Claves para lograr la rentabilidad en un negocio veterinario
Comprender qué es el punto de equilibrio, los costos fijos y variables son los puntos claves que ayudan a lograr la tan ansiada rentabilidad.
info@dosmasdos.com.ar
Cuando una veterinaria abre sus puertas la rentabilidad es uno de los talones de Aquiles. ¿Qué es, cómo encontrarla y para qué sirve? son las preguntas que responderemos en este último artículo de la primera parte del especial checklist para tu negocio veterinario. Para resolverlo conversamos con la Ing Sandra Felsenstein Fundadora y CEO de DINKA, consultora para empresarios de Pymes. Además con Cristian Camilo Carvajal Contador Público los dos, expertos en el tema.
Para iniciar, lo primero es definir qué es la rentabilidad y cómo se aplica en el negocio veterinario. La rentabilidad de la mano de la medición, refleja ganancias y pérdidas, identificando las operaciones claves que pueden impulsar el negocio. Indica la capacidad de la empresa para recuperar los recursos invertidos, además permite medir el desempeño económico y financiero de la veterinaria. Si una veterinaria es rentable genera mayores ingresos que egresos, en definitiva, la rentabilidad muestra la salud empresarial.
Según Sandra Felsenstein existen unos puntos claves para lograrla siempre teniendo en cuenta que estos puntos permiten tomar mejores decisiones.
- Se debe plantear un norte a seguir: sin ello las decisiones que se tomen pueden no ser las más acertadas y efectivas. En sus palabras: “Siempre medir y priorizar teniendo en claro para dónde vamos y dónde estamos”.
- Contar con una estrategia comercial clara y contundente: es clave pues no es vender por vender, es saber quién y qué compra los productos y servicios de la veterinaria. En sus palabras: “Tener una estrategia comercial contundente, no es vender más sino mejor”.
- Ganancias vs pérdidas: “Tener en claro cuánto se gana y se pierde en cada uno de los productos y servicios que tenemos”.
- Ajustar los costos a las necesidades del negocio: no vale gastar en cosas que no son necesarias, lo importante es invertir en aquello que ayude a crecer y consolidar. En sus palabras: “No aumentar en gastos y costos superfluos que no generan valor al negocio”.
Ahora bien, para lograr esa ansiada rentabilidad primero se debe conseguir el punto de equilibrio. Este lugar al que los negocios aspiran llegar, se logra cuando lo que ingresa, permite cubrir los costos fijos y variables de la veterinaria. Para ello se debe pensar en cuánto se cobra por consulta, por los medicamentos que se venden y también cuánto se paga en sueldos y en el alquiler del local. En definitiva se tienen en cuenta todos los gastos asociados a los productos y servicios que se venden en la veterinaria.
La pregunta es ¿cómo se conocen estos números si la veterinaria aún no ha abierto sus puertas al público? Este cálculo se debe elaborar por medio de una proyección al iniciar con la veterinaria. En este documento, que se debe revisar constantemente para analizar cómo va el negocio, se vuelcan los costos fijos y variables para entre dos a tres años. Este es el periodo recomendado máximo para lograr la rentabilidad en la veterinaria.
¿Cómo influyen los costos fijos y variables en el punto de equilibrio?
Entendiendo la importancia del punto de equilibrio para lograr la rentabilidad, se deben analizar los costos en los que incurre una veterinaria. Con esto en mente se pueden hacer los ajustes necesarios para lograr los objetivos del negocio.
Costos Fijos
Los costos fijos son los relacionados a los gastos de cada mes; como los sueldos del personal y el propio, el alquiler del local, los servicios públicos, los impuestos, entre otros ítems a considerar. Sin embargo y según Felsenstein los empresarios en pos de lograr la rentabilidad prefieren eximirse de cobrar un sueldo mensual. Esto es un error muy común que no permite ver la realidad del negocio. Es así como afirma que “el sueldo del emprendedor siempre tiene que estar, es un error muy común no hacerlo. Eso hace que el negocio parezca rentable cuando en realidad no lo es”, indicó. Este error se puede repetir cuando se piensa en el costo del alquiler, al establecer la veterinaria en un local propio al que no se paga mes a mes.
Costos Variables
Los gastos variables por su parte son los que se generan con el trabajo diario como la compra de insumos, los costos bancarios, entre otros. Según Carvajal es importante pensar en el costo de los insumos que se van a adquirir pues el inventario puede jugar una mala pasada al negocio. Compras de insumos con costos elevados que los clientes no consumen sobre esto indicó que “es muy importante no llenarse de inventario, analizar qué es lo que se puede vender, lo primero que entra y lo primero que sale. Buscar no llenar la veterinaria con productos que no rotan. Para eso se debe hacer un estudio de mercado para saber qué quieren comprar los clientes en una zona y qué no”, indicó.
Tener la capacidad de comprender y visualizar los indicadores económicos permite hacer una mejor gestión de la veterinaria. Es por ello que es muy importante mantener buenas prácticas realizando análisis internos y externos de la situación a fin de poder tomar buenas decisiones en el momento indicado. Con estos datos y la actitud indicada se puede lograr la tan ansiada rentabilidad.
En la siguiente entrega del Checklist: Mi Primera Vet todo sobre cómo iniciar una veterinaria en sociedad. Ventajas y desventajas, tipos de socios y aspectos a tener en cuenta para tener una sociedad sana y productiva.