A comienzos de marzo, la distribuidora de productos veterinarios y alimentos balanceados, Krönen, puso en marcha una serie de acciones en el marco del 20° aniversario de la empresa con sede central en La Plata, Buenos Aires, y liderada por Daniel Otamendi y Javier Esteban.
Con más de 1.200 veterinarias clientes en todo el país, Krönen avanza en su posicionamiento en el sector presentando una nueva imagen de marca (Ver imagen).
“Es un renovado logo que refleja nuestra pasión por transitar nuevos caminos y afrontar nuevos retos. Una marca para afrontar desafios en la industria veterinaria. Más cercana, más dinámica. Esperamos que les guste tanto como a nosotros”, aseguró Daniel Otamendi, en diálogo con esta Revista 2+2.
“Hemos vivido distintos hitos desde 2002, pero sin dudas fueron los años 2008 y 2015 en los cuales dimos un salto considerable, primero en la consolidación como una distribuidora confiable en el rubro con inversiones y ampliaciones, y luego profesionalizando todas nuestras áreas e invirtiendo en sistemas que nos permiten una gestión ordenada del negocio”, nos explicó también Javier Esteban.
Y agregó: “Más cerca en el tiempo, logramos avanzar en la digitalización de los procesos comerciales con la renovación de la página Web y la posibilidad para los veterinarios clientes de hacer pedidos vía e commerce con e la App KronenVet. Clave ha sido también nuestra permanente ampliación de la cartera de clientes por medio de acciones concretas como la del “Club Emprendedores de Krönen”, por citar solo un ejemplo.
Un nuevo punto de partida
Javier Esteban. «Seguiremos mejorando».
“Más allá de todo el esfuerzo, el trabajo y el reconocimiento alcanzado en estos 20 años, hoy se renuevan los desafíos. Para Krönen, esto recién comienza. Queremos que este nuevo aniversario sea un disparador para mejorar lo que venimos haciendo”, destacó Otamendi, adelantando también que la empresa se encuentra preparando una serie de novedades que en el corto plazo.
“Seguimos invirtiendo en infraestructura: con un segundo depósito (600 metros cuadrados) y ampliando la zona de oficinas en la sede central en La Plata (1.000 metros cuadrados). A esto se suma la renovación del Logo de la empresa, la próxima actualización de la Página Web, el lanzamiento de un Sistema de Bonificaciones y Puntos para veterinarios y la ampliación de la cartera de productos en lo que hace a los sectores de animales de compañía, como así también ganadería”, reforzó el directivo de la distribuidora Krönen.
Finalmente, Otamendi resumió la visión a futuro de la compañía: “Hoy nuestra apuesta es hacia el mundo digital, lo cual no quiere decir solamente estar en las redes. Es mucho más que eso. Buscamos mejorar en todos nuestros procesos para ser una empresa 100% digitalizada”.
Enrique Ariotti recibió el Premio ICBC Comercio Exterior en nombre del laboratorio argentino con presencia en 35 mercados.
ICBC Argentina anunció las empresas ganadoras de la tercera edición del Premio ICBC Comercio Exterior, certamen que tiene como propósito reconocer a las empresas por su nivel de excelencia, originalidad, innovación y contribución a la sociedad en sus operaciones comerciales internacionales. Entre los ganadores se encuentra Laboratorio Zoovet, la empresa santafesina fundada por Enrique Ariotti con quien dialogamos para saber que representa este galardón para él y su equipo de trabajo. “Es un gran reconocimiento para toda la industria veterinaria argentina”, asegura el empresario y agrega: “Somos muchos los laboratorios que tenemos una larga trayectoria con presencia en grandes mercados, como Brasil y México, que aún representan muchas oportunidades”.
Un trabajo continúo
“Es un gran reconocimiento para toda la industria veterinaria argentina”. Enrique Ariotti, Zoovet.
Los primeros premios otorgados por el banco de capitales chinos fueron obtenidos por Morixe Hermanos en categoría Grandes Empresas, Laboratorio Zoovet en Mediana Empresa, Mega Alfalfa Argentina en categoría Pequeña y Playmakers Entertaiment como Microempresa. Como premio, las empresas ganadoras obtendrán una estatuilla y un cupo en un viaje de misión comercial a China, organizado por ICBC y Fundación ICBC.
“Es un reconocimiento bianual que incluye un viaje y del cual ya participaron otras empresas amigas como Biogénesis Bagó y Terragene”, señaló Ariotti.
“Este premio representa un reconocimiento al posicionamiento internacional de la empresa y en ese sentido, en los últimos 10 años, crecimos a un ritmo del 30% anual en dólares ganando nuevos mercados al punto tal que, hoy, colocamos entre 70 y 80 registros al año para tener presencia en el mundo”, describe el número uno de Zoovet, firma que tiene presencia en alrededor de 35 países, desde aquellos que compran todos los meses y algunos que hacen solo dos o cuatro compras al año tanto marcas propias como para terceros.
“El mercado número uno para Zoovet sigue siendo Brasil con solo dos productos y un gran volumen, pero también México viene creciendo en volumen y valor al punto tal que se puede llegar a transformar en el número uno para nuestra compañía el año próximo”, adelanta Ariotti en el cierre.
La presidenta del Colegio Médico Veterinario de esta provincia, Guadalupe Plumet Garrido, explicó las razones por las cuales decidieron volver a formar parte de la Federación Veterinaria Argentina.
El Colegio Médico Veterinario de Neuquén se reintegró a la Federación Veterinaria Argentina luego de ocho años de distanciamiento.
La iniciativa surgió por parte de la nueva Comisión Directiva del Colegio, presidida por Guadalupe Plumet Garrido, quien asumió el cargo en diciembre de 2021. “Por motivos de salud, Héctor Bergagna renunció a la presidencia y yo, vice en aquel momento, me hice cargo de la gestión”, comentó la profesional.
