"Queremos ser la mejor clínica veterinaria especialista en urgencias" - Mi Negocio Veterinario
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DIFERENCIACIÓN

«Queremos ser la mejor clínica veterinaria especialista en urgencias»

Inaugurada a fines de 2022, la clínica veterinaria Cilap realizó una capacitación para veterinarios de CABA, los cuales también visitaron las instalaciones. Hablamos con su dueño, el MV Maximiliano Cifuentes Laponio.

Daniela Mattiussi
daniela@minegocioveterinario.com

Maximiliano Cifuentes Laponio tiene 28 años, es veterinario desde hace un año y el primero en su familia en haberse recibido de una carrera universitaria.
Desde que es aún más chico, soñó con tener una clínica para animales de compañía donde se atiendan todas las especialidades, pero con las urgencias a la cabeza.
El pasado 29 de octubre, este joven emprendedor logró cumplir su sueño y abrir Cilap con ayuda de toda su familia.
Recientemente habló con Mi Negocio Veterinario sobre la clínica, cómo es el trato particular con los animales y sus sueños que aún no terminaron.
Cilap (@clinicaveterinariacilap) ofrece todos los servicios convencionales, urgencias, internación, clínica, cirugías, ecografía con especialista y urgencias, entre otros. Sin embargo, su mayor caudal de trabajo proviene de las derivaciones de otros colegas.
Cuenta con servicio de internación las 24 horas, aunque las urgencias por el momento solo las reciben de día.
“Durante la noche continuamos asistiendo a los animales internados, pero no recibimos nuevos porque, para brindar un servicio, como corresponde, necesitamos de más personal y aún hace poco que abrimos”, detalló Maximiliano.
Una de las cuestiones que más llaman la atención es cómo tienen organizado y sectorizado cada uno de los espacios, sobre todo los de internación.
En el caso de los felinos, cuentan con un lugar aparte donde se prestó atención en el color de las paredes para que no se alteren, la altura donde tienen que estar, les prestan atención a los olores, feromonas, tienen la intensidad de las luces de determinada manera y suena música cat friendly las 24 horas.
“Próximamente vamos a agregar un proyector en la pared para que proyecte una ventana y un paisaje. Todo lo hacemos porque queremos centrarnos en las necesidades de cada uno… el gato no es perro y el perro no es gato”, puntualizó nuestro entrevistado en diálogo con Mi Negocio Veterinario.

Trabajo conjunto

Maximiliano es veterinario desde hace un año, se recibió en mayo del año; pero viene trabajando de asistente hace casi 10 años. Estudió en la Universidad de Río Negro hasta cuarto año y luego, por cuestiones personales, volvió a Buenos Aires donde estaba su familia y terminó la carrera en la USAL, con el apoyo de sus padres.
“Desde que llegué de Río Negro empecé a trabajar. Como tenía un buen promedio fui seleccionado para las castraciones públicas, después de ahí conocí a un veterinario y empecé de ayudante. Pasé por ser ayudante de cirugías, asistente, ayudante en internación y urgencias, y hace 4 años de ayudante quirúrgico, que es lo que me estoy abocando en la clínica”, relató.
Ya desde que era muy chico, siempre hablaba con su papá sobre la posibilidad de tener una clínica veterinaria y cuando volvió de Río Negro comenzaron a salir oportunidades de préstamos para estudiantes.

Hoy me encuentro haciendo distintos cursos: de manejo de empresas, de cómo invertir, manejo del personal y en cómo hablar mejor con la gente.

“Pedí el préstamo y empecé a comprar cosas para el día que abriera mi clínica. Lo primero que me compré fue un equipo de rayos usado, que es el que estaba en la Vete y así fui comprando de todo hasta que, en un momento, el living de mi casa estaba lleno de cosas”, recordó en nuestra entrevista.
Hace dos años comenzaron a buscar un lugar para la veterinaria y encontraron el espacio en el cual están hoy en la Av. Ángel Gallardo 75, en el barrio porteño de Villa Crespo.

