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El mundo de la sanidad animal cambió, pero… ¿para siempre?

Tanto en los segmentos de los bovinos, como de los animales de compañía, en 2020 se dispararon las unidades de vacunas comercializadas. ¿Realidad o ficción? ¿De quién depende?

Escribe Luciano Aba
Editor de la Revista 2+2.
luciano@motivar.com.ar

Las teorías que giran en torno al sector veterinario local y su desempeño a lo largo de 2020 son diversas y varían según el ángulo desde el que se las mire.
Como es sabido, esta actividad fue declarada como escencial al inicio de la pandemia, situación que -protocolos, turnos y cambios de hábito por medio- le dio un impulso para muchos inesperado a la actividad profesional y a la comercialización de productos veterinarios.
Es cierto que en el caso de los animales de compañía se vivieron situaciones inéditas. Desde cifras récord en lo que hace a la adopción de perros y gatos, hasta un estrechamiento histórico del vínculo entre aquellas personas y familias que ya tenían mascotas con las mismas, en tiempos de cuarentena.
Es cierto también que mucho del dinero que se solía gastar en actividades como la gastronomía, el entretenimiento o el turismo se volcó, en muchos casos, a la inversión en diversas prácticas y productos veterinarios que en los últimos tiempos habían tenido crecimientos estándar en el mercado.
Es evidente que no a todos los argentinos les sobró la plata el año pasado, ni mucho menos. Pero queda claro que el segmento que tuvo recursos, movió la aguja. ¿En qué casos? Por ejemplo, en el de las vacunas.
Y esta sí que es una buena noticia. Según declaraciones de directivos de la Cámara Argentina de la Industria de Productos Veterinarios a MOTIVAR (www.motivar.com.ar), la comercialización de productos biológicos para perros y gatos casi se duplicó en 2020, respecto de lo ocurrido en 2019.
Mayor vínculo entre las personas y los animales, más fluidez en la consulta veterinaria y disponibilidad económica. Tres variables bien concretas que dieron forma al avance de la medicina preventiva real en el sector.
De las estimaciones de Caprove surge también que el mercado total de productos veterinarios en Argentina el año pasado alcanzó los $31.000 millones, algo así como US$ 400 millones, considerando un promedio de dólar oficial a lo largo de todo 2020.
Al nivel de los mejores años…

Más biológicos también en el campo

El segmento ganadero no fue la excepción a lo mencionado en las líneas anteriores. De hecho, ha representado el 44% de la facturación total del sector de laboratorios que operan en el país, incluso sin considerar allí la comercialización de la vacuna antiaftosa.
Se vendieron más antiparasitarios, más antibacterianos y diversos tipos de insumos y servicios, con una fuerte participación del canal comercial veterinario.

Según Caprove, la comercialización de productos biológicos para perros y gatos casi se duplicó en 2020, respecto de lo ocurrido en 2019. En menor medida, también en ganadería aumentaron las unidades vendidas de vacunas.

También aquí las teorías son diversas.
En primer lugar y más allá de la opinión particular de cada quien, los precios de la carne y la leche se mostraron competitivos en un mercado que miró al consumo interno, pero vio crecer considerablemente sus resultados en materia de exportaciones.
Y la tendencia, parece continuará…
Además, también fue evidente que al no poder avanzar en la compra de dólares u otros movimientos financieros, mucho de ese dinero se volcó en inversiones en infraestructura, en mejorar los planes sanitarios y también en adelantar algunas compras fijando precios, como ocurrió por ejemplo con el caso del semen para futuras inseminaciones.
¿Esto fue lo que impulsó el crecimiento en las unidades comercializadas de fármacos, como de biológicos? No se pretende ser descortés con la situación, pero ¿“sólo” este mix de variables se necesita para que se multiplique la adopción de tecnología?
Claro que no.
Obviamente que los factores climáticos pesan, pero también lo hace la mayor o menor participación de los veterinarios a campo.
De hecho, entre aquellos segmentos de vacunas que crecieron en 2020 se encuentran dos que desde Caprove también indicaron como estratégicos para ilustrar la situación: aumentaron las dosis de vacunas reproductivas y también de vacunas contra el carbunclo.
En resumen, ya no quedan dudas que más allá de casos particulares, la industria veterinaria argentina tuvo un buen desempeño en 2020, evidenciándose incluso tendencias favorables en los puntos de venta, que pudieron impulsar su prestación de servicios, a la vez de mejorar sus ingresos.
Más vacunas es más prevención.
¿Fue 2020 el piso de lo que el rubro veterinario puede dar en este campo? ¿o será el techo máximo que impulsó la pandemia?
Por lo pronto, parece válido reflexionar sobre lo ocurrido para no perder de vista que más allá de las dificultades, sí es posible impulsar el crecimiento del sector.

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