El nuevo Consejo se propuso como desafíos ser más representativo en cuanto a las áreas de incumbencia de la profesión, propiciar la comunicación con otras instituciones, jerarquizar la profesión veterinaria y acercarse a la comunidad.
Proceso de apertura
“Ya sea que nos llamen desde la Municipalidad, la provincia, el Senasa o cualquier otra institución donde los veterinarios tenemos algo para aportar, vamos”, destacó Plumet Garrido, veterinaria recibida en la Universidad del Centro de la Provincia de Buenos Aires. Fue en este contexto que el Colegio neuquino aceptó la invitación por parte de la FeVA a participar del primer plenario de 2022, realizado en abril en la ciudad de Choele Choel, Río Negro.
“Este encuentro fue enriquecedor, ya que pudimos compartir experiencias con colegas de otras provincias que pasan o pasaron por desafíos similares a lo que tenemos hoy en Neuquén y conocer cómo los afrontaron”, destacó Plumet Garrido.
La presidenta apuntó que después de la pandemia surgieron dudas y planteos entre los médicos veterinarios: “¿Somos trabajadores esenciales? ¿Por qué, entonces, no contamos con los mismos beneficios? A partir de allí, entendimos que solos no llegamos a ninguna parte, porque lo que afecta a una institución afecta a la otra”, subrayó.
Al regresar a Neuquén, se abrió un debate interno sobre los beneficios y también las responsabilidades que implicaría sumarse a la entidad federal, y la decisión fue unánime: prevaleció el deseo de fortalecer la unión.
La petición formal de ingreso fue presentada en el segundo plenario de la FeVA, que tuvo lugar en Misiones en agosto, la cual fue aceptada por todos los representantes asistentes al encuentro.
Para profundizar en esta decisión, dialogamos con Plumet Garrido sobre la realidad de los médicos veterinarios en Neuquén y los desafíos actuales del Colegio.
Pocos y polifacéticos
“¿Somos trabajadores esenciales? ¿Por qué, entonces, no contamos con los mismos beneficios?”. Guadalupe Plumet Garrido, presidenta del Colegio Médico Veterinario de Neuquén.
El Colegio Médico Veterinario de Neuquén tiene hoy 360 matriculados. Si bien predomina la especialización en animales de compañía, las características geográficas de la provincia, exigen un enfoque polifacético del ejercicio de la veterinaria.
“Somos pocos profesionales para cubrir un amplio territorio, por lo que tenemos que ser capaces de atender tanto a las mascotas como a los animales de producción al visitar localidades sin otro profesional estable y reciben, quizá, una o dos visitas al mes”, detalló la presidenta.
Consultada sobre las problemáticas más urgentes, destacó la venta no regulada de zooterápicos y el intrusismo: “En cualquier petshop o ferretería se venden fármacos sin asesoramiento veterinario, llevando a la presencia de animales mal medicados, intoxicados y con resistencia a los tratamientos”.
Hacia adelante, Garrido Plumet destacó la necesidad de posicionar al Colegio ante los profesionales, fortalecer los vínculos con la sociedad y rever la legislación provincial, que data de 1987. “Queremos actualizar la legislación provincial. Las leyes deben contemplar las necesidades actuales. Tenemos que asesorar a la gente y dar un punto de vista técnico”, enfatizó. Por último, señaló: “lo más importante es fomentar la participación y el compromiso para que todas las voces estén representadas”.
El ejecutivo asumió oficialmente la gerencia general de Boehringer Ingelheim Salud Animal para la Argentina y países de la región tras más de dos décadas de experiencia en la estadounidense Zoetis.
Este mes se formalizó la incorporación de Federico Sebben a Boehringer Ingelheim, la compañía familiar global con sede central en Alemania, como gerente de Salud Animal para Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia.
Esta novedad encuentra al ejecutivo ante un nuevo desafío tras más de dos décadas de experiencia en la estadounidense Zoetis, incluso cuando aún pertenecía al conglomerado Pfizer.
Sebben es médico veterinario y en sus primeros años en la industria se desempeñó como gerente de Territorio Animales de Compañía Argentina, Distrito Centro Ganadería y Comercial Ganadería, y Animales de Compañía Argentina para Pfizer. Desde 2010 a la fecha, fue gerente regional de Animales de Compañía en Zoetis.
María Teresa Caher. “Hoy los gatos tienen un lugar protagónico en la medicina veterinaria”.
El gato ha aumentado su popularidad, surgiendo nuevas necesidades. La MV María Teresa Chaher, presidenta de AAMeFe, dialogó con MOTIVAR sobre las herramientas Cat Friendly a considerar por los veterinarios.
Los últimos 20 años han sido de cambios vertiginosos para la medicina felina, tanto en lo que refiere a la modificación del lugar de los gatos dentro de las familias, como al avance en materia de manejo, tratamiento y conocimiento de la especie por parte de los profesionales veterinarios. También los tutores de los gatos han cambiado (Ver recuadro) en el marco de una pandemia que dejó sus huellas, como en todos los demás ámbitos de la vida.
La Asociación Argentina de Medicina Felina (AAMeFe), fundada en 1998, congrega a los profesionales que se especializan en gatos y hoy cuenta con alrededor de 400 miembros activos de toda América Latina. Este 2022 fue de recambio, ya que se renovó el 50% de sus autoridades, como se hace cada dos años.
La MV María Teresa Chaher, presidenta de la Asociación, está en mitad de su mandato y por eso MOTIVAR consideró que era un momento oportuno para reflexionar sobre la realidad de la medicina felina, el trabajo de la Asociación y los desafíos que impone una realidad donde el gato adquiere cada vez mayor relevancia.
MOTIVAR: ¿Cuál es la realidad de AAMeFe hoy?
María Teresa Chaher: Los fundadores de la AAMeFe fueron pioneros en una época en la que el gato no era la estrella que es ahora.
Hoy seguimos trabajando por el mismo objetivo, el de difundir entre los colegas veterinarios la actualización de la medicina felina a través de acciones que realizamos a lo largo de todo el año.
Todos nuestros eventos son sin cargo para los socios.
