¿Qué dicen los veterinarios sobre el cansancio que les produce su actividad?


Profesionales de toda la Argentina coincidieron en que la cantidad de horas que trabajan y el stress que les genera el trato con los clientes, afectan su comportamiento en el trabajo y también su vida personal.
@aba_luciano
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El stress laboral no es un fenómeno nuevo. Ni mucho menos.
Sus efectos sobre las personas ya eran visibles incluso antes de la pandemia, más allá de lo cual claramente se han agudizado en los últimos tiempos.
De hecho, el también llamado “desgaste profesional” costó en 2022 a la economía británica casi US$ 35.000 millones, estando influenciado por el estrés financiero y las preocupaciones laborales de los empleados, generando tanto bajas por enfermedad, como pérdida de productividad.
Existe relación directa entre la salud mental de los veterinarios, la calidad de su trabajo y sus relaciones interpersonales.
El dato surge de un trabajo realizado por la aseguradora francesa Axa y el centro de estudios económicos CEBR y pone sobre el tapete un tema que no se puede seguir disimulando.
La salud mental ya no es tema «de unos pocos».
Es un fenómeno que se sustenta en cuestiones visibles y en cifras que la validan como una problemática real en los tiempos que corren.
¿Qué pasa con los veterinarios hoy?
En el mundo veterinario también comienzan a surgir datos e informaciones que van reforzando mucho de lo que se “suponía” venía ocurriendo con los profesionales en materia del stress y agotamiento laboral que viven.
En tal sentido, un estudio cualitativo publicado en Frontiers in Veterinary Science de Canadá destaca que los veterinarios perciben una relación directa entre su salud mental, la calidad de su trabajo y sus relaciones interpersonales (dentro y fuera de la veterinaria).
- Las interacciones con los compañeros de trabajo se vuelven más bruscas lo que altera la confianza mutua y el clima laboral.
- El esfuerzo puesto en la comunicación con los clientes se reduce, no hay interés por responder dudas y consultas.
- La capacidad de concentración disminuye, al punto de decir que es “difícil funcionar”.
- Aumenta la dificultad para tomar decisiones, crecen las dudas y se pierde la confianza en uno mismo.
- Se reduce la calidad en la atención al paciente por la incapacidad de evaluar y pensar sobre los casos.
Estos son los cinco grades conceptos que se pueden extraer del documento, muy relevantes también a la hora de analizar el impacto del cansancio y el estrés también en nuestra región.
¿Y en Argentina?
El tema viene ganando difusión bajo el paraguas del Burn Out profesional, con charlas, capacitaciones y ámbitos de discusión.
Lentamente va dejando de “preocupar” para pasar a “ocupar” cada vez a más personas e instituciones, dado el impacto concreto que se percibe en la realidad de los profesionales en todo el país.
Comprendiendo la importancia de la temática, desde Mi Negocio Veterinario y bajo el paraguas de la plataforma VetData, generamos un muestreo vía encuestas on line (con dos semanas de duración), por medio del cual 150 veterinarias y veterinarios argentinos dedicados a la atención de animales de compañía, compartieron sus opiniones sobre un tema de alta relevancia.
Vale mencionar aquí el perfil de quienes participaron de este muestreo.
- 55% mencionó ser dueño/a de una clínica o un hospital veterinario.
- En el 25% de los casos se trató de profesionales independientes, incluyendo veterinarios a domicilio.
- 10% fueron empleados en relación de dependencia.
- 7% aseguró en este caso trabajar como “empleado informal”.
- El porcentaje restante, se completa con propietarios/as de laboratorios de diagnóstico, etc.
¿Cuánto tiempo trabajan los veterinarios?
El eje central del relevamiento apuntó a dilucidar cuántos días a la semana trabajan hoy en día los veterinarios en Argentina.
Y fue allí donde comenzaron a confirmarse las estimaciones iniciales: un 72% de los encuestados aseguró que trabaja entre 6 (62%) y 7 días (10%) a la semana.
En cuanto a las horas diarias de trabajo, la respuesta no se hizo esperar.
