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Terapias multimodales en medicina felina

Luka: «Nuestro objetivo es siempre que el paciente mejore».

¿Cómo involucrar al tutor en la mejora del paciente? En este artículo compartimos casos concretos de opciones multimodales y la forma de comunicarlos para obtener los mejores resultados.

Escribe Natalia Luka
Directora de Dra. Luka Medicina Felina y Regenerativa
dralukat@gmail.com

A lo largo de todo el año hemos hablado de los cambios, positivos, que se ven en el servicio de medicina veterinaria en la Argentina.
Haciendo hincapié específicamente en los gatos, vemos que:

  • Los tutores nos vienen a buscar.
  • Los colegas nos consultan.
  • Otros colegas se capacitan en felinos.
  • Consultamos nosotros, como especialistas, a otros especialistas.
  • Hacemos ateneos médicos.

¿Acaso no es este el trabajo en equipo y multimodalidad que ya es habitual en la medicina humana? Pues sí, y a mucha honra.
Trabajar en multidisciplina debería ser algo de todos los días.
Hay un ejemplo que se lee en los papers y se escucha en todos los congresos, la anestesia multimodal. ¿De qué se trata? De la utilización de diferentes drogas, equipos o técnicas combinadas especialmente para cada paciente en forma individual, sin una receta. Esa combinación logra un manejo anestésico perfecto e impecable en cada paciente, ese el objetivo médico principal.
¿No es eso exactamente lo que queremos para cada uno de nuestros pacientes? ¿Darle lo mejor? Sí, siempre.
La multimodalidad nos lleva al trabajo en equipo en multidisciplina, tema sobre el que escribí en ediciones anteriores de Revista 2+2. Un modo de trabajo que se traduce, en el día a día, en una consulta mejor, en un diagnóstico acertado, y un manejo completo del paciente. En el caso particular de mi veterinaria, me encuentro con frecuencia con casos de complicados a muy complicados en los cuales es necesaria la ayuda de otro profesional.

Comunicación con el cliente: la clave

Siempre insisto en que no debemos tener miedo ni demasiado cuidado en comunicar la necesidad de sumar a otro colega. Creo que a veces (me ha pasado) pensar en el bolsillo del tutor nos lleva a repensar previamente antes de insistir en buscar otra opinión.
Y ese es el primer error, porque al pensar en lo económico perdemos el foco. Nuestro principal objetivo no es dejar contento a un tutor por haber gastado poco si el resultado del tratamiento es regular.
Nuestro objetivo, siempre, es que el paciente mejore.
Cuando vienen a la consulta con un especialista, la mayoría de las veces es porque no han podido resolver el problema de su gato y llegan buscando respuestas o, mejor dicho, soluciones. Entonces, ¿por qué pensar primero en que tal vez no puedan pagar exámenes, consultas e invertir más energía en ese caso? En general, por suerte, es todo lo contrario.
Quizás la clave está en cómo le decimos a nuestro cliente que debemos ayudar al paciente con una consulta especial, con un tratamiento novedoso, o quizá con ambos. Esa clave comienza por sentirnos seguros de lo que vamos a comunicar: sabemos del tema, tenemos experiencia, insistimos en que seguramente con esta consulta o tal tratamiento tendremos éxito. ¡Al menos lo vamos a intentar!
Para ayudar a los clientes a decidirse, a mí me gusta y me funciona contar casos similares al paciente en cuestión.
Les comparto algunos ejemplos.

Para ayudar a los clientes a decidirse, a mí me gusta y me funciona contar casos similares al paciente en cuestión. Les comparto ejemplos reales con los cuales empatizan rápidamente

Contra el PIF

Desde hace dos años y medio estoy trabajando con un nuevo antiviral extranjero contra el PIF, y fui de las primeras en usarlo en Buenos Aires, por lo que tengo muchísima experiencia en su manejo y sus resultados.
Entonces, cuando viene un paciente con este diagnóstico presuntivo tremendo, devastador y antes mortal, no dudo en indicarle este tratamiento explicando todos los detalles.
Primero les cuento la historia del antiviral, los pros y contras de no tener registro en casi ningún país y les cuento lo que se sabe, que se investigó tantos años, sus resultados en el mundo y todos los éxitos logrados.
En segundo lugar, les cuento los resultados que obtengo en mi veterinaria, los buenos (que son la mayoría) y los malos (que son poquísimos).
Me gusta mirar la mitad del vaso lleno: el tratamiento tiene un 93% de éxito y es altamente probable que lo logremos.
Les comparto mi experiencia con más de 250 gatos, lo que a veces les da un poco más de seguridad al momento de tomar la decisión.
Por último, también les cuento lo malo: es muy caro. Pero no empiezo por acá ni me quedo ahí. Creo que esto también es multimodalidad.
Les ofrezco toda la ayuda que está a mi alcance para que puedan hacerlo porque para mí no existe “no puedo”, tenemos que intentarlo. Les cuento lo que hacen otros tutores con tanto esfuerzo, ganas y ayuda de los colegas y de la comunidad, para que no se desanimen.
Claro, si empiezo la charla contándoles lo que vale, probablemente lo único que logre es que el tutor que no vea salida y se angustie aún más.
El dolor es inevitable, pero yo hago todo lo que puedo para lograr el total compromiso de que lo harán, porque somos un equipo.

La boca

Otro ejemplo muy cotidiano en la clínica son los pacientes felinos con problemas crónicos en la boca.
Todos sabemos que la Gingivoestomatitis crónica felina es un enorme desafío del día a día, y cuando recibimos ese paciente es altamente probable que nos venga a contar de todos sus fracasos.
¿Cómo hacer para indicar algo distinto, después de tanto ir y venir sin resultados? No es magia, lo sabemos. Pero hay algo muy importante: debemos primero estar convencidos nosotros mismos de lo que le vamos a indicar.
Es con esa seguridad que podremos comunicarle al tutor lo que vamos a hacer.
No se trata de convencer sino de indicar, nada más ni nada menos que “la exodoncia”, que muchas veces será la solución. ¿Seremos nosotros, quizás el quinto veterinario que visitan, quien tenga que indicar un procedimiento odontológico quirúrgico? Sí, debemos hacerlo.
Nuevamente, se trata de porcentajes (la medicina basada en la evidencia nos apoyará siempre). Si estamos seguros de que tenemos un alto porcentaje de éxito, esa será la primera frase para contarle al tutor: “Vamos a sacar estas piezas dentales porque, como diría mi tutora la Dra. Daniela Sacomano, están mejor afuera que adentro”. Y esto es realmente así.
En esta instancia sumaremos la participación de un especialista para realizar este procedimiento específico, si hace falta. Sabemos que solo así tendremos el mejor resultado que podemos tener. Y cuando le comentemos y mostremos al tutor fotos o vídeos de otro gato similar, habremos logramos nuestro cometido.
La comunicación que se apoya en la seguridad de lo que hacemos y sabemos, es la clave. Nunca te olvides de ello.
Trabajar en equipo es trabajar mejor, siempre. Compartir los conocimientos con humildad nos hace mejores profesionales.
Y no olvidemos el foco: nuestro paciente.
¡Hasta el año que viene colega!

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