Las acciones más importantes se refieren a acercar herramientas al profesional, tanto en lo referido a la actualización en medicina felina, como aquello relacionado en el manejo Cat Friendly.
Nuestra idea es que a través de diferentes herramientas y recursos educativos, dirigidos tanto a veterinarios, como a tutores, se puedan mejorar los estándares de atención de los pacientes felinos.
¿Cuál es su vínculo con la AAFP?
Nos asociamos a la American Association of Feline Practitioners, una asociación de medicina felina internacional que se encuentra activa desde de los años ‘70. Al ser miembros asociados hay una colaboración mutua.
Los socios de AAMeFe se pueden asociar a la AAFP por solo el 50% de su valor. De ese modo pueden acceder a toda su bibliografía, a sus webinars y capacitaciones.
Además, la AAFP tiene dos programas de certificación Cat Friendly: una es la certificación de la clínica veterinaria, que deben cumplir con una serie de requisitos para obtener la certificación, que si bien es bastante minuciosa se trata de cambios que no requieren una inversión tan grande en materia de infraestructura.
Actualmente hay cuatro clínicas certificadas en la Argentina. Por otro lado está la certificación individual, que consta de una serie de capacitaciones y exámenes, para el veterinario que desee ser reconocido como Cat Friendly.
¿Cómo ves la actualidad de la medicina veterinaria felina en Argentina?
Han cambiado mucho las cosas en las últimas décadas. El gato es un animal práctico, no hay que sacarlo a pasear, tolera mucho más la soledad, no necesita atención constante. Por eso mucha gente lo elige como compañía. Ahora bien, hay que tener en cuenta sus necesidades ambientales, porque quizás se adapta a un espacio pequeño pero hay otros factores que inciden en su calidad de vida y deben tenerse en cuenta para que no generen problemas de salud.
Antes el veterinario atendía a todas las mascotas por igual, no se especializaba en algo en puntual. Pero hoy en día ya no es el gato de antes, que vivía afuera y servía para cazar ratones. Ahora es prácticamente un miembro de la familia, y por eso hay veterinarios que se dedican solo a los felinos, y dentro de eso se especializan, porque es lo que la gente quiere y necesita en la actualidad.
¿Son cambios regionales?
Cambios. La actualización permanente de los veterinarios es clave en el rubro.
Este fenómeno se da especialmente en Buenos Aires y otras grandes ciudades, pero se está extendiendo al resto del país.
En América Latina pasa lo mismo, especialmente en las grandes ciudades, siguen este camino, es una tendencia general. Hoy el gato tiene un lugar protagónico en la medicina veterinaria.
¿Dirías que es necesario tener una clínica Cat Friendly para poder ofrecer un buen servicio veterinario?
Hoy en día, con todo lo que sabemos, creo que es necesario marcar la diferencia. El manejo del paciente felino en el contexto de una consulta es muy importante, hay un montón de aspectos específicos a tener en cuenta. Y si bien no siempre es posible tener un lugar exclusivo para ellos, se pueden intentar otras cosas. Por ejemplo, reducir el movimiento en el consultorio, utilizar feromonas de apaciguamiento para que se puedan hacer maniobras sin estrés. Hay que acomodarse a ellos con métodos nuevos. La realidad es que el gato necesita tranquilidad y espacio.
¿Cuáles son los principales problemas sanitarios que afectan a los gatos domésticos en Argentina?
Eso depende mucho de la edad. Las dos etapas más vulnerables son las de los extremos, los primeros meses de vida y cuando son gerentes, después de los siete años. Al comienzo el foco está puesto en las enfermedades infecciosas y los parásitos. Luego predominan el hipotiroidismo, la leucemia felina y la artritis, que es un mal silencioso que afecta a la gran mayoría de los gatos mayores sin que los dueños se den cuenta.
¿Existen soluciones específicas para gatos o, como hasta hace un tiempo, se siguen subdosificando con productos para perros?
En la actualidad hay más productos que antes, sin duda alguna. Hay muchas alternativas a las que antes no se podía acceder y esa carencia impactaba la curación. Medicar a un gato siempre fue más difícil que medicar a un perro.
A veces se estresan mucho y eso afecta la continuidad del tratamiento, entonces el profesional tiene que pensar si el propietario puede llevarlo a cabo o si va a tener demasiadas dificultades.
Hay personas que no pueden darle un comprimido a un gato, y entonces sabés que no podés recetar ciertas cosas.
Lo ideal sería que siempre hubiera acceso a una medicación que esté específicamente diseñada para el consumo felino y que tenga en cuenta todas estas cuestiones.
Afortunadamente cada día hay más laboratorios que se ocupan de diseñar productos con esa finalidad en concreto.
¿Cuáles son los desafíos a futuro de los veterinarios especialistas en medicina felina?
Pienso que hay que tratar de hacer la consulta más amigable. No digo que siempre sea necesario llegar a tener una clínica exclusiva, pero sí se pueden tener horarios de perros y horarios de gatos, o salas de espera separadas, para que no sea una experiencia traumática para todos los involucrados.
¿Y los desafíos de la AAMeFe en particular?
Queremos extendernos, llegar a todo el país. Por eso grabamos los eventos, queremos llegar a todos.
Durante la pandemia nos volcamos a la virtualidad pero este año volvimos a la presencialidad.
Hicimos un evento sobre endocrinología felina, tenemos previsto realizar otro en agosto sobre parasitología y en diciembre tendrán lugar las jornadas anuales.
En AAMeFe nos consideramos, te diría, casi como una familia, por eso promovemos que nuestros socios cuenten sus experiencias.
Tutores, gatos y una relación única
En diálogo con María Teresa Chaher, presidenta de AAMeFe, conversamos sobre los cambios que sufrió el vínculo entre tutores y gatos en los últimos años.