Un 50%, aseguró hacerlo entre 5 y 9 horas diarias, y otro 32% entre 9 y 12 horas al día.
¿Otro dato relevante? Sí: más de un 6% trabaja más de 12 horas al día.
Interesante fue también preguntarles a los profesionales cuál era su percepción en relación a la ecuación “ingresos – carga laboral”, viendo que casi 7 de cada 10 de los veterinarios que participaron del muestreo aseguraron que no creen que el dinero que ganan sea acorde al tiempo que trabajan y la cantidad de tareas diarias que realizan.
Todas estas cuestiones van permitiéndonos ver un panorama un poco más claro en cuanto a qué está ocurriendo en la actualidad, sobre todo si tenemos presente que el 85% de las personas que participaron en el muestreo de VetData para Mi Negocio Veterinario sostuvo que el cansancio realmente afecta su actividad profesional.
Impactos a la vista
Continuando con el análisis, vimos también que un 85% de los encuestados manifestó haber vivido al menos una situación estresante en su lugar de trabajo durante los últimos meses.
Al igual que como mencionan los estudios que comienzan a realizarse a nivel internacional sobre el tema, este muestreo inicial sobre lo que ocurre en Argentina destaca también, en la opinión de los profesionales que participaron, que el principal factor que les genera esta sensación en su día a día es el trato con los clientes, seguido por la amplia cantidad de tareas que desarrollan y la responsabilidad concreta que sienten sobre la buena salud de sus pacientes.
Como decíamos, la convivencia de todos estos temas no es gratuita para los veterinarios (para nadie). ¿Y en qué se ve reflejada?
Según el 70% de los encuestados, en cuestiones que afectan la vida personal del propio veterinario.
De hecho, al consultarles con cuál de una serie de frase se sentían más representados, la mayoría no lo dudó: “No tengo tiempo para actividades por fuera del ámbito laboral”.
Pero esto no es todo, frases como “estoy muy cansado/a, todo el tiempo” o “No tengo ganas de responder las preguntas de los clientes”, deberían ser considerado alertas para prevenir situaciones que a futuro se salgan de las manos de los profesionales a nivel individual.
Un dato preocupante
El 40% de los participantes en el relevamiento de VetData para Mi Negocio Veterinario aseguraron alguna vez haber pensado en abandonar la profesión por causas del cansancio y el agotamiento que les genera. Si, 4 de cada 10; de distintas edades y funciones en sus emprendimientos.
Debemos sinergizar las habilidades médicas con las competencias socioemocionales y la gestión de la clínica veterinaria», Javier Paoloni (ARG).
¿Demasiado?
Mucho seguramente se podrá profundizar sobre estos datos preliminares que seguiremos difundiendo a lo largo de todo 2023, pero sin dudas es de valor comenzar a escuchar las principales señales sobre el impacto del tema.
En ese sentido, casi un 30% de nuestros encuestados sostuvo que una potencial solución a la realidad que viven podría pasar por disminuir las horas a la semana que trabajan; mientras que un 27% indicó como una “buena práctica” en este sentido la posibilidad de realizar ejercicio físico de manera periódica.
¿Y la contención psicológica? Si bien no fue destacada entre las principales opciones de solución, sin dudas en el corto plazo comenzaremos a ver acciones concretas (charlas, jornadas) que busquen dar soporte en este sentido.
A la realidad
Más allá de los números y las tendencias, desde Mi Negocio Veterinario nos pareció oportuno dialogar con el MV Javier Paoloni, titular de Veterinaria Vida en Río Cuarto, Córdoba, quien desde hace un tiempo se viene especializando en esta problemática tanto en Argentina, como en otros países de nuestra región.


FOTO: El MV Javier Paoloni está activo con charlas que ponen el foco en cómo abordar el Burn Out en veterinaria.
“El Burn Out fue reconocido como una enfermedad en 2018 por la OMS y si bien tiene su génesis en el ámbito laboral, repercute y se traslada al personal y familiar”, nos comentaba Javier Paoloni.
