), pueden utilizar Excel como herramienta para organizar esta labor.

5. Urgente Vs. Importante.

Urgente e importante no tienen el mismo significado y saber diferenciarlos es clave en esta gestión.
Lo urgente requiere de acción inmediata, lo importante aporta valor, pero puede tener un plazo más extenso de ejecución.
Les dejo la matriz Eisenhower que pueden utilizar como herramienta para clasificar las tareas que tienen pendientes y así ejecutarlas en el orden adecuado.
Con lo anterior es muy importante que intenten no dejar tareas a la mitad, es decir, que no inicien una tarea sin haber terminado la que tenían programada anteriormente. De lo contrario todo les resultará urgente en algún momento.

6. Zapatero a tus zapatos.

Es común ver a los médicos veterinarios (en especial a los propietarios de clínica) tratando de cumplir con tareas en múltiples áreas.
Fácilmente en un mismo día pueden llegar a ser administradores, líderes de mercadeo, jefes de recursos humanos y cirujanos al mismo tiempo.
Esto es común cuando recién se inicia un emprendimiento por la limitante en el presupuesto, pero con el tiempo debe ser diferente y deben aprender a delegar funciones a otras personas.
Evalúen cuáles son sus aptitudes y actitudes más poderosas y potencialícenlas a favor de la clínica. Al mismo tiempo, consideren cuáles son sus debilidades y deleguen estas funciones en personas con perfil adecuado para tal fin.
Recuerden que, si no dominan bien una labor por falta de conocimiento o habilidad, no solo les costara mucho más tiempo ejecutar la tarea, sino que su proceso puede desgastarlos física y emocionalmente y sus resultados, desanimarlos.

7. Entorno organizado y personal bien enfocado.

Muchas veces pasamos por alto este punto, pensando que no tiene mucho que ver con la gestión del tiempo, pero definitivamente no es así.
Tener todo limpio y organizado es clave para lograr procesos más rápidos y efectivos. Aquí les dejo unos ejemplos, que respaldan lo anterior.

  • En el quirófano: Tener listo, organizado y esterilizado el material quirúrgico que el médico va a requerir en las cirugías del día, ayudará a agilizar el tiempo de cada intervención y disminuirá los atrasos por eventualidades.
  • En hospital: Asignarle un espacio a los insumos y bitácoras de cada paciente, ayudará a gestionar y disminuir los tiempos de dosificación de cada uno de ellos. Así mismo disminuye la posibilidad de confusión en el tratamiento médico de cada mascota. También les recomiendo que tengan un tablero con las tareas pendientes de hacer para que en cada cambio de turno se pueda hacer seguimiento de estas.
  • En consulta: Tener organizados y de fácil alcance los elementos básicos (termómetro, guantes, fonendoscopio, equipo de órganos), no solo evita que el médico gaste tiempo en ir por ellos a otro lugar, sino que también genera una buena experiencia con el cliente.

8. No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.

No pospongan las tareas, con independencia a que algunas resulten ser más retadoras que otras.
Si dejan para mañana lo que deben hacer hoy, seguramente aumentará su ansiedad y adicionalmente que con menor tiempo o plazo de entrega su nivel de concentración no será el mismo.

9. Comunicación con el equipo.

Aun si sus equipos son pequeños, es necesario que hagan pequeñas reuniones que les permitan conocer qué novedades pueden estar desconociendo y con esto puedan darles trámite en el momento necesario, antes de que esta se vuelva un imprevisto nuevo.
Para finalizar, podemos concluir que el problema no es la falta de tiempo, el verdadero problema es la falta de gestión del mismo.
Me sentiría muy satisfecha si después de que lean este artículo, deciden hacer una pausa para pensar en el verdadero objetivo que quieren lograr, ese que va más allá de un crecimiento empresarial, ese objetivo que sí vale la pena conseguir: tener una mejor calidad de vida, una tranquilidad emocional o un equipo de trabajo más feliz, por ejemplo.
Y repitan esta reflexión de Jim Rohn: “El tiempo es más valioso que el dinero. Puedes obtener más dinero, pero no puedes obtener más tiempo”.