Según Chaher, durante la pandemia aumentaron mucho las adopciones. Además, el aislamiento permitió profundizar la relación entre los gatos y sus tutores. “Al poder dedicarle más atención, muchos aprendieron cosas nuevas sobre ellos. Los gatos son grandes escondedores de síntomas, a veces los cambios son muy sutiles, por eso es tan importante la medicina preventiva y los chequeos generales”, comentó.
Pensando más en el largo plazo, destacó una importante alza en cuanto a la popularidad de los gatos, y explicó que la gente tiene menos prejuicios sobre ellos. Para Chaher, con el tiempo se van derrumbando muchos mitos. “Antes existía una idea de que eran animales para mujeres solas. Hoy en día veo más diversidad en cuanto a los propietarios, hay muchos hombres con gatos, también parejas, familias con niños. El gato tiene un público muchísimo más amplio”, señaló. La presidenta de AAMeFe considera que lo único que hace falta es que lo conozcan.
Por último, destacó que “los tutores de gatos suelen ser más exigentes que los tutores de perros en cuanto a los cuidados sanitarios. Están más predispuestos a hacerles estudios, análisis, chequeos, son más abiertos a las propuestas terapéuticas que el profesional pueda brindarles. Quieren invertir en su salud y en su calidad de vida”.
Robot. Una gran incorporación para el día a día de la empresa.
La empresa amplió su capacidad de depósito y cámara frigorífica. Además, instaló un robot automatizado con inteligencia artificial para hacer una gestión más eficiente de los pedidos.
Con 35 años de trayectoria, Distribuidora Tarazi crece a pasos agigantados y da respuestas a este proceso con acciones concretas.
Fundada en Mendoza en 1987, la empresa se fijó como meta trabajar continuamente para el desarrollo del mercado veterinario. Hoy cuenta con una estructura edilicia con amplios espacios y tecnología de punta que da cuenta del trabajo realizado en todos estos años.
A raíz de esto, Silvia Tarazi dialogó con MOTIVAR, repasó la actualidad de la empresa y destacó la importancia de la inversión realizada recientemente.
“Ofrecemos medicamentos de los principales laboratorios, tanto para pequeños, como para grandes animales y equinos; alimentos balanceados y medicados; también libros, instrumental y equipamiento. Buscamos siempre cumplir todas las necesidades que al médico veterinario le puedan surgir”, explicó nuestra entrevistada.
“Construímos una sala para el armado de pedidos, donde se ubica un robot autónomo, con inteligencia artificial, de 3,5 metros de alto, 2 metros de ancho y 13 metros de largo, que arma los pedidos cuando se factura”.
Además, Silvia Tarazi explicó que realizaron inversiones en maquinaria para aumentar la capacidad y la gestión del depósito de alimentos, así como en infraestructura para adaptar las instalaciones al crecimiento obtenido y, fundamentalmente, al proyectado.
“Así fue como ampliamos la cámara frigorífica, la cual ahora posee el doble de su capacidad. Además, construimos una sala específicamente diseñada para el armado de pedidos, en donde hoy en día contamos con un robot autónomo con inteligencia artificial de 3,5 metros de alto, 2 metros de ancho y 13 metros de largo, que arma los pedidos en el momento en el que se facturan, detalló”.
Además, agregó que aprovecharon la planta alta de dicha sala para construir un entrepiso que cuenta con estanterías específicas para ampliar también la capacidad de almacenamiento de fármacos.
“La idea central de toda esta inversión es que nuestros clientes sepan que pueden contar con nuestro stock como si estuviera en sus veterinarias. De esta forma, los pedidos se hacen muchísimo más rápido, mejorando su armado y evitando vencimientos”, manifestó.
Más de 1.500 veterinarias
Capacidad. Se rediseñaron y ampliaron los espacios de depósito.
En cuanto a la cantidad de clientes activos, Distribuidora Tarazi cuenta con 1.500 veterinarias a las que atiende en el día a día.
“Hoy los fármacos representan el mayor porcentaje de nuestra venta, sin descuidar que las vacunas también juegan un papel muy importante, al igual que ciertas categorías que por su estacionalidad aumentan dependiendo la época del año”, especificó Tarazi.
Actualmente, la empresa cuenta con más de 50 colaboradores y 15 vehículos propios. Desde su sede principal en Godoy Cruz, Mendoza, atienden su provincia y también San Juan, San Luis y La Rioja, abasteciendo también la sucursal de Cipolletti, en Río Negro.
Crecimiento y mercado
En relación con la actualidad, Silvia Tarazi sostuvo que la empresa logró crecer aún en los tiempos de pandemia y eso los impulsa a seguir haciéndolo de cara al futuro.
“En este tiempo hemos mejorado procesos y capacidades internas de la empresa, lo cual creemos que dará sus frutos ahora en la pos-pandemia”, indicó.
“Apostamos por seguir mejorando todos los días y, a partir de eso, crecer también en ventas, en unidades y en territorio”.
Y agregó: “Buscamos el crecimiento del profesional veterinario, tanto en lo que hace a su empresa, como a su profesión. Mantenemos un respeto máximo por el canal comercial profesional y solo comercializamos nuestras marcas y productos con veterinarias habilitadas”.
“Apostamos por seguir mejorando todos los días y, a partir de eso, crecer también en ventas, en unidades y en territorio”.
Proyecciones y desafíos
Silvia Tarazi adelantó que este año plantearon un crecimiento similar al de 2021, por lo que esperan continuar consolidándose en las zonas en las que ya están presentes y, de a poco, ir creciendo en otras zonas.
“Sabemos que es un trabajo difícil pero nuestra meta siempre pasa por buscar la forma de hacer crecer el mercado. Contamos con los recursos necesarios para hacerlo; vamos por buen camino”, manifestó para luego también destacar el crecimiento que viene manifestando el segmento dedicado a la atención de los gatos.
“Se ve un mercado que crece de la mano de la mayor presencia de estos animales en los hogares”, completó.
Asimismo, nuestra entrevistada destacó los desafíos de la empresa y el foco en la capacitación como motor del crecimiento.