Y avanzaba: “Nosotros somos profesionales de la salud. Si yo tengo un paciente con convulsiones y trato las convulsiones, pero no busco la causa, por ejemplo, un hipotiroidismo; si no detecto y trato el hipotiroidismo, no va a alcanzar nunca a contratar la causa porque la enfermedad de base va a seguir avanzando y empeorando. En el Burn Out pasa lo mismo. ¿Cuál es la causa que genera el estrés crónico en el ámbito laboral? Hay que enfocarse en identificarla y trabajar para mejorar”.
Coincidiendo con las respuestas mencionadas en la encuesta de VetData, Javier Paoloni no lo duda.
“La causa número uno del stress tiene que ver con el trato diario con la gente y la sugerencia es bien concreta: debemos seleccionar activa y conscientemente el target de nuestros clientes. Y a esos clientes insufribles, eternamente insatisfechos, que nos faltan el respeto, deberemos dejarlos al costado del camino. Muchas veces, parece que el profesional veterinario tuviese miedo de alejarse de ese tipo de clientes. Hay que hacerlo”.
40% de los participantes del muestreo sostuvo alguna vez haber pensado en abandonar la profesión por cansancio y stress.
Siguiendo con nuestro diálogo, Paoloni siguió aportando ideas y sugerencias para abordar la problemática: “Si el Burn Out es un estado donde se instala el estrés crónico, es decir, donde el profesional queda embebido en las hormonas del estrés crónico (adrenalina, la noradrenalina y el cortisol), entonces lo que hay que tratar es de antagonizar, generando las hormonas del bienestar (dopamina, serotonina, endorfinas y melatonina). ¿Cómo? Llevando adelante actividades placenteras, yo le llamo visitar la fábrica de bienestar”.
Otro punto importante siempre también estará ligado a tomar buenas decisiones en gestión.
85% de los encuestados manifestó haber vivido al menos una situación estresante en su lugar de trabajo durante los últimos meses.
“Si tomamos mejores decisiones, los resultados mejorarán y ganaremos en confianza, y si tenemos confianza, nuestro servicio va a fluir de otra manera. Las tasas de retorno van a aumentar, sobre la base de un profesional que ofrece confianza y felicidad”, agregó nuestro entrevistado.
No perder la motivación
Como suele decir en sus charlas y conferencias, en el ámbito de los cursos de Posgrados donde participa en la plataforma VetesWeb o en su participación en la Red Iberoamericana de Gestión Veterinaria, Javier Paoloni asegura que la carrera de los veterinarios es de largo aliento y que difícil será concluirla de manera exitosa sin motivación y creatividad.

“Así como les propuse tomar partido en una fábrica de bienestar, también les propongo “ir al gimnasio” a entrenar la motivación. La motivación es una competencia socio emocional del grupo de las intrapersonales que se puede entrenar, se puede eficientizar, como todas las competencias socio emocionales. Sin embargo, la motivación sin disciplina y el talento sin organización nos conducen a procesos sin resultados. Y procesos sin resultados, nos llevan directamente por el desfiladero del Burn Out”, comentó el referente a nuestro medio.
Y concluyó como parte fundamental de este informe generado por Mi Negocio Veterinario: “Los veterinarios tenemos que aprender a sinergizar las habilidades médicas con las competencias socioemocionales y también la gestión de la clínica veterinaria. Cuando entendamos que la clave pasa por ahí, cuando empecemos a generar ingresos genuinos, rentabilidad, en la empresa; cuando llevemos adelante una medicina de alta calidad, la veterinaria se transforma en una actividad verdaderamente placentera».
Lo más importante
Frente a los síntomas de decaimiento, agotamiento y pérdida de motivación que suelen hacerse visible en las personas que comienzan a padecer el síndrome de Burn Out, cobra especial relevancia el compromiso individual de cada profesional y el compromiso colectivo de todo un sector.
¿Cómo? Estando atento a este tipo de señales, proponiendo espacios de diálogos y contención para quienes se vean afectados.