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Cada vez más mujeres encuentran un lugar en la atención veterinaria

El cielo es el límite así lo entiende y lo comparte Sara Guajan, médica veterinaria de Guatemala en entrevista con Mi Negocio Veterinario.

De la redacción de Mi Negocio Veterinario
info@minegocioveterinario.com

Sara Guajan trabaja en un hospital veterinario 24 horas atendiendo pacientes en urgencias. Se recibió en la facultad en el año 2020 de la Universidad de San Carlos en Guatemala y ya ha recibido tratos discriminatorios por su género y edad. Estos tratos no la desaniman porque ve cómo cada vez se abre más el espacio para que las mujeres se desarrollen profesionalmente en esta área.  

Motiva a que las mujeres que quieren ser veterinarias luchen por su sueño porque ya otras mujeres han abierto el espacio y demostrado que no hay límite cuando se quiere cumplir las metas propuestas. 

Mi Negocio Veterinario: ¿Cuáles crees tú que son las ventajas y desventajas que tiene ser veterinaria mujer en atención 24 horas?

Sara Guajan: La verdad es que sí es una carrera muy gratificante porque podemos saber qué es la calidad de vida y que estamos haciendo para mejorar la vida de otro. Lo que es la calidad de vida de un paciente y si llega con una enfermedad y logra salir adelante, se recupera, entonces eso es una satisfacción muy grande. 

El inconveniente, digamos, de trabajar o tener un horario nocturno es que la verdad uno pasa más tiempo a veces en el trabajo que en su casa o con su familia.

¿Cómo es tu perspectiva sobre ser mujer en la industria veterinaria?

SG: No había tantas mujeres cuando yo estuve en la carrera, no predominamos las mujeres en la Facultad. En todos los cursos, en las clases, en los años, y creo que poco a poco ha ido evolucionando porque antes había mucho más hombres y más que todo la carrera estaba compartida con la carrera de Zootecnia. Ahora acá en Guatemala pues es una carrera un poquito a veces complicado porque si hay todavía mucho lo que es el machismo. Incluso los clientes, los doctores, a veces es como, pero quiero que me atienda un doctor hombre. 

¿Cómo es el futuro del sector de perros y gatos en Guatemala? 

SG: Ahora muchas de las personas tienen sus mascotas y no es solo como decir es mi mascota, sino que también prácticamente sos sus hijos, sus bebés, entonces, muchas personas también creo yo, se sienten conectadas con la atención de una doctora mujer, porque tal vez nosotros somos como un poquito más cariñosas, personalizadas, tal vez, un poquito más amables y entonces a las personas les gusta.

¿Por qué crees que las mujeres están entrando ahora a estudiar veterinaria?

SG: Bueno sabemos ahora que somos capaces de hacer muchas más cosas, por ejemplo, hay veterinarias que se dedican a las especies mayores, como equinos, vacas, o cerdos. Antes era solo para hombres, recibías comentarios como ¿Cómo vas a ir a ver un caballo o a vacunar o a palpar vacas? Eso es un trabajo de hombre, ahora, no. Entonces, cada vez que tenemos nosotras una perspectiva, una idea de mujeres que han salido adelante, ¿Verdad? Y entonces nos damos cuenta de eso y creo que también estudiar la carrera de medicina veterinaria uno lo trae también ya desde pequeño. Es decir, ese amor, esa pasión, pero no solo por por las mascotitas o por los animales, sino también por ellos.

Sara Guajan (Guatemala)

¿Cuáles serían esas primeras dificultades que tuviste que sortear desde el inicio de tu profesión? 

SG: Bueno, en cuanto a lo que me dicen las mujeres, las tutores, incluso mujeres, es como, “no, no quiero que me atienda una doctora, quiero que me atienda un doctor, un hombre”. O me ven relativamente joven y es como, “y usted me va a atender, o usted es la doctora, es que se ve muy joven”. Y digamos sortear la atención al cliente, pues de ser lo más amables que se pueda y comprender que no todas las personas tienen la misma ideología o pensamiento de saber que prácticamente ellos no saben lo que uno tiene que pasar para poder salir de la universidad y todo. Y entonces pues, es muy serio y en algunas ocasiones, si una se molesta, depende cómo sea el carácter de la otra persona, y bueno, yo tengo el carácter un poquito fuerte, entonces yo de dejarme, no me dejo mucho, pero trato de ser lo más amable que se pueda. Yo les digo “si usted quiere pasar a la consulta conmigo, si quiere que su mascota sea atendida en este momento, con mucho gusto pasa conmigo decida usted qué quiere”. 

A veces es un poco incómodo. Porque uno creería que a veces las tutoras por ser mujeres, hay como un poco más de apoyo y en ocasiones no es así.

¿Qué es lo que se puede hacer para mejorar este aspecto?

SG: Bueno prácticamente pues tratar de hacer lo mejor que uno pueda en su trabajo. Yo tengo pacientes que de hecho hacen su cita o prefieren hacer su cita conmigo. Creo que poco a poco uno se va como haciendo de la gente que lo conoce y tratar de que sea que ellos te recomienden y que sea una carrera para que más mujeres puedan estudiarla y motivar más que todo. 

Saber que hay mujeres que han logrado mucho, que son científicas, médicas, y que eran cosas que no se podían hacer o que las personas pensaban que no podíamos hacer y ahora pues pues se puede todo.

¿Qué le puedes decir a otras mujeres veterinarias?

SG: Que sepamos que somos grandiosas como mujeres, que si estamos estudiando, si logramos estudiar, si salimos de la escuela, lo podemos lograr. 

Sí puede ser una carrera un poco difícil, pero que no hay nada que nos pueda detener y si es nuestro sueño, si es nuestro objetivo, podemos lograrlo y pues motivar a seguir adelante y a saber que las capacidades son infinitas y qué podemos hacer lo que nosotros queremos.

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