“Apostamos por seguir mejorando todos los días y, a partir de eso, crecer también en ventas, en unidades y en territorio”, comentó Tarazi.
Política de RSE
Desde Distribuidora Tarazi también se busca aportar a su propia comunidad y a quienes lo necesitan.
“Por ejemplo, otorgamos becas para algunos estudiantes destacados de veterinaria que se encuentren en una situación de vulnerabilidad; acompañamos a los recién egresados para que puedan comenzar con el ejercicio de su profesión, realizamos campañas de recolección de ropa de abrigo para las épocas de frío y varias más”, explicó nuestra entrevistada. Y completó: “Actualmente nos encontramos participando activamente de una campaña para plantar árboles junto con la Municipalidad, colaborando siempre con distintos merenderos de la zona”.
Natalia Luka junto a Laura Vazzoler, neuróloga veterinaria.
La interconsulta con especialistas de diversas áreas permite brindar el mejor tratamiento posible para cada paciente.
¿Cómo implementarlo en la clínica diaria?
Escribe Natalia Luka
Directora de Dra. Luka Medicina Felina y Regenerativa dralukat@gmail.com
Trabajar en equipo es trabajar mejor. Esta frase resume mi forma de entender el ejercicio de la veterinaria y, créanme, es un antes y un después en mi profesión, la nuestra.
Como veterinaria, trabajo desde el día uno con foco en la multidisciplina.
¿Por qué? Porque creo firmemente que la mejor medicina no es, generalmente, la que podemos hacer solos.
Suelo escuchar a otros colegas que ejercen la medicina en forma muy unipersonal e individual, quizá por lejanía, mal acostumbramiento o simplemente porque es su modo de trabajar.
Desde mi punto de vista, y porque creo que ninguno de nosotros es «Dr. House», estoy convencida de que podemos hacer mejor medicina trabajando en equipo.
Tener objetivos: el mejor tratamiento posible
Aún estudiaba en la Facultad, al tiempo que me formaba de manera privada en medicina felina con colegas de muchísimo prestigio. En esas veterinarias vi por primera vez consultas con especialistas y para mí fue algo natural desde el comienzo. Cuando venía el inmunólogo o el cardiólogo a ver casos especiales o a ofrecer tratamientos nuevos que revolucionaban un poco la medicina tradicional, ¿qué veía?
Que los casos más complejos se podían resolver más rápido, que el tutor aceptaba la interconsulta y, lo más positivo de todo: el paciente era atendido con lo mejor de lo mejor, la mayoría de las veces con éxito terapéutico. Y ese es y, debe seguir siendo, nuestro objetivo principal.
La multidisciplina hoy la siento como algo natural, no veo realmente otra forma de trabajar, porque más allá de que muchísimos casos podemos resolverlos solos con nuestros conocimientos adquiridos, ayudados con bibliografía más nueva, papers e información actualizada, muchísimas veces podemos necesitar el enfoque de un colega especializado en determinado tema.
Como en medicina humana, ¿por qué no? Y hasta quizás un poco mejor (hoy los médicos humanos se volvieron ultraespecialistas para mi gusto).
Muchas veces escucho a los tutores decir que no sabían que existía un oftalmólogo veterinario, o que a su gato jamás le midieron la presión arterial… porque ante un gatito que no habla, con un tutor que en general habla mucho, debemos intentar resolver el caso de la mejor forma posible, de la forma más amigable, sin miedos, con suavidad “gatuna” y sumando, si la necesitamos, la opinión, sugerencia o visión de nuestro equipo de especialistas.
¿Cuándo consultar al especialista?
En equipo con Paula Cleves, oftalmóloga veterinaria.
Así como estamos acostumbrados a llamar a un especialista ante una cirugía u otros procedimientos como ecografías o ecocardiogramas, hay muchos otros casos de la clínica diaria que dan lugar al trabajo interdisciplinario.
Les cuento algunos ejemplos:
Ante una cirugía que creemos que será compleja ¿por qué no hacer una consulta pre-quirúrgica con el paciente y la cirujana (si es que no somos nosotros) para evaluar los pasos a seguir y todos los detalles del procedimiento, el antes, durante y después?
Un paciente con cáncer no solo necesitará a un oncólogo que le indique quimio, radioterapia o cirugía, o todo lo anterior, sino también a un especialista en terapias paliativas que ayudare no solo al gato sino también al tutor a entender que tenemos un paciente con cáncer y lo que esa palabra significa para una familia y su gato.
Un paciente con enfermedad y dolor crónico necesitará muchas veces diferentes tratamientos, y me refiero a terapia multimodal no solo para el paciente sino también para el tutor. Tenemos que contarle que a veces no se trata solo de sumar distintas drogas sino también de ver a un kinesiólogo, hacer acupuntura, tratamientos con células madre y otras opciones terapéuticas.
En cuanto a nutrición, el tema del momento, es mejor sumar a un veterinario especialista, ya sea porque no manejamos bien el tema o porque no nos gusta. Ese es mi caso, por eso llamo al especialista y trabajo junto con él para armar una estrategia de salud desde el día uno de la consulta pediátrica.
Y así, creo, con todo.
El equipo completo
Consultar a un especialista no significa perder un paciente (o sí, y ahora vuelvo a este punto) sino pensar en darle todo lo que tenemos en nuestras manos para ofrecer.
Que un paciente reciba la atención de otro colega que se suma probablemente sea un éxito asegurado.
Entonces, quizás ese paciente no regrese al consultorio pronto. Y acá, para mí, el éxito está en nuestras manos.
Eso es lo que yo busco en mi día a día, lo que me motiva a seguir siempre adelante para dar todo lo posible por ese gato en particular.
Mi relación con los especialistas, en su gran mayoría, no es nueva. Vengo trabajando hace años así, solo que ahora son invitados a mi veterinaria para casos puntuales.
Patricia López, gastroenteróloga veterinaria, también forma parte del esquema que plantea la clínica de la Dra. Natalia Luka.