Herramientas de apoyo para abordar el tema

Actualmente encontramos muchas opciones de aplicaciones o programas en el mercado que nos ayudan con la organización del tiempo.
Evalúen según sus necesidades cuál se adapta mejor a sus empresas. Aquí les dejo algunas opciones para que investiguen:

  • Trello.
  • Asana.
  • Monday.
  • Todoist.

Sin embargo, si ustedes evidencian que les funcionan herramientas más sencillas como Excel o una simple libreta, pueden seguir usándolas.
Lo importante es que tengan control del “Check list” de sus labores pendientes y que estas las logren optimizar en el tiempo.

El tono y la estructura en base a la cual se arman los mensajes juegan un rol clave en la mayor adherencia a los tratamientos que proponen los veterinarios a sus clientes.

Luciano Aba
Editor de la Revista 2+2.
info@dosmasdos.com.ar

Captar la atención de las personas y transmitir correctamente nuestros mensajes no son tareas sencillas. Nunca lo fueron y menos en los hiperconectados tiempos en los que vivimos.
Cientos son los “ruidos” que interfieren entre lo que queremos decir, lo que decimos y lo que los otros escuchan y entienden.
Por eso, en un contexto dominado por múltiples temas que distraen nuestro día a día, es importante comprender que esta problemática nos afecta a todos.
¿Por qué es clave entonces que las y los veterinarios ajusten la forma en que se comunican con sus clientes? Por varios motivos.
En primer lugar, hacerlo les permitiría mejorar el nivel de confianza con sus clientes y colaboradores. Luego (y no menor), comunicar de manera efectiva permitirá evitar malos entendidos y sus posteriores consecuencias. A la vez, hacerlo, posibilitará un mayor porcentaje de adhesión a las recomendaciones.

¿Qué hacer?

Claro que en 3.085 caracteres es imposible abordar de manera digna la problemática de la comunicación efectiva.
Sin embargo, en ese espacio, buscaremos dejar dos conceptos estratégicos que muevan su propio interés por el tema.

Es clave comprender la importancia de identificar correctamente al receptor de nuestros mensajes, definir el tono con el cual lo abordaremos y, fundamentalmente, la estructura en la que lo comunicaremos para lograr el objetivo que estemos buscando.

1. Definir qué quiero decir y a quién

No es lo mismo hablar con el tutor de un perro, que con el de un gato o hacerlo con otro profesional veterinario. Si para los tres casos usamos el mismo tono, estaremos incurriendo en un primer error.
Es por eso que una vez que tengamos en claro a quién le vamos a hablar, avancemos en estructurar primero en nuestras mentes qué es puntualmente lo que le quiero decir y cómo se lo voy a decir.
No menor será también poder transmitir la importancia de nuestro mensaje.
Uno de los principales desafíos de la comunicación en Veterinaria es dejar de describir qué hacemos o vendemos y posicionarnos sobre el cuándo, el cómo hacerlo y por qué lo recomendamos.

2. Ordenar el discurso.

Si pudiéramos hablar como escribimos sería todo más fácil. Pero no.
El orden que podemos tener en un texto es realmente difícil de trasladar a la palabra. Si cuando hablamos, pudiéramos evitar desviarnos en paréntesis, estirar con puntos seguidos y distraer con paréntesis o palabras repetidas, todo sería mejor.
Pero no, tampoco eso es posible en todos los casos.
Por más predispuestos que estemos, es complejo desarrollar ideas expresadas y separadas por el pocas veces valorado «punto y aparte».
Difícil sería asegurar que “hablar bien es un arte”, pero seguramente debería.
Sobre todo, si consideramos los riesgos de no hacerlo.
De allí entonces, la importancia de comprender que es clave identificar correctamente al receptor de nuestros mensajes, definir el tono con el cual lo abordaremos y, fundamentalmente, la estructura en la que lo comunicaremos para lograr el objetivo que estemos buscando.

Más beneficios

No olvidemos que poder comunicarnos de manera efectiva con los clientes, nos permitirá también llevar una vida equilibrada y evitar el sentimiento de agotamiento, así como otros trastornos psicológicos.
Esta buena práctica también mejora el bienestar emocional y la autoestima, además de propiciar un incremento en los beneficios económicos de la empresa.

