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¿Cómo cuidar a las personas que trabajan en la veterinaria?

De lo emocional a lo práctico, compartimos medidas básicas que en consultorios y comercios son cada vez más frecuentes. ¿Ya empezaron?

Por Luciano Aba

Durante los últimos meses, mucho se ha debatido sobre cómo la crisis sanitaria y económica desatada a comienzos de marzo en Argentina impactará sobre distintos rubros, entre ellos, el de las veterinarias. Si bien este tema representa un interrogante en sí mismo, los invitamos a hacer una pausa en esa visualización del futuro y detenernos en las condiciones en las que clínicas, consultorios, hospitales y comercios veterinarios se enfrentan al contexto.
Tal como se ha insistido en otras oportunidades, en momentos como el actual resulta imprescindible mirar para adentro y trazar un plan para con el cliente interno de la veterinaria: sus propios colaboradores y empleados.
Sean ellos 100, 40, 5 o solamente 1 además del profesional a cargo, resulta imprescindible tomarse unos minutos y dialogar con ellos respecto de la actualidad, en caso de que aún no lo hayan hecho.
Es clave que conozcan la metodología de trabajo que tendrá la veterinaria con días y horarios de apertura. Es vital que cada uno sepa cómo quedaron sus horarios. Es sabido que muchos rubros han comenzado a suspender o a despedir personal, con lo cual si es posible realmente sumaría poder tener un diálogo sincero con el equipo de la veterinaria sobre el contexto financiero y económico de la empresa, así como también el pago de salarios, haberes, etc, para los próximos meses. Si no habrá cambios, comunicarlo. Y si los habrá… también.

Brindar tranquilidad

La empatía con la cual las veterinarias manejen el contexto, será determinante de cara a los tiempos que vienen. Y lo mismo, con los colaboradores. Es clave que se extremen las medidas de higiene en las veterinarias. No perdamos de vista que disponer de un protocolo de Atención, no solo tranquiliza a los clientes que asisten a la misma, sino también a las personas que allí trabajan e indirectamente perciben y entienden que también se los está cuidando.
Más allá de esto, resulta interesante repasar juntos cuántas y cuáles de las medidas que se proponen en el siguiente Cuadro ya se han implementado en sus veterinarias.
¿Ya se pusieron en marcha?

Medidas mínimas e indispensables

  • Materiales e insumos necesarios: Es clave que el personal de la veterinaria disponga del instrumental y elementos diarios de protección para desempeñar su trabajo: máscaras, guantes, barbijos, tapabocas, etc.
  • Distanciamiento garantizado: La empresa deberá diseñar un plan para que la rutina diaria de todos los colaboradores pueda realizarse garantizando un distanciamiento lógico entre las personas.
  • Recomendaciones visuales: Incorporar recordatorios (carteles) con información sobre COVID19 en lugares visibles para el público y el personal de la veterinaria. Además, hay que informar a los trabajadores y proveedores sobre la importancia de no acudir al trabajo, aunque solo presenten síntomas leves.
  • Soporte: El rol del propietario o encargado de la veterinaria es clave para sostener el ánimo de las personas. Clave será también dejar en claro al personal de la relevancia que la sociedad le otorga a su trabajo y que se tomarán las medidas para que no se ponga en riesgo ni su salud, ni la de su familia.
  • Higiene de manos: Disponer de los materiales necesarios para que el personal realice una adecuada y frecuente higiene de manos. Sobre todo: antes y después de manipular basura o de comer; luego de tocar mostradores, dinero, llaves, animales y, lógicamente, después de ir al baño.
  • Higiene respiratoria: Es clave que el personal de la veterinaria disponga de tapabocas, mascarillas o barbijos en tiempo y forma. Igual de importante es hacer cumplir esto mismo a los clientes. Se requiere garantizar la disposición de cestos para el desecho de los pañuelos usados.
  • Desinfección y ventilación: La desinfección debe realizarse diariamente y esta frecuencia, depende del tránsito y de la acumulación de personas, la época del año y la complementación con la ventilación de ambientes.
  • Plan de contingencia: Identificar a las personas que puedan estar en riesgo y brindarles apoyo, sin fomentar la estigmatización. ¿Qué harían si uno de los empleados contrae COVID-19?
  • Promover el teletrabajo. En caso de que se pueda, estimular estas prácticas. Si no, evaluar de qué manera evitar el transporte público y los lugares concurridos, antes y después de ir a la veterinaria.

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