Mi equipo se formó no solo con profesionales especializados en diferentes temas, sino también con quienes siento que además de tener objetivos en común en la forma de trabajar, todos y cada uno de ellos tienen las mismas características: son empáticos, aman a los gatos y, fundamentalmente, respetan al paciente y a su tutor.
Podemos discutir el caso de principio a fin sabiendo que todos trabajamos en forma similar y priorizamos al paciente.
Algunos tienen días fijos (ecografías, cardiología), y otros consultas programadas, como las cirugías, dermatología y oftalmología.
Para mí que venga mi nefróloga, oftalmóloga, gastroenteróloga o dermatólogo al consultorio es un placer: siento que son algunos los casos donde los necesito, ya sea por complejidad o porque algún que otro tutor necesita de esa opinión ultraespecializada.
Y eso no está mal, a veces gracias a ello logramos avanzar en la toma de decisiones terapéuticas y logramos el objetivo rápidamente. Y lo más importante: trabajamos en equipo, discutimos, estudiamos, hacemos ateneos, aprendemos entre todos y nos nutrimos de conocimiento para lograr resolver el caso y que el gato este sano, o vuelva a casa. ¿No es lo mejor? Entendamos que sí, siempre.
El arreglo es simple, porque los honorarios no se discuten en mi clínica, lo que el especialista cobra es lo que corresponde.
A eso le sumamos un porcentaje que queda en la veterinaria, porque no debemos olvidarnos de gestionar nuestro negocio.
Así, el servicio que brindamos es completo, ofrecemos casi todo lo que el paciente necesita, y lo que no, lo derivamos al lugar más cercano, como radiografías, resonancias o internaciones.
Un trabajo de ida y vuelta
La mitad de mis consultas llegan por derivación de un veterinario clínico, algunos que incluso no conozco en persona. Viene el tutor con una nota o derivación escrita, un mail o un mensaje de WhatsApp. Así comienza una consulta en equipo, en multidisciplina con su médico de cabecera.
En estos casos la especialista soy yo, pero el enfoque sigue siendo el mismo: intentar sumar para que el paciente salga adelante con una sugerencia diagnóstica o una alternativa terapéutica.
El objetivo es siempre el mismo: un paciente con resolución de caso exitoso, y algunas veces, una decisión en equipo de ayudar a partir en paz, porque la eutanasia es el último tratamiento posible y, aunque nos duela, a veces en equipo decidimos que es lo mejor para el gato.
Al principio de mi ejercicio profesional, plantearle a un tutor que necesitábamos la opinión de otro colega a veces me costaba, por miedo a qué pueda pensar o a que no pueda pagarlo.
Hoy muchas veces no solo llamo al colega por teléfono en medio de la consulta con el tutor sino que también a veces es el tutor el que consulta qué más podemos hacer por su gato. Porque más de la mitad de los tutores vienen con esta premisa: hagamos todo lo que tengamos que hacer.
Y cuando eso pasa, ya recorrimos la mitad del camino, y vamos a hacer todo por resolver el caso. Primero es y será el paciente, siempre.
No se trata solo de cómo se atiende a las personas en los centros veterinarios, sino también de una estrategia para lograr la sustentabilidad económica de los mismos a largo plazo.
Muchas veces encasillada únicamente en el área de atención al cliente, veremos que la fidelización de las personas que visitan las veterinarias regularmente sirve también para asegurar la sustentabilidad económica del emprendimiento.
En definitiva y en lo que representa un salto drástico del marketing transaccional a otro más relacional y ligado al vínculo con las personas, son sobrados los ejemplos de cómo lograr clientes fieles genera diversos beneficios para las clínicas veterinarias:
Aumenta las cifras de venta.
Mejora la reputación por vía de recomendaciones directas.
Mejora el conocimiento del cliente sobre los temas y el rol profesional.
Mejora la experiencia de compra.
Ahorra recursos económicos.
Incrementa el tiempo “de vida” del cliente.
Desarrolla relaciones más duraderas con los clientes.
Aumenta la confianza en la marca por parte del público.
A no confundir
Fidelizar a un cliente no se trata únicamente de activar acciones con regalos o descuentos
especiales. Se trata de generar vínculos que, mientras más profundos y duraderos, mejor impactarán en la fidelización del cliente.
Fidelizar a los clientes no tiene que ver con convertirnos en sus “esclavos”, ni hacer absolutamente todo lo que nos pidan o andar por ahí cargando con culpas ajenas.
La fidelización se concentra en un grupo de estrategias, técnicas y acciones que se realizan en una empresa para retener clientes y motivarlos a que opten por comprar productos o servicios de forma habitual.
Se enfoca en el crecimiento y la retención de la cartera de clientes existentes.
Es clave aquí no confundir “lealtad” con “recompensas”.
La estrategia de fidelización es una de las más importantes en las pequeñas y medianas empresas orientadas a brindar servicios en los tiempos que corren.
Sin embargo, muchas veces se descuida para dar prioridad a la captación de nuevos clientes. Y esto no nos debe ocurrir.
Por eso, vale la pena destacar algunas informaciones de distintos autores, medios especializados y consultoras en las cuales se indica que, por ejemplo:
Un aumento solo del 5% en la retención de clientes habituales, supone un aumento de la ganancia de las empresas que va del 25 al 95%.
Los clientes regulares gastan hasta un 67% más que nuevos clientes.
Clientes habituales generan prácticamente la mitad de las ganancias en algunas empresas.
El costo de adquirir un nuevo clientes es 5 a 25 veces más que el costo de tener a un cliente.
Además, vale destacar el cada vez mayor peso de generar recomendadores entre nuestros clientes, para que el resto de su círculo logre identificarnos y replicarnos como una empresa que brinda servicios de calidad.
Es por esto que hoy en día cobra tremenda relevancia el hecho de poder tomar por las astas el tema e cambiar el paradigma.
Debemos pasar de “captar” a mantener a nuestros clientes.
También deberemos modificar las estrategias para generar ventas solo en el corto plazo y lograr planificarlas también a futuro.