Virginia Vallejo fundó Mishmosos, un hotel para gatos, en 2013. Inversión y mejora continua, las claves para ser hoy elegidos por quienes tratan a estos animales como a sus propios hijos.

Guadalupe Varelli
Lic. Ciencias de la Comunicación
info@dosmasdos.com.ar

Corría el año 2013 y lo que hoy es una realidad para Virginia Vallejo era una intuición. Estaba convencida de que el mercado de productos y servicios orientados a los felinos y sus tutores tenía un potencial enorme.
Le dijeron que estaba loca y que era imposible, pero su espíritu emprendedor fue más fuerte y empezó a dar los primeros pasos que la llevaron a fundar y mantener hoy más vigente que nunca Mishmosos, un hotel para gatos.
Conversamos con ella para conocer los detalles de este emprendimiento que no solo sobrevivió la pandemia, sino que salió fortalecido con nuevos servicios y un espacio completamente “gatificado”.

Revista 2+2: ¿Cómo llegaron los primeros clientes al hotel?

Virginia Vallejo: Empecé publicando en Mercado Libre. Después llegó el furor de las redes: primero Facebook, después Instagram, y el “boca en boca” que es clave.
Así fue creciendo la demanda.
Hoy la mayor cantidad de consultas llegan por Instagram @hotelfelinomishmosos, la web www.mishmosos.com.ar y, en tercer lugar, los anuncios con Google Ads. A veces usamos Tik Tok porque nos permite compartir cosas divertidas.

¿En qué momento se convirtió en un negocio con entidad propia?

Si bien al comienzo era un medio para poder estudiar, cuando me recibí me enfrenté a la disyuntiva: dejarlo atrás o cambiar la dirección del negocio para que pase a ser un fin en sí mismo, y eso fue lo que ocurrió en el primer año de pandemia.
Además, ese mismo año empecé a trabajar en un importante laboratorio de sanidad animal y el desafío era enorme.
La decisión fue apostar al crecimiento.
Nos mudamos a una casa más grande en Parque Chas (CABA) y armamos un espacio exclusivo para los gatos: son 125 metros cuadrados con dos ambientes internos y un patio externo, donde los gatos se pueden mover libremente, sin estar en una jaula en ningún momento.

¿Qué implicó ese crecimiento?

Virginia Vallejos: «Hicimos una inversión para que el espacio esté 100% gatificado».

Hicimos una inversión fuerte para que el espacio esté 100% “gatificado”. Eso significa que está completamente adaptado a sus necesidades, con espacios en altura, juegos, rascadores, fuentes de agua, todo diseñado especialmente para ellos.
Muchos me decían que estaba “loca” por invertir en plena pandemia, con tanta incertidumbre, pero la realidad es que es un negocio rentable, lo que se invierte se recupera en el corto plazo.

¿Qué requisitos tiene que cumplir un gato para poder alojarse?

Luego de años de experiencia y con el conocimiento que me da ser veterinaria, puedo ver que cuidar la salud de los que están alojados y los que consultan es la prioridad.
Por eso tenemos un proceso de selección centrado en la salud del gato.
Pedimos el plan de vacunas completo, incluyendo la vacuna de la leucemia felina, y también es obligatorio que presenten el test de Vilef.

¿Qué aporta a la forma de encarar el proyecto que seas veterinaria?

Por un lado, me puse más en contacto con las necesidades de los gatos, que varían de acuerdo a cada uno.
Por otra parte, a nivel clínico, puedo detectar cuando un gato no está cómodo o no se siente bien, siendo que los gatos son grandes ocultadores de los síntomas.
Eso genera más confianza en los tutores, se pueden quedar tranquilos sabiendo que si pasa algo yo estoy, puedo reaccionar y avisarles rápidamente.

¿Quiénes buscan este servicio?

La mayoría de mis clientes tienen entre 25 y 45 años, aproximadamente.
Son personas que viven solas o con la pareja y que no residen cerca de su familia, entonces no tienen alguien de confianza que le cuide al gato cuando ellos tienen que viajar, por ejemplo.
Son personas para quienes los animales son muy importantes.
En algo coinciden todos: para ellos su gato es como su hijo y por eso buscan hoteles, porque quieren que esté plenamente seguro y cómodo.

Accedé a la entrevista completa con Virginia Vallejo aquí.