Veterinaria y gestión

Maximiliano siempre trabajó mucho. Cuenta que estudiaba de lunes a viernes, luego el fin de semana trabajaba, salía y volvía a estudiar.
Sin embargo, se dio cuenta que “era tanto trabajo que hacía para los demás que prefiero trabajar lo mismo pero un poco más para mí. Y hasta ganar un poco menos, o no ganar, pero es para mí. Y es complicado, más en esta época”.
Además, indicó que al estar el frente de una clínica implica muchas cuestiones adicionales.
“Creía que con saber curar al animal y estudiar iba a estar todo bien, y hoy me encuentro haciendo cursos de manejo de empresas, de economía, de cómo invertir, cómo comprar, cómo pedir esto, cómo manejar el personal, cómo poder hablar con la gente, etc”.
Hace unos meses atrás comenzaron siendo 5 veterinarios donde él estaba todo el día y se quedaba hasta en las noches. Hoy en día son 30 veterinarios y auxiliares, sin contar especialistas, y aun así hace 4 guardias por semana.
“Nos gusta que las personas que trabajan con nosotros entiendan cómo nos interesa atender que no es ni mejor ni peor que en otros lugares, pero es nuestra forma”, agregó.

Marcelo Zysman disertó en la Jornada organizada por Cilap a comienzos del mes de abril sobre manejo de dolor en animales de compañía.

“Apuntamos a volar muy alto”

Este joven emprendedor ya desde el comienzo sabía lo que quería y por ello fue.
“Cuando decía que iba a poner una veterinaria grande, era recontra soñador, con una economía que no daba para decir eso y se pudo. Entonces ya sin miedo digo que mi sueño es poder ser la mejor clínica, la más completa. Apuntamos, y es volar muy alto, a hacer algo como VET´S Chile, ese hospital de última generación que hacen lo mejor, son especialistas en urgencias, eso es lo que queremos apuntar”.
Maximiliano indicó que la clínica es algo que aporta a sus pacientes, pero ellos quieren basarse en urgencias.
“Quiero que digan: no sé qué hacer, no sé qué tiene o está muy mal, anda a Cilap que, si no lo hacen ahí, no se hacen en otro lado. Obviamente, vamos 6 meses, pero soñamos eso”.
No obstante, está muy centrado en la situación del país, pero adelantó que les está yendo mejor de lo esperado.
Hoy la clínica está en un promedio de 10 pacientes internados diarios.
“Por supuesto que siempre hay un problema. Antes cuando era empleado yo me iba de la veterinaria y el problema no me lo llevaba. Hoy eso es distinto, todo el día estoy pensando en lo que voy a hacer y mejorar y cómo solucionar los problemas», nos contó.
Y profundizó: «Nos sentamos en la mesa con mi familia a cenar y todos estamos pensando en la clínica, en cómo mejorar y hacia dónde queremos ir”.

Dos grandes dificultades

En lo que respecta a las grandes dificultades de la profesión, Maximiliano le explicó a Mi Negocio Veterinario que hoy en día la más grande es la falta de respeto.
“Esto se ve en todos lados, pero nosotros sentimos más la violencia, la falta de respeto que hay hacia nosotros, es constante. La gente por ahí no acepta la enfermedad o la muerte, que en otros rubros creo que sí lo hacen, pero en este caso la culpa tiene que ser nuestra sí o sí”.
Y agregó que mira mucho lo que sucede en el mercado de Chile.
“Me encanta y estamos a años luz de ellos. No poder llegar a un tomógrafo o un resonador, o quiero invertir en cirugía para empezar a hacer laparoscopía y sale US$ 70.000. Entonces creo que ese es otro limitante: lo económico. Muchas veces no cobramos como para poder invertir y dar mejor calidad de servicio”.
Para cerrar, Maximiliano Cifuentes Laponio concluyó que: “Hay que soñar mucho, es lo que me quedó de aprendizaje. Cuando hablábamos de esto, muchas veces me trataban de «loco». La realidad es que es difícil, pero se puede”.

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