Tan importante será esto, como poder pasar del objetivo de cerrar una venta con el cliente, al de comenzar a entablar una relación duradera en el tiempo.
Para ello, será clave:
Identificar a los clientes y conocer en profundidad sus necesidades y deseos.
Utilizar esto para ofrecer productos a su medida.
Satisfacer necesidades concretas.
Retener a los clientes que nos recomienden.
Aumentar las ventas.
En definitiva, fidelizar a un cliente no se trata únicamente de activar acciones con regalos o descuentos especiales. Se trata de generar vínculos que, mientras más profundos y duraderos, mejor impactarán en la fidelización del cliente.
Siempre, el éxito de un centro veterinario conjuga la buena medicina con una gestión eficiente de la misma en su concepción de empresa.
Definición de objetivos, habilidades blandas, diferenciación y responsabilidad social fueron los ejes de una nueva capacitación de VetesWeb. Un llamado a las y los veterinarios para romper barreras mentales y animarse al cambio.
Tres referentes de la gestión veterinaria se reunieron en un Webinar organizado por www.vetesweb.com para contar, desde su experiencia, por qué los profesionales necesitan profundizar este tema.
La propuesta fue contundente: la buena gestión determina el éxito o el fracaso de una empresa veterinaria.
El encuentro se realizó a pocos días de comenzar el Posgrado de Gestión y Marketing Veterinario que ofrece la plataforma y contó con la participación del Lic. en Comercialización Javier Sánchez Novoa (ARG) y los médicos veterinarios Javier Paoloni (ARG) y Hugo Ochs (URU).
Los temas abordados pueden resumirse en pocas palabras que condensan mucho contenido: la importancia de la gestión, la necesidad de las habilidades blandas, la diferenciación para hacer frente a la competencia, el impacto positivo que puede tener el ejercicio de la veterinaria en la sociedad y, por último, algo tan importante como animarse a romper las barreras mentales para ser rentables y felices.
“Quedarse a la mitad del camino es fracasar”
La apertura estuvo a cargo de Javier Sánchez Novoa, director de la Consultora en Gestión Comercial Mercader y subdirector del Posgrado universitario de Gestión y Marketing Veterinario de VetesWeb.
El punto de partida fue la palabra que recorrió todo el encuentro: gestión. A la que definió como “toda acción que tiene por objeto la utilización eficiente de los recursos humanos, técnicos, económicos y operativos para conseguir los objetivos de la empresa”. A partir de allí, acentuó tres aspectos.
La utilización eficiente de los recursos disponibles para tomar mejores decisiones y poner en práctica acciones concretas.
El factor humano: no se trata solo de perseguir un monto de dinero específico de facturación, sino también de prestar atención a las personas, que son una pieza clave de la empresa.
Los objetivos: por pequeños que sean, sin ellos no es posible avanzar. Por eso siempre deben ser alcanzables y fijados desde un marco de coherencia y realidad.
Sánchez Novoa insistió en que existe un nexo directo entre la gestión y el éxito, y se preguntó por qué entonces hay tantas empresas veterinarias que no cuentan con un sistema de gestión. “Muchos veterinarios no les dan una oportunidad a las técnicas de gestión eficiente. Por eso este es un llamado a la reflexión, a generar un cambio real, tenemos que profesionalizarnos”, remarcó.
Y reforzó: “La gestión te hace más fuerte, te ayuda a tomar mejores decisiones para que tu empresa dure en el tiempo.”
“Una fábrica de diferenciación, confianza y felicidad”
Javier Sánchez Novoa, Argentina.
Al final de su primera exposición, Sánchez Novoa explicó que si bien es complejo llegar a la perfección, sí es posible diferenciarse de la competencia, generar y entregar valor. “La idea es encontrar eso que nos haga únicos: ofrecer lo que otros no pueden, porque si caemos en la guerra de precios todos perdemos”, explicó.
Y este fue el nexo ideal durante la jornada para que inicie la segunda exposición, a cargo del MV Javier Paoloni, profesional con más de 20 años de experiencia en clínica general y cardiología, tres diplomados, director de la Veterinaria Vida en Río Cuarto, Córdoba, y docente del posgrado de VetesWeb.
¿Su tema? La diferenciación.
“¿Sabemos quién está en la sala de espera? Si la respuesta es que no lo conocemos, no lo escuchamos, no lo miramos, no tenemos tiempo para otra cosa que no sea concentrarnos en el paciente que está en la camilla, no podremos ofrecerles lo que necesitan.”
La propuesta de Paoloni es concreta: trabajar la empatía para satisfacer las necesidades no médicas de los tutores de los pacientes. “Conocer a nuestros clientes nos permite pensar en la atención que necesitan y sumar valor”, enfatizó.
Para no ser “una manzana más del cajón”, Paoloni considera que una de las mejores estrategias de diferenciación es la atención al cliente, incluso desde los primeros pasos en la profesión, ya que no se necesita dinero o infraestructura sino innovación y creatividad.
Para eso hay que estar atentos a las oportunidades del mercado. “Las personas mayores de 60 años, que son el 14.3% de la población, 7 millones de habitantes en Argentina, suelen estar acostumbradas a recibir mala atención en todos los ámbitos, esa es una oportunidad del mercado para, con poco, entregarles una experiencia única”, ejemplificó Paoloni.
“Cambiar la vida de la gente”
Javier Paolini, Argentina.
El cambio de hábitos de los tutores y el creciente número de clínicas veterinarias están en la base del razonamiento de Paoloni, quien considera que con las habilidades médicas solas ya no alcanza para llevar adelante un emprendimiento veterinario. “Gestión y comunicación son dos palabras con las que tenemos que amigarnos”, comentó.
En su propuesta, la medicina preventiva juega un rol principal. “Es la mejor medicina para el paciente, para la familia y para la clínica veterinaria. Pero al poner pacientes sanos en la camilla es necesario desarrollar al máximo la empatía, implementar correctas estrategias de comunicación y crear vínculos con las familias de nuestros pacientes basados en la confianza”, explicó.
En este sentido, llamó a los veterinarios a desafiarse y desafiar a los clientes a cambiar la mirada sobre la medicina veterinaria reactiva por una medicina proactiva y preventiva.
Paoloni considera que los veterinarios tienen la enorme oportunidad potenciar las habilidades médicas (“que nunca tenemos que dejar de entrenar”) con las habilidades de gestión, comunicación y marketing. “Cuando conseguimos eso, logramos que un paciente nos visite dos veces al año, se haga sus controles preventivos, tenga una mejor calidad de vida y la veterinaria mejore su rentabilidad”, sintetizó.
Y cerró con un fuerte mensaje: “Nuestra veterinaria debe ser un microcosmos donde el cliente viva experiencias únicas e inigualables. Podemos cambiar, a través de nuestra atención, la vida de la gente. Estamos hablando de hacer felices a los clientes al mismo tiempo que somos rentables y desarrollamos una profesión con un impacto social positivo. Así de grande puede ser el servicio de un médico veterinario.”
“Un gran fracaso puede convertirse en un enorme éxito”
Hugo Ochs, Uruguay.
El cierre del Webinar estuvo a cargo del MV Hugo Ochs, docente del posgrado en Gestión y Marketing Veterinario de VetesWeb. Ochs, quien cuenta con un diplomado de especialización en Marketing, es también miembro fundador de la Red Iberoamericana de Gestión Veterinaria.
Esta última exposición dialogó con las dos anteriores en algunos conceptos claves, como el éxito y la necesidad de romper patrones mentales para avanzar en el desarrollo del sector.
Javier Sánchez Novoa había hecho énfasis en que el éxito se trata de un concepto subjetivo, diferente para cada uno y que traspasa lo numérico y lo transaccional.
También Hugo Ochs abordó esta problemática al destacar que existen diversos tipos de éxito empresarial y que no todas las personas desean alcanzar el mismo: está el personal, el económico, el social, y todos pueden expresarse de distintas maneras. “Puede ser que se reflejen en la antigüedad de la empresa, en los vínculos que establecemos o en la referencia social en la que se convierte nuestra empresa”, ejemplificó.
Además, señaló que no hay que abandonar los proyectos si no funcionan al primer intento, ya que un gran fracaso puede convertirse en un enorme éxito. Lo importante para Ochs es que signifique atravesar una instancia de aprendizaje. Pero alertó: “La mala gestión no significa que el negocio se hunda enseguida, puede estar veinte años a media agua, sin salir pero sin hundirse tampoco, y cuando esto sucede la vida del profesional se va deteriorando, porque las cosas no funcionan aunque trabaje bien”.
¿La solución? La gestión, otra vez la gestión. Y en este punto coincidieron los tres oradores: muchos veterinarios todavía reniegan de un aspecto tan fundamental para la supervivencia de sus empresas, y eso los conduce al agobio, el estrés, el malestar y la insatisfacción crónica. “Esto lo padecen las personas que, sin tener una condición grave, sufren porque muchas veces no saben lo que quieren”, destacó Ochs.
Y aquí retomó un tema que introdujo Paoloni al decir que “tenemos que darnos la oportunidad de superar las ataduras mentales que nos limitan, abrir la cabeza y liberarnos de las barreras que nos atan”.
“Romper nuestros propios esquemas es muy difícil, no es sencillo cambiar de hábitos”, admitió Ochs, “pero con las herramientas necesarias se puede y se debe mejorar la vida laboral. Es difícil, pero vale la pena”, concluyó.
Si estás buscando mejorar la gestión del tiempo en tu negocio veterinario este artículo es para vos. Planteá objetivos y organizate.
La gestión del tiempo es clave para poder cumplir con los objetivos y el desarrollo del plan de negocios. Además de mejorar la productividad, reduce el nivel de estrés y la frustración, y ayuda a mejorar la comunicación con el equipo. También permite hacer espacio para el descanso y tener una vida social y familiar.
En palabras de Eliana Mogollón: “Vivir agobiados por la falta de tiempo se ha vuelto un fenómeno originador de dificultades de salud a nivel mundial. Este mal afecta a profesionales en diferentes sectores de la economía y por supuesto, la industria veterinaria no es la excepción”. Es por eso que si querés aprender a hacer una correcta gestión del tiempo estos tips son para vos.
Objetivos y metas claros y visibles: lo principal es saber a dónde ir y por qué. Establecer metas y objetivos como parte de una planificación estratégica permite claridad en el rumbo del negocio veterinario.
Planificar: esto hace parte de los pilares básicos para administrar un negocio. Se planifica sobre la base de cuál es la situación de la empresa, qué necesita y para dónde va a futuro.
Agenda de atención: con esta herramienta se organiza y programa con anterioridad las citas permitiendo conocer la cantidad de pacientes que se atenderán. Así se evita el estrés de los clientes y los animales en la sala de espera y el trabajo podrá fluir mucho mejor.
Urgente vs. importante: lo urgente debe ser solucionado inmediatamente. Lo importante puede ser solucionado más adelante. Es clave no dejar tareas a la mitad para que este orden no se modifique sin planificar. Saber a qué darle prioridad reduce la sensación de estrés, otorga confianza y permite una mejor gestión del tiempo.
Entorno organizado: si todo está limpio y organizado en la veterinaria la atención al cliente se hace más sencilla y amigable. Además, facilita la concentración y dedicación. Esto es importante de implementar por ejemplo en la consulta teniendo a la mano termómetro, guantes, fonendoscopio, equipo de órganos, entre otras.
Comunicación con el equipo: organizar reuniones cortas, diarias permite saber en qué está trabajando el equipo, qué novedades hay y así evitar que lo importante se vuelva urgente.
Administrar el tiempo correctamente hará que el equipo trabaje con más ganas y que se vean los resultados. Como dice Mogollón en su artículo, “el problema no es la falta de tiempo, el verdadero problema es la falta de gestión del mismo”.